En un nivel consciente, de nuevo, posiblemente no podrías manejar toda la información que está disponible para ti a otros niveles – información sobre la cual depende tu misma supervivencia física. Hasta cierto punto entonces, el lenguaje opera como un dispositivo de detección, permitiéndote comunicar cierta información mientras bloqueas efectivamente las de otros tipos.
Cuando expresas una frase, no te detienes a considerar todas las reglas de la gramática. Mentalmente no diagramas las frases antes de tiempo. Simplemente hablas más o menos automáticamente. Esto involucra la mayor precisión, tanto mental como físicamente. Cuando experimentas un evento, usualmente tampoco te detienes a examinar las reglas de la percepción, o a preguntarte cuales son éstas. Simplemente lo experimentas o lo percibes.
Esos eventos experimentados, sin embargo, son también el resultado de un proceso de detección. Ellos alcanzan su enfoque, brillo y validez física porque surgen a la prominencia a espaldas de otros eventos aparentemente imperceptibles. En el estado del sueño funcionas íntimamente con la “gramática interna” de los eventos. En los sueños encuentras la frase inexpresada y las acciones no experimentadas físicamente. La estructura del funcionamiento interno de los eventos es allí más obvia. Las acciones no están aun plenamente concretadas. La mecánica de tu comportamiento psicológico de vigilia está delineada brillantemente. Ese estado puede explorarse y utilizarse mucho más plenamente de lo que es, y debería ser. Sin embargo, siempre habrá un velo entre las conciencias de vigilia y del sueño, ya que mientras eres físico, la mente de vigilia solo puede hacerle frente a tanta información. Ella simplemente se olvida de lo que no puede retener.
Tus sueños afectan tu realidad celular, incluso así como esa realidad es también responsable en gran medida por el hecho de que sueñes en absoluto, en tus términos. Los sueños son un “producto” natural de la conciencia sintonizada celularmente. Así como el fuego emite luz, la conciencia sintonizada celularmente emite sueños.
Esa conciencia está en un estado de ser en el que su realidad genera más energía y poder de la que puede expresar físicamente en su intersección brillante con la realidad física. Las “chispas” generadas por cada instante de su existencia causan experiencias adicionales, percepciones, que no se ajustarán al momento del presente conocido – ya que para ellas, en tus términos, ese presente ya se ha desvanecido dentro del pasado.
Estos eventos y respuestas continúan operando, sin embargo, particularmente en el estado del sueño, en donde no se intersectan directamente con la plena experiencia física, como lo hacen los eventos de vigilia. Todas estas experiencias paralelas o alternativas son entonces utilizadas para construir los eventos físicos que reconoces. Nuevamente, pronuncias una frase tan exactamente que el final de ella llega suavemente, aunque cuando la expresaste no podías haber sabido conscientemente lo que ibas a decir. Una parte de ti sabía el comienzo y el final de la frase de una vez, sin embargo.
En los sueños conoces el comienzo y el final de los eventos de la misma manera. Cualquier acción en tu vida es tomada en contexto con todos los otros eventos desde tu nacimiento hasta tu muerte. Ahora te parece que por pronunciar una frase en un determinado tiempo, en lugar de otras diez posibles versiones de ella, la frase así expresada es la “correcta.” Sus variaciones posibles en gramática o tiempo o inflexión se te escapan totalmente. Sin embargo, inconscientemente puedes haber ensayado y descartado todas ellas, aunque no tienes memoria de tales experiencias.
Así, incluso en la formación de las frases te enfrentas con probabilidades, y en uno u otro grado, tu cuerpo imita, digamos, las varias respuestas musculares que podrían estar involucradas con cada frase pronunciada.
Incluso a medida que pronuncias tu frase con tan sutil indiferencia, las opciones internas todavía están siendo hechas, a medida que inconscientemente chequeas tus comunicaciones contra los eventos ocurriendo por fuera de ti a medida que hablas.
De esta manera, mientras cada acción de tu vida es tomada en contexto con otras acciones de tu vida hasta tu muerte, esto no quiere decir que tu muerte esté predestinada a ocurrir en un determinado tiempo. Así como podrías cambiar tu frase en el intermedio de una versión a otra, sin estar incluso conscientemente enterado de ello, así mismo, a medida que vives tu vida, también funcionas con probabilidades. Tú eres el ser que expresa la frase, y eres el ser que vive la vida. Eres más grande que la frase que pronuncias, y más grande que la vida que vives.
No puedes recordar todas las frases que pronuncias hoy. Puedes tener una idea general de lo que dijiste. Ciertamente te parece que dijiste una cosa en un determinado tiempo, en lugar de otra. Parece también que los testimonios te respaldarían. Ciertamente parece que los eventos de vigilia son más constantes y seguros que los eventos del sueño.
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