Como lo hemos mencionado frecuentemente, tenemos participación, en mayor o menor medida, en todos los eventos y, a determinados niveles, estamos involucrados en la construcción de aquellos eventos globales que afectan el mundo, bien sean de naturaleza cultural o corrientes.
También hemos hablado de la importancia de los sueños en el contexto primitivo del hombre y de su importancia para nosotros como especie.
En esta oportunidad, vamos a hacer énfasis en los aspectos sociales de los sueños y ha señalar el hecho de que los sueños también nos muestran algunos de los procesos que están involucrados en la formación de los eventos físicos. Nos introducimos en un evento mucho antes de que este suceda físicamente y una buena parte de esta actividad previa tiene lugar en el estado del sueño.
Los sueños también son eventos sociales de un cierto tipo y el estado del sueño casi que puede considerarse como un foro público interno en el que cada hombre tiene algo que decir y en el cual cada opinión se toma en consideración, no importa lo impopular que sea. Si queremos llamar cualquier evento del sueño un evento privado, es necesario decir que ese evento privado fue en realidad nuestra contribución a un evento multifacético mayor, con muchos estratos, de tal manera que un nivel puede tratar con los intereses de un grupo al que pertenecemos, por ejemplo nuestra familia, o nuestra organización política o religiosa, tendiendo externamente hacia el reino del gobierno nacional o los asuntos mundiales. Así como nuestra vida consciente es vivida en el escenario de una comunidad, nuestros sueños tienen lugar en un contexto igual, de tal manera que mientras soñamos para nosotros mismos, en cierta medida, también soñamos para nuestra familia, para nuestra comunidad y para el mundo.
Soñar en grupo alguna vez se dio por sentado, como una característica humana natural en la tribu, por ejemplo, cuando se buscaban nuevos lugares para permanecer en tiempos de sequía. Varios miembros de la tribu tenían sueños en los que se consideraba el problema y cada miembro abordaba el problema que mejor se acomodaba a sus habilidades e intenciones personales. Los soñadores viajaban fuera del cuerpo en distintas direcciones para observar la extensión de las condiciones de sequía y para establecer la mejor dirección que la tribu debería tomar en cualquier migración que fuera necesaria. Sus sueños eran entonces compartidos por la tribu en la mañana, o en una reunión especial, en la que cada miembro exponía el sueño o los sueños que parecían estar involucrados. De la misma manera, otros soñadores consultaban con los soñadores de otras aldeas o tribus, ubicadas muchas veces a distancias considerables. Algunos de estos sueños eran extremadamente directos y otros estaban revestidos de simbolismos, de acuerdo con el estilo del soñador, pero, en todo caso, se entendía que el sueño tenia un significado público, como también uno privado. Todavía sucede lo mismo, aunque ahora los sueños son olvidados. Ahora miramos las noticias de la televisión en la mañana, las que nos proporcionan una especie de sueño manufacturado, que en cierto grado cumple tecnológicamente el mismo propósito. En lugar de enviar camarógrafos y periodistas a los más lejanos rincones de la tierra, el hombre primitivo enviaba aspectos de él mismo a recolectar las noticias para convertirlas en dramas del sueño. Muchas veces el material no necesitaba volverse consciente. Era activado inconscientemente, convirtiéndose directamente en acción. Ahora estos sueños actúan como sistemas de apoyo, surgiendo a la superficie cuando se necesitan. Su propósito era, y sigue siendo, incrementar el desarrollo y logro de valores de la especie y del individuo.
Los Psicólogos hablan con frecuencia de las necesidades del hombre. Aquí nos gustaría hablar más bien de los placeres del hombre, ya que una de las características distintivas del desarrollo y logro de valores es su efecto placentero. No se trata tanto de que el hombre, o la naturaleza, busquen la satisfacción de las necesidades, sino que de una manera exuberante busquen el placer y, por medio del placer, cada organismo encuentre y satisfaga también sus necesidades. La experiencia de la vida involucra mucho más que las solas necesidades, ya que por todas partes la vida esta poseída con el deseo por la calidad, una calidad que reconoce las características reafirmantes del placer mismo. En nuestros términos, existe un gran placer que se debe encontrar tanto en el trabajo como en el juego, en la excitación como en la calma, en el esfuerzo como en el reposo.
Uno de los principales propósitos del sueño es incrementar el placer del hombre, lo que significa incrementar la calidad de la vida misma. Los sueños son trabajo y juego mental combinados, y dramas creativos psíquicos y emocionales enriquecidos. Los sueños también nos involucran con la más productiva de las empresas, cuando empezamos a jugar con los eventos que se han tenido en cuenta para la realización física y cuando, a un nivel personal, “visualizamos” los eventos probables que se convertirán en realidad para nuestra familia, tribu, organización, comunidad y país.
También hemos hablado de la importancia de los sueños en el contexto primitivo del hombre y de su importancia para nosotros como especie.
En esta oportunidad, vamos a hacer énfasis en los aspectos sociales de los sueños y ha señalar el hecho de que los sueños también nos muestran algunos de los procesos que están involucrados en la formación de los eventos físicos. Nos introducimos en un evento mucho antes de que este suceda físicamente y una buena parte de esta actividad previa tiene lugar en el estado del sueño.
Los sueños también son eventos sociales de un cierto tipo y el estado del sueño casi que puede considerarse como un foro público interno en el que cada hombre tiene algo que decir y en el cual cada opinión se toma en consideración, no importa lo impopular que sea. Si queremos llamar cualquier evento del sueño un evento privado, es necesario decir que ese evento privado fue en realidad nuestra contribución a un evento multifacético mayor, con muchos estratos, de tal manera que un nivel puede tratar con los intereses de un grupo al que pertenecemos, por ejemplo nuestra familia, o nuestra organización política o religiosa, tendiendo externamente hacia el reino del gobierno nacional o los asuntos mundiales. Así como nuestra vida consciente es vivida en el escenario de una comunidad, nuestros sueños tienen lugar en un contexto igual, de tal manera que mientras soñamos para nosotros mismos, en cierta medida, también soñamos para nuestra familia, para nuestra comunidad y para el mundo.
Soñar en grupo alguna vez se dio por sentado, como una característica humana natural en la tribu, por ejemplo, cuando se buscaban nuevos lugares para permanecer en tiempos de sequía. Varios miembros de la tribu tenían sueños en los que se consideraba el problema y cada miembro abordaba el problema que mejor se acomodaba a sus habilidades e intenciones personales. Los soñadores viajaban fuera del cuerpo en distintas direcciones para observar la extensión de las condiciones de sequía y para establecer la mejor dirección que la tribu debería tomar en cualquier migración que fuera necesaria. Sus sueños eran entonces compartidos por la tribu en la mañana, o en una reunión especial, en la que cada miembro exponía el sueño o los sueños que parecían estar involucrados. De la misma manera, otros soñadores consultaban con los soñadores de otras aldeas o tribus, ubicadas muchas veces a distancias considerables. Algunos de estos sueños eran extremadamente directos y otros estaban revestidos de simbolismos, de acuerdo con el estilo del soñador, pero, en todo caso, se entendía que el sueño tenia un significado público, como también uno privado. Todavía sucede lo mismo, aunque ahora los sueños son olvidados. Ahora miramos las noticias de la televisión en la mañana, las que nos proporcionan una especie de sueño manufacturado, que en cierto grado cumple tecnológicamente el mismo propósito. En lugar de enviar camarógrafos y periodistas a los más lejanos rincones de la tierra, el hombre primitivo enviaba aspectos de él mismo a recolectar las noticias para convertirlas en dramas del sueño. Muchas veces el material no necesitaba volverse consciente. Era activado inconscientemente, convirtiéndose directamente en acción. Ahora estos sueños actúan como sistemas de apoyo, surgiendo a la superficie cuando se necesitan. Su propósito era, y sigue siendo, incrementar el desarrollo y logro de valores de la especie y del individuo.
Los Psicólogos hablan con frecuencia de las necesidades del hombre. Aquí nos gustaría hablar más bien de los placeres del hombre, ya que una de las características distintivas del desarrollo y logro de valores es su efecto placentero. No se trata tanto de que el hombre, o la naturaleza, busquen la satisfacción de las necesidades, sino que de una manera exuberante busquen el placer y, por medio del placer, cada organismo encuentre y satisfaga también sus necesidades. La experiencia de la vida involucra mucho más que las solas necesidades, ya que por todas partes la vida esta poseída con el deseo por la calidad, una calidad que reconoce las características reafirmantes del placer mismo. En nuestros términos, existe un gran placer que se debe encontrar tanto en el trabajo como en el juego, en la excitación como en la calma, en el esfuerzo como en el reposo.
Uno de los principales propósitos del sueño es incrementar el placer del hombre, lo que significa incrementar la calidad de la vida misma. Los sueños son trabajo y juego mental combinados, y dramas creativos psíquicos y emocionales enriquecidos. Los sueños también nos involucran con la más productiva de las empresas, cuando empezamos a jugar con los eventos que se han tenido en cuenta para la realización física y cuando, a un nivel personal, “visualizamos” los eventos probables que se convertirán en realidad para nuestra familia, tribu, organización, comunidad y país.
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