Le otorgas la calidad de alma solamente a tu propia especie, como si las almas tuvieran tamaños que se ajustaran a tus propias naturalezas solamente. Preservas estas ideas pensando que los animales están por debajo de ti. Entonces, sin embargo, debes preguntarte cuando entra el alma en la carne, o cuando el feto extraño se vuelve uno propio, y por lo tanto bendecido por los dioses y otorgado el derecho a la vida.
Sin embargo, todas las cosas tienen conciencia y, en esos términos, poseen la naturaleza del alma. No hay gradaciones para el alma. El alma es la vida dentro de todo lo que existe. Por supuesto el feto “tiene un alma” – pero de la misma manera, si piensas en esos términos, entonces a cada célula dentro del feto se le debe otorgar un alma. El curso de una célula no está predeterminado. Las células usualmente son muy cooperativas, particularmente mientras forman las estructuras del cuerpo.
Pero el cuerpo es un contexto que ellas han escogido para experimentar. Realizándose ellas mismas, las células ayudan a tu propia existencia, pero en una estructura que ellas han escogido. Ellas pueden rechazar ciertos elementos dentro de sus existencias, sin embargo, pueden cambiar sus cursos o incluso formar nuevas alianzas. Ellas tienen gran libertad dentro de lo que tú concibes como la estructura de tu realidad. Si sus caminos no se pueden trazar, y pueden de hecho sorprenderte constantemente, ¿por qué entonces piensas que tu curso puede ser trazado antes de tiempo, leyendo las posiciones de las estrellas en tu nacimiento?
Las células no son inferiores en lo que a ti respecta, aunque ellas forman parte de la estructura de tu ser físico. Ellas incluso no son menos conscientes. Son conscientes de una manera diferente. No hay necesidad de “romantizarlas,” o pensar de ellas como pequeñas personas, sino que cada una de ellas posee una conciencia altamente enfocada, y una conciencia de ser. Te gusta pensar – nuevamente – que solamente tu propia especie posee conocimiento de su propia calidad de ser. Hay diferentes tipos de calidad de ser, y una variedad infinita de formas de experimentar el auto-conocimiento.
Como ejemplo, te parece que los animales no reflexionan sobre su propia realidad. Ciertamente parece que una célula no tiene conocimiento “objetivo” de su propio ser, como si estuviera sin saber lo que ella es, o sin la apreciación de su propia calidad de ser. Estás bastante equivocado en tales deducciones. Tampoco hay necesariamente gradaciones en las que un tipo de conciencia progresa en términos rígidos desde un estado inferior a uno superior. Cada célula hace un uso práctico de habilidades precognitivas, por ejemplo, que casi se te escapan, y sin embargo muchos de ustedes le asignan tales habilidades a almas “superiores.” Cada tipo de vida tiene sus propias cualidades que no pueden compararse con aquellas de otros, y eso con frecuencia no puede ser comunicado.
Ahora bien, todo esto parece tener poco que ver con la naturaleza de la reencarnación, tal como la concibes, o con las contrapartes, tal como las he explicado. Sin embargo, es vital que hagas a un lado los viejos conceptos del ser y del alma antes de que puedas empezar a comprender la libertad de tu propia calidad de ser.
Esta noche Ruburt leyó un material acerca de los delfines y las ballenas. Contenía fuertes indicaciones de que esas criaturas son genios, que poseen la habilidad de pensamiento abstracto en un alto grado. Tal es el caso en realidad.
Ahora bien, los delfines se entienden con una dimensión de realidad totalmente diferente. No hay todavía ningún método de comunicación que te pueda permitir percibir sus conceptos de personalidad, o su visión colectiva de la existencia. Ellos son sensitivos, individuos auto-conscientes. Son altruistas. Comprenden la naturaleza de la relatividad, y tienen diferentes maneras de pasar información a sus jóvenes. Ellos no son superiores o inferiores a tu propia especie. Ellos representan simplemente un tipo diferente de calidad de ser.
Ahora bien, hay alguna relación, al menos en los términos de nuestra discusión, entre la realidad de los delfines y la realidad de los fetos. En tus términos, el feto vive en condiciones primitivas, reminiscentes de periodos del pasado de la especie. El se relaciona a su propia manera con su entorno. Ahora, para algunas conciencias, esto es suficiente. En tus términos, de nuevo, para cada uno de ustedes, eso fue suficiente.
El alma no es una unidad que sea definible. Es en cambio una cualidad indefinible. Ella no puede romperse o construirse, no puede ser destruida o expandida, y sin embargo ella puede cambiar la afiliación y la organización, y sus características, mientras permanece siempre ella misma.
El alma dentro del feto no puede ser destruida por ningún tipo de aborto, por ejemplo. Su progreso no puede ser trazado, ya que ella siempre escapará a tales cálculos. Su historia está en el futuro, el cual siempre crea el pasado.
Sin embargo, todas las cosas tienen conciencia y, en esos términos, poseen la naturaleza del alma. No hay gradaciones para el alma. El alma es la vida dentro de todo lo que existe. Por supuesto el feto “tiene un alma” – pero de la misma manera, si piensas en esos términos, entonces a cada célula dentro del feto se le debe otorgar un alma. El curso de una célula no está predeterminado. Las células usualmente son muy cooperativas, particularmente mientras forman las estructuras del cuerpo.
Pero el cuerpo es un contexto que ellas han escogido para experimentar. Realizándose ellas mismas, las células ayudan a tu propia existencia, pero en una estructura que ellas han escogido. Ellas pueden rechazar ciertos elementos dentro de sus existencias, sin embargo, pueden cambiar sus cursos o incluso formar nuevas alianzas. Ellas tienen gran libertad dentro de lo que tú concibes como la estructura de tu realidad. Si sus caminos no se pueden trazar, y pueden de hecho sorprenderte constantemente, ¿por qué entonces piensas que tu curso puede ser trazado antes de tiempo, leyendo las posiciones de las estrellas en tu nacimiento?
Las células no son inferiores en lo que a ti respecta, aunque ellas forman parte de la estructura de tu ser físico. Ellas incluso no son menos conscientes. Son conscientes de una manera diferente. No hay necesidad de “romantizarlas,” o pensar de ellas como pequeñas personas, sino que cada una de ellas posee una conciencia altamente enfocada, y una conciencia de ser. Te gusta pensar – nuevamente – que solamente tu propia especie posee conocimiento de su propia calidad de ser. Hay diferentes tipos de calidad de ser, y una variedad infinita de formas de experimentar el auto-conocimiento.
Como ejemplo, te parece que los animales no reflexionan sobre su propia realidad. Ciertamente parece que una célula no tiene conocimiento “objetivo” de su propio ser, como si estuviera sin saber lo que ella es, o sin la apreciación de su propia calidad de ser. Estás bastante equivocado en tales deducciones. Tampoco hay necesariamente gradaciones en las que un tipo de conciencia progresa en términos rígidos desde un estado inferior a uno superior. Cada célula hace un uso práctico de habilidades precognitivas, por ejemplo, que casi se te escapan, y sin embargo muchos de ustedes le asignan tales habilidades a almas “superiores.” Cada tipo de vida tiene sus propias cualidades que no pueden compararse con aquellas de otros, y eso con frecuencia no puede ser comunicado.
Ahora bien, todo esto parece tener poco que ver con la naturaleza de la reencarnación, tal como la concibes, o con las contrapartes, tal como las he explicado. Sin embargo, es vital que hagas a un lado los viejos conceptos del ser y del alma antes de que puedas empezar a comprender la libertad de tu propia calidad de ser.
Esta noche Ruburt leyó un material acerca de los delfines y las ballenas. Contenía fuertes indicaciones de que esas criaturas son genios, que poseen la habilidad de pensamiento abstracto en un alto grado. Tal es el caso en realidad.
Ahora bien, los delfines se entienden con una dimensión de realidad totalmente diferente. No hay todavía ningún método de comunicación que te pueda permitir percibir sus conceptos de personalidad, o su visión colectiva de la existencia. Ellos son sensitivos, individuos auto-conscientes. Son altruistas. Comprenden la naturaleza de la relatividad, y tienen diferentes maneras de pasar información a sus jóvenes. Ellos no son superiores o inferiores a tu propia especie. Ellos representan simplemente un tipo diferente de calidad de ser.
Ahora bien, hay alguna relación, al menos en los términos de nuestra discusión, entre la realidad de los delfines y la realidad de los fetos. En tus términos, el feto vive en condiciones primitivas, reminiscentes de periodos del pasado de la especie. El se relaciona a su propia manera con su entorno. Ahora, para algunas conciencias, esto es suficiente. En tus términos, de nuevo, para cada uno de ustedes, eso fue suficiente.
El alma no es una unidad que sea definible. Es en cambio una cualidad indefinible. Ella no puede romperse o construirse, no puede ser destruida o expandida, y sin embargo ella puede cambiar la afiliación y la organización, y sus características, mientras permanece siempre ella misma.
El alma dentro del feto no puede ser destruida por ningún tipo de aborto, por ejemplo. Su progreso no puede ser trazado, ya que ella siempre escapará a tales cálculos. Su historia está en el futuro, el cual siempre crea el pasado.
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