Condiciones de la "Muerte" en la Vida
En líneas generales, si estás razonablemente contento con la realidad física, estarás en una mejor posición para estudiar los entornos internos. Si ves el mal a tu alrededor en la vida física y si parece superar el bien, entonces no estás listo. No deberías embarcarte en una exploración de estas aventuras nocturnas si estás deprimido, ya que en este momento tu mismo estado psíquico está predispuesto a experiencias depresivas, bien sea que estés despierto o dormido. No deberías embarcarte en tal estudio, si esperas sustituir experiencia interior por experiencia física.
Si tus ideas sobre el bien y el mal son rigurosas e inflexibles, entonces no tienes el entendimiento necesario para una manipulación consciente en esta otra dimensión. En otras palabras, deberías ser tan flexible, mentalmente, psicológicamente y espiritualmente, como sea posible; abierto a nuevas ideas y creatividad, y no excesivamente dependiente de organizaciones y dogmas.
Deberías ser razonablemente competente y compasivo. Al mismo tiempo, deberías ser lo suficientemente amistoso en tu entorno físico, de tal manera que seas capaz de manejar tu vida tal como es. Necesitas todos tus recursos. Esta debe ser una exploración y un esfuerzo activos y no una retirada pasiva, y ciertamente no una retirada cobarde. Más adelante te daré algunos métodos, si estás interesado en explorar conscientemente estas condiciones después de la muerte, teniendo algún control sobre tu experiencia y progreso.
Por ahora, quiero describirte estas condiciones un poco más a fondo. En la vida física, tú ves lo que quieres ver. De un campo de realidad disponible, percibes cierta información que has seleccionado cuidadosamente de acuerdo con tus ideas sobre lo que es la realidad. Tú creas la información, para empezar.
Si crees que todos los hombres son malos, simplemente no experimentarás la bondad en los hombres. Estarás totalmente cerrado a ella. Ellos a su turno te mostrarán siempre su peor lado. Verás telepáticamente que otros tengan aversión por ti y proyectarás esa aversión sobre ellos.
En otras palabras, tu experiencia sigue tus expectativas. Lo mismo aplica para la experiencia después de la muerte, para la experiencia del sueño y para los encuentros fuera del cuerpo. Si estás obsesionado con la idea del mal, encontrarás entonces malas condiciones. Si crees en demonios, los encontrarás. Como lo decíamos antes, existe una mayor libertad cuando la conciencia no está dirigida físicamente. Los pensamientos y las emociones se construyen en realidad sin un lapso de tiempo físico. Así que si crees que vas a encontrar un demonio, crearás tu propia forma-pensamiento de uno, no dándote cuenta que es de tu propia creación.
Por consiguiente, si te encuentras concentrándote en los males de la existencia física de esa manera, entonces no estás listo para tales exploraciones. Es posible, bajo tales condiciones, encontrar una forma-pensamiento que pertenece a alguien más, pero si no crees en demonios, siempre reconocerás la naturaleza del fenómeno y estarás ileso.
Si se trata de tu propia forma-pensamiento, de hecho puedes aprender de ella preguntándote que representa, cual es el problema que tienes que así se materializó. Puedes alucinar el mismo tipo de cosa después de la muerte, usarla como símbolo y someterte a un cierto tipo de batalla espiritual, que no seria necesaria si tuvieras más conocimiento. Trabajarás tus ideas, problemas o dilemas a tu nivel de conocimiento.
Los entornos de después de la muerte existen a tu alrededor ahora. Es como si tu situación actual y todos sus fenómenos físicos fueran proyectados desde dentro de ti hacia afuera, dándote una película continuada y forzándote a percibir solo aquellas imágenes que habían sido transpuestas. Estas te parecen tan reales, que te encuentras en posición de reaccionar a ellas constantemente.
Ellas sirven para enmascarar otras realidades bastante válidas que existen al mismo tiempo. De estas otras realidades obtienes el poder y el conocimiento para operar las proyecciones materiales. Puedes “poner la maquina en neutro”, por así decirlo, detener el movimiento aparente y llevar tu atención a estas realidades.
Primero que todo, debes darte cuenta que ellas existen. Como un anticipo de los métodos que te daré más adelante, es una buena idea que te preguntes de vez en cuando: “De qué soy realmente consciente en este momento? Puedes hacer esto con los ojos abiertos y nuevamente cuando estén cerrados. Cuando tus ojos estén abiertos, no des por sentado que solo existen los objetos perceptibles inmediatamente. Observa en donde el espacio parece estar vació y escucha en medio del silencio. Hay estructuras moleculares en cada centímetro de espacio vacío, pero te has enseñado a no percibirlas. Hay otras voces, pero has condicionado tus oídos a no oírlas. Utilizas tus sentidos internos cuando estás en el estado del sueño y los ignoras cuando estás despierto.
Si tus ideas sobre el bien y el mal son rigurosas e inflexibles, entonces no tienes el entendimiento necesario para una manipulación consciente en esta otra dimensión. En otras palabras, deberías ser tan flexible, mentalmente, psicológicamente y espiritualmente, como sea posible; abierto a nuevas ideas y creatividad, y no excesivamente dependiente de organizaciones y dogmas.
Deberías ser razonablemente competente y compasivo. Al mismo tiempo, deberías ser lo suficientemente amistoso en tu entorno físico, de tal manera que seas capaz de manejar tu vida tal como es. Necesitas todos tus recursos. Esta debe ser una exploración y un esfuerzo activos y no una retirada pasiva, y ciertamente no una retirada cobarde. Más adelante te daré algunos métodos, si estás interesado en explorar conscientemente estas condiciones después de la muerte, teniendo algún control sobre tu experiencia y progreso.
Por ahora, quiero describirte estas condiciones un poco más a fondo. En la vida física, tú ves lo que quieres ver. De un campo de realidad disponible, percibes cierta información que has seleccionado cuidadosamente de acuerdo con tus ideas sobre lo que es la realidad. Tú creas la información, para empezar.
Si crees que todos los hombres son malos, simplemente no experimentarás la bondad en los hombres. Estarás totalmente cerrado a ella. Ellos a su turno te mostrarán siempre su peor lado. Verás telepáticamente que otros tengan aversión por ti y proyectarás esa aversión sobre ellos.
En otras palabras, tu experiencia sigue tus expectativas. Lo mismo aplica para la experiencia después de la muerte, para la experiencia del sueño y para los encuentros fuera del cuerpo. Si estás obsesionado con la idea del mal, encontrarás entonces malas condiciones. Si crees en demonios, los encontrarás. Como lo decíamos antes, existe una mayor libertad cuando la conciencia no está dirigida físicamente. Los pensamientos y las emociones se construyen en realidad sin un lapso de tiempo físico. Así que si crees que vas a encontrar un demonio, crearás tu propia forma-pensamiento de uno, no dándote cuenta que es de tu propia creación.
Por consiguiente, si te encuentras concentrándote en los males de la existencia física de esa manera, entonces no estás listo para tales exploraciones. Es posible, bajo tales condiciones, encontrar una forma-pensamiento que pertenece a alguien más, pero si no crees en demonios, siempre reconocerás la naturaleza del fenómeno y estarás ileso.
Si se trata de tu propia forma-pensamiento, de hecho puedes aprender de ella preguntándote que representa, cual es el problema que tienes que así se materializó. Puedes alucinar el mismo tipo de cosa después de la muerte, usarla como símbolo y someterte a un cierto tipo de batalla espiritual, que no seria necesaria si tuvieras más conocimiento. Trabajarás tus ideas, problemas o dilemas a tu nivel de conocimiento.
Los entornos de después de la muerte existen a tu alrededor ahora. Es como si tu situación actual y todos sus fenómenos físicos fueran proyectados desde dentro de ti hacia afuera, dándote una película continuada y forzándote a percibir solo aquellas imágenes que habían sido transpuestas. Estas te parecen tan reales, que te encuentras en posición de reaccionar a ellas constantemente.
Ellas sirven para enmascarar otras realidades bastante válidas que existen al mismo tiempo. De estas otras realidades obtienes el poder y el conocimiento para operar las proyecciones materiales. Puedes “poner la maquina en neutro”, por así decirlo, detener el movimiento aparente y llevar tu atención a estas realidades.
Primero que todo, debes darte cuenta que ellas existen. Como un anticipo de los métodos que te daré más adelante, es una buena idea que te preguntes de vez en cuando: “De qué soy realmente consciente en este momento? Puedes hacer esto con los ojos abiertos y nuevamente cuando estén cerrados. Cuando tus ojos estén abiertos, no des por sentado que solo existen los objetos perceptibles inmediatamente. Observa en donde el espacio parece estar vació y escucha en medio del silencio. Hay estructuras moleculares en cada centímetro de espacio vacío, pero te has enseñado a no percibirlas. Hay otras voces, pero has condicionado tus oídos a no oírlas. Utilizas tus sentidos internos cuando estás en el estado del sueño y los ignoras cuando estás despierto.
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