Podría ayudar si imaginas la psique de nuevo como un televisor multidimensional viviente. En lo que parece ser el pequeño espacio de la pantalla, muchos programas están pasando, aunque no puedes sintonizarte sino con solamente uno al tiempo.
En una manera de decirlo, sin embargo, todos los otros programas están “latentes” en el que estás mirando. Hay coordenadas que los une a todos. Hay un toma y dame completamente invisible para ti entre un programa y el otro, y la acción dentro de uno, de nuevo, afecta la acción dentro de cada uno de los otros.
Como este imaginario televisor multidimensional, la psique contiene dentro de ella otros programas distintos al que estás actuando – otras tramas, entornos, y situaciones del mundo. Teóricamente, de hecho momentáneamente puedes “salir” de tu programa e ir hacia otro tan fácilmente, cuando sabes como, así como ahora te mueves de un cuarto al otro. Debes saber que los otros programas existen, o que la posibilidad de tal acción no te ocurrirá. En términos más amplios, todos los programas no son más que porciones de uno: Las varias escenificaciones son reales, sin embargo, y los personajes muy vivos.
Ahora bien, los actores que están participando están obviamente vivos, como actores; pero en una obra ficticia, por ejemplo, los personajes representados por los actores no están vivos, en tus términos, de la misma manera en que los actores lo están. En la psique, sin embargo, y en su realidad más grande, los personajes tienen sus propias vidas – tan reales como aquellas de los actores.
Piensa nuevamente de la psique de la manera mencionada, dando por sentado que el programa ahora en la pantalla es una realidad completamente dimensional, y que de alguna manera, escondidos en sus mismos elementos, están todos los otros programas que no se muestran. Estos no están alineados en el espacio detrás de los programas “del frente,” sino que, de una manera completamente diferente, están contenidos dentro de el. El punto de cualquier imagen, en cualquier tiempo determinado en el cuadro que se exhibe, podría representar, por ejemplo, un sombrero de copa sobre la mesa. Cada uno de los que actúan en la escena visualizaría ese sombrero y la mesa, y reaccionaria de acuerdo con sus propias características individuales.
El sombrero sobre la mesa, mientras posee toda la parafernalia de realidad necesaria para esa escena, podría también, sin embargo, servir como un tipo diferente de punto de referencia para uno de los otros programas ocurriendo simultáneamente. En esa realidad, digamos el programa dos, la totalidad de la configuración del sombrero y de la mesa pueden carecer de sentido, mientras todavía puede ser interpretado de una manera totalmente diferente, desde una perspectiva muy diferente. Allí, en el programa dos, la mesa podría ser una llanura plana natural, y el sombrero una estructura de forma extraña sobre ella – natural, en lugar de una manufacturada. Los objetos en tu realidad tienen un aspecto totalmente diferente que en otra. Cualquiera de los objetos mostrados en el programa que estás observando puede ser utilizado como un diferente tipo de punto de referencia en otra realidad, en la que esos objetos aparecen como otra cosa.
Estamos tratando de hacer aquí una analogía en dos niveles, así que por favor ten paciencia conmigo. En términos de tu psique, cada uno de tus propios pensamientos y acciones existe no solamente en la forma con la que estás familiarizado con ellos, sino también en muchas otras formas que no percibes: formas que pueden aparecer como eventos naturales en una dimensión diferente a la tuya, como imágenes del sueño, e incluso como energía auto propulsada. Ninguna energía se pierde jamás. La energía dentro de tus propios pensamientos no se disipa entonces, aun cuando tú mismo hayas terminado con ellos. Su energía tiene realidad en otros mundos.
Ahora imagina que la imagen de la pantalla de televisión muestra tu propio universo. Tu idea de viaje espacial seria enviar una nave desde un planeta, la tierra, al exterior hacia el resto del espacio que percibes en esa pantalla “plana.” Aun con tu tecnología proyectada, esto implicaría grandes elementos de tiempo. Imagina aquí, ahora, que la imagen de la pantalla está fuera del centro, para empezar, así que todo está distorsionado hasta cierto punto, y yendo hacia el espacio parece ser ir atrás en el tiempo.
Si la imagen fuera centrada mágicamente, entonces todo el “tiempo” sería visto fluir al exterior desde el instante del momento de percepción, el ahora privado; y en muchas formas el ahora colectivo, o la percepción colectiva, representa el punto del ahora general de tu planeta. Desde ese ahora, el “tiempo” sale en todas las direcciones probables. Realmente, también va al interior en todas las direcciones probables.
La simple imagen del universo que ves en nuestra pantalla, por consiguiente, representa una visión desde la perspectiva de tu propio ahora – pero cada estrella, planeta, galaxia, o lo que sea, está formado de otros puntos de referencia en los que, para ponerlo simplemente, los mismos patrones tienen diferentes tipos de realidad. El verdadero viaje espacial sería por supuesto un viaje tiempo-espacio, en el que aprendes a utilizar puntos en tu propio universo como pistas “dimensionales” que servirían como puntos de entrada a otros mundos. De otra manera, estás simplemente volando como un insecto alrededor de la parte exterior de la pantalla – y preguntándote, como la pobre mosca confundida, porque no puedes. Empleas un solo enfoque principal en tu realidad. En el mundo exterior esto significa que tienes una “imagen clara.” No hay niebla. Ese programa físico es en el que estás actuando, en el que estás vivo, y es el mostrado en la pantalla. La pantalla es la parte de tu psique sobre la que te estás concentrando. No solamente te sintonizas con la imagen, sino que también creas los accesorios, la totalidad de la historia de la vida y de los tiempos, pero en términos tridimensionales vivientes, y “tu” estás dentro de esa imagen.
El tipo de realidad así creado por esa porción de tu conciencia forma un determinado tipo de experiencia. Es válido y real. Cuando quieres viajar, lo haces dentro de las dimensiones así creadas. Si conduces o vuelas de una ciudad a otra, no consideras el viaje imaginario. Estas explorando las dimensiones dadas.
En una manera de decirlo, sin embargo, todos los otros programas están “latentes” en el que estás mirando. Hay coordenadas que los une a todos. Hay un toma y dame completamente invisible para ti entre un programa y el otro, y la acción dentro de uno, de nuevo, afecta la acción dentro de cada uno de los otros.
Como este imaginario televisor multidimensional, la psique contiene dentro de ella otros programas distintos al que estás actuando – otras tramas, entornos, y situaciones del mundo. Teóricamente, de hecho momentáneamente puedes “salir” de tu programa e ir hacia otro tan fácilmente, cuando sabes como, así como ahora te mueves de un cuarto al otro. Debes saber que los otros programas existen, o que la posibilidad de tal acción no te ocurrirá. En términos más amplios, todos los programas no son más que porciones de uno: Las varias escenificaciones son reales, sin embargo, y los personajes muy vivos.
Ahora bien, los actores que están participando están obviamente vivos, como actores; pero en una obra ficticia, por ejemplo, los personajes representados por los actores no están vivos, en tus términos, de la misma manera en que los actores lo están. En la psique, sin embargo, y en su realidad más grande, los personajes tienen sus propias vidas – tan reales como aquellas de los actores.
Piensa nuevamente de la psique de la manera mencionada, dando por sentado que el programa ahora en la pantalla es una realidad completamente dimensional, y que de alguna manera, escondidos en sus mismos elementos, están todos los otros programas que no se muestran. Estos no están alineados en el espacio detrás de los programas “del frente,” sino que, de una manera completamente diferente, están contenidos dentro de el. El punto de cualquier imagen, en cualquier tiempo determinado en el cuadro que se exhibe, podría representar, por ejemplo, un sombrero de copa sobre la mesa. Cada uno de los que actúan en la escena visualizaría ese sombrero y la mesa, y reaccionaria de acuerdo con sus propias características individuales.
El sombrero sobre la mesa, mientras posee toda la parafernalia de realidad necesaria para esa escena, podría también, sin embargo, servir como un tipo diferente de punto de referencia para uno de los otros programas ocurriendo simultáneamente. En esa realidad, digamos el programa dos, la totalidad de la configuración del sombrero y de la mesa pueden carecer de sentido, mientras todavía puede ser interpretado de una manera totalmente diferente, desde una perspectiva muy diferente. Allí, en el programa dos, la mesa podría ser una llanura plana natural, y el sombrero una estructura de forma extraña sobre ella – natural, en lugar de una manufacturada. Los objetos en tu realidad tienen un aspecto totalmente diferente que en otra. Cualquiera de los objetos mostrados en el programa que estás observando puede ser utilizado como un diferente tipo de punto de referencia en otra realidad, en la que esos objetos aparecen como otra cosa.
Estamos tratando de hacer aquí una analogía en dos niveles, así que por favor ten paciencia conmigo. En términos de tu psique, cada uno de tus propios pensamientos y acciones existe no solamente en la forma con la que estás familiarizado con ellos, sino también en muchas otras formas que no percibes: formas que pueden aparecer como eventos naturales en una dimensión diferente a la tuya, como imágenes del sueño, e incluso como energía auto propulsada. Ninguna energía se pierde jamás. La energía dentro de tus propios pensamientos no se disipa entonces, aun cuando tú mismo hayas terminado con ellos. Su energía tiene realidad en otros mundos.
Ahora imagina que la imagen de la pantalla de televisión muestra tu propio universo. Tu idea de viaje espacial seria enviar una nave desde un planeta, la tierra, al exterior hacia el resto del espacio que percibes en esa pantalla “plana.” Aun con tu tecnología proyectada, esto implicaría grandes elementos de tiempo. Imagina aquí, ahora, que la imagen de la pantalla está fuera del centro, para empezar, así que todo está distorsionado hasta cierto punto, y yendo hacia el espacio parece ser ir atrás en el tiempo.
Si la imagen fuera centrada mágicamente, entonces todo el “tiempo” sería visto fluir al exterior desde el instante del momento de percepción, el ahora privado; y en muchas formas el ahora colectivo, o la percepción colectiva, representa el punto del ahora general de tu planeta. Desde ese ahora, el “tiempo” sale en todas las direcciones probables. Realmente, también va al interior en todas las direcciones probables.
La simple imagen del universo que ves en nuestra pantalla, por consiguiente, representa una visión desde la perspectiva de tu propio ahora – pero cada estrella, planeta, galaxia, o lo que sea, está formado de otros puntos de referencia en los que, para ponerlo simplemente, los mismos patrones tienen diferentes tipos de realidad. El verdadero viaje espacial sería por supuesto un viaje tiempo-espacio, en el que aprendes a utilizar puntos en tu propio universo como pistas “dimensionales” que servirían como puntos de entrada a otros mundos. De otra manera, estás simplemente volando como un insecto alrededor de la parte exterior de la pantalla – y preguntándote, como la pobre mosca confundida, porque no puedes. Empleas un solo enfoque principal en tu realidad. En el mundo exterior esto significa que tienes una “imagen clara.” No hay niebla. Ese programa físico es en el que estás actuando, en el que estás vivo, y es el mostrado en la pantalla. La pantalla es la parte de tu psique sobre la que te estás concentrando. No solamente te sintonizas con la imagen, sino que también creas los accesorios, la totalidad de la historia de la vida y de los tiempos, pero en términos tridimensionales vivientes, y “tu” estás dentro de esa imagen.
El tipo de realidad así creado por esa porción de tu conciencia forma un determinado tipo de experiencia. Es válido y real. Cuando quieres viajar, lo haces dentro de las dimensiones así creadas. Si conduces o vuelas de una ciudad a otra, no consideras el viaje imaginario. Estas explorando las dimensiones dadas.