Dije una vez que ningún conocimiento existe por fuera de la conciencia.
En esos términos, la información neutral no es transferida a través de los cromosomas. La conciencia pasa la información a través de vehículos “vivos.” Materializado físicamente o no, el conocimiento es poseído por la conciencia. Es siempre “individualizado,” aunque no necesariamente en tus términos.
La información llevada por los cromosomas no es general, sino altamente especifica. Es información codificada que contiene dentro de ella la esencia de la experiencia ancestral específica. Biológicamente, en realidad llevas dentro de ti los recuerdos de tus particulares ancestros. Estos forman una base parcial para tu existencia subjetiva y física, y le proporciona el suporte necesario.
Puesto que una parte de tu herencia es física, en esos términos, esos recuerdos pueden ser traducidos de nuevo en eventos emocionales y psicológicos, aunque usualmente no están en tus sociedades.
Hasta ese punto, la así llamada experiencia pasada de tus ancestros y de tu especie es concurrente con la tuya, hablando biológicamente. Esa no es más que una línea, sin embargo, cubierta por los cromosomas. Tienes “otra línea” de existencia que también sirve como soporte para la que reconoces actualmente. Ella incluye otras relaciones físicas entrelazadas que te ligan con todas las otras sobre tu planeta al mismo nivel de tiempo adyacente. Es decir, en uno u otro grado, estás relacionado con todos aquellos que viven en el planeta. Ustedes son contemporáneos en el tiempo. Tendrás una relación mucho más cercana con algunos, más que con otros. Algunos serán tus contrapartes.
Estos pueden estar o no estar más cerca de ti que tus relaciones familiares, pero, hablando psíquicamente, ellos compartirán un cierto tipo de historia contigo. También estarás conectado a través de la estructura física de la tierra en la gran toma y dame de su esquema espacio-tiempo.
Una tercera línea apoyando tu individualidad, tal como la concibes, es la reencarnacional. Esta es algo como la línea ancestral, y también hay reflexiones en los genes y cromosomas no detectados por tus científicos. Las líneas ancestral y reencarnacional se mezclan hasta cierto punto para formar lo que concibes como tus patrones genéticos antes de tiempo, por así decirlo. Antes de esta vida, tú escogiste lo que querías de esas dos áreas principales.
La experiencia reencarnacional también es trasmitida, y puede ser traducida de un código biológico impreso a una conciencia emocional. Nuevamente, sin embargo, así como no eres ni tus padres ni tus ancestros, no eres tus “seres reencarnacionales.”
Aquí también las ideas del tiempo te obstaculizan, ya que debo explicar todo esto en términos temporales. Puesto que el tiempo es simultaneo, a otros niveles tus ancestros supieron de tu nacimiento, aunque murieron hace siglos en la continuidad reconocida. Lo mismo aplica a las existencias reencarnacionales, las que concibes como sucediendo en el pasado.
No puedes decir que tus ancestros, como algunas plantas extrañas, estaban creciendo hacia lo que tú eres, o que tú eres la suma de sus experiencias. Ellos eran, son, ellos mismos. Tampoco puedes decir que tú eres la suma de tus vidas reencarnacionales pasadas, y por las mismas razones. Cortas el conocimiento de ti mismo, y así parecen ocurrir divisiones. Eres algo así como una planta que solamente reconoce una de sus hojas a la vez. Una hoja siente su más profunda realidad como parte de la planta, y le suma a su propio sentido de continuidad, e incluso a su propio sentido de individualidad. Sin embargo, con frecuencia pretendes que eres alguna rara hoja colgante, sin raíces, creciendo sin una planta para apoyarte.
Todas las hojas creciendo ahora en una planta se podrían concebir como contrapartes la una de la otra, cada una viva e individualizada en un tiempo, cada una contribuyendo, y sin embargo mirando en direcciones diferentes. A medida que una hoja cae, otra toma su lugar, hasta el próximo año cuando la totalidad de la planta, todavía viva, tendrá un grupo de hojas completamente nuevo – futuros seres reencarnacionales de este lote.
Hay una interacción constante en la planta, entre sus partes, que no percibes. Las hojas presentes ahora son válidas biológicamente, están interrelacionándose, en tus términos. Sin embargo, en términos de tiempo, cada hoja también es consciente de la historia pasada de la planta, y biológicamente ellas brotan de ese “pasado.”
Cada hoja busca expresar su individualidad tan completamente como sea posible. Las hojas toman el sol, el cual le ayuda a la misma planta a crecer. El desarrollo de las hojas es entonces muy importante para la propia existencia de la planta. Las células de la planta se mantienen en contacto con el entorno a través de las experiencias de las hojas, y las probabilidades futuras son siempre tomadas en consideración. Los más pequeños cálculos que involucran la luz y la oscuridad son conocidos. La vida de la planta y la de sus hojas no se pueden separar.
La planta tiene su propia “idea” de si misma, en la que cada una de sus hojas tiene su parte. Sin embargo, cada hoja tiene las capacidades latentes de la totalidad de la planta. Siembra una, por ejemplo, y una nueva planta crecerá.
Los seres tienen una libertad mucho más grande que las hojas, pero también pueden sembrarse ellos mismos si lo escogen – y lo hacen. Los seres reencarnacionales son como hojas que han dejado la planta, escogiendo un nuevo medio de existencia. En esta analogía, las hojas caídas de la planta física han satisfecho sus propios propósitos, para ellas mismas y para la planta. Estos seres, sin embargo, cayendo de una rama del tiempo, se siembran ellos mismos en otro tiempo y se convierten en nuevas plantas de las que otros brotarán.
El ser mayor se siembra el mismo en el tiempo. En este proceso ninguna identidad se pierde y ninguna identidad es la misma, y sin embargo están interrelacionadas. Así que puedes, teóricamente, expandir tu conciencia para incluir el conocimiento de tus vidas pasadas, aunque esas vidas eran tuyas y no tuyas. Ellas tienen una raíz común, así como las hojas del próximo año tienen una raíz común con las hojas de esta planta de ahora.
Tal conocimiento, sin embargo, afectaría automáticamente esas vidas pasadas. Las ideas de causa y efecto te pueden refrenar aquí, porque te parece que las hojas del próximo año llegan como un efecto causado por las hojas de este año. Para la planta y para sus patrones creativos innatos, sin embargo, todas sus manifestaciones son una – una expresión de si misma, cada porción es diferente. El conocimiento de sus hojas “futuras,” como patrón potencial, existe ahora. Lo mismo aplica a la psique. En ese reino de realidad mayor hay interacción creativa, e interrelaciones entre todos los aspectos de la individualidad.
En esos términos, la información neutral no es transferida a través de los cromosomas. La conciencia pasa la información a través de vehículos “vivos.” Materializado físicamente o no, el conocimiento es poseído por la conciencia. Es siempre “individualizado,” aunque no necesariamente en tus términos.
La información llevada por los cromosomas no es general, sino altamente especifica. Es información codificada que contiene dentro de ella la esencia de la experiencia ancestral específica. Biológicamente, en realidad llevas dentro de ti los recuerdos de tus particulares ancestros. Estos forman una base parcial para tu existencia subjetiva y física, y le proporciona el suporte necesario.
Puesto que una parte de tu herencia es física, en esos términos, esos recuerdos pueden ser traducidos de nuevo en eventos emocionales y psicológicos, aunque usualmente no están en tus sociedades.
Hasta ese punto, la así llamada experiencia pasada de tus ancestros y de tu especie es concurrente con la tuya, hablando biológicamente. Esa no es más que una línea, sin embargo, cubierta por los cromosomas. Tienes “otra línea” de existencia que también sirve como soporte para la que reconoces actualmente. Ella incluye otras relaciones físicas entrelazadas que te ligan con todas las otras sobre tu planeta al mismo nivel de tiempo adyacente. Es decir, en uno u otro grado, estás relacionado con todos aquellos que viven en el planeta. Ustedes son contemporáneos en el tiempo. Tendrás una relación mucho más cercana con algunos, más que con otros. Algunos serán tus contrapartes.
Estos pueden estar o no estar más cerca de ti que tus relaciones familiares, pero, hablando psíquicamente, ellos compartirán un cierto tipo de historia contigo. También estarás conectado a través de la estructura física de la tierra en la gran toma y dame de su esquema espacio-tiempo.
Una tercera línea apoyando tu individualidad, tal como la concibes, es la reencarnacional. Esta es algo como la línea ancestral, y también hay reflexiones en los genes y cromosomas no detectados por tus científicos. Las líneas ancestral y reencarnacional se mezclan hasta cierto punto para formar lo que concibes como tus patrones genéticos antes de tiempo, por así decirlo. Antes de esta vida, tú escogiste lo que querías de esas dos áreas principales.
La experiencia reencarnacional también es trasmitida, y puede ser traducida de un código biológico impreso a una conciencia emocional. Nuevamente, sin embargo, así como no eres ni tus padres ni tus ancestros, no eres tus “seres reencarnacionales.”
Aquí también las ideas del tiempo te obstaculizan, ya que debo explicar todo esto en términos temporales. Puesto que el tiempo es simultaneo, a otros niveles tus ancestros supieron de tu nacimiento, aunque murieron hace siglos en la continuidad reconocida. Lo mismo aplica a las existencias reencarnacionales, las que concibes como sucediendo en el pasado.
No puedes decir que tus ancestros, como algunas plantas extrañas, estaban creciendo hacia lo que tú eres, o que tú eres la suma de sus experiencias. Ellos eran, son, ellos mismos. Tampoco puedes decir que tú eres la suma de tus vidas reencarnacionales pasadas, y por las mismas razones. Cortas el conocimiento de ti mismo, y así parecen ocurrir divisiones. Eres algo así como una planta que solamente reconoce una de sus hojas a la vez. Una hoja siente su más profunda realidad como parte de la planta, y le suma a su propio sentido de continuidad, e incluso a su propio sentido de individualidad. Sin embargo, con frecuencia pretendes que eres alguna rara hoja colgante, sin raíces, creciendo sin una planta para apoyarte.
Todas las hojas creciendo ahora en una planta se podrían concebir como contrapartes la una de la otra, cada una viva e individualizada en un tiempo, cada una contribuyendo, y sin embargo mirando en direcciones diferentes. A medida que una hoja cae, otra toma su lugar, hasta el próximo año cuando la totalidad de la planta, todavía viva, tendrá un grupo de hojas completamente nuevo – futuros seres reencarnacionales de este lote.
Hay una interacción constante en la planta, entre sus partes, que no percibes. Las hojas presentes ahora son válidas biológicamente, están interrelacionándose, en tus términos. Sin embargo, en términos de tiempo, cada hoja también es consciente de la historia pasada de la planta, y biológicamente ellas brotan de ese “pasado.”
Cada hoja busca expresar su individualidad tan completamente como sea posible. Las hojas toman el sol, el cual le ayuda a la misma planta a crecer. El desarrollo de las hojas es entonces muy importante para la propia existencia de la planta. Las células de la planta se mantienen en contacto con el entorno a través de las experiencias de las hojas, y las probabilidades futuras son siempre tomadas en consideración. Los más pequeños cálculos que involucran la luz y la oscuridad son conocidos. La vida de la planta y la de sus hojas no se pueden separar.
La planta tiene su propia “idea” de si misma, en la que cada una de sus hojas tiene su parte. Sin embargo, cada hoja tiene las capacidades latentes de la totalidad de la planta. Siembra una, por ejemplo, y una nueva planta crecerá.
Los seres tienen una libertad mucho más grande que las hojas, pero también pueden sembrarse ellos mismos si lo escogen – y lo hacen. Los seres reencarnacionales son como hojas que han dejado la planta, escogiendo un nuevo medio de existencia. En esta analogía, las hojas caídas de la planta física han satisfecho sus propios propósitos, para ellas mismas y para la planta. Estos seres, sin embargo, cayendo de una rama del tiempo, se siembran ellos mismos en otro tiempo y se convierten en nuevas plantas de las que otros brotarán.
El ser mayor se siembra el mismo en el tiempo. En este proceso ninguna identidad se pierde y ninguna identidad es la misma, y sin embargo están interrelacionadas. Así que puedes, teóricamente, expandir tu conciencia para incluir el conocimiento de tus vidas pasadas, aunque esas vidas eran tuyas y no tuyas. Ellas tienen una raíz común, así como las hojas del próximo año tienen una raíz común con las hojas de esta planta de ahora.
Tal conocimiento, sin embargo, afectaría automáticamente esas vidas pasadas. Las ideas de causa y efecto te pueden refrenar aquí, porque te parece que las hojas del próximo año llegan como un efecto causado por las hojas de este año. Para la planta y para sus patrones creativos innatos, sin embargo, todas sus manifestaciones son una – una expresión de si misma, cada porción es diferente. El conocimiento de sus hojas “futuras,” como patrón potencial, existe ahora. Lo mismo aplica a la psique. En ese reino de realidad mayor hay interacción creativa, e interrelaciones entre todos los aspectos de la individualidad.
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