Las características Sumari no existen en aislamiento, por supuesto. En uno u otro grado, cada familia de conciencia lleva dentro de ella las características inherentes a todas las familias. Hay, por consiguiente, gran diversidad.
Las habilidades Sumari son unas altamente creativas, sin embargo. En gran medida ellas han estado inhibidas en tu sociedad. He estado hablando aquí de ellas, de tal manera que cada individuo pueda aprender a reconocer su propio grado de Sumari. Los graciosos, creativos elementos de la personalidad pueden ser liberados entonces. Estas cualidades son particularmente importantes en la medida en que le suman al temple, o mejoran las características principales de las otras familias de conciencia.
Si eres un “reformador,” un “reformador por naturaleza,” entonces las características Sumari, traídas a la superficie, podrían ayudar a moderar tu seriedad con alegría y humor, y realmente asistirte en el logro de tus reformas mucho más fácilmente que de otra manera. Cada personalidad lleva huellas de otras características, además de aquellas de la familia de conciencia a la cual él o ella podrían pertenecer. Los aspectos creativos de los Sumari pueden ser particularmente útiles si esos aspectos son estimulados en cualquier personalidad, simplemente porque su naturaleza inventiva arroja luz sobre todos los elementos de la experiencia.
La psique, tal como la conoces, está compuesta por una mezcla de estas familias de conciencia. Una no es superior a las otras. Ellas son apenas diferentes, y representan las varias maneras de mirar la vida física. Se necesitaría un libro para explicar las dimensiones de la psique en relación con las diferentes familias de conciencia. Aquí, en este manuscrito, meramente quiero hacer consciente al lector de la existencia de estos grupos psíquicos. Estoy atento al hecho de que estoy utilizando muchos términos, y que puede parecer difícil de comprender las diferencias entre los seres probables y los reencarnacionales, las contrapartes y las familias de conciencia. A veces parecen existir contradicciones. Puedes preguntarte como tú eres tú en medio de tales “variaciones” psíquicas multitudinarias.
Una manzana puede ser roja, redonda, pesar tanto, ser buena para comer, puede estar puesta en una canasta, pero ser natural en un árbol. Puede ser ácida o dulce. Puedes encontrar una en el piso, o sobre una mesa, o en un pastel. Ninguna de estas cosas es contradictoria a la naturaleza de la manzana. No preguntas: “¿Cómo puede una manzana tener color y ser redonda al mismo tiempo?”
Puedes mirar una manzana y sostenerla en tus manos, así es obvio que su forma no contradice su color. Ves que una manzana puede ser roja o verde o de ambos colores. Si dijera: “Las manzanas se posan tranquilamente sobre una mesa,” tendrías que estar de acuerdo en que tal es el caso algunas veces. Si dijera: “Las manzanas ruedan por las pendientes herbosas,” también tendrías que estar de acuerdo. Si dijera: “Las manzanas caen a través del espacio,” nuevamente estarías obligado a conceder el punto. Seria claro para ti que ninguna de estas afirmaciones se contradice la una a la otra, ya que en diferentes circunstancias las manzanas se comportan diferentemente.
Hasta ahora, no sostienes tu conciencia en tus manos, sin embargo. Cuando hablo del comportamiento de tu psique, puedes entonces preguntarte: “¿Como puede mi psique existir en más de un tiempo a la vez?” Ella puede hacer esto precisamente como las manzanas se pueden encontrar sobre una mesa o sobre el piso o en el árbol.
Las dimensiones de conciencia interiores no pueden ser descritas así de fácilmente, sin embargo. Si preguntas: “¿Cómo puedo yo tener seres reencarnacionales y seres probables a la vez?”, estás haciendo una pregunta comparable a la mencionada antes: “¿Cómo puede una manzana tener color y ser redonda al mismo tiempo?”
Un hombre joven estuvo aquí la última noche. El posee una gran maestría con la guitarra. A medida que tocaba, era obvio que una determinada composición “crecía” desde la primera nota, y había estado siempre latente dentro de ella. Un número infinito de composiciones “alternas” estaban también latentes dentro de la misma nota, sin embargo, pero no fueron tocadas la última noche. Ellas eran tan legítimas como las composiciones que fueron interpretadas. Eran, de hecho, inaudiblemente, una parte de cada melodía escuchada, y esas variaciones no escuchadas le agregaban estructura y ritmo silencioso a la música realizada físicamente.
Siguiendo esta analogía, cada psique contiene dentro de ella notas infinitas, y cada nota está capacitada con sus infinitas variaciones creativas propias. Sigues una melodía tuya, y por alguna razón pareces pensar que la verdadera, la orquesta total tuya, de alguna manera te ahogará.
Cuando hablo en términos de contrapartes, o de seres reencarnacionales y seres probables, estoy diciendo que en la verdadera sinfonía de vuestros seres, ustedes son violines, oboes, platillos, harpas – en otras palabras, ustedes son los instrumentos vivientes a través de los cuales ustedes mismos se interpretan. Tú no eres un instrumento sobre el cual te interpretas. Tú eres el compositor y la sinfonía. Interpretas baladas, piezas clásicas, letras de canciones, operas. Una actuación creativa no contradice las otras.
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