Los médicos son también las victimas de su propio sistema de creencias. Ellos constantemente se rodean de sugestiones negativas. Cuando la enfermedad se ve como un invasor, cuando es forzada sobre la integridad del ser sin ninguna razón, el individuo parece impotente y la mente consciente un complemento. El paciente es obligado algunas veces a sacrificar un órgano tras otro a sus creencias, y a las del médico.
Afortunadamente tienes otras creencias “subterráneas”, en la quiropráctica, en los alimentos sanos, e incluso en los curanderos. Todos ellos proporcionan alguna otra estructura en la que los problemas se puedan resolver en materia de salud. Al menos en estos casos no se suministran drogas dañinas y la integridad del cuerpo no es más perjudicada.
Los quiroprácticos son hipnotizadores. Infortunadamente están tratando de ganar respetabilidad en términos médicos, y por lo tanto están enfatizando los aspectos “científicos” de su trabajo y minimizando los elementos intuitivos y la curación natural. En los “curanderos” terminan todos aquellos que no tienen esperanza, quienes se dan cuenta de la inefectividad de otros sistemas de creencias, los encuentran inefectivos y no tienen a donde ir. Algunos de los “curanderos” pueden ser inescrupulosos y deshonestos, y sin embargo muchos de ellos poseen una comprensión intuitiva y pueden lograr “curaciones” con la alteración instantánea de creencias. La profesión médica es amiga de decir que tales individuos impiden que los pacientes busquen el tratamiento apropiado. El hecho es que tales pacientes ya no creen más en los sistemas de creencias de los médicos, y así no pueden ser ayudados por ellos.
Para un médico, todo esto parecerá como la más pura herejía, porque la enfermedad siempre será vista como una cosa objetiva en el cuerpo, para ser tratada y removida objetivamente. Sin embargo, un hombre que siente “que no tiene corazón” no será salvado por el más sofisticado trasplante de corazón, a menos que primero se cambie esa creencia.
En otras áreas, un individuo que piensa que es pobre, perderá, o utilizara mal, o invertirá mal, cualquier cantidad de dinero, bien sea que trabaje duro por él o le sea dado. Una persona que se ha hipnotizado ella misma hacia un estado de soledad, estará desolada aunque este rodeada por cientos de amigos o admiradores.
¿Qué quiere decir todos esto para ti en tu vida diaria, y como puedes utilizar la hipnosis natural para mejorar tu experiencia?
En aquellas áreas en las que estás insatisfecho, sientes que eres impotente, o que tu voluntad está paralizada, o que las condiciones continúan a pesar de lo que piensas como tu intención. No obstante, si prestas atención a tus muy conscientes pensamientos, encontrarás que te estás concentrando precisamente en aquellos aspectos negativos que tanto te aterran. Te estás hipnotizando a ti mismo muy efectivamente, y de esa manera reforzando la situación. Puedes decir horrorizado, ¿Qué puedo hacer? Me estoy hipnotizando a mí mismo hacia mi condición de sobrepeso (o mi soledad, o mi pobre salud). Sin embargo, en otras facetas de tu vida puedes estar hipnotizándote a ti mismo con la riqueza, el logro y la satisfacción – y aquí no te quejas. Los mismos asuntos están involucrados. Los mismos principios están operando. En aquellas situaciones positivas de la vida, tienes la certeza de tu iniciativa. No hay duda. Tus creencias se vuelven realidad.
Ahora bien, en los aspectos insatisfactorios, debes comprender esto: tampoco hay duda. Estás completamente convencido de que estás enfermo, o que eres pobre, o solitario, u opaco espiritualmente, o infeliz.
Los resultados vienen después, fácilmente y sin esfuerzo. La hipnosis natural, en los términos aquí dados, opera igual de bien en un caso como en el otro.
¿Qué deberías hacer entonces? Primero que todo, debes darte cuenta que tú eres el hipnotizador. Debes tomar la iniciativa aquí, como lo haz hecho en otros aspectos positivos de tu vida. Cualesquiera que sean las razones para tus creencias, debes decir:
Por una cierta cantidad de tiempo, momentáneamente suspenderé lo que creo en esta área, y voluntariamente acepto la creencia que quiero. Pretenderé que estoy bajo hipnosis, conmigo mismo como hipnotizador y sujeto. Por ese tiempo, deseo y creencia serán uno. No habrá conflicto, porque hago esto voluntariamente. Por este período, cambiaré completamente mis viejas creencias. Aunque me siento tranquilamente, en mi mente actuaré como si la creencia que quiero fuese mía completamente.
En este punto no pienses en el futuro, sino solamente en el presente. Si estás en sobrepeso, inserta el peso que piensas es ideal para ti mientras estás siguiendo este ejercicio. Imagina que eres saludable, si tienes la creencia de que no lo eres. Si estás solitario, cree que estás pleno con la sensación de compañía. Realiza que estás ejerciendo tu iniciativa de imaginar tales situaciones. Aquí no puede haber comparación con tu situación normal. Utiliza información visual, o palabras – cualquiera que sea lo más natural para ti. Nuevamente, no se requieren más de diez minutos.
Si haces esto fielmente, dentro de un mes encontrarás las nuevas condiciones materializándose en tu experiencia. Tus estructuras neurológicas responderán automáticamente. El inconsciente se despertará, aportando sus grandes poderes y trayéndote los nuevos resultados. No trates de exagerar esto yendo a través de todo el día preocupándote acerca de las creencias, por ejemplo. Esto solo causa que contrastes lo que tienes con lo que quieres. Olvida el ejercicio cuando se haya completado. Te encontrarás con impulsos que llegan de acuerdo con estas nuevas creencias insertadas, y es cosa tuya actuar con base en ellas y no ignorarlas.
La iniciativa debe ser tuya. Nunca lo sabrás, a menos que intentes el ejercicio. Ahora, si estás en una pobre salud y tienes un médico, es mejor que continúes yendo a él, ya que todavía confías en ese sistema de creencias – pero utiliza estos ejercicios como suplementos para construir tu propia sensación de salud interior y para protegerte contra cualquier sugestión negativa dada por tu medico. Utiliza tu creencia en los médicos puesto que la tienes.
Afortunadamente tienes otras creencias “subterráneas”, en la quiropráctica, en los alimentos sanos, e incluso en los curanderos. Todos ellos proporcionan alguna otra estructura en la que los problemas se puedan resolver en materia de salud. Al menos en estos casos no se suministran drogas dañinas y la integridad del cuerpo no es más perjudicada.
Los quiroprácticos son hipnotizadores. Infortunadamente están tratando de ganar respetabilidad en términos médicos, y por lo tanto están enfatizando los aspectos “científicos” de su trabajo y minimizando los elementos intuitivos y la curación natural. En los “curanderos” terminan todos aquellos que no tienen esperanza, quienes se dan cuenta de la inefectividad de otros sistemas de creencias, los encuentran inefectivos y no tienen a donde ir. Algunos de los “curanderos” pueden ser inescrupulosos y deshonestos, y sin embargo muchos de ellos poseen una comprensión intuitiva y pueden lograr “curaciones” con la alteración instantánea de creencias. La profesión médica es amiga de decir que tales individuos impiden que los pacientes busquen el tratamiento apropiado. El hecho es que tales pacientes ya no creen más en los sistemas de creencias de los médicos, y así no pueden ser ayudados por ellos.
Para un médico, todo esto parecerá como la más pura herejía, porque la enfermedad siempre será vista como una cosa objetiva en el cuerpo, para ser tratada y removida objetivamente. Sin embargo, un hombre que siente “que no tiene corazón” no será salvado por el más sofisticado trasplante de corazón, a menos que primero se cambie esa creencia.
En otras áreas, un individuo que piensa que es pobre, perderá, o utilizara mal, o invertirá mal, cualquier cantidad de dinero, bien sea que trabaje duro por él o le sea dado. Una persona que se ha hipnotizado ella misma hacia un estado de soledad, estará desolada aunque este rodeada por cientos de amigos o admiradores.
¿Qué quiere decir todos esto para ti en tu vida diaria, y como puedes utilizar la hipnosis natural para mejorar tu experiencia?
En aquellas áreas en las que estás insatisfecho, sientes que eres impotente, o que tu voluntad está paralizada, o que las condiciones continúan a pesar de lo que piensas como tu intención. No obstante, si prestas atención a tus muy conscientes pensamientos, encontrarás que te estás concentrando precisamente en aquellos aspectos negativos que tanto te aterran. Te estás hipnotizando a ti mismo muy efectivamente, y de esa manera reforzando la situación. Puedes decir horrorizado, ¿Qué puedo hacer? Me estoy hipnotizando a mí mismo hacia mi condición de sobrepeso (o mi soledad, o mi pobre salud). Sin embargo, en otras facetas de tu vida puedes estar hipnotizándote a ti mismo con la riqueza, el logro y la satisfacción – y aquí no te quejas. Los mismos asuntos están involucrados. Los mismos principios están operando. En aquellas situaciones positivas de la vida, tienes la certeza de tu iniciativa. No hay duda. Tus creencias se vuelven realidad.
Ahora bien, en los aspectos insatisfactorios, debes comprender esto: tampoco hay duda. Estás completamente convencido de que estás enfermo, o que eres pobre, o solitario, u opaco espiritualmente, o infeliz.
Los resultados vienen después, fácilmente y sin esfuerzo. La hipnosis natural, en los términos aquí dados, opera igual de bien en un caso como en el otro.
¿Qué deberías hacer entonces? Primero que todo, debes darte cuenta que tú eres el hipnotizador. Debes tomar la iniciativa aquí, como lo haz hecho en otros aspectos positivos de tu vida. Cualesquiera que sean las razones para tus creencias, debes decir:
Por una cierta cantidad de tiempo, momentáneamente suspenderé lo que creo en esta área, y voluntariamente acepto la creencia que quiero. Pretenderé que estoy bajo hipnosis, conmigo mismo como hipnotizador y sujeto. Por ese tiempo, deseo y creencia serán uno. No habrá conflicto, porque hago esto voluntariamente. Por este período, cambiaré completamente mis viejas creencias. Aunque me siento tranquilamente, en mi mente actuaré como si la creencia que quiero fuese mía completamente.
En este punto no pienses en el futuro, sino solamente en el presente. Si estás en sobrepeso, inserta el peso que piensas es ideal para ti mientras estás siguiendo este ejercicio. Imagina que eres saludable, si tienes la creencia de que no lo eres. Si estás solitario, cree que estás pleno con la sensación de compañía. Realiza que estás ejerciendo tu iniciativa de imaginar tales situaciones. Aquí no puede haber comparación con tu situación normal. Utiliza información visual, o palabras – cualquiera que sea lo más natural para ti. Nuevamente, no se requieren más de diez minutos.
Si haces esto fielmente, dentro de un mes encontrarás las nuevas condiciones materializándose en tu experiencia. Tus estructuras neurológicas responderán automáticamente. El inconsciente se despertará, aportando sus grandes poderes y trayéndote los nuevos resultados. No trates de exagerar esto yendo a través de todo el día preocupándote acerca de las creencias, por ejemplo. Esto solo causa que contrastes lo que tienes con lo que quieres. Olvida el ejercicio cuando se haya completado. Te encontrarás con impulsos que llegan de acuerdo con estas nuevas creencias insertadas, y es cosa tuya actuar con base en ellas y no ignorarlas.
La iniciativa debe ser tuya. Nunca lo sabrás, a menos que intentes el ejercicio. Ahora, si estás en una pobre salud y tienes un médico, es mejor que continúes yendo a él, ya que todavía confías en ese sistema de creencias – pero utiliza estos ejercicios como suplementos para construir tu propia sensación de salud interior y para protegerte contra cualquier sugestión negativa dada por tu medico. Utiliza tu creencia en los médicos puesto que la tienes.
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