Tus ideas acerca de la sexualidad y tus creencias acerca de la naturaleza de la psique a menudo pintan un cuadro de elementos muy contradictorios. La psique y su relación con la sexualidad afecta tus ideas sobre la salud y la enfermedad, la creatividad, y todas las áreas ordinarias de la vida individual. En este capítulo, por lo tanto, consideraré algunas de las implicaciones resultantes.
En tus términos, la psique contiene lo que considerarías como características masculinas y femeninas, mientras ella misma no es masculina o femenina.
En esos términos y en ese respecto, la psique es un banco desde el cual se extraen las afiliaciones sexuales. Básicamente, sin embargo, no hay características claras, establecidas, humanas y psicológicas que pertenezcan a uno u otro sexo. Nuevamente, esto conducirá a patrones demasiado rígidos para el desarrollo de la especie, y te darán patrones de comportamiento demasiado especializados que no te permitirían hacer frente como especie – particularmente con las muchas variedades posibles de grupos sociales.
Tus pruebas psicológicas te muestran solamente el cuadro corriente de hombres y mujeres, criados desde la infancia con particulares creencias sexuales. Estas creencias programan el niño desde la infancia, por supuesto, de tal manera que se comporte en ciertas formas en la adultez. El hombre parece desempeñarse mejor en las tareas matemáticas, y en la así llamada actividad lógica, mientras la mujer se desempeña mejor en un contexto social, en el desarrollo de valores y en las relaciones personales. El hombre se presenta mejor en las ciencias, mientras a la mujer se le considera intuitiva.
Debería ser obvio para muchos de mis lectores que éste es un comportamiento aprendido. No le puedes enseñar a un muchacho a ser “el tipo de hombre fuerte silencioso”, y enseguida esperar de él que sobresalga, o verbalmente o en las relaciones sociales. No puedes esperar que una muchacha presente “un fuerte y lógico desarrollo mental” cuando a ella se le ha enseñado que una mujer es intuitiva – que las intuiciones están opuestas a la lógica, y que ella debe ser femenina o ilógica, a toda costa. Esto es bastante obvio.
El niño no nace como una esponja, sin embargo, vacía pero lista para ser empapada de conocimiento. Ya está empapado de conocimiento. Alguno saldrá a la superficie, por así decirlo, y será utilizado conscientemente. Alguno otro no lo será. Estoy diciendo aquí que, hasta cierto punto, el niño dentro del útero está enterado de las creencias y de la información de la madre, y que, hasta cierto grado, está programado para comportarse en cierta forma, o para crecer en cierta forma como resultado.
Básicamente, la especie relativamente es una rueda libre, con tantos potenciales que es necesario que las creencias de la madre provean un tipo de estructura al principio, permitiéndole al niño enfocar sus habilidades en las direcciones deseadas. Conoce de antemano el entorno biológico, espiritual y social dentro del cual ha nacido. Está algo preparado para crecer en cierta dirección – una dirección que está aplicada y ajustada a sus condiciones.
Las creencias acerca de la naturaleza sexual del infante son por supuesto parte de su programación anticipada. No estamos hablando aquí de patrones de crecimiento obligados, o de direcciones psíquicas o biológicas impresas sobre él de tal manera que una posterior divergencia de ellos cause estrés o dolor inevitables. No es menos cierto que el niño recibe patrones de comportamiento que lo empujan suavemente a crecer en ciertas direcciones. En el aprendizaje normal, por supuesto, ambos padres urgen al niño a comportarse en ciertas formas.
Además de esto, sin embargo, ciertos patrones generales aprendidos son transmitidos biológicamente al niño a través de los genes. Ciertos tipos de conocimiento son transmitidos a través de los genes, además de los generalmente conocidos, los que tienen que ver con la información celular, y así sucesivamente.
La supervivencia de la especie humana, tal como se ha desarrollado, es una cuestión de creencias, mucho más de lo que se comprende – ya que ciertas creencias están ahora incorporadas. Ellas se convierten en pertinentes biológicamente y son transmitidas. Quiero significar algo más aquí además, por ejemplo, una transmisión telepática: la traducción de creencias en códigos físicos que enseguida se convierten en señales biológicas. Como resultado, se vuelve entonces fácil para un muchacho actuar biológicamente en una determinada manera, más que en otra.
Si las mujeres han sentido que la supervivencia biológica dependía del cultivo de ciertos atributos en lugar de otros, por ejemplo, entonces esta información se convierte en información de los cromosomas, tan vital para el desarrollo del nuevo organismo como cualquier otra información física que involucre la estructura celular.
La madre también proporciona el mismo tipo de información a la descendencia masculina. El padre contribuye su parte en cada caso. Por generaciones entonces ciertas características parecen ser muy naturalmente masculinas o femeninas, y éstas variarán en algún grado, de acuerdo con las civilizaciones y las condiciones del mundo. Cada individuo es sumamente único, sin embargo, así que estos modelos para el comportamiento variarán. Ellos pueden de hecho cambiarse en una generación, puesto que la experiencia de cada persona altera la información original. Esto proporciona la libertad de acción que es importante.
El niño también utiliza tal información como una guía solamente; como una premisa sobre la cual basar su comportamiento precoz. A medida que la mente se desarrolla, el niño comienza inmediatamente a cuestionarse las asunciones precoces. Este cuestionamiento de las premisas básicas es una de las más grandes divisiones entre ustedes y el mundo animal.
En tus términos, la psique contiene lo que considerarías como características masculinas y femeninas, mientras ella misma no es masculina o femenina.
En esos términos y en ese respecto, la psique es un banco desde el cual se extraen las afiliaciones sexuales. Básicamente, sin embargo, no hay características claras, establecidas, humanas y psicológicas que pertenezcan a uno u otro sexo. Nuevamente, esto conducirá a patrones demasiado rígidos para el desarrollo de la especie, y te darán patrones de comportamiento demasiado especializados que no te permitirían hacer frente como especie – particularmente con las muchas variedades posibles de grupos sociales.
Tus pruebas psicológicas te muestran solamente el cuadro corriente de hombres y mujeres, criados desde la infancia con particulares creencias sexuales. Estas creencias programan el niño desde la infancia, por supuesto, de tal manera que se comporte en ciertas formas en la adultez. El hombre parece desempeñarse mejor en las tareas matemáticas, y en la así llamada actividad lógica, mientras la mujer se desempeña mejor en un contexto social, en el desarrollo de valores y en las relaciones personales. El hombre se presenta mejor en las ciencias, mientras a la mujer se le considera intuitiva.
Debería ser obvio para muchos de mis lectores que éste es un comportamiento aprendido. No le puedes enseñar a un muchacho a ser “el tipo de hombre fuerte silencioso”, y enseguida esperar de él que sobresalga, o verbalmente o en las relaciones sociales. No puedes esperar que una muchacha presente “un fuerte y lógico desarrollo mental” cuando a ella se le ha enseñado que una mujer es intuitiva – que las intuiciones están opuestas a la lógica, y que ella debe ser femenina o ilógica, a toda costa. Esto es bastante obvio.
El niño no nace como una esponja, sin embargo, vacía pero lista para ser empapada de conocimiento. Ya está empapado de conocimiento. Alguno saldrá a la superficie, por así decirlo, y será utilizado conscientemente. Alguno otro no lo será. Estoy diciendo aquí que, hasta cierto punto, el niño dentro del útero está enterado de las creencias y de la información de la madre, y que, hasta cierto grado, está programado para comportarse en cierta forma, o para crecer en cierta forma como resultado.
Básicamente, la especie relativamente es una rueda libre, con tantos potenciales que es necesario que las creencias de la madre provean un tipo de estructura al principio, permitiéndole al niño enfocar sus habilidades en las direcciones deseadas. Conoce de antemano el entorno biológico, espiritual y social dentro del cual ha nacido. Está algo preparado para crecer en cierta dirección – una dirección que está aplicada y ajustada a sus condiciones.
Las creencias acerca de la naturaleza sexual del infante son por supuesto parte de su programación anticipada. No estamos hablando aquí de patrones de crecimiento obligados, o de direcciones psíquicas o biológicas impresas sobre él de tal manera que una posterior divergencia de ellos cause estrés o dolor inevitables. No es menos cierto que el niño recibe patrones de comportamiento que lo empujan suavemente a crecer en ciertas direcciones. En el aprendizaje normal, por supuesto, ambos padres urgen al niño a comportarse en ciertas formas.
Además de esto, sin embargo, ciertos patrones generales aprendidos son transmitidos biológicamente al niño a través de los genes. Ciertos tipos de conocimiento son transmitidos a través de los genes, además de los generalmente conocidos, los que tienen que ver con la información celular, y así sucesivamente.
La supervivencia de la especie humana, tal como se ha desarrollado, es una cuestión de creencias, mucho más de lo que se comprende – ya que ciertas creencias están ahora incorporadas. Ellas se convierten en pertinentes biológicamente y son transmitidas. Quiero significar algo más aquí además, por ejemplo, una transmisión telepática: la traducción de creencias en códigos físicos que enseguida se convierten en señales biológicas. Como resultado, se vuelve entonces fácil para un muchacho actuar biológicamente en una determinada manera, más que en otra.
Si las mujeres han sentido que la supervivencia biológica dependía del cultivo de ciertos atributos en lugar de otros, por ejemplo, entonces esta información se convierte en información de los cromosomas, tan vital para el desarrollo del nuevo organismo como cualquier otra información física que involucre la estructura celular.
La madre también proporciona el mismo tipo de información a la descendencia masculina. El padre contribuye su parte en cada caso. Por generaciones entonces ciertas características parecen ser muy naturalmente masculinas o femeninas, y éstas variarán en algún grado, de acuerdo con las civilizaciones y las condiciones del mundo. Cada individuo es sumamente único, sin embargo, así que estos modelos para el comportamiento variarán. Ellos pueden de hecho cambiarse en una generación, puesto que la experiencia de cada persona altera la información original. Esto proporciona la libertad de acción que es importante.
El niño también utiliza tal información como una guía solamente; como una premisa sobre la cual basar su comportamiento precoz. A medida que la mente se desarrolla, el niño comienza inmediatamente a cuestionarse las asunciones precoces. Este cuestionamiento de las premisas básicas es una de las más grandes divisiones entre ustedes y el mundo animal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario