Los varios Estados de Conciencia, el Simbolismo y el Enfoque Múltiple
Hasta cierto punto, la transmutación del símbolo se puede observar también en varios estados de la conciencia de vigilia. Cuando estás descansando, despierto pero con los ojos cerrados, con frecuencia aparecerán imágenes y cuadros a tu ojo interior. Algunas serán como materializaciones físicas, imágenes de árboles, de casas o de personas. Otras serán sencillamente formas que cambian rápidamente y parecen fluir una dentro de la otra. Como norma, aun las imágenes que son reconocibles, rápidamente serán reemplazadas por otras, en un calidoscopio de formas permanentemente cambiantes.
Te parecerá que no hay lógica en estos cuadros interiores, y ciertamente ninguna conexión entre ellos y lo que estabas pensando un momento antes, y aun una hora antes. Hasta cierto punto, parecen desconectados de ti y parecen no ser hechos por ti. Sin embargo, con frecuencia representan las características mostradas por la conciencia cuando se ha desviado algo de los estímulos físicos. La forma de los símbolos cambia, a medida que los estados de conciencia cambian.
Las imágenes que ves en estas circunstancias representan los pensamientos y los sentimientos experimentados apenas antes de cerrar los ojos, o aquellos que previamente eran primordiales en tu mente. En el instante en que cierras tus ojos, los pensamientos y los sentimientos se expresan a través de este simbolismo. Por lo que las imágenes parecen no tener una conexión lógica directa con estos pensamientos y sentimientos, no los reconoces tampoco como tuyos, ni estás en capacidad de vincularlos con lo que ellos representan.
Estoy poniendo esto de manera sencilla aquí. Imaginativamente tienes una mayor libertad para expresar sentimientos, que cuando lo haces prácticamente. Un temor anterior sentido durante el día que involucre la perdida del empleo, puede traducirse cuando cierras los ojos en una serie de símbolos aparentemente no relacionados y, sin embargo, todos conectados con ese temor.
Puedes ver, en una rápida serie de cuadros, un hueco profundo en el piso. Puede ser sustituido por un pilluelo de la calle, obviamente pobre y proveniente de otro siglo. Puede aparecer un féretro, o una cartera negra volando por el aire. Puedes ver una grave y oscura escena invernal. El cuadro del personaje de un viejo libro olvidado hace mucho tiempo puede aparecer y desaparecer. En medio puede estar un grupo de símbolos opuestos, que representan tu esperanza – una flor de primavera, una mesa llena de comida, un nuevo juego de ropa, o cualquier signo de abundancia que tuviera sentido para ti. Por ninguna parte entraría el pensamiento de una potencial perdida del empleo. Te parecería que lo habías olvidado.
Sin embargo, con la utilización de los símbolos, a tus sentimientos se les daría pleno juego, con cada imagen subiendo y cayendo, en un flujo de sentimientos tan por debajo de tu conciencia que no te enterarías de ellos. Sin embargo, ellos automáticamente causarían estas imágenes. Con alguna reflexión, podrías conectarlos con su origen, pero usualmente te pasan de lado.
Si te permites descansar todavía por más tiempo con los ojos cerrados, el simbolismo continuaría cambiando el carácter, perdiendo quizá sus características visuales y volviéndose más intenso en otras direcciones. Podrías pensar que sientes un olor en particular, por ejemplo, que es desagradable. Podrías en cambio traducir el temor a una aterradora sensación física y repentinamente sentir que estás cayendo, o que algo desagradable te tocó.
Cualquiera de estas características cambiantes de los símbolos debería ponerte en alerta sobre el estado alterado de tu conciencia. Si aquí te dejas caer en el sueño, muy probablemente elaborarás dos o tres sueños que simbolizan temor; sueños con los que reflexionas e intentas posibles soluciones dentro del contexto del sueño. La situación del empleo podría no aparecer nunca como tal dentro de alguno de los sueños.
Para el inconsciente, el problema se ha dado y se ha establecido. En las siguientes áreas protegidas del sueño, a los centros más elevados del ser interior se les ha permitido funcionar y venir en ayuda de la parte de la personalidad orientada tridimensionalmente. Este ser interior más liberado ve la situación mucho más claramente, sugiere una línea de acción – aunque no la ordena – e informa al ser del sueño. Entonces el ser del sueño elabora un grupo de sueños en los cuales se establece una solución dentro de la situación simbólica del sueño.
Hasta cierto punto, la transmutación del símbolo se puede observar también en varios estados de la conciencia de vigilia. Cuando estás descansando, despierto pero con los ojos cerrados, con frecuencia aparecerán imágenes y cuadros a tu ojo interior. Algunas serán como materializaciones físicas, imágenes de árboles, de casas o de personas. Otras serán sencillamente formas que cambian rápidamente y parecen fluir una dentro de la otra. Como norma, aun las imágenes que son reconocibles, rápidamente serán reemplazadas por otras, en un calidoscopio de formas permanentemente cambiantes.
Te parecerá que no hay lógica en estos cuadros interiores, y ciertamente ninguna conexión entre ellos y lo que estabas pensando un momento antes, y aun una hora antes. Hasta cierto punto, parecen desconectados de ti y parecen no ser hechos por ti. Sin embargo, con frecuencia representan las características mostradas por la conciencia cuando se ha desviado algo de los estímulos físicos. La forma de los símbolos cambia, a medida que los estados de conciencia cambian.
Las imágenes que ves en estas circunstancias representan los pensamientos y los sentimientos experimentados apenas antes de cerrar los ojos, o aquellos que previamente eran primordiales en tu mente. En el instante en que cierras tus ojos, los pensamientos y los sentimientos se expresan a través de este simbolismo. Por lo que las imágenes parecen no tener una conexión lógica directa con estos pensamientos y sentimientos, no los reconoces tampoco como tuyos, ni estás en capacidad de vincularlos con lo que ellos representan.
Estoy poniendo esto de manera sencilla aquí. Imaginativamente tienes una mayor libertad para expresar sentimientos, que cuando lo haces prácticamente. Un temor anterior sentido durante el día que involucre la perdida del empleo, puede traducirse cuando cierras los ojos en una serie de símbolos aparentemente no relacionados y, sin embargo, todos conectados con ese temor.
Puedes ver, en una rápida serie de cuadros, un hueco profundo en el piso. Puede ser sustituido por un pilluelo de la calle, obviamente pobre y proveniente de otro siglo. Puede aparecer un féretro, o una cartera negra volando por el aire. Puedes ver una grave y oscura escena invernal. El cuadro del personaje de un viejo libro olvidado hace mucho tiempo puede aparecer y desaparecer. En medio puede estar un grupo de símbolos opuestos, que representan tu esperanza – una flor de primavera, una mesa llena de comida, un nuevo juego de ropa, o cualquier signo de abundancia que tuviera sentido para ti. Por ninguna parte entraría el pensamiento de una potencial perdida del empleo. Te parecería que lo habías olvidado.
Sin embargo, con la utilización de los símbolos, a tus sentimientos se les daría pleno juego, con cada imagen subiendo y cayendo, en un flujo de sentimientos tan por debajo de tu conciencia que no te enterarías de ellos. Sin embargo, ellos automáticamente causarían estas imágenes. Con alguna reflexión, podrías conectarlos con su origen, pero usualmente te pasan de lado.
Si te permites descansar todavía por más tiempo con los ojos cerrados, el simbolismo continuaría cambiando el carácter, perdiendo quizá sus características visuales y volviéndose más intenso en otras direcciones. Podrías pensar que sientes un olor en particular, por ejemplo, que es desagradable. Podrías en cambio traducir el temor a una aterradora sensación física y repentinamente sentir que estás cayendo, o que algo desagradable te tocó.
Cualquiera de estas características cambiantes de los símbolos debería ponerte en alerta sobre el estado alterado de tu conciencia. Si aquí te dejas caer en el sueño, muy probablemente elaborarás dos o tres sueños que simbolizan temor; sueños con los que reflexionas e intentas posibles soluciones dentro del contexto del sueño. La situación del empleo podría no aparecer nunca como tal dentro de alguno de los sueños.
Para el inconsciente, el problema se ha dado y se ha establecido. En las siguientes áreas protegidas del sueño, a los centros más elevados del ser interior se les ha permitido funcionar y venir en ayuda de la parte de la personalidad orientada tridimensionalmente. Este ser interior más liberado ve la situación mucho más claramente, sugiere una línea de acción – aunque no la ordena – e informa al ser del sueño. Entonces el ser del sueño elabora un grupo de sueños en los cuales se establece una solución dentro de la situación simbólica del sueño.
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