Puedes ejecutar hazañas físicas que considerarías imposibles de otra manera – todo esto porque voluntariamente suspendes ciertas creencias y te permites aceptar otras por el momento. Infortunadamente, por el patrón considerado necesario, se piensa que la mente consciente está aquietada y su actividad suspendida. Todo lo contrario. Está concentrada, intensificada, reducida a un área especifica, y todos los otros estímulos suspendidos.
Esta intensidad de concentración consciente reduce las barreras y permite que los mensajes vayan directamente al inconsciente, en donde se actúa sobre ellos. El hipnotizador, sin embargo, es importante en el sentido de que actúa como un representante directo de la autoridad.
En tus términos, las creencias son aceptadas inicialmente de los padres. Esto, como lo mencionamos antes, tiene que ver con la experiencia de los mamíferos. El hipnotizador actúa entonces como substituto de los padres. En casos de terapia, el individuo ya está asustado y por las creencias en tu civilización no busca ayudarse él mismo sino que busca la ayuda de una figura con autoridad.
Aun en las sociedades primitivas, los curanderos brujos y otros terapeutas naturales han comprendido que el punto de poder está en el presente y han utilizado la hipnosis natural como un método para ayudar a otros individuos a concentrar su propia energía. Todos los gestos, danzas y otros procedimientos, son tratamientos de choque, alarmando al sujeto para sacarlo de las reacciones habituales, de tal manera que sea obligado a concentrarse sobre el momento presente. La desorientación resultante simplemente sacude las creencias corrientes y desaloja las estructuras establecidas. El hipnotizador, o el curandero brujo, o el terapeuta, inserta inmediatamente las creencias que piensa que el sujeto necesita.
Dentro de este contexto, serán incluidos grupos subsidiarios que involucran las propias ideas del terapeuta. En tu sociedad con frecuencia está involucrada la regresión; el paciente recordará y revivirá una experiencia traumática del pasado. Esta parecerá ser la causa de la dificultad presente. Si el hipnotizador y el sujeto aceptan esto, entonces a ese nivel habrá progreso.
Si los conceptos culturales incluyen vudú o brujería, la situación terapéutica se verá en ese contexto y una maldición será descubierta, la cual, utilizando el punto de poder del presente, el curandero reversará.
Fuera del contexto de la hipnosis formal, aplican los mismos resultados. Con la más grande comprensión y compasión, permíteme mencionar que la medicina Occidental es a su manera uno de los más incivilizados dispositivos hipnóticos. Los más educados médicos Occidentales mirarán con total consternación y horror el pensamiento de una gallina siendo sacrificada en la choza primitiva de un curandero brujo, y sin embargo considerará totalmente científico e inevitable que una mujer sacrifique sus dos pechos al cáncer. Los médicos simplemente no verán otra salida, y tampoco la vera la paciente, infortunadamente.
Un médico Occidental moderno – aceptado, con la mayor frustración – informará a su paciente que está próximo a morir, inculcándole que su situación es irremediable, y sin embargo reaccionará con desprecio y aversión cuando lee que un practicante de vudú ha impuesto una maldición sobre alguna victima inocente.
En tu tiempo, los médicos, de nuevo aquí, con gran superioridad, miran las culturas primitivas y juzgan severamente a los aldeanos que están bajo el dominio de curanderos brujos, o del vuduismo; y sin embargo, a través de la publicidad y la organización, tus médicos le inculcan a cada individuo en tu cultura que debe tener un examen físico cada seis meses, o tendrá un cáncer; y que debe tener un seguro medico, porque se enfermará.
En muchos casos los médicos modernos son curanderos brujos inadecuados que han olvidado su oficio – son hipnotizadores que ya no creen en el poder de curación y cuyas sugestiones producen otras enfermedades que son diagnosticadas por adelantado.
Se te ha dicho lo que debes buscar; estás tan maldito – mucho más – que cualquier nativo en una pequeña aldea, tu solo pierdes pechos, apéndices, y otras partes de tu anatomía. Los médicos siguen sus propias ideas, por supuesto, y en ese sistema se ven a sí mismos como justificados completamente – y tan humanos.
En el campo medico, como en ningún otro, te enfrentas directamente con el impacto total de tus creencias, ya que los médicos no son los más saludables, sino los menos saludables. Ellos son victimas de las creencias a las que tan calurosamente se suscriben. Su concentración es sobre la enfermedad, no sobre la salud.
Esta intensidad de concentración consciente reduce las barreras y permite que los mensajes vayan directamente al inconsciente, en donde se actúa sobre ellos. El hipnotizador, sin embargo, es importante en el sentido de que actúa como un representante directo de la autoridad.
En tus términos, las creencias son aceptadas inicialmente de los padres. Esto, como lo mencionamos antes, tiene que ver con la experiencia de los mamíferos. El hipnotizador actúa entonces como substituto de los padres. En casos de terapia, el individuo ya está asustado y por las creencias en tu civilización no busca ayudarse él mismo sino que busca la ayuda de una figura con autoridad.
Aun en las sociedades primitivas, los curanderos brujos y otros terapeutas naturales han comprendido que el punto de poder está en el presente y han utilizado la hipnosis natural como un método para ayudar a otros individuos a concentrar su propia energía. Todos los gestos, danzas y otros procedimientos, son tratamientos de choque, alarmando al sujeto para sacarlo de las reacciones habituales, de tal manera que sea obligado a concentrarse sobre el momento presente. La desorientación resultante simplemente sacude las creencias corrientes y desaloja las estructuras establecidas. El hipnotizador, o el curandero brujo, o el terapeuta, inserta inmediatamente las creencias que piensa que el sujeto necesita.
Dentro de este contexto, serán incluidos grupos subsidiarios que involucran las propias ideas del terapeuta. En tu sociedad con frecuencia está involucrada la regresión; el paciente recordará y revivirá una experiencia traumática del pasado. Esta parecerá ser la causa de la dificultad presente. Si el hipnotizador y el sujeto aceptan esto, entonces a ese nivel habrá progreso.
Si los conceptos culturales incluyen vudú o brujería, la situación terapéutica se verá en ese contexto y una maldición será descubierta, la cual, utilizando el punto de poder del presente, el curandero reversará.
Fuera del contexto de la hipnosis formal, aplican los mismos resultados. Con la más grande comprensión y compasión, permíteme mencionar que la medicina Occidental es a su manera uno de los más incivilizados dispositivos hipnóticos. Los más educados médicos Occidentales mirarán con total consternación y horror el pensamiento de una gallina siendo sacrificada en la choza primitiva de un curandero brujo, y sin embargo considerará totalmente científico e inevitable que una mujer sacrifique sus dos pechos al cáncer. Los médicos simplemente no verán otra salida, y tampoco la vera la paciente, infortunadamente.
Un médico Occidental moderno – aceptado, con la mayor frustración – informará a su paciente que está próximo a morir, inculcándole que su situación es irremediable, y sin embargo reaccionará con desprecio y aversión cuando lee que un practicante de vudú ha impuesto una maldición sobre alguna victima inocente.
En tu tiempo, los médicos, de nuevo aquí, con gran superioridad, miran las culturas primitivas y juzgan severamente a los aldeanos que están bajo el dominio de curanderos brujos, o del vuduismo; y sin embargo, a través de la publicidad y la organización, tus médicos le inculcan a cada individuo en tu cultura que debe tener un examen físico cada seis meses, o tendrá un cáncer; y que debe tener un seguro medico, porque se enfermará.
En muchos casos los médicos modernos son curanderos brujos inadecuados que han olvidado su oficio – son hipnotizadores que ya no creen en el poder de curación y cuyas sugestiones producen otras enfermedades que son diagnosticadas por adelantado.
Se te ha dicho lo que debes buscar; estás tan maldito – mucho más – que cualquier nativo en una pequeña aldea, tu solo pierdes pechos, apéndices, y otras partes de tu anatomía. Los médicos siguen sus propias ideas, por supuesto, y en ese sistema se ven a sí mismos como justificados completamente – y tan humanos.
En el campo medico, como en ningún otro, te enfrentas directamente con el impacto total de tus creencias, ya que los médicos no son los más saludables, sino los menos saludables. Ellos son victimas de las creencias a las que tan calurosamente se suscriben. Su concentración es sobre la enfermedad, no sobre la salud.
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