Lo siguiente es difícil de explicar. Cada identidad tiene libre albedrío, y escoge su entorno como postura física en el espacio y el tiempo. Aquellos involucrados en un determinado siglo están trabajando en problemas y desafíos particulares. Las varias razas no “ocurren” simplemente, y las diversas culturas no aparecen apenas. El ser mayor “se divide” él mismo, materializándose en la carne como varios individuos, con trayectorias totalmente diferentes – y sin embargo cada uno está embarcado en el mismo tipo de desafío creativo.
El hombre negro es en alguna parte un hombre o una mujer blancos en tu tiempo. El hombre o la mujer blancos son en alguna parte negros. El opresor es en alguna parte el oprimido. El conquistador es en alguna parte el conquistado. El primitivo es en alguna parte sofisticado – y está, en tus términos, en alguna parte sobre la faz de la misma tierra en tu tiempo general. El asesino es en alguna parte la victima, y lo contrario – y de nuevo, en tus términos de espacio y tiempo.
Cada uno escogerá su propia estructura, de acuerdo con las intenciones de la conciencia de la que cada uno es una parte independiente. En tal forma son resueltos los desafíos y las oportunidades inherentes en un determinado “tiempo.”
Ustedes son contrapartes de ustedes mismos, pero como diría Ruburt, viviendo contrapartes “excéntricas,” cada una con sus propias habilidades. Así Joseph “era” Nebene, un hombre erudito, no aventurero, obsesionado con la copia de verdades antiguas, y temeroso de que la creatividad fuera un error; autoritario y exigente. Temía los encuentros sexuales y enseño a los niños romanos ricos.
Al mismo tiempo, en el mismo mundo y en el mismo siglo, Joseph fue un oficial Romano agresivo, aventurero y relativamente insensible, que tendría poca comprensión de manuscritos o registros – y quien sin embargo seguía la autoridad sin cuestionarla.
En tus términos, Joseph es ahora un hombre que cuestiona la autoridad, pasa sobre ella y la hace a un lado, desgarra las mismas ideas estructurales a las que “alguna vez” les presto servicio.
En términos más grandes, estas experiencias ocurren todas a la vez. La mujer negra seguía nada más que sus propios instintos. No quiero dar aquí muchos antecedentes, y por tanto robarle a nuestro Joseph los descubrimientos que el mismo hará – sin embargo, la mujer solo se inclinaba a la autoridad de sus propias emociones, y esas emociones automáticamente la ponían en conflicto con la política colonial Británica de la época.
El enfoque de identidad de Joseph es el suyo. El lo seguirá. El no era Nebene, o el oficial Romano o la mujer. Sin embargo, ellos son versiones de lo que él es, y él es una versión de lo que ellos “eran,” y a ciertos niveles cada uno está enterado de los otros. Hay interacción constante.
El soldado Romano sueña con la mujer negra, y con Joseph. Hay una reminiscencia que aparece incluso en el conocimiento de las células, y una cierta correspondencia. Hay conexiones entonces hasta donde concierne al recuerdo celular, y a los sueños. Ahora bien, el soldado Romano y Nebene y la mujer siguieron sus caminos separados después de la muerte. Ellos contribuyeron al mundo tal como existía, en esos términos, y enseguida siguieron sus propias líneas de desarrollo, en otra parte, en otras realidades. De esta manera, cada uno de ustedes existe en muchos tiempos y lugares, y versiones de ustedes mismos existen en el mundo y en el tiempo que ustedes reconocen. Así como eres parte de una especie física, así mismo eres parte de una especie de conciencia. Esa especie forma las razas de la humanidad que tú reconoces.
El hombre negro es en alguna parte un hombre o una mujer blancos en tu tiempo. El hombre o la mujer blancos son en alguna parte negros. El opresor es en alguna parte el oprimido. El conquistador es en alguna parte el conquistado. El primitivo es en alguna parte sofisticado – y está, en tus términos, en alguna parte sobre la faz de la misma tierra en tu tiempo general. El asesino es en alguna parte la victima, y lo contrario – y de nuevo, en tus términos de espacio y tiempo.
Cada uno escogerá su propia estructura, de acuerdo con las intenciones de la conciencia de la que cada uno es una parte independiente. En tal forma son resueltos los desafíos y las oportunidades inherentes en un determinado “tiempo.”
Ustedes son contrapartes de ustedes mismos, pero como diría Ruburt, viviendo contrapartes “excéntricas,” cada una con sus propias habilidades. Así Joseph “era” Nebene, un hombre erudito, no aventurero, obsesionado con la copia de verdades antiguas, y temeroso de que la creatividad fuera un error; autoritario y exigente. Temía los encuentros sexuales y enseño a los niños romanos ricos.
Al mismo tiempo, en el mismo mundo y en el mismo siglo, Joseph fue un oficial Romano agresivo, aventurero y relativamente insensible, que tendría poca comprensión de manuscritos o registros – y quien sin embargo seguía la autoridad sin cuestionarla.
En tus términos, Joseph es ahora un hombre que cuestiona la autoridad, pasa sobre ella y la hace a un lado, desgarra las mismas ideas estructurales a las que “alguna vez” les presto servicio.
En términos más grandes, estas experiencias ocurren todas a la vez. La mujer negra seguía nada más que sus propios instintos. No quiero dar aquí muchos antecedentes, y por tanto robarle a nuestro Joseph los descubrimientos que el mismo hará – sin embargo, la mujer solo se inclinaba a la autoridad de sus propias emociones, y esas emociones automáticamente la ponían en conflicto con la política colonial Británica de la época.
El enfoque de identidad de Joseph es el suyo. El lo seguirá. El no era Nebene, o el oficial Romano o la mujer. Sin embargo, ellos son versiones de lo que él es, y él es una versión de lo que ellos “eran,” y a ciertos niveles cada uno está enterado de los otros. Hay interacción constante.
El soldado Romano sueña con la mujer negra, y con Joseph. Hay una reminiscencia que aparece incluso en el conocimiento de las células, y una cierta correspondencia. Hay conexiones entonces hasta donde concierne al recuerdo celular, y a los sueños. Ahora bien, el soldado Romano y Nebene y la mujer siguieron sus caminos separados después de la muerte. Ellos contribuyeron al mundo tal como existía, en esos términos, y enseguida siguieron sus propias líneas de desarrollo, en otra parte, en otras realidades. De esta manera, cada uno de ustedes existe en muchos tiempos y lugares, y versiones de ustedes mismos existen en el mundo y en el tiempo que ustedes reconocen. Así como eres parte de una especie física, así mismo eres parte de una especie de conciencia. Esa especie forma las razas de la humanidad que tú reconoces.
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