En sus juegos los niños con frecuencia intercambian sus sexos imaginativamente. La joven individualidad es más libre en su identificación, y hasta ahora no se le ha enseñado a identificar su propia personalidad con su sexo exclusivamente.
En los sueños de los niños esta misma actividad continúa, así que el muchacho puede tener muchas experiencias del sueño como una niña, y la niña como un muchacho. Más que esto, sin embargo, en los sueños de los niños, como en su actividad del sueño, las variaciones de edad son también frecuentes. Los niños pequeños, soñando con sus propias contrapartes futuras, por ejemplo, alcanzan un tipo de proyección psicológica en el futuro de su mundo. Los adultos censuran muchos de sus propios sueños, de tal manera que los cambios frecuentes en la orientación sexual no son recordados.
Juega entonces otro juego, y pretende que eres del sexo opuesto. Haz esto después de un encuentro en el que las convenciones del sexo han jugado una parte. Pregúntate a ti mismo cuantas de tus creencias corrientes serían diferentes si tu sexo lo fuera. Si eres un padre o una madre, imagina que eres tu propia pareja, y en ese papel imaginativamente considera tus hijos.
Tus creencias acerca de los sueños colorean tu memoria e la interpretación de ellos, así que al momento de despertar, con una magnífica duplicidad psicológica, con frecuencia haces ajustes de último minuto, que hacen que tus sueños se pongan en línea con tus expectativas conscientes. Los símbolos sexuales usualmente adjuntos a las imágenes del sueño son sumamente simplistas, por ejemplo. Ellos te programan para interpretar tus sueños de una determinada manera.
Tienes una “memoria del sueño” como especie, con ciertos símbolos naturales. Estos son experimentados individualmente, con grandes variaciones. Los estudios hechos sobre hombres y mujeres soñadores ya están prejuiciados, sin embargo, por los investigadores y por los mismos soñadores. Los hombres recuerdan los sueños “varoniles” - hablando generalmente ahora – mientras las mujeres, de la misma manera, recuerdan los sueños que ellas creen se ajustan a su sexo, de acuerdo con sus creencias.
Las personas con frecuencia programan su memoria de vigilia en mucho de la misma manera. La psique, de nuevo, no solo no tiene una sola identificación sexual, sino que es el depósito psíquico y psicológico mayor desde el cual surgen todos los grados de sexualidad. Ella no es asexual, y sin embargo es la combinación de aquellos ingredientes más ricos considerados como masculinos y femeninos.
La personalidad humana está por consiguiente dotada sexualmente y psicológicamente con una libertad lejos de una orientación sexual estricta. Esto ha contribuido a la supervivencia de la especie, no separando ninguna de sus habilidades mentales y psicológicas en dos campos opuestos. Excepto por los procesos físicos de la reproducción, la especie es libre para organizar sus características psicológicas en cualquiera que sea la forma que escoja. No hay ninguna programación interna que diga de otro modo.
En los sueños esta complejidad psicológica es más evidente. Por causa de la programación, muchas personas se abstienen de reacciones naturales de la naturaleza más inofensiva, y a éstas con frecuencia se les da expresión en el estado del sueño. Esos sueños, sin embargo, son precisamente los menos recordados - la censura es así habitual. Las tendencias agresivas del hombre, con frecuencia tomadas como características básicas de la especie misma, son un ejemplo de ello. Ésta es una respuesta exagerada y aprendida, no natural en esos términos en tu especie, o como es interpretada por cualquiera otra especie.
Esta agresividad artificial no tiene nada que ver tampoco, básicamente, con la lucha por la supervivencia. Es resultado directo del hecho de que al hombre se le ha enseñado a negar la existencia dentro de él mismo de ciertas emociones básicas. Esto significa que él niega ciertas partes de su propia humanidad, y es entonces obligado a reaccionar en forma exagerada al expresar aquellas emociones que quedan abiertas para él. Las razones para tal enfoque desequilibrado han sido discutidas varias veces en mis trabajos. El hombre, sin embargo, escogió tomar sobre si mismo un tipo de especialización de la conciencia que, llevado demasiado lejos, conduce a una dura y exagerada objetividad. Solamente en los sueños, en tu tiempo y en tu sociedad, está el hombre libre para gritar descaradamente, para admitir cualquier tipo de dependencia, y solo en ciertas ocasiones y usualmente en una relativa privacidad, le es permitido expresar sentimientos de amor.
Su rabia se vuelve al exterior como agresión. Es la suprema idiotez, sin embargo, proyectar al exterior esa agresión artificial sobre el reino animal en general. Tales creencias invisiblemente afectan todos tus estudios – y peor, te ayudan a malinterpretar la actividad en la naturaleza misma.
Aquellos que imaginan que ellos consideran la naturaleza con los ojos más objetivos, son a quienes sus creencias subjetivas más los enceguecen, ya que no pueden ver a través de sus propias interpretaciones equivocadas. Se ha dicho que las estadísticas sirven para decir dos cosas a la vez, las dos contradictorias; así mismo los hechos de la naturaleza se pueden interpretar de maneras completamente diferentes, a medida que se juntan con las habilidades organizacionales de la mente operando a través de las creencias del cerebro. El núcleo exterior de los sueños es también manchado hasta ese grado, pero el núcleo interior de los sueños proporciona una constante nueva afluencia de material, nuevo feedback, y nueva comprensión de la psique, de tal manera que la personalidad no está a merced de su experiencia exterior solamente – no está confinada al feedback del entorno solamente, sino que siempre se le provee de información y dirección intuitiva fresca.
Incluso si tales sueños no son recordados, ellos circulan a través del sistema psicológico, por así decirlo. Ellos son responsables de la inventiva y creatividad de la especie, incluso trayendo nuevas comprensiones que pueden ser utilizadas para soportar la vida en el mundo físico.
En los sueños de los niños esta misma actividad continúa, así que el muchacho puede tener muchas experiencias del sueño como una niña, y la niña como un muchacho. Más que esto, sin embargo, en los sueños de los niños, como en su actividad del sueño, las variaciones de edad son también frecuentes. Los niños pequeños, soñando con sus propias contrapartes futuras, por ejemplo, alcanzan un tipo de proyección psicológica en el futuro de su mundo. Los adultos censuran muchos de sus propios sueños, de tal manera que los cambios frecuentes en la orientación sexual no son recordados.
Juega entonces otro juego, y pretende que eres del sexo opuesto. Haz esto después de un encuentro en el que las convenciones del sexo han jugado una parte. Pregúntate a ti mismo cuantas de tus creencias corrientes serían diferentes si tu sexo lo fuera. Si eres un padre o una madre, imagina que eres tu propia pareja, y en ese papel imaginativamente considera tus hijos.
Tus creencias acerca de los sueños colorean tu memoria e la interpretación de ellos, así que al momento de despertar, con una magnífica duplicidad psicológica, con frecuencia haces ajustes de último minuto, que hacen que tus sueños se pongan en línea con tus expectativas conscientes. Los símbolos sexuales usualmente adjuntos a las imágenes del sueño son sumamente simplistas, por ejemplo. Ellos te programan para interpretar tus sueños de una determinada manera.
Tienes una “memoria del sueño” como especie, con ciertos símbolos naturales. Estos son experimentados individualmente, con grandes variaciones. Los estudios hechos sobre hombres y mujeres soñadores ya están prejuiciados, sin embargo, por los investigadores y por los mismos soñadores. Los hombres recuerdan los sueños “varoniles” - hablando generalmente ahora – mientras las mujeres, de la misma manera, recuerdan los sueños que ellas creen se ajustan a su sexo, de acuerdo con sus creencias.
Las personas con frecuencia programan su memoria de vigilia en mucho de la misma manera. La psique, de nuevo, no solo no tiene una sola identificación sexual, sino que es el depósito psíquico y psicológico mayor desde el cual surgen todos los grados de sexualidad. Ella no es asexual, y sin embargo es la combinación de aquellos ingredientes más ricos considerados como masculinos y femeninos.
La personalidad humana está por consiguiente dotada sexualmente y psicológicamente con una libertad lejos de una orientación sexual estricta. Esto ha contribuido a la supervivencia de la especie, no separando ninguna de sus habilidades mentales y psicológicas en dos campos opuestos. Excepto por los procesos físicos de la reproducción, la especie es libre para organizar sus características psicológicas en cualquiera que sea la forma que escoja. No hay ninguna programación interna que diga de otro modo.
En los sueños esta complejidad psicológica es más evidente. Por causa de la programación, muchas personas se abstienen de reacciones naturales de la naturaleza más inofensiva, y a éstas con frecuencia se les da expresión en el estado del sueño. Esos sueños, sin embargo, son precisamente los menos recordados - la censura es así habitual. Las tendencias agresivas del hombre, con frecuencia tomadas como características básicas de la especie misma, son un ejemplo de ello. Ésta es una respuesta exagerada y aprendida, no natural en esos términos en tu especie, o como es interpretada por cualquiera otra especie.
Esta agresividad artificial no tiene nada que ver tampoco, básicamente, con la lucha por la supervivencia. Es resultado directo del hecho de que al hombre se le ha enseñado a negar la existencia dentro de él mismo de ciertas emociones básicas. Esto significa que él niega ciertas partes de su propia humanidad, y es entonces obligado a reaccionar en forma exagerada al expresar aquellas emociones que quedan abiertas para él. Las razones para tal enfoque desequilibrado han sido discutidas varias veces en mis trabajos. El hombre, sin embargo, escogió tomar sobre si mismo un tipo de especialización de la conciencia que, llevado demasiado lejos, conduce a una dura y exagerada objetividad. Solamente en los sueños, en tu tiempo y en tu sociedad, está el hombre libre para gritar descaradamente, para admitir cualquier tipo de dependencia, y solo en ciertas ocasiones y usualmente en una relativa privacidad, le es permitido expresar sentimientos de amor.
Su rabia se vuelve al exterior como agresión. Es la suprema idiotez, sin embargo, proyectar al exterior esa agresión artificial sobre el reino animal en general. Tales creencias invisiblemente afectan todos tus estudios – y peor, te ayudan a malinterpretar la actividad en la naturaleza misma.
Aquellos que imaginan que ellos consideran la naturaleza con los ojos más objetivos, son a quienes sus creencias subjetivas más los enceguecen, ya que no pueden ver a través de sus propias interpretaciones equivocadas. Se ha dicho que las estadísticas sirven para decir dos cosas a la vez, las dos contradictorias; así mismo los hechos de la naturaleza se pueden interpretar de maneras completamente diferentes, a medida que se juntan con las habilidades organizacionales de la mente operando a través de las creencias del cerebro. El núcleo exterior de los sueños es también manchado hasta ese grado, pero el núcleo interior de los sueños proporciona una constante nueva afluencia de material, nuevo feedback, y nueva comprensión de la psique, de tal manera que la personalidad no está a merced de su experiencia exterior solamente – no está confinada al feedback del entorno solamente, sino que siempre se le provee de información y dirección intuitiva fresca.
Incluso si tales sueños no son recordados, ellos circulan a través del sistema psicológico, por así decirlo. Ellos son responsables de la inventiva y creatividad de la especie, incluso trayendo nuevas comprensiones que pueden ser utilizadas para soportar la vida en el mundo físico.
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