Según las notas de Ruburt, cada sistema de realidad está de hecho rodeado por sus realidades probables, aunque cualquiera de esas “realidades probables” puede utilizarse como eje, o como realidad central; en tal caso, todas las otras serán vistas entonces como probables. En otras palabras, ciertamente la relatividad aplica aquí.
La firme realidad es una en la que el perceptor está enfocado. Desde ese punto de vista, todas las otras parecerían periféricas. Dando eso por sentado, sin embargo, cualquier sistema de realidad dado estará rodeado por sus grupos de probabilidad. Estos pueden concebirse como satélites. El tiempo y el espacio no necesitan estar conectados, sin embargo - es decir, las atracciones que existen entre una realidad y un determinado grupo de probabilidad puede no tener nada que ver con el tiempo y el espacio en absoluto. La probabilidad satélite más cercana a cualquier realidad dada puede, por ejemplo, estar en un universo totalmente diferente. A este respecto, puedes encontrar hermanos más o menos como ustedes mismos por fuera de tu propio universo – tal como lo concibes – en lugar de encontrarlos dentro de él. Imaginas tu universo como extendiéndose hacia el exterior en el espacio y atrás en el tiempo. Piensas de él como una manifestación exteriorizada, quizá expandiéndose, pero de una manera exterior en lugar de una interior.
Tu idea de viaje espacial, por ejemplo, es viajar sobre “la piel de tu universo.” No comprendes que tu sistema en realidad está expandiéndose dentro de si mismo, dando a luz nueva creatividad y energía.
Tu universo es solamente uno de muchos. Cada uno crea versiones probables de él mismo. Cuando viajas sobre la tierra, te mueves alrededor de la parte exterior de ella. Hasta el momento, tus ideas de viaje espacial implican ese tipo de navegación superficial. Los viajes de la tierra, sin embargo, se hacen con el reconocimiento de su naturaleza superficial. Cuando piensas en términos de viajar a otros planetas o a otras galaxias, sin embargo, el mismo tipo de viaje superficial está implicado. Lo más cercanamente que puedo explicarlo, en tus términos, es que tus conceptos de viaje espacial te tienen yendo alrededor del espacio en lugar de hacerlo directamente a través de él.
También estás visualizando tu sistema solar a través de tu propia perspectiva del tiempo, la cual es relativa. “Miras atrás en el tiempo,” dices, cuando miras hacia fuera al universo. Podrías también mirar hacia el futuro, por supuesto. Tus propias coordenadas te impiden reconocer que en realidad hay otras inteligencias vivas, incluso dentro de tu propio sistema solar. Nunca las encontrarás en tu realidad exterior, sin embargo, ya que no estás enfocado en el período de tiempo de su existencia. Puedes visitar físicamente “el mismo planeta” en el que ellas residen, pero para ti el planeta aparecerá árido, o no capacitado para soportar la vida.
De la misma manera, otros pueden visitar tu planeta con los mismos resultados. Hay entonces una gran dimensión interior total, incluso para el espacio que conoces, que no percibes. Hay seres inteligentes fuera de tu propia galaxia, “adyacentes” a ti. Teóricamente, puedes visitarlos con grandes mejoras en tu tecnología, pero estarían implicadas grandes cantidades de tiempo. Otros han visitado tu propio planeta en esa forma en particular. La tuya todavía es una tecnología lineal. Algunos seres inteligentes han visitado tu planeta, encontrando, no el mundo que conoces, sino uno probable. Siempre hay retroalimentaciones entre sistemas probables. Una especie dominante en uno puede aparecer como un rastro de especie extraña en otro. Diremos más acerca de esto y tu planeta más tarde en el libro. El más cercano equivalente a tu propio tipo de inteligencia y ser puede realmente encontrarse no siguiendo la piel exterior del espacio, sino yendo a través de él, por así decirlo.
Hay, nuevamente, coordenadas internas que tienen que ver con el comportamiento interno de los electrones. Si comprendieras éstas, entonces tal viaje podría ser relativamente instantáneo. Las coordenadas que te vinculan con otros que son más o menos de tu tipo tienen que ver con las intersecciones psíquicas y psicológicas que dan como resultado una estructura espacio-tiempo semejante.
Me gustaría dar aquí un ejemplo muy simple, evocativo de lo que quiero decir. El otro día Ruburt recibió una llamada telefónica de una mujer en California que estaba en dificultades. Ruburt prometió enviar energía sanadora. Al colgar, cerró sus ojos e imaginó energía siendo enviada desde una fuente universal a través de su propio cuerpo, y dirigida hacia la persona en necesidad. Cuando lo hizo, Ruburt vio mentalmente un rayo largo y denso extendiéndose directo al occidente desde un punto entre sus ojos. Llegó sin impedimento. Sintió que esta extensión estaba compuesta de energía, y parecía tan fuerte que una persona podía caminar sobre ella sin dificultad. Subjetivamente sintió que este rayo de energía alcanzó su destino. Y así lo hizo.
La energía fue casi instantáneamente trasmitida a través del continente desde un individuo específico hacia otro. Cuando estás tratando con ese tipo de energía, y particularmente cuando crees en ella, el espacio no importa. Se establecen conexiones emocionales y forman su propio grupo de coordenadas. El rayo de energía es tan fuerte y real como una viga de acero, aunque se mueve más rápido que un rayo de luz.
Si Ruburt hubiera intentado visitar la mujer por avión, habría tenido que seguir la curva de la tierra, pero, en esos términos, la energía fue a través en la forma “más directa.”
La comunicación psíquica y emocional atraviesa las coordenadas físicas. Ruburt estuvo momentáneamente aliada con la mujer.
Ahora bien, de la misma manera puedes aliarte y sintonizarte con otras probabilidades que no coinciden con tu eje espacio-tiempo. El universo exterior con sus galaxias – tal como lo comprendes, y en ese nivel de actividad – puede encontrarse en ciertas coordenadas rígidas de espacio-tiempo. Puedes visitar otros planetas solamente en tu presente. Tu presente puede ser el pasado o el futuro de los habitantes de un determinado planeta, hasta donde les concierne. Tus sentidos físicos solamente operarán en su presente y en tu presente.
El viaje espacial “efectivo,” el viaje espacial creativo por parte tuya, no ocurrirá hasta que no aprendas que tu sistema espacio-tiempo es un enfoque. De otra manera, te parecerá que visitas un mundo muerto tras otro, ciego a las civilizaciones que puedan existir en cualquiera de ellos. Algunas de estas dificultades pueden ser trascendidas si aprendes a comprender la milagrosa multidimensionalidad de incluso tu estructura física, y si le permites a tu conciencia una de sus más grandes libertades.
Hasta cierto punto, ustedes mismos se han cegado neurológicamente. Solo aceptas un cierto rango de impulsos neurológicos como “realidad.” Ustedes mismos se han prejuiciado biológicamente. La estructura física está enterada innatamente de muchas más versiones válidas de la realidad de lo que tú permites.
Teóricamente, un viajero espacial completamente educado, en tu tiempo, aterrizando sobre un planeta extraño, estaría en capacidad de ajustar su propia conciencia de tal manera que pudiera percibir el planeta en varias “secuencias” de tiempo. Si aterrizas en un planeta en una nave espacial y encuentras volcanes, podrías, quizás, darte cuenta que otras partes de ese planeta podrían mostrar caras diferentes. Tienes confianza en tu habilidad para moverte a través del espacio, así que podrías entonces explorar el terreno que no podías ver desde tu punto original de aterrizaje. Si no comprendiste el cambio en las cualidades del espacio, podrías imaginar que la totalidad del planeta era un volcán gigante.
No comprendes todavía, sin embargo, que en una forma puedes moverte a través del tiempo, así como te mueves a través del espacio – y hasta que comprendas eso, no sabrás el significado de un verdadero viaje, o no estarás en capacidad de explorar completamente algún planeta – cualquier realidad, incluyendo la tuya.
Imaginas que tu propia tierra está trazada en mapas, y que todas las fronteras son conocidas, pero los aspectos lineales de la vida de tu planeta representan la porción más minúscula de su realidad.
La firme realidad es una en la que el perceptor está enfocado. Desde ese punto de vista, todas las otras parecerían periféricas. Dando eso por sentado, sin embargo, cualquier sistema de realidad dado estará rodeado por sus grupos de probabilidad. Estos pueden concebirse como satélites. El tiempo y el espacio no necesitan estar conectados, sin embargo - es decir, las atracciones que existen entre una realidad y un determinado grupo de probabilidad puede no tener nada que ver con el tiempo y el espacio en absoluto. La probabilidad satélite más cercana a cualquier realidad dada puede, por ejemplo, estar en un universo totalmente diferente. A este respecto, puedes encontrar hermanos más o menos como ustedes mismos por fuera de tu propio universo – tal como lo concibes – en lugar de encontrarlos dentro de él. Imaginas tu universo como extendiéndose hacia el exterior en el espacio y atrás en el tiempo. Piensas de él como una manifestación exteriorizada, quizá expandiéndose, pero de una manera exterior en lugar de una interior.
Tu idea de viaje espacial, por ejemplo, es viajar sobre “la piel de tu universo.” No comprendes que tu sistema en realidad está expandiéndose dentro de si mismo, dando a luz nueva creatividad y energía.
Tu universo es solamente uno de muchos. Cada uno crea versiones probables de él mismo. Cuando viajas sobre la tierra, te mueves alrededor de la parte exterior de ella. Hasta el momento, tus ideas de viaje espacial implican ese tipo de navegación superficial. Los viajes de la tierra, sin embargo, se hacen con el reconocimiento de su naturaleza superficial. Cuando piensas en términos de viajar a otros planetas o a otras galaxias, sin embargo, el mismo tipo de viaje superficial está implicado. Lo más cercanamente que puedo explicarlo, en tus términos, es que tus conceptos de viaje espacial te tienen yendo alrededor del espacio en lugar de hacerlo directamente a través de él.
También estás visualizando tu sistema solar a través de tu propia perspectiva del tiempo, la cual es relativa. “Miras atrás en el tiempo,” dices, cuando miras hacia fuera al universo. Podrías también mirar hacia el futuro, por supuesto. Tus propias coordenadas te impiden reconocer que en realidad hay otras inteligencias vivas, incluso dentro de tu propio sistema solar. Nunca las encontrarás en tu realidad exterior, sin embargo, ya que no estás enfocado en el período de tiempo de su existencia. Puedes visitar físicamente “el mismo planeta” en el que ellas residen, pero para ti el planeta aparecerá árido, o no capacitado para soportar la vida.
De la misma manera, otros pueden visitar tu planeta con los mismos resultados. Hay entonces una gran dimensión interior total, incluso para el espacio que conoces, que no percibes. Hay seres inteligentes fuera de tu propia galaxia, “adyacentes” a ti. Teóricamente, puedes visitarlos con grandes mejoras en tu tecnología, pero estarían implicadas grandes cantidades de tiempo. Otros han visitado tu propio planeta en esa forma en particular. La tuya todavía es una tecnología lineal. Algunos seres inteligentes han visitado tu planeta, encontrando, no el mundo que conoces, sino uno probable. Siempre hay retroalimentaciones entre sistemas probables. Una especie dominante en uno puede aparecer como un rastro de especie extraña en otro. Diremos más acerca de esto y tu planeta más tarde en el libro. El más cercano equivalente a tu propio tipo de inteligencia y ser puede realmente encontrarse no siguiendo la piel exterior del espacio, sino yendo a través de él, por así decirlo.
Hay, nuevamente, coordenadas internas que tienen que ver con el comportamiento interno de los electrones. Si comprendieras éstas, entonces tal viaje podría ser relativamente instantáneo. Las coordenadas que te vinculan con otros que son más o menos de tu tipo tienen que ver con las intersecciones psíquicas y psicológicas que dan como resultado una estructura espacio-tiempo semejante.
Me gustaría dar aquí un ejemplo muy simple, evocativo de lo que quiero decir. El otro día Ruburt recibió una llamada telefónica de una mujer en California que estaba en dificultades. Ruburt prometió enviar energía sanadora. Al colgar, cerró sus ojos e imaginó energía siendo enviada desde una fuente universal a través de su propio cuerpo, y dirigida hacia la persona en necesidad. Cuando lo hizo, Ruburt vio mentalmente un rayo largo y denso extendiéndose directo al occidente desde un punto entre sus ojos. Llegó sin impedimento. Sintió que esta extensión estaba compuesta de energía, y parecía tan fuerte que una persona podía caminar sobre ella sin dificultad. Subjetivamente sintió que este rayo de energía alcanzó su destino. Y así lo hizo.
La energía fue casi instantáneamente trasmitida a través del continente desde un individuo específico hacia otro. Cuando estás tratando con ese tipo de energía, y particularmente cuando crees en ella, el espacio no importa. Se establecen conexiones emocionales y forman su propio grupo de coordenadas. El rayo de energía es tan fuerte y real como una viga de acero, aunque se mueve más rápido que un rayo de luz.
Si Ruburt hubiera intentado visitar la mujer por avión, habría tenido que seguir la curva de la tierra, pero, en esos términos, la energía fue a través en la forma “más directa.”
La comunicación psíquica y emocional atraviesa las coordenadas físicas. Ruburt estuvo momentáneamente aliada con la mujer.
Ahora bien, de la misma manera puedes aliarte y sintonizarte con otras probabilidades que no coinciden con tu eje espacio-tiempo. El universo exterior con sus galaxias – tal como lo comprendes, y en ese nivel de actividad – puede encontrarse en ciertas coordenadas rígidas de espacio-tiempo. Puedes visitar otros planetas solamente en tu presente. Tu presente puede ser el pasado o el futuro de los habitantes de un determinado planeta, hasta donde les concierne. Tus sentidos físicos solamente operarán en su presente y en tu presente.
El viaje espacial “efectivo,” el viaje espacial creativo por parte tuya, no ocurrirá hasta que no aprendas que tu sistema espacio-tiempo es un enfoque. De otra manera, te parecerá que visitas un mundo muerto tras otro, ciego a las civilizaciones que puedan existir en cualquiera de ellos. Algunas de estas dificultades pueden ser trascendidas si aprendes a comprender la milagrosa multidimensionalidad de incluso tu estructura física, y si le permites a tu conciencia una de sus más grandes libertades.
Hasta cierto punto, ustedes mismos se han cegado neurológicamente. Solo aceptas un cierto rango de impulsos neurológicos como “realidad.” Ustedes mismos se han prejuiciado biológicamente. La estructura física está enterada innatamente de muchas más versiones válidas de la realidad de lo que tú permites.
Teóricamente, un viajero espacial completamente educado, en tu tiempo, aterrizando sobre un planeta extraño, estaría en capacidad de ajustar su propia conciencia de tal manera que pudiera percibir el planeta en varias “secuencias” de tiempo. Si aterrizas en un planeta en una nave espacial y encuentras volcanes, podrías, quizás, darte cuenta que otras partes de ese planeta podrían mostrar caras diferentes. Tienes confianza en tu habilidad para moverte a través del espacio, así que podrías entonces explorar el terreno que no podías ver desde tu punto original de aterrizaje. Si no comprendiste el cambio en las cualidades del espacio, podrías imaginar que la totalidad del planeta era un volcán gigante.
No comprendes todavía, sin embargo, que en una forma puedes moverte a través del tiempo, así como te mueves a través del espacio – y hasta que comprendas eso, no sabrás el significado de un verdadero viaje, o no estarás en capacidad de explorar completamente algún planeta – cualquier realidad, incluyendo la tuya.
Imaginas que tu propia tierra está trazada en mapas, y que todas las fronteras son conocidas, pero los aspectos lineales de la vida de tu planeta representan la porción más minúscula de su realidad.
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