Básicamente, los eventos no tienen nada que ver con lo que tú concibes como causa y efecto. Esto es evidente quizás hasta cierto grado cuando estudias los eventos del sueño, porque ahí el tipo de continuidad a la que estás acostumbrado, conectando los eventos, en gran medida desaparece.
En cambio, los eventos se construyen, por así decirlo, de significaciones. Sin embargo, olvidemos ese término por un momento y consideremos la asociación, con la cual ya estás familiarizado, puesto que tu corriente de conciencia opera en esa forma. Por su misma naturaleza, cada conciencia es un particular, peculiar y único enfoque de conocimiento que experimentará algunas realidades posibles a través de sus propias características.
Ella también “estampa” o “impresiona” el universo con su propia huella. Ninguna porción del universo está inactiva o pasiva, a pesar de su aparente organización o su aparente carencia de organización. Cada conciencia, entonces, impresiona el universo a su propia manera. Su misma existencia establece un tipo de significación, a cuya luz será interpretado el resto del universo. El universo se conoce a si mismo a través de tales significaciones. Cada conciencia está dotada con creatividad de naturaleza multidimensional, así que ella busca crear tantas realidades posibles como puede para ella misma, utilizando sus propias significaciones como un enfoque para traer a su experiencia cualesquiera que sean los eventos posibles para ella desde el universo mismo. Ella atraerá entonces eventos desde el universo, incluso como su propia existencia impresiona el universo como un evento con la estampa indeleble de su propia naturaleza.
Puesto más simplemente, desde otro punto de vista, cada uno de ustedes, tal como ustedes mismos se conocen, tiene ciertas habilidades y características propias. Experimentas la realidad a través del lanzamiento de esas habilidades y características, pero siempre estampas el universo con la impresión particular de individualidad que es tuya, y atraes aquellos eventos que son adecuados para tu naturaleza y no para otra.
Las significaciones caen o suceden en ciertos patrones, y cuando estos se vuelven muy obvios aparecen como causa y efecto. Ellos son simplemente significaciones de mano dura. Tus procesos y hábitos asociativos son quizá los ejemplos más cercanos que pueden dar indicios de cómo operan las significaciones. Aun entonces, sin embargo, las asociaciones tratan con el paso del tiempo, y básicamente las significaciones no. Podrías pensar en tu tía Sara, por ejemplo, y en unos pocos momentos el proceso asociativo te podría traer imágenes de períodos en el pasado cuando visitabas a tu tía, o imágenes de sus amigos y vecinos, de artículos de su casa, y de episodios conectados con tu relación.
Al mismo tiempo la Tía Sara, sin que lo supieras, podría coger un florero azul, uno que precisamente habías visto en tu mente como perteneciente a un estante en su sala. Tocando el florero, tu tía Sara podría pensar en la persona que se lo obsequió, ahora al otro lado del continente. Esa persona, pensando quizá en comprar un regalo para alguien, podría decidirse por un florero en un destello de inspiración, o repentinamente empezar a tararear una canción con el nombre de Sara en el título, o posiblemente incluso pensar en tu tía. Si, por otra parte, existieran asociaciones opuestas en alguna parte de la línea, la “cadena” de asociación se podría romper. La última dama podría considerar un florero, por ejemplo, pero rechazar la idea. Por el elemento tiempo, te parece que el primer episodio causó los otros, y que tu primera asociación concerniente a tu tía produjo los eventos “siguientes.”
Las significaciones internas, sin embargo, las asociaciones, existían todas a la vez, para se sintonizadas en cualquier punto del tiempo. Ellas tenían su realidad básicamente aparte del tiempo, aunque aparecían dentro de él.
Realmente los tres grupos de eventos podrían ocurrir fácilmente a las tres personas a la vez, y si ninguna comunicación normal ocurría, ninguna sería la más sabia. La tapicería interna de los eventos trata precisamente con este tipo de asociación. Las intensidades y significaciones emocionales componen la naturaleza de los eventos. En el sueño funcionas con el tipo de intensidades involucradas, explorando significancias multitudinarias. Éstas son como patrones emocionales cargados, formados por tus propias emociones e intenciones altamente personalizadas.
Utilizando tales significaciones como medidas, aceptas o rechazas los eventos probables. Impresionas el universo con tu propia significación, y utilizando eso como enfoque sacas de ella, o atraes, aquellos eventos que se ajustan a tus propósitos y necesidades únicas. Al hacerlo así, hasta cierto punto, multiplicas las posibilidades creativas del universo, formando de él una realidad personal que de otra manera estaría ausente, en esos términos; y al hacerlo así, también le agregas en una forma inconmensurable a la realidad de todas las otras conciencias, incrementando el deposito de realidad del cual extraen todas las conciencias.
Ahora bien, no existe tal cosa, básicamente, como movimiento aleatorio. No existe tal cosa como el caos. El universo, cualquiera que sea el nombre y cualquiera que sea la manifestación, logra su realidad a través de secuencias y significaciones ordenadas.
Éstas se mantienen separadas en varios sistemas de realidad, mientras todavía se combinan en una forma general. Comprendes el tipo de orden de causa y efecto, sin embargo éste es construido sobre el aspecto no causal de las significaciones. En una forma, los sueños que recuerdas son como pinturas enumeradas, hechas a la medida para que se ajusten a tus propios propósitos e intenciones, ajustándose tan perfectamente a los contornos de tu mente que olvidas las experiencias mayores de las cuales fueron extraídas.
Psíquicamente y físicamente el sueño mismo es el resultado del más preciso tipo de cálculo y actividad, en el que ocurren dramas e interacciones complicadas, con frecuencia altamente cargadas e intensas, y sin embargo aisladas de la plena participación del cuerpo. Estas significaciones, entonces, involucran desde tu extremo ciertas indicaciones biológicas que regulan la intersección de los eventos psicológicos con la actividad física en el tiempo y el espacio. Solamente cuando todas las condiciones armonizan con tus altamente específicos requerimientos, son activadas las indicaciones necesarias para darte la experiencia física. En esa medida, en el sueño estás “en espera”, involucrado en un rango de acción demasiado amplio para ajustarse a los contornos de tu práctica experiencia terrenal.
En cambio, los eventos se construyen, por así decirlo, de significaciones. Sin embargo, olvidemos ese término por un momento y consideremos la asociación, con la cual ya estás familiarizado, puesto que tu corriente de conciencia opera en esa forma. Por su misma naturaleza, cada conciencia es un particular, peculiar y único enfoque de conocimiento que experimentará algunas realidades posibles a través de sus propias características.
Ella también “estampa” o “impresiona” el universo con su propia huella. Ninguna porción del universo está inactiva o pasiva, a pesar de su aparente organización o su aparente carencia de organización. Cada conciencia, entonces, impresiona el universo a su propia manera. Su misma existencia establece un tipo de significación, a cuya luz será interpretado el resto del universo. El universo se conoce a si mismo a través de tales significaciones. Cada conciencia está dotada con creatividad de naturaleza multidimensional, así que ella busca crear tantas realidades posibles como puede para ella misma, utilizando sus propias significaciones como un enfoque para traer a su experiencia cualesquiera que sean los eventos posibles para ella desde el universo mismo. Ella atraerá entonces eventos desde el universo, incluso como su propia existencia impresiona el universo como un evento con la estampa indeleble de su propia naturaleza.
Puesto más simplemente, desde otro punto de vista, cada uno de ustedes, tal como ustedes mismos se conocen, tiene ciertas habilidades y características propias. Experimentas la realidad a través del lanzamiento de esas habilidades y características, pero siempre estampas el universo con la impresión particular de individualidad que es tuya, y atraes aquellos eventos que son adecuados para tu naturaleza y no para otra.
Las significaciones caen o suceden en ciertos patrones, y cuando estos se vuelven muy obvios aparecen como causa y efecto. Ellos son simplemente significaciones de mano dura. Tus procesos y hábitos asociativos son quizá los ejemplos más cercanos que pueden dar indicios de cómo operan las significaciones. Aun entonces, sin embargo, las asociaciones tratan con el paso del tiempo, y básicamente las significaciones no. Podrías pensar en tu tía Sara, por ejemplo, y en unos pocos momentos el proceso asociativo te podría traer imágenes de períodos en el pasado cuando visitabas a tu tía, o imágenes de sus amigos y vecinos, de artículos de su casa, y de episodios conectados con tu relación.
Al mismo tiempo la Tía Sara, sin que lo supieras, podría coger un florero azul, uno que precisamente habías visto en tu mente como perteneciente a un estante en su sala. Tocando el florero, tu tía Sara podría pensar en la persona que se lo obsequió, ahora al otro lado del continente. Esa persona, pensando quizá en comprar un regalo para alguien, podría decidirse por un florero en un destello de inspiración, o repentinamente empezar a tararear una canción con el nombre de Sara en el título, o posiblemente incluso pensar en tu tía. Si, por otra parte, existieran asociaciones opuestas en alguna parte de la línea, la “cadena” de asociación se podría romper. La última dama podría considerar un florero, por ejemplo, pero rechazar la idea. Por el elemento tiempo, te parece que el primer episodio causó los otros, y que tu primera asociación concerniente a tu tía produjo los eventos “siguientes.”
Las significaciones internas, sin embargo, las asociaciones, existían todas a la vez, para se sintonizadas en cualquier punto del tiempo. Ellas tenían su realidad básicamente aparte del tiempo, aunque aparecían dentro de él.
Realmente los tres grupos de eventos podrían ocurrir fácilmente a las tres personas a la vez, y si ninguna comunicación normal ocurría, ninguna sería la más sabia. La tapicería interna de los eventos trata precisamente con este tipo de asociación. Las intensidades y significaciones emocionales componen la naturaleza de los eventos. En el sueño funcionas con el tipo de intensidades involucradas, explorando significancias multitudinarias. Éstas son como patrones emocionales cargados, formados por tus propias emociones e intenciones altamente personalizadas.
Utilizando tales significaciones como medidas, aceptas o rechazas los eventos probables. Impresionas el universo con tu propia significación, y utilizando eso como enfoque sacas de ella, o atraes, aquellos eventos que se ajustan a tus propósitos y necesidades únicas. Al hacerlo así, hasta cierto punto, multiplicas las posibilidades creativas del universo, formando de él una realidad personal que de otra manera estaría ausente, en esos términos; y al hacerlo así, también le agregas en una forma inconmensurable a la realidad de todas las otras conciencias, incrementando el deposito de realidad del cual extraen todas las conciencias.
Ahora bien, no existe tal cosa, básicamente, como movimiento aleatorio. No existe tal cosa como el caos. El universo, cualquiera que sea el nombre y cualquiera que sea la manifestación, logra su realidad a través de secuencias y significaciones ordenadas.
Éstas se mantienen separadas en varios sistemas de realidad, mientras todavía se combinan en una forma general. Comprendes el tipo de orden de causa y efecto, sin embargo éste es construido sobre el aspecto no causal de las significaciones. En una forma, los sueños que recuerdas son como pinturas enumeradas, hechas a la medida para que se ajusten a tus propios propósitos e intenciones, ajustándose tan perfectamente a los contornos de tu mente que olvidas las experiencias mayores de las cuales fueron extraídas.
Psíquicamente y físicamente el sueño mismo es el resultado del más preciso tipo de cálculo y actividad, en el que ocurren dramas e interacciones complicadas, con frecuencia altamente cargadas e intensas, y sin embargo aisladas de la plena participación del cuerpo. Estas significaciones, entonces, involucran desde tu extremo ciertas indicaciones biológicas que regulan la intersección de los eventos psicológicos con la actividad física en el tiempo y el espacio. Solamente cuando todas las condiciones armonizan con tus altamente específicos requerimientos, son activadas las indicaciones necesarias para darte la experiencia física. En esa medida, en el sueño estás “en espera”, involucrado en un rango de acción demasiado amplio para ajustarse a los contornos de tu práctica experiencia terrenal.
1 comentario:
BINGO!
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