Cuando piensas en términos convencionales de astrología, es como si estuvieras mirando la cubierta de un libro, no dándote cuenta que hay muchas páginas dentro de él.
La conciencia, estando activa dentro de todas las estructuras celulares, se activa ella misma antes de tiempo en cada caso, por así decirlo, para reaccionar a ciertas condiciones y no a otras. Muchos han nacido el mismo día de un determinado año, y generalmente dentro del mismo período de tiempo – pero individualmente la activación interior puede ser muy diferente, así que mientras las condiciones generales al nacer pueden parecer más o menos las mismas, las reacciones internas a ellas variarán ampliamente.
Algunas personas serán mucho más afectadas, y serán mucho más sensibles, a otras probabilidades – las que, por ejemplo, no se muestran en absoluto en las “cartas astrológicas.”
Esas cartas enfatizan una línea de probabilidades a expensas de las otras. Las interpretaciones basadas en las cartas tendrán entonces más sentido para quienes han escogido las mismas circunstancias probables de nacimiento – pero ellas no serán de valor para quienes nacieron al mismo tiempo, en tus términos, pero que siguen un orden diferente de probabilidades.
Así como las células operan con el conocimiento de las acciones probables y aun mantienen el cuerpo físico en tu sistema escogido, así mismo la psique, operando de la misma manera, “se siembra” ella misma en muchas probabilidades diferentes. En este caso específicamente, estoy hablando de otras probabilidades físicas – alternas, en otras palabras, del mundo tal como lo conoces. Aquellos vivos contigo, tus contemporáneos, no pertenecen todos al mismo sistema probable. Tú estás en un campo de encuentro en ese respecto, en donde los individuos de muchas realidades probables se mezclan y fusionan, acordando aceptar momentáneamente ciertas porciones del mismo entorno espacio-tiempo.
Por lo que te enfocas en las similitudes en la experiencia, y minimizas las variaciones, entonces a menudo las más grandes disimilitudes en la así llamada experiencia se te escapan completamente. Das por sentado que la memoria es imperfecta, si no estás de acuerdo con otra persona sobre los eventos que sucedieron en cierto lugar y tiempo – digamos aquellos recientemente experimentados en el pasado histórico. Das por sentado que las interpretaciones de los eventos cambian, pero que ocurrieron ciertos eventos definidos que están más allá de alteración. En cambio, los eventos mismos no son así de concretos. Tú aceptas un evento probable. Alguien puede en cambio experimentar una versión de ese evento, el cual se convierte entonces en la realidad sentida por ese individuo.
Estos eventos pueden ser en realidad bastante diferentes, y las interpretaciones distintas hacen bastante válidas las explicaciones de variaciones diferentes. En tus términos, un evento puede suceder en muchas formas diferentes.
Todo esto es teoría sutil, esotérica, pero difícilmente práctica – a menos que empieces a cuestionar la naturaleza de tus propios pensamientos, y empieces a explorar aquellos eventos que pareces encontrar.
De regreso a nuestras flores. Cualquier flor silvestre en nuestra plataforma de la montaña visualizará el valle abajo desde su propia perspectiva, y verá extenderse alrededor de él el entorno con el que está familiarizada. Hablando generalmente, las otras flores nacidas en la misma primavera morirán más o menos al mismo tiempo. El año siguiente las nuevas flores verán un paisaje ligeramente diferente, y sin embargo los patrones generales serán los mismos. Las violetas crecerán en donde antes había violetas. Las casas en el valle estarán en el mismo “lugar.” Si miraste el mismo paisaje un verano y enseguida el próximo, podrías decir: “¡Ha!, las violetas siempre crecen ahí, y es bueno ver los lirios del valle en la sombra de la misma roca.” Podrías darte cuenta que las flores que coges no son las mismas flores que cogiste el año pasado en el mismo sitio, pero la misma naturaleza de tu enfoque causaría que te concentraras en esas diferencias solamente cuando estuvieras forzado a hacerlo. De otra manera pensarías: “Violetas son violetas, y ellas siempre están aquí cada primavera.”
La inmensa inexplicable diferencia que existe en lo que a las flores se refiere es de nuevo algo más – ya que en esa escala las flores que tú coges son absolutamente ellas mismas en su propio mundo, desde el cual, hasta cierto punto, las has tomado.
Diferencias inimaginables se presentarían si esos ramilletes pudieran ver el mismo entorno del año anterior, y todas las minúsculas variaciones que ignoras serian gigantescas; suficientemente diferentes en realidad, de tal manera que a su nivel las flores podrían pensar que un tipo diferente de realidad estaba involucrado. Así que hay variaciones, y probabilidades altamente significativas, operando incluso entre aquellos nacidos generalmente en el mismo mes del mismo año – no solamente en términos de condiciones externas, sino de las internas.
La conciencia, estando activa dentro de todas las estructuras celulares, se activa ella misma antes de tiempo en cada caso, por así decirlo, para reaccionar a ciertas condiciones y no a otras. Muchos han nacido el mismo día de un determinado año, y generalmente dentro del mismo período de tiempo – pero individualmente la activación interior puede ser muy diferente, así que mientras las condiciones generales al nacer pueden parecer más o menos las mismas, las reacciones internas a ellas variarán ampliamente.
Algunas personas serán mucho más afectadas, y serán mucho más sensibles, a otras probabilidades – las que, por ejemplo, no se muestran en absoluto en las “cartas astrológicas.”
Esas cartas enfatizan una línea de probabilidades a expensas de las otras. Las interpretaciones basadas en las cartas tendrán entonces más sentido para quienes han escogido las mismas circunstancias probables de nacimiento – pero ellas no serán de valor para quienes nacieron al mismo tiempo, en tus términos, pero que siguen un orden diferente de probabilidades.
Así como las células operan con el conocimiento de las acciones probables y aun mantienen el cuerpo físico en tu sistema escogido, así mismo la psique, operando de la misma manera, “se siembra” ella misma en muchas probabilidades diferentes. En este caso específicamente, estoy hablando de otras probabilidades físicas – alternas, en otras palabras, del mundo tal como lo conoces. Aquellos vivos contigo, tus contemporáneos, no pertenecen todos al mismo sistema probable. Tú estás en un campo de encuentro en ese respecto, en donde los individuos de muchas realidades probables se mezclan y fusionan, acordando aceptar momentáneamente ciertas porciones del mismo entorno espacio-tiempo.
Por lo que te enfocas en las similitudes en la experiencia, y minimizas las variaciones, entonces a menudo las más grandes disimilitudes en la así llamada experiencia se te escapan completamente. Das por sentado que la memoria es imperfecta, si no estás de acuerdo con otra persona sobre los eventos que sucedieron en cierto lugar y tiempo – digamos aquellos recientemente experimentados en el pasado histórico. Das por sentado que las interpretaciones de los eventos cambian, pero que ocurrieron ciertos eventos definidos que están más allá de alteración. En cambio, los eventos mismos no son así de concretos. Tú aceptas un evento probable. Alguien puede en cambio experimentar una versión de ese evento, el cual se convierte entonces en la realidad sentida por ese individuo.
Estos eventos pueden ser en realidad bastante diferentes, y las interpretaciones distintas hacen bastante válidas las explicaciones de variaciones diferentes. En tus términos, un evento puede suceder en muchas formas diferentes.
Todo esto es teoría sutil, esotérica, pero difícilmente práctica – a menos que empieces a cuestionar la naturaleza de tus propios pensamientos, y empieces a explorar aquellos eventos que pareces encontrar.
De regreso a nuestras flores. Cualquier flor silvestre en nuestra plataforma de la montaña visualizará el valle abajo desde su propia perspectiva, y verá extenderse alrededor de él el entorno con el que está familiarizada. Hablando generalmente, las otras flores nacidas en la misma primavera morirán más o menos al mismo tiempo. El año siguiente las nuevas flores verán un paisaje ligeramente diferente, y sin embargo los patrones generales serán los mismos. Las violetas crecerán en donde antes había violetas. Las casas en el valle estarán en el mismo “lugar.” Si miraste el mismo paisaje un verano y enseguida el próximo, podrías decir: “¡Ha!, las violetas siempre crecen ahí, y es bueno ver los lirios del valle en la sombra de la misma roca.” Podrías darte cuenta que las flores que coges no son las mismas flores que cogiste el año pasado en el mismo sitio, pero la misma naturaleza de tu enfoque causaría que te concentraras en esas diferencias solamente cuando estuvieras forzado a hacerlo. De otra manera pensarías: “Violetas son violetas, y ellas siempre están aquí cada primavera.”
La inmensa inexplicable diferencia que existe en lo que a las flores se refiere es de nuevo algo más – ya que en esa escala las flores que tú coges son absolutamente ellas mismas en su propio mundo, desde el cual, hasta cierto punto, las has tomado.
Diferencias inimaginables se presentarían si esos ramilletes pudieran ver el mismo entorno del año anterior, y todas las minúsculas variaciones que ignoras serian gigantescas; suficientemente diferentes en realidad, de tal manera que a su nivel las flores podrían pensar que un tipo diferente de realidad estaba involucrado. Así que hay variaciones, y probabilidades altamente significativas, operando incluso entre aquellos nacidos generalmente en el mismo mes del mismo año – no solamente en términos de condiciones externas, sino de las internas.
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