Por lo que tienes una mente consciente, tienes una gran libertad en la manera en que puedes expresar la agresión, pero la herencia de los animales está todavía retenida en su propia manera. Fruncir el seño es un método natural de comunicación que dice, “Me has molestado”, o, “Estoy molesto”. Si te dices a ti mismo que sonrías, cuando te sientes con el seño fruncido, estás falseando tu expresión natural y negándole a otro una comunicación legitima que dice como te sientes.
Cuando un hombre o una mujer te sonríe, la sonrisa puede ser como una máscara. No sabes si te estás comunicando o no con tal persona. El sonido de la voz sigue sus propios patrones, y la agresión natural debería colorearla y la coloreará a veces.
Hay muchos signos biológicos mostrados por el cuerpo, todos destinados a las comunicaciones con otros en una base creativa – como advertencias de cualquier grado. Cada uno es automático a su manera, e incluso ritualista, una danza de músculo y movimiento con su propio significado, y biológicamente comprendido. Todos son constructivos. Están indicados para provocar reacciones en otros y para llegar a nuevos puntos de comprensión, a un equilibrio de derechos. Cuando tu mente consciente interfiere con tales procesos, estás en un profundo problema.
El patrón de comportamiento del animal es más limitado que el tuyo, es en cierta forma más libre y más automáticamente expresado, pero es más estrecho, en el sentido de que los eventos que un animal encuentra no son tan amplios como los tuyos. No puedes apreciar tu espiritualidad, a menos que aprecies tu calidad de criatura. No es un asunto de levantarte por encima de tu naturaleza, sino de evolucionar desde la completa comprensión de ella. Hay una diferencia.
No lograrás la espiritualidad, o incluso una vida feliz, negando la sabiduría y la experiencia de la carne. Puedes aprender más de la observación de los animales de lo que podrías aprender de un gurú o de un ministro – o de la lectura de estas palabras. Sin embargo, primero debes despojarte de la idea de que como criatura eres sospechosa. Tu humanidad no surgió de rechazar tu herencia animal, sino con base en una extensión de lo que ella es.
Cuando tratas de ser espiritual cortando tu calidad de criatura, te vuelves una criatura natural menos alegre, menos realizada y menos satisfecha, y te quedas muy corto en la comprensión de la verdadera espiritualidad. Muchos de quienes dicen creer en el poder del pensamiento están tan temerosos de él que lo inhiben en ellos mismos, evitando alguno de ellos que parezca negativo o dañino. La más ligera expresión “agresiva” es bloqueada. Estas personas piensan que los pensamientos pueden matar, como si el individuo contra quien estaba dirigido tal impulso no tuviera energías protectoras vitales propias y no tuviera una defensa natural.
Aquí con frecuencia, y por diversas razones, encuentras una sensación de poder oculto y distorsionado que dice, “Soy tan poderoso que podría matarte con mi pensamiento, y sin embargo me rehúso a hacerlo”. Ningún pensamiento es así de poderoso. Si el pensamiento por si solo pudiera matar, no tendrías el problema de la superpoblación!
Cada persona tiene su propia energía y protección incorporadas. Aceptas solamente aquellas ideas y pensamientos que se ajustan a tu propio sistema de creencias, y aun entonces hay varias salvaguardias. Ningún hombre muere a menos que quiera morir, y por una razón mucho mejor que aquella que puedas desear para que él muera.
Algunas veces piensas del suicidio como ignominioso y pasivo, mientras piensas de la guerra como agresiva y poderosa. Ambos casos son igualmente el resultado de la pasividad y la agresión distorsionada, y de vías de comunicación no utilizadas o no comprendidas. Piensas de las flores en términos de gentileza, belleza y “bondad”, y sin embargo cada vez que un nuevo botón abre hay un gran impulso de alegre agresión que difícilmente es pasiva, y uno audaz y valiente que alcanza activamente el exterior. Sin la agresión, a tu cuerpo se le negaría su crecimiento y las células dentro de él quedarían atrapadas en la inercia. La agresividad está en la base del magnifico estallido de creatividad.
Cuando un hombre o una mujer te sonríe, la sonrisa puede ser como una máscara. No sabes si te estás comunicando o no con tal persona. El sonido de la voz sigue sus propios patrones, y la agresión natural debería colorearla y la coloreará a veces.
Hay muchos signos biológicos mostrados por el cuerpo, todos destinados a las comunicaciones con otros en una base creativa – como advertencias de cualquier grado. Cada uno es automático a su manera, e incluso ritualista, una danza de músculo y movimiento con su propio significado, y biológicamente comprendido. Todos son constructivos. Están indicados para provocar reacciones en otros y para llegar a nuevos puntos de comprensión, a un equilibrio de derechos. Cuando tu mente consciente interfiere con tales procesos, estás en un profundo problema.
El patrón de comportamiento del animal es más limitado que el tuyo, es en cierta forma más libre y más automáticamente expresado, pero es más estrecho, en el sentido de que los eventos que un animal encuentra no son tan amplios como los tuyos. No puedes apreciar tu espiritualidad, a menos que aprecies tu calidad de criatura. No es un asunto de levantarte por encima de tu naturaleza, sino de evolucionar desde la completa comprensión de ella. Hay una diferencia.
No lograrás la espiritualidad, o incluso una vida feliz, negando la sabiduría y la experiencia de la carne. Puedes aprender más de la observación de los animales de lo que podrías aprender de un gurú o de un ministro – o de la lectura de estas palabras. Sin embargo, primero debes despojarte de la idea de que como criatura eres sospechosa. Tu humanidad no surgió de rechazar tu herencia animal, sino con base en una extensión de lo que ella es.
Cuando tratas de ser espiritual cortando tu calidad de criatura, te vuelves una criatura natural menos alegre, menos realizada y menos satisfecha, y te quedas muy corto en la comprensión de la verdadera espiritualidad. Muchos de quienes dicen creer en el poder del pensamiento están tan temerosos de él que lo inhiben en ellos mismos, evitando alguno de ellos que parezca negativo o dañino. La más ligera expresión “agresiva” es bloqueada. Estas personas piensan que los pensamientos pueden matar, como si el individuo contra quien estaba dirigido tal impulso no tuviera energías protectoras vitales propias y no tuviera una defensa natural.
Aquí con frecuencia, y por diversas razones, encuentras una sensación de poder oculto y distorsionado que dice, “Soy tan poderoso que podría matarte con mi pensamiento, y sin embargo me rehúso a hacerlo”. Ningún pensamiento es así de poderoso. Si el pensamiento por si solo pudiera matar, no tendrías el problema de la superpoblación!
Cada persona tiene su propia energía y protección incorporadas. Aceptas solamente aquellas ideas y pensamientos que se ajustan a tu propio sistema de creencias, y aun entonces hay varias salvaguardias. Ningún hombre muere a menos que quiera morir, y por una razón mucho mejor que aquella que puedas desear para que él muera.
Algunas veces piensas del suicidio como ignominioso y pasivo, mientras piensas de la guerra como agresiva y poderosa. Ambos casos son igualmente el resultado de la pasividad y la agresión distorsionada, y de vías de comunicación no utilizadas o no comprendidas. Piensas de las flores en términos de gentileza, belleza y “bondad”, y sin embargo cada vez que un nuevo botón abre hay un gran impulso de alegre agresión que difícilmente es pasiva, y uno audaz y valiente que alcanza activamente el exterior. Sin la agresión, a tu cuerpo se le negaría su crecimiento y las células dentro de él quedarían atrapadas en la inercia. La agresividad está en la base del magnifico estallido de creatividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario