El universo existe, pero toma la figura y la forma que tú reconoces solamente en tus propias percepciones. El movimiento de los planetas, de hecho su misma realidad percibida, existe en términos mucho más diferentes.
El universo está sembrado con varios tipos de conciencias. Algunas de estas aparecen para ti como planetas o estrellas, a medida que “invaden” tu campo de realidad. Como tales, parecen comportarse en cierto modo, tomar cierta forma, tener ciertos efectos. Tú y las estrellas son eventos simultáneos, cada uno consciente y enterado, pero en diferentes “escalas” de realidad - así como tu escala de conciencia es diferente de aquella de las violetas.
Con la percepción física la imagen toda encaja, por supuesto. Te das cuenta que alguien – algún observador interesado – visualizando la tierra desde otro planeta en otra galaxia, estaría viendo lo que piensas es el pasado de la tierra. Pero como lo señalé, “él” podría también estar viendo el futuro de la tierra, de acuerdo con “su” punto de vista. Esto de ninguna manera alteraría tu realidad. Las posiciones de las estrellas y los planetas, sin embargo, y tu esquema del tiempo, no pueden depender de dar una indicación de efectos “causales.” La personalidad simplemente existe en términos más grandes.
Utilizando la astrología convencional, encontrarás ciertas correlaciones, porque están ocurriendo particulares eventos, que de hecho están interrelacionados. Sin embargo, muchos individuos no descubrirán semblanzas de ellos mismos en las cartas de astrología, simplemente porque sus probabilidades escogidas son, hablando cualitativamente, tan diferentes de la “norma.”
Cuando la astrología funciona, funciona porque el astrólogo está utilizando sus creativas habilidades psíquicas, y proyectando enseguida ese conocimiento hacia un patrón que es por si mismo demasiado pequeño para contenerlo. La carta entonces simplemente se convierte en una ayuda.
Comprendo que algo de esto será difícil de seguir. El único otro recurso, sin embargo, es repetir mitos y cuentos que has superado. Las estrellas y los planetas simplemente están en más de un lugar al tiempo. Admito que tu percepción de ellos los hace parecer siendo relativamente estables, y tu estas biológicamente sintonizado a esa percepción. Tu experiencia del tiempo y del movimiento, como sabes, es relativa, y en comparación con tus propias relativamente breves vidas, los planetas parecen perduran por periodos casi interminables. Este es tu punto de vista mientras lo contemplas desde tu plataforma.
Otras criaturas minúsculas bien podrían marcar porciones de sus vidas con tu ir y venir, e imaginar que tu posición a su nacimiento regulaba su actividad. Imagínalas haciendo cartas correlacionando sus vidas con la tuya. ¿Tienes el hábito de caminar por el piso? En otra escala del tiempo, ¿cuantos siglos podría parecer tomarle a tu sombra cruzar desde un lado del cuarto al otro? La analogía no es tan descabellada como puede parecer, ya que ciertamente tu sombra afectará la temperatura del cuarto minuciosamente, y alterará otras condiciones allí en formas que nunca comprenderías, con frecuencia causando variaciones gigantescas a una conciencia en otra escala.
Una hormiga imaginaria, una filosófica, podría sentarse y a su propia manera contemplar que tan a menudo caminas sobre el piso en un periodo que podría parecer como un año para ella. Podría tratar de calcular antes de tiempo tu próxima pasada, así que – ¡hormiga prudente! – ella podría correr “fuera del camino” a tiempo para evitar tus pasos.
Tu pisada ruidosa podría sacudir su pequeño hogar bajo ciertos entarimados, o en las grietas de en medio. Admito que estoy estirando nuestro cuento de la hormiga aquí, pero imagina adicionalmente que nuestra pequeña compañera se familiariza con todos los de una casa de apartamentos, aprendiendo a reconocer todos los pasos que van arriba y abajo de las escaleras. Nuestra filosofa se mantiene en contacto con otras hormigas, hasta que con el tiempo, con trabajo y paciencia, se hace una carta y se sacan cálculos. Una hormiga nacida a las tres de la tarde, cuando la Señorita X llega a la casa con su novio, está propensa a tener un tiempo difícil – ya que la pareja corre alrededor exuberantemente, sacudiendo todo el establecimiento, haciendo caer polvo en las grietas internas.
No estoy comparando los astrólogos con las hormigas. Estoy, no obstante, tratando de mostrarte que tú no estás regido por las estrellas – y que cuando te comportas como si lo estuvieras, estás entonces mostrando tan poca comprensión de tu verdadera posición como lo hizo nuestra hormiga. Eres pequeño en relación con las estrellas también, pero cuando buscas poner tu suerte en sus manos, hablando figurativamente, parece como si tuvieras poco control sobre tu propio destino.
Eres una conciencia en particulares puntos de experiencia, y en otros tipos de realidad centelleas como las estrellas.
El universo está sembrado con varios tipos de conciencias. Algunas de estas aparecen para ti como planetas o estrellas, a medida que “invaden” tu campo de realidad. Como tales, parecen comportarse en cierto modo, tomar cierta forma, tener ciertos efectos. Tú y las estrellas son eventos simultáneos, cada uno consciente y enterado, pero en diferentes “escalas” de realidad - así como tu escala de conciencia es diferente de aquella de las violetas.
Con la percepción física la imagen toda encaja, por supuesto. Te das cuenta que alguien – algún observador interesado – visualizando la tierra desde otro planeta en otra galaxia, estaría viendo lo que piensas es el pasado de la tierra. Pero como lo señalé, “él” podría también estar viendo el futuro de la tierra, de acuerdo con “su” punto de vista. Esto de ninguna manera alteraría tu realidad. Las posiciones de las estrellas y los planetas, sin embargo, y tu esquema del tiempo, no pueden depender de dar una indicación de efectos “causales.” La personalidad simplemente existe en términos más grandes.
Utilizando la astrología convencional, encontrarás ciertas correlaciones, porque están ocurriendo particulares eventos, que de hecho están interrelacionados. Sin embargo, muchos individuos no descubrirán semblanzas de ellos mismos en las cartas de astrología, simplemente porque sus probabilidades escogidas son, hablando cualitativamente, tan diferentes de la “norma.”
Cuando la astrología funciona, funciona porque el astrólogo está utilizando sus creativas habilidades psíquicas, y proyectando enseguida ese conocimiento hacia un patrón que es por si mismo demasiado pequeño para contenerlo. La carta entonces simplemente se convierte en una ayuda.
Comprendo que algo de esto será difícil de seguir. El único otro recurso, sin embargo, es repetir mitos y cuentos que has superado. Las estrellas y los planetas simplemente están en más de un lugar al tiempo. Admito que tu percepción de ellos los hace parecer siendo relativamente estables, y tu estas biológicamente sintonizado a esa percepción. Tu experiencia del tiempo y del movimiento, como sabes, es relativa, y en comparación con tus propias relativamente breves vidas, los planetas parecen perduran por periodos casi interminables. Este es tu punto de vista mientras lo contemplas desde tu plataforma.
Otras criaturas minúsculas bien podrían marcar porciones de sus vidas con tu ir y venir, e imaginar que tu posición a su nacimiento regulaba su actividad. Imagínalas haciendo cartas correlacionando sus vidas con la tuya. ¿Tienes el hábito de caminar por el piso? En otra escala del tiempo, ¿cuantos siglos podría parecer tomarle a tu sombra cruzar desde un lado del cuarto al otro? La analogía no es tan descabellada como puede parecer, ya que ciertamente tu sombra afectará la temperatura del cuarto minuciosamente, y alterará otras condiciones allí en formas que nunca comprenderías, con frecuencia causando variaciones gigantescas a una conciencia en otra escala.
Una hormiga imaginaria, una filosófica, podría sentarse y a su propia manera contemplar que tan a menudo caminas sobre el piso en un periodo que podría parecer como un año para ella. Podría tratar de calcular antes de tiempo tu próxima pasada, así que – ¡hormiga prudente! – ella podría correr “fuera del camino” a tiempo para evitar tus pasos.
Tu pisada ruidosa podría sacudir su pequeño hogar bajo ciertos entarimados, o en las grietas de en medio. Admito que estoy estirando nuestro cuento de la hormiga aquí, pero imagina adicionalmente que nuestra pequeña compañera se familiariza con todos los de una casa de apartamentos, aprendiendo a reconocer todos los pasos que van arriba y abajo de las escaleras. Nuestra filosofa se mantiene en contacto con otras hormigas, hasta que con el tiempo, con trabajo y paciencia, se hace una carta y se sacan cálculos. Una hormiga nacida a las tres de la tarde, cuando la Señorita X llega a la casa con su novio, está propensa a tener un tiempo difícil – ya que la pareja corre alrededor exuberantemente, sacudiendo todo el establecimiento, haciendo caer polvo en las grietas internas.
No estoy comparando los astrólogos con las hormigas. Estoy, no obstante, tratando de mostrarte que tú no estás regido por las estrellas – y que cuando te comportas como si lo estuvieras, estás entonces mostrando tan poca comprensión de tu verdadera posición como lo hizo nuestra hormiga. Eres pequeño en relación con las estrellas también, pero cuando buscas poner tu suerte en sus manos, hablando figurativamente, parece como si tuvieras poco control sobre tu propio destino.
Eres una conciencia en particulares puntos de experiencia, y en otros tipos de realidad centelleas como las estrellas.
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