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domingo, 31 de mayo de 2009

Tu Imaginación, tus Creencias y su Origen 1

En la vida física, tu mente consciente depende en gran medida de las funciones de tu cerebro físico. Tienes una mente consciente si estás en la carne o fuera de ella, pero cuando estás orientado físicamente, ella está conectada al cerebro físico.

Hasta cierto punto, el cerebro mantiene la mente en un enfoque tridimensional. Te orienta hacia el entorno en el que debes operar, y es por la lealtad de la mente con el cerebro temporal que percibes el tiempo como una serie de momentos.

El cerebro canaliza la información que la mente recibe para tu estructura física, de tal manera que tu experiencia es filtrada físicamente y automáticamente traducida a términos que el organismo pueda entender. Por esto, hablando físicamente y en la vida tal como la concibes, la mente depende en gran medida del crecimiento y actividad del cerebro. Hay alguna información necesaria para la supervivencia física que debe ser enseñada y trasmitida de padres a hijos. Hay asunciones básicas de naturaleza general con las que naces, pero por lo que las condiciones especificas de tu entorno son tan variadas, éstas deben implementarse. De esta manera es necesario que el niño acepte las creencias de sus padres.

Estas reforzarán el grupo familiar cuando el niño más necesita protección. Esta aquiescencia a las creencias es entonces importante en las etapas tempranas, a medida que el infante se desarrolla en el niño. Este compartir de ideas mutuas no solamente protege al nuevo retoño de obvios peligros para los padres; también sirve como una estructura dentro de la cual el niño puede crecer.

Esto proporciona libertad de acción hasta cuando la mente consciente esté en capacidad de razonar por si misma y proporcionar su propio juicio de valores. Más tarde discutiré los aspectos más grandes del origen de las ideas, pero por ahora simplemente hablaré en términos de esta vida, la vida que conoces.

Las creencias que recibes, por lo tanto, son las concepciones de la naturaleza de la realidad de tus padres. Ellas te son dadas por medio del ejemplo, la comunicación verbal y el refuerzo telepático constante. Recibes las ideas acerca del mundo en general y de tu relación con él; y de tus padres también recibes conceptos de lo que eres. Recoges sus ideas de tu propia realidad.

Bajo todo esto, llevas indeleblemente dentro de ti tu propio conocimiento de tu identidad, significado y propósito, pero en las etapas tempranas de desarrollo se tiene gran cuidado en ver que te relaciones en términos físicos. Estas son creencias direccionales que recibes de tus padres, orientándote en maneras que ellos sienten que son seguras. Acolchonado con estas creencias, el niño puede estar seguro y puede satisfacer su propia curiosidad, desarrollar sus habilidades e impulsar su energía plena en áreas de actividad claramente establecidas.

De esta manera, es muy necesario que exista una aquiescencia para la creencia, particularmente en la vida temprana. No hay razón para que un individuo esté limitado por las creencias o la experiencia de la niñez. La naturaleza de algunas de tales creencias es que mientras las aparentemente más obvias son reconocidas como dañinas o insensatas, otras conectadas con ellas pueden no ser comprendidas tan fácilmente.

Por ejemplo: te puede parecer ridículo que siempre creíste en el pecado original. Puede no ser tan obvio que muchas de tus acciones actuales son causadas por una creencia en la culpa. Tendremos mucho que decir acerca de las maneras en las que tus creencias se pueden conectar, simplemente porque no estás acostumbrado a examinarlas.

Puedes decir, “Estoy en sobrepeso porque me siento culpable acerca de algo en mi pasado.” Entonces puedes tratar de descubrir cual fue el evento cargado, pero en tal caso el problema es una creencia en la culpa misma.

No tienes porque cargar con tal creencia. Estoy muy consciente de que fuertes elementos de tu civilización se han construido sobre ideas de castigo. Muchas personas temen que sin un sentimiento de culpa no habría disciplina interior y el mundo se volvería salvaje. Se esta volviendo salvaje ahora, no a pesar de tus ideas de culpa y castigo, sino por causa de ellas en gran medida.

Las ideas tempranas que te dieron tus padres estructuran entonces tus mismas experiencias de aprendizaje. Ellas establecen los límites seguros dentro de los cuales puedes operan en los primeros años. Casi sin tu conocimiento consciente, tu imaginación se establece de acuerdo con ciertas rutas, porque tu mente, conectada con el cerebro, no está desarrollada.

En gran parte, pero no completamente, tu imaginación sigue a tus creencias, como también lo hacen tus emociones. Hasta cierto punto, hay ciertos patrones generales. Un niño llorará cuando se lesiona. Y deja de llorar cuando el dolor termina. Pero si el niño descubre que un llanto prolongado después del evento consigue atención y consideración extras, empezará a extender la emoción.

Desde las etapas más tempranas el niño automáticamente compara su interpretación de la realidad con la de sus padres. Puesto que los padres son más grandes y más fuertes y de esta manera satisfacen muchas de sus necesidades, intentará alinear su experiencia con las expectativas y creencias de sus padres. Mientras generalmente es muy natural que el niño llore o se sienta mal cuando se lastima, esta inclinación se puede llevar a través de las creencias hasta tal punto que se adopten sentimientos prolongados de desolación como patrones definidos de comportamiento.

Detrás de esto estaría la creencia de que cualquier lesión era inherentemente un desastre. Tal creencia pudo originarse en una madre excesivamente ansiosa, por ejemplo. Si la imaginación de la madre siguió su creencia, como por supuesto lo hizo, ella inmediatamente percibiría un gran peligro potencial para su niño en la amenaza más pequeña. Por las acciones de la madre, y telepáticamente, el niño recibiría tal mensaje y reaccionaria de acuerdo con esas creencias comprendidas.

Muchas de tales creencias yacen muy dentro de la mente consciente. El adulto, no acostumbrado a examinar sus propias creencias, puede no estar enterado de albergar tal idea. La idea misma no está enterrada o inconsciente. Simplemente está sin examinar.

Una de las creencias más embarazosas es la idea de que las indicaciones de un comportamiento corriente están enterradas, y usualmente inaccesibles. Esta creencia misma te cierra al contenido de tu propia mente consciente y te impide buscar allí las respuestas que están disponibles.

jueves, 28 de mayo de 2009

Sugestión, Telepatía y Agrupación de Creencias 4

Las creencias fundamentales son aquellas sobre las cuales construyes tu vida. Estás enterado conscientemente de ellas, aunque con frecuencia no enfocas tu atención sobre ellas. Se vuelven invisibles, por consiguiente, a menos que llegues a enterarte del contenido de tu mente consciente.

Para enterarte de tus propias ideas y creencias debes caminar en medio de ellas sin anteojeras, hablando simbólicamente. Debes mirar a través de las estructuras que tú mismo has creado, las ideas organizadas sobre las cuales has agrupado tu experiencia.

Para ver claramente dentro de tu propia mente, primero que todo debes desestructurar tus pensamientos, seguirlos sin juzgarlos y sin compararlos con la estructura de tus creencias.

Las creencias estructuradas recogen y mantienen tu experiencia, empacándola, por así decirlo. Así, cuando observas una determinada experiencia que se parece a otra, la pones dentro del mismo paquete estructurado, a menudo sin examen. Tales creencias pueden tener sorpresas. Cuando levantas la cubierta de una, puedes encontrar que ella ha servido para esconder allí información valiosa que no le pertenece. Una agrupación artificial de ideas, como las flores de papel, puede recogerse alrededor de una creencia fundamental estándar.

La creencia fundamental, por su intensidad y por sus hábitos, con frecuencia tiende a atraer hacia sí misma otras creencias de naturaleza semejante. Ellas se colgarán. Si no estás acostumbrado a examinar tu propia mente, puedes permitir que crecimientos separados de este tipo se formen alrededor de una creencia, hasta el punto en que no puedes distinguir la una de la otra. Esto puede desarrollarse tanto, que toda tu experiencia se ve solamente en relación con esta idea-crecimiento. La información que parece no estar relacionada con esta creencia fundamental, no es asimilada, sino arrojada a las esquinas de tu propia mente, sin utilizarla, y se te niega el valor de la información.

Partes separadas de tu mente pueden contener tales cámaras de material inactivo. Esta información no será parte de la estructura organizada de tus pensamientos usuales. Aunque la información está disponible conscientemente, puedes estar relativamente ciego a ella.

Usualmente, cuando miras dentro de tu mente consciente, lo haces por una razón en particular, para encontrar alguna información. Pero si te has enseñado a ti mismo a creer que tal información no está disponible conscientemente, no se te ocurrirá encontrarla en tu mente consciente. Si además tu información consciente está organizada fuertemente alrededor de una creencia fundamental, esto automáticamente te hará ciego a la experiencia que no está conectada con ella.

Una creencia fundamental es invisible solamente cuando piensas de ella como un hecho de la vida, y no como una creencia acerca de la vida. Solo cuando te identificas con ella tan completamente, es que automáticamente enfocas tus percepciones según esa línea especifica.

Por ejemplo, ésta es aparentemente una muy inocente creencia fundamental: “Soy un padre responsable”.

En la superficie, no hay nada malo con esta creencia. Si la tienes y no la examinas, sin embargo, puedes encontrar que la palabra “responsable” está muy cargada y recoge otras ideas que igualmente no han sido examinadas por ti. ¿Cuál es tu idea de ser responsable? De acuerdo con tu respuesta, puedes descubrir si la creencia fundamental funciona para tu beneficio o no.

Si responsable significa, “Debo ser un padre las veinticuatro horas del día, con exclusión de todo lo demás”, entonces puedes estar en dificultades, ya que la creencia fundamental puede impedirte utilizar otras habilidades que existen muy aparte de tu calidad de padre.

Puedes empezar a percibir toda la información física a través de los ojos de esa sola creencia fundamental. No mirarás ya más la realidad física con el asombro de un niño, o con la curiosidad no estructurada de un individuo, sino siempre a través de los ojos de un padre. Así tú mismo te cerrarás a mucha de la experiencia física.

Telepáticamente, también atraerás información inconsciente que se ajusta a este patrón rígido, de acuerdo con la fortaleza y testarudez de esta idea, y si estás o no dispuesto a entenderte con ella. Puedes estrechar más aun tu vida, con toda la información de cualquier tipo volviéndose finalmente invisible para ti, a menos que tenga que ver con tu realidad de padre.

La creencia fundamental dada anteriormente es de un tipo. Tienes unas asunciones básicas que también son creencias fundamentales. Para ti parecen ser definiciones. Son una parte tan tuya que las das por sentadas. Tu idea del tiempo es una.

Puedes gozar manipulando pensamientos sobre el tiempo en tu mente. Te puedes encontrar pensando que el tiempo es básicamente diferente de tu experiencia con él, pero, fundamentalmente, pensando que existes en las horas y los años, que las semanas te llegan una a la vez, y que estás atrapado en la avalancha de las estaciones.

Naturalmente, tu experiencia física refuerza esta creencia. Por consiguiente, estructuras tu percepción en términos de los lapsos que parecen suceder entre los eventos. Esto, en sí mismo, te obliga a concentrar tu atención en una sola dirección, y te disuade de percibir de otros modos los eventos en tu vida.

Ocasionalmente puedes emplear asociación de ideas, con un pensamiento conduciendo fácilmente a otro. Cuando haces esto, con frecuencia percibes nuevas visiones. Como las visiones se apartan de la continuidad del tiempo, en tu mente ellas parecen tomar una nueva vitalidad. Tú las has desestructurado de la organización normal.

A medida que las aprehendes por medio de la asociación, te acercas mucho a examinar el contenido de tu mente en una forma libre. Pero si omites el concepto del tiempo y visualizas el contenido consciente de tu mente a través de otras ideas fundamentales, todavía estás estructurando. No estoy diciendo que nunca deberías organizar esos contenidos. Estoy diciendo que deberías llegar a enterarte de tus propias estructuras. Debes construirlas o derribarlas, pero no permitirte volverte ciego al mobiliario de tu propia mente.

Te puedes tropezar tan fácilmente con una idea equivocada, como lo puedes hacer con una silla vieja. Te ayudará, de hecho, si piensas de tus propias creencias como mobiliario que debe ser reorganizado, cambiado, renovado, o completamente descartado o reemplazado. Tus ideas son tuyas. Ellas no deberían controlarte. Es cosa tuya aceptar aquellas que escoges aceptar.

Imagínate entonces reorganizando este mobiliario. Las imágenes de piezas en particular te llegaran claramente. Pregúntate qué ideas representan estas piezas. Observa que tan bien se acomodan las mesas. Abre los cajones adentro.

No será misterio. Tu sabes cuales son tus propias creencias. Verás las agrupaciones, pero es cosa tuya mirar adentro de tu propia mente y utilizar las imágenes a tu manera. Bota las ideas que no te convienen. Si lees esto, encuentra tal idea en ti mismo y enseguida dices, “No puedo botar esta idea”, entonces te das cuenta que tu observación interior es en sí misma una creencia. En realidad puedes botar la idea, la segunda, tan fácilmente como la primera.

No eres impotente ante las ideas. Utilizando esta analogía, ciertamente encontrarás algún mobiliario que no esperabas. No mires simplemente en el centro de tu cuarto interior de la conciencia; asegúrate que estás alerta contra cierta invisibilidad mencionada anteriormente, en donde una idea, muy disponible, parece ser en cambio una parte de la realidad.

La estructuración de las creencias se hace de una manera muy característica y sin embargo muy individual, de tal manera que encontrarás patrones que existen entre varias agrupaciones y te pueden conducir a otras.

La idea de ser un padre responsable, por ejemplo, te puede llevar fácilmente a otras estructuras psíquicas que involucran responsabilidad, de tal manera que la información se acepta en su propio valor. Puedes aun pensar que es equivocado mirar cualquier situación que no sea a través de tu estatus de padre.

La creencia en la culpa, por consiguiente, seria una estructura cementada que juntaría otras creencias fundamentales similares, y le agregaría a su fortaleza. Debes comprender que éstas no son simplemente ideas muertas, como deshechos, dentro de tu mente. Ellas son materia psíquica. En cierto sentido, están vivas. Se agrupan como las células, protegiendo su propia vitalidad e identidad.

Tú las alimentas, hablando figurativamente, con ideas semejantes. Cuando examinas una de tales creencias, obviamente amenazas la integridad de la estructura; y así hay formas de insertar nuevos soportes, por así decirlo, métodos que te ayudan. La totalidad de la creencia fundamental no necesita caer sobre ti, a medida que examinas su base.

lunes, 25 de mayo de 2009

Sugestión, Telepatía y Agrupación de Creencias 3

Espero que ahora hayas por lo menos empezado a examinar tus creencias y quizá hayas logrado un vistazo de algunas creencias invisibles que hubieran sido aceptadas antes como aspectos definitivos de la realidad.

Si eres honesto con tu lista de creencias, finalmente llegarás a lo que llamo creencias fundamentales, fuertes ideas acerca de tu propia existencia. Muchas otras creencias subsidiarias, que anteriormente parecían estar separadas una de la otra, ahora aparecerían muy claramente como ramas de las creencias fundamentales. Parecen lógicas solamente en su relación con una idea fundamental. Una vez que se comprende que la idea fundamental es falsa, las otras desaparecerán.

Es la idea fundamental la que es lo suficientemente fuerte para enfocar así tu percepción, y es por lo que percibes del mundo físico solo aquellos eventos que se correlacionan con ella. También es la fortaleza de la creencia fundamental la que extrae del inmenso deposito de conocimiento interior solo aquellos eventos que parecen encajar dentro de su organización.

Permíteme ofrecerte un breve ejemplo de una creencia fundamental. Es una creencia ilimitada: la naturaleza humana es inherentemente mala. Esta es una creencia fundamental. Alrededor de ella surgirán eventos que solo sirven para reforzarla. Experiencias, tanto personales como globales, entrarán en la percepción de una persona que tiene esta creencia, que solo servirán para profundizarla más.

De toda la información física de los periódicos, la televisión, cartas y comunicaciones privadas, las personas solo se concentrarán en aquellos asuntos que “prueban” el punto. La sospecha sobre otras personas crecerá, por no decir nada de la desconfianza personal del individuo. La creencia entrará en las áreas más intimas de las personas, y finalmente ninguna evidencia parecerá estar disponible para desaprobarla.

Este es un ejemplo de una creencia fundamental invisible, en su peor forma. Una persona que la sostiene, no confiará en su pareja, familia, amigos, colegas, el país, o el mundo en general.

Otra creencia fundamental personal: “Mi vida no vale nada. Lo que hago no tiene sentido.” Una persona que tiene esta idea, generalmente no la reconocerá como una creencia invisible. En cambio, puede sentir emocionalmente que la vida no tiene sentido, que la acción individual no tiene sentido, que la muerte es la aniquilación total; y conectado con esto estará un conglomerado de creencias subsidiarias que afectan profundamente la familia involucrada, y todos aquellos con quien tal persona esta en contacto.

Al escribir tu lista de creencias personales, no dejes nada por fuera. Examina la lista como si perteneciera a alguien más. No quiero decir que hagas una lista específicamente de ideas negativas, sin embargo. Es de suprema importancia que reconozcas la existencia de creencias agradables, y toma en consideración aquellos elementos de tu propia experiencia con los cuales has tenido éxito.

Quiero que captures ese sentimiento de logro, y lo traduzcas, o lo transfieras, a áreas en las cuales has tenido dificultades. Sin embargo, debes recordar que las ideas existen primero y que las siguen las experiencias físicamente.

Tú creas tu propia realidad. No puedo decir esto muy a menudo. Habrá períodos en donde todas tus creencias estarán a un nivel de igualdad. Todas estarán de acuerdo.

Las ideas pueden ser muy limitadas. Pueden ser falsas. Pueden estar basadas en premisas que no son ciertas. Sin embargo, su vitalidad y fortaleza serán muy reales, y parecen traer excelentes resultados.

“La riqueza lo es todo.” Esta idea está muy lejos de la verdad. La persona que la acepta completamente, será rica y tendrá excelente salud, y todo estará ajustado muy bien a sus creencias. No obstante, la idea es todavía una creencia acerca de la realidad, y de esta manera habrá golfos en su experiencia que ignora.

En el exterior, la situación se verá muy ventajosa, y mientras la persona parece bastante contenta, por debajo estará el inquietante conocimiento de que algo está incompleto. En la superficie, habrá equilibrio.

Así que a medida que tus creencias cambian, habrá alteraciones en tu experiencia y comportamiento, y puntos de estrés, estrés creativo, mientras estás aprendiendo. Nuestro hombre rico antes mencionado puede repentinamente darse cuenta que su creencia es limitante y que se concentró en ella exclusivamente, de tal manera que el dinero y la salud se convirtieron en su único objetivo. La creencia rota puede dejarlo abierto a la enfermedad, la que parecería una experiencia negativa. Sin embargo, a través de la enfermedad puede ser conducido a áreas de percepción que antes había negado, y puede ser enriquecido de esa manera en particular.

El cambio de la creencia puede entonces abrirlo a cuestionarse sus otras creencias, y darse cuenta que en el área de la riqueza, por ejemplo, lo hizo muy bien, como resultado de sus creencias; pero en aquellas otras áreas, quizá experiencias más profundas abiertas por su enfermedad, aprende que la experiencia humana incluye dimensiones de realidad que antes habían estado cerradas para él, y que éstas están también a su alcance, sin la enfermedad que las expuso. Un nuevo conglomerado de creencias podría surgir. Mientras tanto había estrés, pero era un estrés creativo.

Aquí está otro ejemplo. Tus pensamientos conscientes regulan tu salud. La idea persistente de enfermedad hará que te enfermes. Mientras crees que te enfermas por causa de los virus, las infecciones o los accidentes, debes acudir a los médicos, que operan dentro de ese sistema de creencias. Y por lo que crees en sus curaciones, esperanzadamente serás aliviado de tu dificultad.

Por lo que no comprendes que tus pensamientos crean la enfermedad, continuarás padeciéndola, sin embargo, y nuevos síntomas aparecerán. Nuevamente regresarás al médico. Cuando estás en el proceso de cambiar tus creencias, cuando estás empezando a darte cuenta que tus pensamientos y sentimientos causan la enfermedad, por un tiempo puedes no saber que hacer.

En un contexto más grande, te das cuenta que el médico puede darte a lo mejor un alivio temporal, pero puedes no estar completamente convencido todavía de tu propia habilidad para cambiar tus pensamientos; o puedes estar tan intimidado por su efectividad que te asustas. Así que hay un periodo de estrés entre las creencias, por así decirlo, mientras prescindes de un grupo de ellas y estás aprendiendo a utilizar otro.

Aquí te involucras con uno de los aspectos más significativos de la naturaleza de la realidad personal, a medida que confrontas tus pensamientos contra lo que parecen ser. Puede haber un tiempo antes de aprender como cambiar tus pensamientos efectivamente, pero estás empeñado en un esfuerzo significativo básico.

La verdad es que tú formas tu realidad directamente. Reaccionas conscientemente e inconscientemente a tus creencias. Recoges del universo físico y del universo interior, información que parece correlacionarse con tus creencias.

Cree entonces que eres un ser ilimitado por naturaleza, nacido en la carne para materializar lo mejor que puedes la gran alegría y espontaneidad de tu naturaleza.

viernes, 22 de mayo de 2009

Sugestión, Telepatía y Agrupación de Creencias 2

Reaccionarás a toda la información que recibes de acuerdo con tus creencias conscientes en relación con la naturaleza de la realidad. Las partes más profundas del ser no tienen que tomar en consideración la idea que tiene el ego sobre el tiempo, de tal manera que estas partes del ser también tienen que ver con la información que ordinariamente escaparía a la percepción del ego, tal vez hasta que se haya alcanzado cierto “punto” del tiempo del ego.

El ego, que debe manipular más directamente con el mundo de todos los días, toma el tiempo, el tiempo del reloj, muy seriamente. Aun el ego se da cuenta, en algún grado, que el tiempo del reloj es una convención; pero no le gusta que tales convenciones se rompan.

Con frecuencia olvida cualquier material clarividente o precognitivo que le llega a la mente consciente desde las partes más profundas del ser. En ocasiones, cuando el ego reconoce que tal información puede ser muy práctica, se vuelve más liberal en su reconocimiento de ella, pero solamente cuando tal información se ajusta a sus conceptos de lo que es posible y no posible.

Los conceptos del ego son tus conceptos, ya que el ego es una parte tuya. Si persistes en ideas de peligro, o desastre potencial, si concibes el mundo principalmente en términos de tu supervivencia física y consideras que todas esas circunstancia deben funcionar en contra de él, entonces tú mismo te puedes encontrar súbitamente enterado de sueños precognitivos que predicen incidentes, o accidentes, terremotos, robos o asesinatos.

Tu propia idea de la naturaleza peligrosa de la existencia se vuelve tan fuerte que el ego permite que esta información surja, aunque está “fuera del tiempo”, porque tus creencias sobre el miedo lo convencen de que debes estar en guardia. Los incidentes aun no tienen porque involucrarte. De toda la información telepática y clarividente inconsciente disponible, solo te enteras de este grupo en particular, y solo servirá para reforzar tu idea de que la existencia es, por encima de todo, peligrosa.

Si esta información se vuelve disponible en el estado del sueño, puedes decir, “Estoy temeroso de los sueños. Mis malos sueños a menudo se vuelven verdad”. De esta manera intentas inhibir la memoria de tus sueños. Debes en cambio examinar tus creencias conscientes, ya que ellas son tan fuertes que estén causando, no solo que te enfoques en la calamidad en el mundo físico, sino que utilices tus habilidades internas para el mismo fin.

La comunicación telepática es constante. Esto está usualmente a nivel inconsciente, porque tu mente consciente está en un estado de llegar a ser. Ella no puede mantener toda la información que posees. Como ejemplo, si tus ideas conscientes son relativamente positivas, reaccionarás a información telepáticamente recibida de naturaleza similar, aun si lo haces a un nivel inconsciente.

Como lo mencionamos antes, tú también estás enviando tus propios pensamientos telepáticos al exterior. Otros reaccionarán a ellos, de acuerdo con sus propias ideas de la realidad. Una familia puede reforzar constantemente su alegría, gozo y espontaneidad, concentrándose en ideas de vitalidad, fortaleza y creatividad; o permitir que la mitad de su energía se escape reforzando resentimientos, rabias o pensamientos de duda y fracaso.

De cualquier manera, las ideas de la realidad son reforzadas conscientemente e inconscientemente, no solo dentro de la familia, sino entre todos aquellos con los que la familia se contacta.

Consigues aquello en lo que te concentras. No hay otra norma principal. Puede ser fácil para ti ver creencias que son invisibles para otros en ellos mismos. Leyendo estas notas, puedes estar en capacidad de señalar amigos o conocidos y ver claramente que sus ideas son creencias invisibles que limitan su experiencia; y sin embargo, estar ciego para tus propias creencias invisibles, las que tomas fácilmente como la verdad, o como características de la realidad.

Tu información sensorial reforzará tus ideas lo más categóricamente. También reaccionarás clarividentemente y telepáticamente a información interior, a un nivel inconsciente, información que es “colectada” bajo la organización de tus muy conscientes conceptos relacionados con la existencia en general, y con la tuya en particular. Así que estás bloqueado en situaciones físicas que son corroboradas por la gran evidencia de la información sensorial, y que por supuesto es convincente, porque refleja tan hermosamente, tan creativamente y tan activamente, tus propias ideas y creencias, bien sean ellas positivas o negativas.

En términos más grandes, positivo y negativo tienen poco significado, ya que la experiencia física se entiende como una experiencia de aprendizaje. No obstante, si eres infeliz, entonces la palabra negativo tiene un significado.

martes, 19 de mayo de 2009

Sugestión, Telepatía y Agrupación de Creencias 1

Las ideas tienen una realidad electromagnética. Las creencias son fuertes ideas acerca de la naturaleza de la realidad. Las ideas generan emoción. Lo semejante atrae lo semejante, así que ideas similares se agrupan una alrededor de la otra, y aceptas aquellas que se ajustan a tu particular “sistema” de ideas.

El ego intenta mantener un punto claro de enfoque, de estabilidad, de tal manera que pueda dirigir la luz de la mente consciente con alguna precisión y concentrar su enfoque en áreas de realidad que parecen permanentes. Como lo mencionamos, mientras el ego sea una parte del ser total, puede definirse como una “estructura” psicológica, compuesta de características pertenecientes a la personalidad como un todo, organizado conjuntamente para formar una superficie de identidad.

Ahora hablando en términos generales, a través del periodo de una vida, esto permite el surgimiento de muchas tendencias y habilidades. Permite que surjan muchos más potenciales de los que serian posibles de otra manera. Si este no fuera el caso, por ejemplo, tus intereses a través de la vida no cambiarían.

Mientras parece ser permanente, el ego siempre cambia, a medida que se adapta a nuevas características del ser total, y permite que otras retrocedan. De otra manera, no respondería a las necesidades y deseos de la personalidad total.

Por lo que está conectado con otras partes del ser, no se siente básicamente alienado o solitario, sino que orgullosamente actúa como el director del enfoque de la mente consciente. Es un aditamento de la mente consciente en ese aspecto.

Comprende básicamente su fuente y su naturaleza. Es la parte de la mente que mira hacia la realidad física y la inspecciona, en relación con aquellas características de las que está conformado en un tiempo dado. Hace sus ajustes de acuerdo con su propia idea de sí mismo.

Es la parte más orientada físicamente de tu ser interior; pero sin embargo no está separado de tu ser interior. Se sienta en el umbral de la ventana, por así decirlo, entre tú y el mundo exterior. También puede mirar en las dos direcciones. Hace juicios acerca de la naturaleza de la realidad, en relación con sus necesidades y tus necesidades. Acepta o no acepta creencias. No puede excluir información de tu mente consciente, sin embargo, pero puede rehusarse a ponerle atención.

Esto no quiere decir que la información se vuelva inconsciente. Ella sencillamente es tirada en un rincón de tu mente, sin asimilarla, y sin organizarla dentro del paquete de creencias sobre las cuales te estás concentrando actualmente. La información está allí, si quieres buscarla.

Ella no es invisible, ni tienes que saber exactamente que es lo que estás buscando, lo que por supuesto haría la situación casi que imposible. Todo lo que tienes que hacer es decidirte a examinar el contenido de tu mente consciente, dándote cuenta que ella contiene tesoros que has pasado por alto.

Otra manera de hacer esto es reconocer por medio del examen que los efectos físicos que encuentras existen como información en tu mente consciente, y entonces la información que anteriormente parecía no estar disponible, será obvia. Las ideas aparentemente invisibles que causan tus dificultades, tienen obvios efectos físicos bastante visibles, y estos te conducirán automáticamente al área consciente en la cual residen las creencias o ideas iniciales.

Una vez más, si te enteras de tus propios pensamientos conscientes, ellos mismos te darán indicaciones, ya que expresan claramente tus creencias. Si, por ejemplo, tienes escasamente el dinero suficiente para vivir, y examinas tus pensamientos, te puedes encontrar pensando constantemente, “Nunca puedo pagar esta cuenta, nunca tengo suerte, siempre seré pobre”. O te encontrarás envidiando a aquellos que tienen más, degradando el valor del dinero quizás, y diciendo que aquellos que lo tienen son infelices, o a lo mejor espiritualmente pobres.

Cuando encuentres en ti mismo estos pensamientos puedes decir, y más bien de manera indignante: “Pero esas cosas son todas verdad. Soy pobre. No puedo pagar mis cuentas,” y así sucesivamente. Al hacerlo, aceptas tu creencia acerca de la realidad como una característica de la realidad misma, y de esta manera la creencia es transparente o invisible para ti. No obstante, ella causa tu experiencia física.

Debes cambiar la creencia. Te daré métodos que te permitirán hacerlo. Puedes seguir tus pensamientos en otra área, y encontrarte pensando que estás teniendo dificultades porque eres demasiado sensitivo. Al encontrar el pensamiento, puedes decir, “Pero es verdad, lo soy. Reacciono con gran emoción a las cosas pequeñas”. Sin embargo, esa es una creencia, y es una creencia limitante.

Si continuas siguiendo tus pensamientos, puedes encontrarte pensando, “Estoy orgulloso de mi sensitividad. Ella me coloca aparte de la multitud”, o, “Soy demasiado bueno para este mundo”. Estas son creencias limitantes. Ellas distorsionan la verdadera realidad, o tu verdadera realidad.

Estos no son más que pequeños ejemplos de las maneras en las que tus propias ideas conscientes pueden ser invisibles para ti, mientras están disponibles todo el tiempo, limitando tu experiencia.

Hemos estado hablando de la mente consciente, ya que ella es la directora de tus actividades físicamente. Te dije que era importante darse cuenta de la posición del ego como la parte más “exterior” del ser interior, no enajenada, sino mirando hacia la realidad física. Usando esta analogía, partes del ser en el otro lado de la mente consciente reciben información telepática constantemente. Recuerda, no hay divisiones, así que los términos usados son simplemente para hacer la discusión más fácil.

El ego trata de organizar el material que llega a la mente consciente, ya que los propósitos del ego son aquellos que han llegado a la superficie en un momento determinado en el encuentro total del ser con la realidad física. Como dije, el ego no puede guardar información por fuera de la mente consciente, pero puede rehusar enfocarse directamente sobre ella.

Utilizando nuestra analogía, la información telepática viene a través de las partes más profundas del ser. Estas partes tienen una capacidad tan asombrosa para recibir, que se necesita una organización para filtrar la información. Alguna información no es importante para ti. Se refiere a personas de quienes no tienes ningún otro conocimiento.

Tú eres un emisor y un receptor. Puesto que las ideas tienen una realidad electromagnética, las creencias, por su intensidad, irradian fuertemente. Debido a la estructura organizacional de tu propia naturaleza psicológica, las creencias similares se congregan, y aceptarás fácilmente aquellas con las cuales ya estás de acuerdo.

Las ideas limitantes por lo tanto te predisponen a aceptar otras de una naturaleza similar. Ideas exuberantes de libertad, espontaneidad y alegría, automáticamente recogen también otras de su tipo. Hay una interacción constante entre tú y otros en el intercambio de ideas, tanto telepáticamente como en un nivel consciente.

Este intercambio sigue tus creencias conscientes. En algunos círculos se acostumbra creer que tú reaccionas físicamente a mensajes recibidos telepáticamente, a pesar de tus creencias o ideas conscientes. Este no es el caso. Reaccionas solamente a aquellos mensajes telepáticos que están de acuerdo con tus ideas conscientes acerca de ti mismo y tu realidad.

Permíteme agregar que la mente consciente misma es espontánea. Goza jugando con su propio contenido, así que no estoy recomendando aquí un tipo de disciplina severa en la que te examinas en cada momento. Te estoy hablando sobre las contramedidas que puedes tomar en áreas en las cuales no estás satisfecho con tu experiencia.

sábado, 16 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 6

Me doy bastante cuenta que muchas de mis afirmaciones van a contradecir las creencias de aquellos que no aceptan la idea de que la mente consciente es relativamente impotente, y que las respuestas a los problemas yacen escondidas debajo.

Obviamente, la mente consciente es un fenómeno, no una cosa. Está siempre cambiando. Puede ser concentrada y dirigida por el ego, literalmente en infinitas direcciones. Puede visualizar la realidad exterior, o volverse al interior, observando sus propios contenidos.

Hay gradaciones y fluctuaciones dentro de su actividad. Es mucho más flexible de lo que tú le das crédito. El ego puede usar la mente consciente casi totalmente como una manera de percibir realidades externas o internas que coinciden con sus propias creencias. No es que ciertas respuestas no se encuentren abiertamente accesibles, por lo tanto, sino que con frecuencia tu mismo te has puesto en un curso de acción en el cual crees, y tu mismo no quieres abrirte a cualquier material que pueda contradecir tus creencias corrientes.

Si estás enfermo, por ejemplo, hay una razón. Para recuperarte completamente, sin adquirir nuevos síntomas, debes descubrir la razón. Puede disgustarte tu enfermedad, pero es un curso por el que te has decidido. Mientras estés convencido de que el curso es necesario, mantendrás los síntomas. Estos pueden ser el resultado de una creencia especifica, o ser causados por un complejo de creencias sostenidas conjuntamente.

Por supuesto que las creencias serán aceptadas por ti, no como creencias, sino como realidad. Una vez que comprendas que tú formas tu realidad, entonces debes empezar a examinar esas creencias, permitiendo que la mente consciente examine libremente sus propios contenidos.

Más tarde hablaré más específicamente acerca de la salud y la enfermedad. No obstante, me gustaría hacer un punto aquí: que con frecuencia el psicoanálisis es simplemente un juego de esconder y buscar, en el cual continúas renunciando a tu responsabilidad por tus acciones y realidad, y le asignas la causa básica a alguna área de la psique, oculta en el bosque oscuro del pasado. Entonces te das a ti mismo la tarea de encontrar este secreto. Al hacerlo, nunca piensas en buscarlo en la mente consciente, ya que estás convencido de que todas las respuestas profundas yacen mucho más abajo, y además, que tu conciencia, no solo es incapaz de ayudarte, sino que en cambio frecuentemente presenta camuflajes. Así juegas el juego.

Cuando te las arreglas para cambiar tus creencias en esa estructura auto engañosa, entonces cualquier oportuno evento “olvidado” del pasado será utilizado como un catalizador. Uno lo haría tan bien como otro.

Las creencias básicas, sin embargo, siempre estuvieron en tu mente consciente, y también las razones para tu comportamiento. Simplemente no habías examinado su contenido, con la realización de que tus creencias no eran necesariamente la realidad, sino tus concepciones de ella.

Al mismo tiempo, en el psicoanálisis a menudo eres programado para creer que el “inconsciente”, siendo la fuente de tales secretos oscuros, no se puede contar con él como un yacimiento de creatividad e inspiración, y así se te niega la ayuda que las partes internas del ser podrían darle a tu conciencia.

Usualmente, cuando examinas tu mente consciente, lo haces mirando a través de tus propias creencias estructuradas. El conocimiento de que tus creencias no son necesariamente la realidad, te permiten estar enterado de toda la información que está disponible para ti conscientemente. No te estoy diciendo que examines tus pensamientos tan frecuentemente y con tal vigor que estorbes tu propio camino, sino que no estarás plenamente consciente, a menos que estés enterado del contenido de tu mente consciente. También estoy enfatizando el hecho de que la mente consciente está equipada para recibir información del ser interior, como también del universo exterior.

No te estoy diciendo que inhibas pensamientos y sentimientos. Te estoy pidiendo que te enteres de aquellos que tienes. Date cuenta que ellos forman tu realidad. Concéntrate sobre aquellos que te dan los resultados que quieres.

Si encuentras todo esto difícil, puedes también examinar tu realidad física en todos sus aspectos. Date cuenta que tu experiencia y entorno físico es la materialización de tus creencias. Si encuentras una gran exhuberancia, salud, trabajo efectivo, abundancia, y sonrisas en las caras de aquellos que encuentras, puedes dar por sentado que tus creencias son benéficas. Si ves un mundo que es bueno, personas a quienes les agradas, da por sentado de nuevo que tus creencias son benéficas. Pero si encuentras una salud pobre, carencia de un trabajo significativo, carencia de abundancia, un mundo de tristeza y maldad, asume que tus creencias son defectuosas y empieza a examinarlas.

Más tarde discutiré la naturaleza de la realidad colectiva, pero por ahora estamos en los aspectos personales. El principal punto que quise establecer en estas notas es que tus creencias conscientes son extremadamente importantes, y que no estás a merced de eventos o causas que yacen muy por debajo de tu conocimiento.

miércoles, 13 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 5

La mente consciente es básicamente curiosa, abierta. Está también equipada para examinar sus propios contenidos. Por las teorías psicológicas del último siglo, mucha gente Occidental creyó que el primer propósito de la mente consciente era inhibir el material “inconsciente”.
En cambio, como lo hemos mencionado, también está indicada para recibir e interpretar información importante que le llega del ser interior. Si se le deja sola, ella hace esto muy bien. Recibe e interpreta impresiones. Lo que ha sucedido, sin embargo, es que el hombre le ha enseñado a aceptar solamente la información procedente del mundo exterior, y a establecer barreras contra el conocimiento interior.
Tal situación le niega al individuo su total fortaleza y lo desconecta, conscientemente, de fuentes importantes de su ser. Estas condiciones inhiben la expresión creativa en particular y le niegan al ser consciente las revelaciones e intuiciones que continuamente emergen, las que de otra manera no estarían disponibles.
El pensamiento y el sentimiento parecen entonces separados. La creatividad y el intelecto no se presentan como los hermanos que son, sino a menudo como extraños. La mente consciente pierde su agudeza. Deja por fuera de su experiencia el inmenso cuerpo de conocimiento interior que está disponible para ella. Divisiones ilusorias aparecen en el ser.
Si se le deja solo, el ser actúa espontáneamente como una unidad, pero como una unidad siempre cambiante. Escuchando las voces, tanto de adentro como de afuera, la mente consciente está en capacidad de formar creencias que están de acuerdo con el conocimiento del ser, tal como lo recibe de fuentes materiales y no materiales. Entonces el examen de las creencias tiene lugar al tiempo con otras actividades, de manera natural, fácil y sin esfuerzo. Una vez que la mente consciente ha aceptado una colección de creencias en conflicto, sin embargo, es necesario un intento definitivo de seleccionarlas.
Recuerda que aun las falsas creencias parecen justificarse en términos de la información física, puesto que tu experiencia en el mundo exterior es la materialización de esas creencias. Así debes trabajar con la materia prima de tus ideas, aun mientras tu información sensorial pueda decirte que una determinada creencia es obviamente una verdad. Para cambiar tu experiencia, o una parte de ella, debes entonces cambiar tus ideas. Puesto que has estado formando tu propia realidad todo el tiempo, los resultados seguirán naturalmente.
Debes estar convencido de que puedes alterar tus creencias. Debes estar deseoso de intentarlo. Considera una idea limitante como un color borroso y tu vida como una pintura multidimensional que está desfigurada. Cambias la idea, así como el artista lo haría con su paleta.
El artista no se identifica con los colores que utiliza. Sabe que los escoge y los aplica con una brocha. De la misma manera, así pintas tu realidad con tus ideas. Tú no eres tus ideas, ni aun tus pensamientos. Tú eres el ser que los experimenta. Si un pintor encuentra sus manos manchadas con pigmento al final del día, puede lavar la mancha fácilmente, sabiendo su naturaleza. Si piensas que pensamientos limitantes son una parte tuya, y por lo tanto están adheridos permanentemente, no pensarás en lavarlos. Te comportarías en cambio como un artista loco que dice, “Mis pinturas son una parte mía. Ellas han manchado mis dedos, y no hay nada que pueda hacer acerca de ello”.
No hay contradicción, aunque parezca haberla, entre estar espontáneamente enterado de tus pensamientos, y en examinarlos. No tienes que estar ciego para ser espontáneo. No estás siendo espontáneo cuando aceptas indiscriminadamente como propio, como un hecho, cada pedacito de información que te llega.
Muchas creencias se desprenderían automáticamente de manera inofensiva, si estuvieras siendo verdaderamente espontáneo. En cambio, con frecuencia las albergas.
Previas ideas limitantes, cuando son aceptadas, forman figurativamente un lecho restrictivo, reuniendo tal material de manera que tu mente se llena de desechos. Cuando eres espontáneo, aceptas la libre naturaleza de tu mente y ella espontáneamente toma decisiones en cuanto a la validez, o no-validez, de la información que recibe. Cuando te rehúsas a permitirle esta función, se vuelve desordenada.
Ningún árbol de manzanas produce violetas. Muy automáticamente sabe qué es, y cual es la estructura de su propia identidad y existencia. Tú tienes una mente consciente, pero ésta es solamente la parte “culminante” de tu mente. Mucho más de “ella” está disponible para ti. Mucho más de tu conocimiento puede ser consciente, por lo tanto. Pero una falsa creencia, una creencia limitante, es tan ambigua para tu naturaleza como cualquier idea del árbol de manzanas de que él era una planta de violetas.
El no podía producir violetas, ni podía ser un buen árbol de manzanas mientras trataba de hacerlo. La creencia errónea es aquella que no se ajusta a las condiciones básicas de tu ser interior. Así que si crees que estás a merced de los eventos físicos, entretienes una falsa creencia. Si sientes que tu experiencia actual fue establecida en circunstancias más allá de tu control, entretienes una falsa creencia.
Tuviste participación en el desarrollo del entorno de tu niñez. Tú escogiste las circunstancias. Esto no quiere decir que estás a merced de esas circunstancias. Quiere decir que estableciste retos para ser superados, estableciste metas para ser alcanzadas, estableciste estructuras de experiencia a través de las cuales podías desarrollar, comprender y realizar ciertas habilidades.
El poder creativo para formar tu propia experiencia está dentro de ti ahora, como lo ha estado desde el tiempo de tu nacimiento y desde antes. Puedes haber escogido un tema en particular para esta existencia, una cierta estructura de condiciones, pero dentro de ellas tienes la libertad para experimentar, crear y alterar las condiciones y los eventos.
Cada persona escoge por si misma los patrones individuales dentro de los cuales creará su realidad personal. Pero dentro de estos limites hay variedades infinitas de acciones y recursos ilimitados.
El ser interior está embarcado en este empeño excitante, en el cual aprende como traducir su realidad en términos físicos. La mente consciente está sintonizada brillantemente con la realidad física, y con frecuencia está tan deslumbrada por lo que percibe, que está tentada a pensar que el fenómeno físico es una causa, en lugar de un resultado. Las partes más profundas del ser siempre sirven para recordarle que ese no es el caso. Cuando la mente consciente acepta muchas falsas creencias, particularmente si ve al ser interior como un peligro, cierra estos recordatorios constantes. Cuando surge esta situación, la mente consciente se siente asaltada por una realidad que parece más grande que ella misma, sobre la cual no tiene control. El sentimiento profundo de seguridad, en el cual debería anclarse, se pierde.
La falsa creencia debe ser eliminada de tal manera que la mente consciente pueda enterarse de su fuente una vez más y pueda abrir los canales internos de esplendor y poder disponibles para ella.
El ego es una rama de la mente consciente, por así decirlo. La mente consciente es como una cámara gigante, con el ego dirigiendo la visión y el enfoque. Si se la deja sola, varias partes de la identidad surgen y forman el ego, se reagrupa y reforma, manteniendo al tiempo una espontaneidad maravillosa y aun una sensación de unidad.
El ego es tu idea de tu imagen física en relación con el mundo. Tu propia imagen no es inconsciente. Estás muy enterado de ella, aunque a menudo rechazas ciertos pensamientos acerca de ella y favoreces otros. Las falsas creencias pueden dar como resultado un ego rígido que insiste en utilizar la mente consciente en una dirección solamente, distorsionando sus percepciones.
Con frecuencia muy conscientemente decides esconder un pensamiento, o una idea, que podrían causar una alteración de tu comportamiento, ya que no parece ajustarse a las ideas limitantes que ya sostienes. Escucha tu propia cadena de pensamiento a medida que sigues tus días. ¿Qué sugestiones e ideas te estás dando a ti mismo? Comprende que ellas serán materializadas en tu experiencia personal.
Muchas ideas limitantes pasarán sin escrutinio bajo el disfraz de bondad. Puedes sentirte muy virtuoso, por ejemplo, odiando el mal, o lo que te parece que es el mal. Pero si te encuentras concentrándote en el odio, o en el mal, los estás creando. Si eres pobre, puedes sentirte muy justificado en tu condición financiera, mirando con desprecio aquellos que son ricos, diciéndote a ti mismo que el dinero es incorrecto, reforzando así la condición de pobreza. Si estás enfermo, te puedes encontrar apoyándote en la miseria de tu condición y envidiando amargamente a aquellos que son ricos, lamentando tu estado, y por consiguiente perpetuándolo a través de tus pensamientos.
Si te apoyas en limitaciones, entonces las encontrarás. Debes crear un nuevo cuadro en tu mente. Puede diferir del cuadro que tus sentidos físicos te pueden mostrar en un momento determinado, precisamente en aquellas áreas en donde los cambios se requieren.
El odio a la guerra no trae la paz, es otro ejemplo. Solamente el amor a la paz atraerá esas condiciones.

domingo, 10 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 4

Tus ideas y creencias forman la estructura de tu experiencia. Tus creencias, y las razones para ellas, pueden encontrarse en tu mente consciente. Si aceptas la idea de que las razones para tu comportamiento están sepultadas para siempre en el pasado de esta vida, o de cualquier otra, entonces no estarás en capacidad de alterar tu experiencia, hasta que cambies esa creencia. Estoy hablando ahora de una experiencia más o menos normal. Más tarde discutiré áreas más particulares, tales como las circunstancias en las que la enfermedad viene desde el nacimiento.
La realización de que tú formas tu propia realidad, debería ser liberadora. Tú eres responsable por tus éxitos y tus alegrías. Puedes cambiar aquellas áreas de tu vida con las que estás menos que satisfecho, pero debes tomar la responsabilidad por tu ser.
Tu espíritu mismo se unió con la carne, y dentro de la carne, para experimentar un mundo de increíble riqueza y para ayudar a crear una dimensión de realidad de colores y de forma. Tu espíritu nació en la carne para enriquecer un área maravillosa de sensación consciente y para sentir la energía convertida en forma corporal. Estás aquí para ayudar en la gran expansión de la conciencia. No estás aquí para llorar acerca de las miserias de la condición humana, sino para cambiarlas cuando no las encuentres de tu gusto, por medio de la alegría, la fortaleza y la vitalidad que está dentro de tí; para crear el espíritu tan fiel y hermosamente como puedas en la carne.
La mente consciente te permite mirar al exterior dentro del universo físico, y ver la reflexión de tu actividad espiritual, para percibir y evaluar tus creaciones individuales y conjuntas.
En una forma de decirlo, la mente consciente es una ventana a través de la cual miras al exterior – y mirando al exterior percibes los frutos de tu mente interior. Con frecuencia permites que falsas creencias enturbien esa gran visión. Tu alegría, tu vitalidad y tus logros no vienen desde el exterior hacia ti como el resultado de eventos que “te suceden”. Surgen de los eventos internos que son el resultado de tus creencias.
Mucho se ha escrito sobre la naturaleza e importancia de la sugestión. Una de las ideas en boga corrientes sostiene que tú estás constantemente a mereced de la sugestión. Tus propias creencias conscientes son las más importantes sugestiones que recibes. Todas las otras ideas son rechazadas o aceptadas, de acuerdo a si crees que son verdaderas o no, acorde con la permanente charla consciente que prosigue dentro de tu mente la mayor parte del día, que son sugestiones que te das a ti mismo.
Aceptarás la sugestión dada por otro, solamente si ella encaja con tus propias ideas acerca de la naturaleza de la realidad en general, y de tus conceptos acerca de ti mismo en particular.
Si utilizas tu mente consciente apropiadamente, entonces examinas aquellas creencias que te llegan. No las aceptas de grado o por fuerza. Si utilizas tu mente consciente apropiadamente, también estás enterado de ideas intuitivas que te llegan desde adentro. Estás solo medio consciente cuando no examinas la información que te llega desde afuera, y cuando ignoras la información que te llega desde adentro.
Muchas falsas creencias son por lo tanto aceptadas indiscriminadamente, porque no las has examinado. Le has dado al ser interior un cuadro defectuoso de la realidad. Puesto que es función de la mente consciente evaluar la experiencia física, el ser interior no ha estado en capacidad de hacer su trabajo apropiadamente. Si hubiera supuesto que las partes internas del ser tenían esa responsabilidad, entonces no necesitarías una mente consciente.
Cuando el ser interior es alertado, inmediatamente tratará de remediar la situación con una afluencia de medidas auto correctivas. En ocasiones, cuando la situación se sale de las manos, sobrepasará esas áreas restrictivas de la mente consciente y resolverá el problema lanzando energía hacia otros estratos de actividad.
Se las arreglará para pasar de largo los puntos ciegos en la mente racional, por ejemplo. Con frecuencia filtra, del aluvión de creencias en conflicto, el grupo en particular que es más vital y lo envía en lo que parece ser entonces una ráfaga de revelación. Tales revelaciones dan como resultado nuevos patrones que cambian el comportamiento.
Debes estar enterado del contenido de tu propia mente racional. Debes encontrar las ambigüedades. A pesar de la naturaleza de tus creencias, ellas en realidad son hechas carne y materia. El milagro de tu ser no puede escapar de sí mismo. Tus pensamientos florecen en eventos. Si piensas que el mundo es malo, te encontrarás con eventos que parecen malos. No hay accidentes en términos cósmicos, o en términos del mundo, tal como lo conoces. Tus creencias crecen en el espacio y el tiempo tan seguramente como lo hacen las flores. Cuando te das cuenta de esto, puedes aun sentir su crecimiento.

jueves, 7 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 3

Más tarde discutiré algunas de las razones para tus creencias, pero por ahora simplemente quiero que las reconozcas. Voy a enumerar algunas falsas creencias limitantes. Si estás de acuerdo con alguna de ellas, reconoce esto como un área en la cual debes trabajar personalmente.

La vida es un valle de tristezas.

El cuerpo es inferior. Como vehículo del alma está automáticamente degradado y manchado. Puedes sentir que la carne es inherentemente mala y perversa, que sus apetitos son malos. Los Cristianos pueden encontrar el cuerpo deplorable, pensando que el alma “descendió” dentro de él. “Descender” automáticamente significa el cambio desde una condición más alta o mejor, a una que es peor. Los seguidores de las religiones Orientales con frecuencia sienten su deber de negar la carne, de levantarse por encima de ella, por así decirlo, hacia un estado en donde nada se desea. Utilizando un vocabulario diferente, todavía creen que la experiencia terrenal no es deseable en sí misma.

Soy impotente ante circunstancias que no puedo controlar.

Soy impotente porque mi personalidad y mi carácter fueron formados en la infancia y estoy a merced de mi pasado.

Soy impotente porque estoy a merced de eventos de vidas pasadas en otras encarnaciones, sobre las cuales ahora no tengo control. Debo ser castigado, o me estoy castigando a mí mismo, por desconsideración con otros en vidas pasadas. Debo aceptar los aspectos negativos de mi vida por mi karma.

La gente es básicamente mala y sale para cogerme.

Tengo la verdad y nadie más la tiene. O, mi grupo tiene la verdad y ningún otro grupo la tiene.

Me volveré más frágil, más enfermo, y perderé mis poderes a medida que envejezco.

Mi existencia depende de mi experiencia en la carne. Cuando mi cuerpo muere, mi conciencia muere con él.

Esta fue una lista más bien general de falsas creencias. Ahora tenemos aquí una lista más específica de las creencias más íntimas, algunas de las cuales puedes tener personalmente acerca de ti mismo.

Soy enfermo y siempre lo he sido.

Hay algo malo con el dinero. La gente que lo tiene es codiciosa y menos espiritual que aquellos que son pobres. Son más infelices y esnob.

No soy creativo. No tengo imaginación.

Nunca puedo hacer lo que quiero hacer.

No le gusto a la gente.

Soy gordo.

Siempre tengo mala suerte.

Todas estas son creencias sostenidas por muchas personas. Aquellas que las tienen, las encontrarán en la experiencia. La información física siempre parece reforzar las creencias, pero las creencias forman la realidad. Vamos a intentar derrumbar tales conceptos limitantes.
Primero que todo, debes darte cuenta que nadie puede cambiar tus creencias por ti, ni ellas se te pueden imponer desde afuera. Tu puedes realmente cambiarlas por ti mismo, sin embargo, con conocimiento y aplicación.
Mira a tu alrededor. La totalidad de tu entorno físico es la materialización de tus creencias. Tu sensación de alegría, tristeza, salud o enfermedad, todo es causado por tus creencias. Si crees que una determinada situación puede hacerte infeliz, lo hará, y la infelicidad reforzará entonces la condición.
Dentro de ti esta la habilidad para cambiar tus ideas acerca de la realidad y acerca de ti mismo, de crear una experiencia personal viviente que sea enriquecedora para ti y para otros. Me gustaría que escribieras tus creencias acerca de ti mismo, a medida que te enteras de ellas. Más tarde puedes utilizar esta lista de una manera que ahora no sospechas. Tus creencias conscientes dirigen el funcionamiento de tu cuerpo. No lo contrario.
Tu ser interior adopta la mente físicamente consciente y físicamente enfocada como un método de permitirle la manipulación en el mundo que conoces. La mente consciente está particularmente equipada para dirigir la actividad exterior, para manejar la experiencia de vigilia y para supervisar el trabajo físico.
Sus creencias acerca de la naturaleza de la realidad le son dadas a las partes internas del ser. Estas confían principalmente en la interpretación que hace la mente consciente de la realidad temporal. La mente consciente establece las metas y el ser interior las logra, utilizando todas sus facilidades y energía inextinguible.
El gran valor de la mente consciente reside precisamente en su habilidad para tomar decisiones y establecer direcciones. Su papel es doble, sin embargo: está para evaluar las condiciones tanto internas como externas y para manejar la información que viene desde el mundo físico y desde las partes internas del ser. No es entonces un sistema cerrado.
Para ser humano se necesita sutil discriminación en el uso de tal conciencia. Muchas personas están temerosas de sus propios pensamientos. No los examinan. Aceptan las creencias de otros. Tales acciones, distorsionan la información, tanto de adentro como de afuera.
No hay un conflicto entre el ser intuitivo y la mente consciente. Solo parece haberlo cuando el individuo se rehúsa a afrontar toda la información que está disponible en su mente consciente. Algunas veces parece más fácil evitar los reajustes frecuentes en el comportamiento que el auto examen requiere. En tales casos, un individuo colecciona muchas creencias de segunda mano. Algunas se contradicen unas a otras. Las señales que se le dan al cuerpo y al ser interior no fluyen suavemente, o con claridad, sino que son una mezcla turbia de direcciones encontradas.
Esto disparará inmediatamente alarmas de varias naturalezas. El cuerpo no funcionará apropiadamente, o el total entorno emocional sufrirá. Tales reacciones son realmente excelentes precauciones que deben tomarse como signo de que se necesita el cambio.
Al mismo tiempo, el ser interior trasmitirá perspicacia e intuición a la mente consciente para clarificar su visión. Pero si crees que el ser interior es peligroso y que no se puede confiar en él, si estás temeroso de los sueños, o de cualquier otro material psíquico intrusivo, entonces niegas esta ayuda y te apartas de él. Si crees además que debes aceptar tus dificultades, esta sola creencia te puede impedir resolverlas.

martes, 5 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 2

Tus creencias son como vallas que te rodean. Primero debes reconocer la existencia de tales barreras. Debes verlas, o ni siquiera te darás cuenta que no eres libre, simplemente porque no verás más allá de las vallas. Ellas representarán los límites de tu experiencia.
No obstante, hay una creencia que destruye las barreras artificiales de la percepción, una creencia expansiva que automáticamente penetra las ideas falsas e inhibitorias:

El Ser No Está Limitado

Esta afirmación es la afirmación de un hecho. Existe, a pesar de tu creencia o no-creencia en ella. Enseguida de este concepto está otro:

No Hay Límites o Separaciones para el Ser

Aquellos que experimentas, son el resultado de falsas creencias. Siguiendo esto, está la idea que ya he mencionado:

Tú Creas Tu propia Realidad

Para comprenderte a ti mismo, y lo que eres, puedes aprender a experimentarte a ti mismo directamente, aparte de tus creencias acerca de ti. Lo que me gustaría que hicieras es que te sientes tranquilamente. Cierra tus ojos. Trata de sentir dentro de ti los tonos de sentimiento que mencioné antes. Esto no es difícil de hacer.
Tu conocimiento de su existencia te ayudará a reconocer sus ritmos profundos dentro de ti. Cada individuo sentirá estos tonos a su propia manera, así que no te preocupes acerca de cómo deberían sentirse. Simplemente te dices a ti mismo que ellos existen y que ellos están compuestos de las grandes energías de tu ser hechos carne.
Enseguida permítete a ti mismo experimentar. Si estás acostumbrado a términos como meditación, trata de olvidar el término durante este procedimiento. No utilices ningún nombre. Libérate de los conceptos y experimenta tu ser y el movimiento de tu propia vitalidad. No preguntes: “Esto es correcto? Lo estoy haciendo correctamente? Estoy sintiendo lo que debería sentir? Este es el primer ejercicio para ti. No estás para utilizar el criterio de otras personas. No hay estándares, sino tus propios sentimientos.
No se recomienda ningún límite de tiempo en particular. Esta debería ser una experiencia agradable. Acepta lo que suceda como únicamente tuyo. El ejercicio te pondrá en contacto contigo mismo. El te retornará a ti mismo. Cuando quiera que estés nervioso o preocupado, toma unos pocos momentos para sentir estos tonos de sentimiento dentro de ti, y te encontrarás a ti mismo centrado y seguro en tu propio ser.
Cuando hayas ensayado este ejercicio varias veces, siente enseguida estos profundos ritmos salir de ti en todas las direcciones, como de hecho lo hacen. Electromagnéticamente, ellos irradian a través de tu ser físico, y en maneras que espero explicar más tarde, ellos forman el entorno que conoces, aun así como ellos forman tu imagen física.
Te dije que el ser no está limitado, y sin embargo seguramente piensas que tu ser termina en donde tu piel encuentra el espacio, y que estás dentro de tu piel. Sin embargo, tu entorno es una extensión de ti mismo. Es el cuerpo de tu experiencia incorporado en forma física. El ser interior forma los objetos que conoces, tan segura y automáticamente como forma tus dedos o tus ojos.
Tu entorno es el cuadro físico de tus pensamientos, emociones y creencias, hecho visible. Puesto que tus pensamientos, emociones y creencias se mueven a través del espacio y del tiempo, tú por lo tanto afectas las condiciones físicas separadas de ti.
Considera la estructura espectacular de tu cuerpo apenas desde el punto de vista físico. Lo percibes como sólido, así como percibes toda la otra materia física. Sin embargo, entre más se explora la materia física, más obvio se vuelve que dentro de ella la energía toma una forma especifica (en forma de órganos, células, moléculas, átomos, electrones), cada uno menos físico que el último, cada uno combinándose en un gestalt misterioso para formar la materia.
Los átomos dentro de tu cuerpo giran. Hay una conmoción y actividad constantes. La carne que parece tan sólida, resulta estar compuesta de partículas que se mueven rápidamente, con frecuencia orbitando una a la otra, y en donde ocurren continuamente grandes intercambios de energía.
La sustancia, el espacio fuera de tu cuerpo, está compuesto de los mismos elementos, pero en diferentes proporciones. Hay un constante intercambio físico entre la estructura que llamas tu cuerpo y el espacio fuera de él. Hay interacciones químicas, intercambios básicos, sin los cuales la vida, tal como la conoces, sería imposible.
Retener tu aliento es morir. La respiración, que representa la más íntima y más necesaria de tus sensaciones físicas, debe fluir afuera de lo que eres, pasando hacia el mundo que parece no ser tú. Físicamente, partes de ti dejan tu cuerpo constantemente y se entremezclan con los elementos. Sabes lo que sucede cuando la adrenalina es liberada a través de la corriente sanguínea. Te agita y te prepara para la acción. Sin embargo, en otras formas, la adrenalina no permanece apenas en tu cuerpo. Es lanzada al aire y afecta la atmósfera, aunque es transformada.
Cualquiera de tus emociones libera hormonas, pero éstas también salen de ti, como tu aliento sale de ti, y en este aspecto puedes decir que liberas químicos en el aire, que enseguida lo afectan.
Las tormentas físicas son entonces causadas por tales interacciones. Te estoy diciendo una vez más que tú formas tu propia realidad, y esto incluye el clima físico, el cual es el resultado, en masa, de las reacciones individuales.
Seré mucho más específico sobre este punto en particular más adelante. Estás en la existencia física para aprender a comprender que tu propia energía, traducida a sentimientos, pensamientos y emociones, causa toda experiencia. No hay excepciones.
Una vez que has comprendido esto, solo tienes que aprender a examinar la naturaleza de tus creencias, ya que éstas automáticamente causarán que sientas y pienses en cierto modo. Tus emociones siguen a tus creencias. No lo contrario.
Me gustaría que reconocieras tus propias creencias en varias áreas. Debes darte cuenta que cualquier idea que aceptes como verdad, es una creencia que sostienes. Debes entonces tomar el siguiente paso y decir, “Ella no es necesariamente la verdad, aunque creo en ella”. Tengo la esperanza de que aprenderás a descartar todas las creencias que impliquen limitaciones básicas.



domingo, 3 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 1

Formas el tejido de tu experiencia por medio de tus propias creencias y expectativas. Estas ideas personales acerca de ti y de la naturaleza de la realidad afectarán tus pensamientos y emociones. Tomas como verdad tus creencias acerca de la realidad, y con frecuencia no las cuestionas. Ellas parecen explicarse por sí mismas. Aparecen en tu mente como afirmaciones de un hecho, demasiado obvias para examinarlas.
Por lo tanto, muy frecuentemente son aceptadas sin cuestionarlas. No se reconocen como creencias acerca de la realidad, sino que en cambio son consideradas como características de la realidad misma. Frecuentemente tales ideas aparecen como indisputables, como una parte tan tuya que no se te ocurre especular acerca de su validez. Ellas se convierten en asunciones invisibles, pero no obstante colorean y forman tu experiencia personal.
Algunas personas, por ejemplo, no cuestionan sus creencias religiosas, sino que las aceptan como un hecho. Otras encuentran comparativamente fácil reconocer tales asunciones internas cuando aparecen en un contexto religioso, pero son bastante ciegas hacia ellas en otras áreas.
Es mucho más simple reconocer tus propias creencias en relación con la religión, la política, o asuntos similares, de lo que es señalar tus más profundas creencias acerca de ti mismo, quien y que eres, particularmente en relación con tu propia vida.
Muchos individuos están completamente ciegos para sus propias creencias acerca de sí mismos y la naturaleza de la realidad. Tus propios pensamientos conscientes te darán excelentes indicios. Con frecuencia te encuentras rehusándote a aceptar ciertos pensamientos que llegan a tu mente, porque ellos están en conflicto con otras ideas usualmente aceptadas.
Tu mente consciente está siempre tratando de darte un cuadro claro, pero con frecuencia permites que ideas preconcebidas bloqueen esta inteligencia. Se acostumbra culpar al subconsciente por los problemas y dificultades de la personalidad, teniéndose la idea de que eventos anteriores, cargados y misteriosos, se alojan allí. Varias generaciones crecieron creyendo que las partes subconscientes de la personalidad no eran confiables, que estaban llenas de energía negativa y que contenían solo episodios desagradables encerrados, que era mejor olvidar.
Crecieron creyendo que la mente consciente era relativamente impotente y que la experiencia adulta era establecida en los días de la infancia. Estos conceptos mismos establecieron divisiones artificiales. La gente aprendió que no debería estar enterada del material “subconsciente”.
Las puertas del ser interior debían cerrarse apretadamente. Solamente un prolongado psicoanálisis podía o debía abrirlas. El individuo normal sintió que era mejor dejar solas esas áreas, de tal manera que cortando esas partes del ser, también se estaban estableciendo barreras contra la felicidad del ser espontáneo interior. La gente se sintió separada del núcleo de su propia realidad.
El concepto del pecado original fue uno muy pobre, limitado y distorsionado, pero por lo menos al tiempo con él iban procedimientos más bien sencillos. Por medio del bautismo podías ser salvado, o por medio de ciertas palabras, o sacramentos, o rituales, se podía encontrar la redención.
La idea de un subconsciente manchado no le dejo al hombre una salida relativamente fácil. Los pocos rituales posibles requerían años de análisis, que solo los muy ricos tenían el privilegio de experimentar.
Más o menos al mismo tiempo, la idea de un subconsciente desagradable surgió tan fuertemente, que la idea del alma salió por la ventana. Por consiguiente, millones de personas creyeron en una realidad en la que eran privados de la idea del alma y agobiados con el concepto de un subconsciente no confiable, o definitivamente malo. Se vieron a sí mismos como vulnerables puntos solitarios de egos, montados peligrosamente y desprotegidos sobre olas tumultuosas de procesos involuntarios.
Casi al mismo tiempo, muchas personas inteligentes estaban dándose cuenta que las ideas sobre Dios de las religiones organizadas, y las del cielo y el infierno, eran distorsionadas e injustas y tenían el sabor de los cuentos de niños. Para estos individuos, no había lugar para buscar ayuda.
Bajo las circunstancias, mirar al interior podría parecer tontería, puesto que se les había enseñado que este “interior” contenía la fuente de sus problemas. Quienes no podían costearse la terapia, trataban más fuertemente de inhibir todos los mensajes del ser interior, ya que temían ser devorados por las salvajes emociones infantiles.
En primer lugar, no hay limitaciones o divisiones para el ser, aunque para la discusión una palabra como “ego” puede utilizarse aquí ya que comprendes lo que piensas que significa. Puedes en realidad depender de partes aparentemente inconscientes de ti mismo. Como verás más tarde, puedes llegar a estar más y más conscientemente enterado, trayendo a tu conciencia porciones cada vez más grandes de ti mismo.
Respiras, creces y llevas a cabo constantemente actividades multitudinarias, delicadas y precisas, sin estar conscientemente enterado como llevas a cabo tales manipulaciones. Vives, sin saber conscientemente como mantienes este milagro de comprensión física en el mundo de la carne y del tiempo.
Las partes aparentemente inconscientes de ti mismo extraen átomos y moléculas del aire para formar tu imagen. Tus labios se mueven y tu lengua expresa tu nombre. Pertenece el nombre a los átomos y moléculas dentro de tus labios y lengua? Los átomos y moléculas se mueven constantemente formándose en células, tejidos y órganos. ¿Cómo puede el nombre que la lengua expresa pertenecer a ellos?
Ellos no leen o escriben, y sin embargo expresan sílabas complicadas que comunican a otros seres como tú cualquier cosa, desde un simple sentimiento, hasta la más complicada información. ¿Cómo hacen esto?
Los átomos y moléculas de la lengua no conocen la sintaxis del lenguaje que hablan. Cuando empiezas una frase, no tienes la más mínima idea consciente de cómo la terminarás, y sin embargo das por sentado que las palabras tendrán sentido y lo que quieres decir fluirá sin esfuerzo.
Todo esto sucede porque las partes internas de tu ser operan espontáneamente, graciosamente y libremente. Todo esto ocurre porque tu ser interior cree en ti, aun cuando a menudo tú no crees en él. Estas partes inconscientes de tu ser operan asombrosamente bien, a pesar de las más grandes incomprensiones de tu parte de su naturaleza y función, y frente a las más poderosas interferencias por parte tuya, por causa de tus creencias.
Cada persona experimenta una realidad única, diferente a la de cualquier otro individuo. Esta realidad brota al exterior desde el panorama interior de pensamientos, sentimientos, expectativas y creencias. Si crees que el ser interior funciona en contra tuya, en lugar de hacerlo a favor tuyo, entonces estorbas su funcionamiento, o más bien lo obligas a comportarse de cierta manera por causa de tus creencias.
La mente consciente está para hacer juicios claros acerca de tu posición en la realidad física. Con frecuencia las falsas creencias le impiden hacerlo, ya que las ideas sostenidas por el ego nublarán su clara visión.

viernes, 1 de mayo de 2009

El Cuadro Viviente del Mundo 3

Los tonos de sentimiento impregnan tu ser. Ellos son la forma que toma tu espíritu cuando se combina con la carne. De ellos, de su núcleo, surge tu carne.
Todo lo que experimentas tiene conciencia y cada conciencia está dotada con su propio tono de sentimiento. Hay una gran cooperación involucrada en la formación de la tierra, como la conoces, y así las estructuras individuales vivientes del planeta se levantan desde el tono de sentimiento dentro de cada átomo o molécula.
Tu carne surge a tu alrededor en respuesta a estos acordes internos de tu ser, y los árboles, las rocas, los mares y las montañas brotan como el cuerpo de la tierra desde los profundos acordes internos de átomos y moléculas, que también son vivientes. Por la cooperación creativa que existe, el milagro de la materialización física se lleva a cabo tan suave y automáticamente, que conscientemente no te enteras de tu participación en ella.
El tono de sentimiento es entonces el movimiento y la fibra, la madera, la parte de tu energía dedicada a tu experiencia física. Ella fluye dentro de lo que eres como ser físico y te materializa en el mundo de las estaciones, del espacio, de la carne y del tiempo. Su fuente, sin embargo, es bastante independiente del mundo que conoces.
Una vez que aprendes a obtener el sentimiento de tu tono interior, te enteras de su poder, fortaleza y durabilidad, y puedes hasta cierto grado ir con él dentro de realidades de experiencia más profundas.
La increíble riqueza emocional y la variedad y esplendor de la experiencia física, es la reflexión material de este tono de sentimiento interior. Él impregna los eventos de tu vida, la orientación general interior y la calidad de la percepción. El llena e ilumina los aspectos individuales de tu vida y determina en gran medida el clima de persuasión subjetiva en el que habitas.
Es la esencia de ti mismo. Sus barridos son de rango amplio, sin embargo. No determinan, por ejemplo, eventos específicos. Pinta los colores en el gran “panorama” de tu experiencia. Es el sentimiento de ti mismo, inextinguible.
En otros términos, él representa la expresión de ti mismo en energía pura, desde la cual surge tu individualidad, la inconfundible identidad dada que nunca es duplicada.
Esta energía proviene del núcleo del SER, de Todo Lo Que Existe, y representa la fuente de inagotable vitalidad. Es el SER existiendo en ti. Como tal, toda la energía y poder del SER está enfocado y reflejado a través de ti en la dirección de tu existencia tridimensional.
Mientras tu tono de sentimiento es únicamente tuyo, todavía es expresado en cierto modo que es compartido por toda conciencia enfocada en la realidad física. Así, en esos términos, brotas de la tierra como todas las otras criaturas y estructuras naturales vivientes. Mientras eres físico, eres parte de la naturaleza y por lo tanto no estás separado de ella.
Los árboles y las rocas poseen su propia conciencia, y también comparten un gestalt de conciencia, incluso como las partes vivientes de tu cuerpo. Las células y órganos tienen su propio conocimiento y su propio gestalt. Así la raza del hombre también tiene su conciencia individual y un gestalt de conciencia, o conciencia colectiva, de los cuales individualmente estás difícilmente enterado.
La conciencia colectiva de la raza, en sus términos, posee una identidad. Tú eres una parte de esa identidad, mientras todavía eres único, individual e independiente. Estás confinado solamente hasta el grado en que has escogido la realidad física, y así tú mismo te has colocado dentro de su contexto de experiencia. Mientras eres físico, sigues leyes y asunciones físicas. Estas forman la estructura para la expresión corporal.
Dentro de esta estructura, tienes plena libertad para crear tu experiencia, tu vida personal en todos sus aspectos y el cuadro viviente del mundo. Tu vida personal, y hasta cierto grado tu viviente experiencia individual, ayudan a crear el mundo tal como es conocido en tu tiempo.
En estas notas estaré hablando acerca de tu propio mundo subjetivo y tu participación en la creación de eventos privados y compartidos. Es importante antes de continuar que te des cuenta que la conciencia está dentro de todos los fenómenos físicos, sin embargo. Es vital que te des cuenta de tu posición dentro de la naturaleza. La naturaleza es creada desde adentro. La vida personal que conoces, brota desde dentro de ti, y sin embargo es dada. Puesto que eres una parte del Ser, en cierto modo tú mismo te das la vida que está siendo vivida a través tuyo.
Tú creas tu propia realidad. No hay otra norma. Saber esto, es el secreto de la creatividad.
He hablado del “tú” y sin embargo esto no debe confundirse con el “tú” que a menudo piensas que eres, solo el ego, ya que el ego es solo una parte del “Tú”. Es aquella parte experta de tu personalidad que trata directamente con los contenidos de tu mente consciente y que tiene que ver más directamente con las partes materiales de tu experiencia.
El ego es una parte muy especializada de tu más grande identidad. Es la parte tuya que surge para tratar directamente con la vida que el “Tú” más grande esta viviendo. El ego puede sentirse cortado, solitario y asustado, sin embargo, si la mente consciente le permite huir con ella. El ego y la mente consciente no son la misma cosa. El ego está compuesto de varias partes de la personalidad, es una combinación de características, siempre cambiantes, que actúan de un modo unitario, es la parte de la personalidad que se entiende más directamente con el mundo.
La mente consciente es un excelente atributo de la percepción, es una función que pertenece a la comprensión interior, pero en este caso se vuelve al exterior, hacia el mundo de los eventos. A través de la mente consciente el alma mira al exterior. Si se la deja sola, ella percibe claramente.
En ciertos términos, el ego es el ojo a través del cual la mente consciente percibe, o es el enfoque a través del cual visualiza la realidad física. Pero la mente consciente cambia automáticamente su enfoque a lo largo de la vida. El ego siempre cambia, mientras parece ser el mismo. Es solamente cuando la mente consciente se vuelve rígida en su dirección, o cuando permite que el ego se haga cargo de algunas de sus funciones, que surgen dificultades. El ego entonces le permite a la mente consciente funcionar en ciertas direcciones y bloquea su conocimiento en otras.
Es así como desde tu más grande identidad formas la realidad que conoces. Es cosa tuya hacerlo con alegría y vigor, aclarando tu mente consciente de tal manera que el conocimiento profundo de tu más grande identidad pueda formar expresiones felices en el mundo de la carne.