Probabilidades, la Naturaleza del Bien y el Mal y el Simbolismo Religioso
También hay varios estados de conciencia en la vida de vigilia, sobre los cuales no te enfocas, y de los cuales usualmente no estás enterado. Cada estado conoce sus propias condiciones y está familiarizado con un tipo diferente de realidad.
“Tú” actualmente tienes una conciencia centrada una vez, en el sentido de que “tú” excluyes de tu experiencia estos otros estados de conciencia en los que otras partes de tu identidad total están íntimamente involucradas. Estos otros estados de conciencia crean sus propias realidades, como tú creas la tuya. Las realidades son, por consiguiente, subproductos de la conciencia misma. Si te pudieras enterar de ellas, podrían parecer como otros lugares para ti, más bien que reinos o campos de diferentes tipos de actividades. Si exploras dentro de estos reinos, estarás obligado a percibirlos con las asunciones básicas de tu propio sistema, traduciendo sentimientos de calidez y confort, por ejemplo, en imágenes de refugios o edificios cálidos, o los sentimientos de miedo en imágenes de demonios.
En ocasiones, aun en la vida de vigilia, una personalidad puede espontáneamente hacer el cambio y repentinamente encontrarse por un segundo, o quizás por unos pocos momentos, dentro de un reino como ese. Usualmente se produce una desorientación. Hay quienes hacen esto deliberadamente con entrenamiento, pero con frecuencia no se dan cuenta que están interpretando las experiencias que tienen con su conciencia “hogareña”.
Todo esto no es tan esotérico como podría parecer. Casi todo individuo ha tenido experiencias extrañas con la conciencia y sabe intuitivamente que su más grande experiencia no está limitada a la realidad física. La mayoría de los sueños son como tarjetas postales animadas que traes al volver de un viaje del que has regresado y que en gran parte has olvidado. Tu conciencia está orientada nuevamente hacia la realidad física. El sueño es un intento de traducir la profunda experiencia en formas reconocibles. Las imágenes dentro del sueño están también muy codificadas y son señales de eventos subyacentes que son indescifrables, básicamente.
Los Voceros te ayudan en la formación de los sueños, que en realidad son un tipo de producciones artísticas multidimensionales, sueños que existen en más de una realidad, con efectos que diseccionan las diferentes etapas de la conciencia, que son reales, en tus términos, para los vivos y los muertos y en las cuales pueden participar tanto los vivos como los muertos. Es por esta razón que las inspiraciones y las revelaciones son tan a menudo parte de la condición del sueño.
Separado del enfoque físico, estás en una mejor posición para escuchar a los Voceros, para traducir sus instrucciones, para practicar con la creación de imágenes y para ser guiado en los métodos de mantenimiento de la salud del cuerpo físico. En las áreas del sueño más protegidas, las barreras aparentes entre los muchos estratos de la realidad desaparecen. Por ejemplo, estás enterado de algunas realidades probables. Escoges cuales acciones probables quieres realizar en tu sistema. En el estado del sueño sigues las otras acciones probables. Esto lo haces individualmente, pero también lo haces colectivamente, a niveles nacionales o globales.
La conciencia, en diferentes niveles o estratos, percibe diferentes tipos de eventos. Con el fin de percibir algunos de estos, solo tienes que aprender a cambiar el enfoque de tu atención de un nivel al otro. Hay minúsculas alteraciones químicas y electromagnéticas que acompañan estos estratos de la conciencia y ciertos cambios físicos dentro del cuerpo mismo en la producción de hormonas y en la actividad pineal.
Usualmente te deslizas del estado de vigilia al del sueño, sin notar nunca las diferentes condiciones de la conciencia a través de las cuales has pasado y, sin embargo, hay varias. En primer lugar, por supuesto, con grados diferentes de espontaneidad, hay el cambio interior de la conciencia que la aleja de la información física y de las preocupaciones e inquietudes del día. Enseguida hay un nivel indiferenciado entre el estado de vigilia y el estado del sueño, en donde actúas como receptor pasivo, pero abierto, en el cual te llegan con mucha facilidad mensajes telepáticos y clarividentes.
Tu conciencia puede parecer flotar. Hay varias sensaciones físicas, algunas veces de volverse más grande, algunas veces de caerse. Ambas sensaciones son características de momentos en los que casi te sorprendes y casi llegas a enterarte de esta área indiferenciada, y entonces traduces algunas de sus experiencias a términos físicos. La sensación de agrandamiento, por ejemplo, es una interpretación física de la expansión psíquica. La sensación de caer es una interpretación de un repentino regreso de la conciencia al cuerpo.
Este periodo puede durar solo unos pocos momentos, media hora, o se puede regresar a él. Es un estado de conciencia amortiguador, sostenedor y expansivo. Las sugestiones dadas durante este tiempo son sumamente efectivas. Siguiendo este periodo, hay un estado activo de seudo adormecimiento que puede ocurrir, en el cual la mente se ocupa con las inquietudes físicas que han logrado aferrarse a través de las primeras dos etapas. Si éstas son demasiado vigorosas, el individuo puede despertarse. Este es un estado vívido e intenso, pero usualmente breve. Sigue otro estado indiferenciado, esta vez marcado muy definidamente por voces, conversaciones, o imágenes, a medida que la conciencia se sintoniza más firmemente con otras comunicaciones. Varias de éstas pueden competir por la atención del individuo. En este punto, el cuerpo está bastante tranquilo. El individuo puede seguir uno u otro de estos estímulos interiores a un nivel más profundo de conciencia y formar en sueños ligeros las comunicaciones que está recibiendo.
También hay varios estados de conciencia en la vida de vigilia, sobre los cuales no te enfocas, y de los cuales usualmente no estás enterado. Cada estado conoce sus propias condiciones y está familiarizado con un tipo diferente de realidad.
“Tú” actualmente tienes una conciencia centrada una vez, en el sentido de que “tú” excluyes de tu experiencia estos otros estados de conciencia en los que otras partes de tu identidad total están íntimamente involucradas. Estos otros estados de conciencia crean sus propias realidades, como tú creas la tuya. Las realidades son, por consiguiente, subproductos de la conciencia misma. Si te pudieras enterar de ellas, podrían parecer como otros lugares para ti, más bien que reinos o campos de diferentes tipos de actividades. Si exploras dentro de estos reinos, estarás obligado a percibirlos con las asunciones básicas de tu propio sistema, traduciendo sentimientos de calidez y confort, por ejemplo, en imágenes de refugios o edificios cálidos, o los sentimientos de miedo en imágenes de demonios.
En ocasiones, aun en la vida de vigilia, una personalidad puede espontáneamente hacer el cambio y repentinamente encontrarse por un segundo, o quizás por unos pocos momentos, dentro de un reino como ese. Usualmente se produce una desorientación. Hay quienes hacen esto deliberadamente con entrenamiento, pero con frecuencia no se dan cuenta que están interpretando las experiencias que tienen con su conciencia “hogareña”.
Todo esto no es tan esotérico como podría parecer. Casi todo individuo ha tenido experiencias extrañas con la conciencia y sabe intuitivamente que su más grande experiencia no está limitada a la realidad física. La mayoría de los sueños son como tarjetas postales animadas que traes al volver de un viaje del que has regresado y que en gran parte has olvidado. Tu conciencia está orientada nuevamente hacia la realidad física. El sueño es un intento de traducir la profunda experiencia en formas reconocibles. Las imágenes dentro del sueño están también muy codificadas y son señales de eventos subyacentes que son indescifrables, básicamente.
Los Voceros te ayudan en la formación de los sueños, que en realidad son un tipo de producciones artísticas multidimensionales, sueños que existen en más de una realidad, con efectos que diseccionan las diferentes etapas de la conciencia, que son reales, en tus términos, para los vivos y los muertos y en las cuales pueden participar tanto los vivos como los muertos. Es por esta razón que las inspiraciones y las revelaciones son tan a menudo parte de la condición del sueño.
Separado del enfoque físico, estás en una mejor posición para escuchar a los Voceros, para traducir sus instrucciones, para practicar con la creación de imágenes y para ser guiado en los métodos de mantenimiento de la salud del cuerpo físico. En las áreas del sueño más protegidas, las barreras aparentes entre los muchos estratos de la realidad desaparecen. Por ejemplo, estás enterado de algunas realidades probables. Escoges cuales acciones probables quieres realizar en tu sistema. En el estado del sueño sigues las otras acciones probables. Esto lo haces individualmente, pero también lo haces colectivamente, a niveles nacionales o globales.
La conciencia, en diferentes niveles o estratos, percibe diferentes tipos de eventos. Con el fin de percibir algunos de estos, solo tienes que aprender a cambiar el enfoque de tu atención de un nivel al otro. Hay minúsculas alteraciones químicas y electromagnéticas que acompañan estos estratos de la conciencia y ciertos cambios físicos dentro del cuerpo mismo en la producción de hormonas y en la actividad pineal.
Usualmente te deslizas del estado de vigilia al del sueño, sin notar nunca las diferentes condiciones de la conciencia a través de las cuales has pasado y, sin embargo, hay varias. En primer lugar, por supuesto, con grados diferentes de espontaneidad, hay el cambio interior de la conciencia que la aleja de la información física y de las preocupaciones e inquietudes del día. Enseguida hay un nivel indiferenciado entre el estado de vigilia y el estado del sueño, en donde actúas como receptor pasivo, pero abierto, en el cual te llegan con mucha facilidad mensajes telepáticos y clarividentes.
Tu conciencia puede parecer flotar. Hay varias sensaciones físicas, algunas veces de volverse más grande, algunas veces de caerse. Ambas sensaciones son características de momentos en los que casi te sorprendes y casi llegas a enterarte de esta área indiferenciada, y entonces traduces algunas de sus experiencias a términos físicos. La sensación de agrandamiento, por ejemplo, es una interpretación física de la expansión psíquica. La sensación de caer es una interpretación de un repentino regreso de la conciencia al cuerpo.
Este periodo puede durar solo unos pocos momentos, media hora, o se puede regresar a él. Es un estado de conciencia amortiguador, sostenedor y expansivo. Las sugestiones dadas durante este tiempo son sumamente efectivas. Siguiendo este periodo, hay un estado activo de seudo adormecimiento que puede ocurrir, en el cual la mente se ocupa con las inquietudes físicas que han logrado aferrarse a través de las primeras dos etapas. Si éstas son demasiado vigorosas, el individuo puede despertarse. Este es un estado vívido e intenso, pero usualmente breve. Sigue otro estado indiferenciado, esta vez marcado muy definidamente por voces, conversaciones, o imágenes, a medida que la conciencia se sintoniza más firmemente con otras comunicaciones. Varias de éstas pueden competir por la atención del individuo. En este punto, el cuerpo está bastante tranquilo. El individuo puede seguir uno u otro de estos estímulos interiores a un nivel más profundo de conciencia y formar en sueños ligeros las comunicaciones que está recibiendo.
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