Tu propia conciencia de vigilia se entiende específicamente con ciertos tipos de distinciones. Éstas ayudan a formar la misma estructura de la existencia física. Ellas resaltan tus vidas, proporcionándoles también un tipo de marco. Muy simplemente, tú quieres experimentar cierto tipo de realidad, así que pones limites alrededor de los eventos, lo que te permite concentrarte sobre ellos. Cuando un artista pinta una pintura, usa la discriminación. Escoge una área de concentración. Todo dentro de la pintura se ajusta; así en tu vida física haces la misma cosa.
El artista sabe que se pueden pintar muchos cuadros, y mantiene en la mente pinturas ya producidas y aquellas en estado de planeación también. Así la psique mantiene igualmente vidas en progreso, vividas o aun no vividas, y se entiende con una perspectiva más grande, de la que surge tu perspectiva corriente.
Con frecuencia hablo de ti y de la psique como si estuvieran separados, y sin embargo este no es el caso. Tú eres esa parte de la psique que actualmente reconoces. Muchas personas dicen: “Deseo conocerme a mí mismo,” o “Quiero encontrarme a mí mismo,” cuando la verdad es que pocos realmente desean tomarse el tiempo o el esfuerzo. Hay un lugar para empezar, sin embargo: Trata de llegar a estar mejor informado sobre el ser que eres ahora. Para de decirte a ti mismo que no te conoces.
Es poco útil tratar de descubrir otros niveles de tu propia realidad si insistes en aplicar las leyes de la vida física a tu propia experiencia más grande. Siempre estarás entonces en un dilema y los hechos no se ajustarán. No puedes, sin embargo, insistir en que las leyes de tu más extensa existencia, a medida que las descubres, sustituyan las condiciones físicas de la vida conocida – porque entonces los hechos tampoco aplicarían. Esperarás vivir para siempre en el mismo cuerpo físico, o pensarás que puedes levitar con tu cuerpo a voluntad. Puedes en realidad levitar, pero no con tu cuerpo físico, hablando prácticamente y en términos operacionales. Aceptaste un cuerpo, y ese cuerpo morirá. Tiene limitaciones, pero éstas también sirven para resaltar ciertos tipos de experiencia. El cuerpo en el cual nuestro amigo Joseph vio a sus parientes no era físicamente operacional. Era bastante real, sin embargo, y a otro nivel de realidad era operacional, adecuado para su entorno.
Ahora bien, en muchas formas simplemente tienes un lapso de atención breve.
Los “hechos verdaderos” son que tú existes en esta vida y fuera de ella simultáneamente. Estás “entre vidas” y “en las vidas” a la vez. Las dimensiones de realidad más profundas son tales que tus pensamientos y acciones no solo afectan la vida que conoces, sino que también alcanzan todas aquellas otras existencias simultaneas. Lo que piensas ahora es percibido inconscientemente por algún hipotético ser del siglo catorce. La psique es abierta. Ningún sistema es cerrado, y los sistemas psicológicos menos que todo. Tu vida es una experiencia del sueño para otras partes de tu más grande realidad, la cual se enfoca en otra parte.
Sus experiencias también son parte de tu herencia del sueño.
Puedes preguntar que tan reales son esas otras existencias, pero si es así, debes preguntar en términos de quien. La existencia tiene una versión física. En esa estructura naces y mueres, y en una secuencia definida. La muerte es una realidad física. Es real, sin embargo, solo en términos físicos. Si aceptas esos términos como el solo criterio de realidad, seguramente entonces parece que la muerte es un final para tu conciencia.
Si, sin embargo, aprendes a conocerte a ti mismo mejor en la vida diaria, para llegar a estar más completamente consciente aun de tu vida terrenal, recibirás de hecho otra información que insinúa una realidad más profunda, con más de soporte, en la cual la existencia física reposa. Te encontrarás a ti mismo teniendo experiencias que no se ajustan a los hechos reconocidos. Estos se pueden sumar a un grupo de hechos alternativos, que señalan hacia otro tipo diferente de realidad, y dan evidencia de una existencia interior que toma precedencia sobre las asunciones físicas. Sin embargo, es necesario un cierto tipo de discreción y comprensión. Básicamente, la realidad interior es la fuente creadora de la realidad física. Sin embargo, hasta cierto punto, las normas físicas son también inviolables, a su nivel.
Puedes aprender a enriquecer bastamente tu propia experiencia. Teóricamente, puedes incluso llegar a estar enterado de otras existencias hasta algún grado. Puedes viajar en el estado del sueño dentro de niveles de realidad separados del tuyo. Puedes aprender a utilizar y a experimentar el tiempo de nuevas maneras. Puedes obtener conocimiento de otras partes de tu propio ser, y aprovechar los recursos de la psique. Puedes mejorar el mundo en el cual vives, y la calidad de la vida. Pero mientras eres físico, todavía experimentarás el nacimiento y la muerte, el amanecer y el anochecer, y la privacidad de los momentos, ya que ésta es la experiencia que has escogido.
Aun dentro de ese contexto, sin embargo, hay sorpresas y encantamientos esperando, si simplemente aprendes a expandir tu conciencia, explorando no solamente el estado del sueño, sino tu realidad de vigilia en formas más aventureras. Tu psique del sueño está despierta. Muchos de ustedes le han permitido a su conciencia normal de vigilia volverse borrosa – inactiva, hablando relativamente, así que solo estás medio enterado de la vida que tienes. Tú eres la expresión viva de tu psique, su manifestación humana. No obstante, ustedes mismos a menudo permiten volverse ciegos a los aspectos brillantes de su propia existencia.
En el sueño de Joseph, los rasgos de su hermano tenían un aspecto Oriental. Joseph sabía que su hermano vivía como él mismo, y también como un oriental, desconocido para Joseph en su vida presente. Si Joseph hubiera visto dos personas – una su hermano y otra un oriental – él no hubiera reconocido al extraño, y así en el sueño la apariencia conocida de su hermano predominaba, mientras la afiliación Oriental es meramente sugerida. En sus propias vidas ustedes utilizan tal taquigrafía psíquica, o utilizan símbolos en los cuales tratan de explicar las más grandes dimensiones de una realidad en términos de la conocida.
Nuevamente, las dimensiones de la psique deben ser experimentadas, en cualquier grado. Ellas no pueden ser definidas simplemente. En el siguiente capítulo sugeriré entonces algunos ejercicios que te permitirán una experiencia directa con partes de tu propia realidad que se te pueden haber escapado hasta ahora.
El artista sabe que se pueden pintar muchos cuadros, y mantiene en la mente pinturas ya producidas y aquellas en estado de planeación también. Así la psique mantiene igualmente vidas en progreso, vividas o aun no vividas, y se entiende con una perspectiva más grande, de la que surge tu perspectiva corriente.
Con frecuencia hablo de ti y de la psique como si estuvieran separados, y sin embargo este no es el caso. Tú eres esa parte de la psique que actualmente reconoces. Muchas personas dicen: “Deseo conocerme a mí mismo,” o “Quiero encontrarme a mí mismo,” cuando la verdad es que pocos realmente desean tomarse el tiempo o el esfuerzo. Hay un lugar para empezar, sin embargo: Trata de llegar a estar mejor informado sobre el ser que eres ahora. Para de decirte a ti mismo que no te conoces.
Es poco útil tratar de descubrir otros niveles de tu propia realidad si insistes en aplicar las leyes de la vida física a tu propia experiencia más grande. Siempre estarás entonces en un dilema y los hechos no se ajustarán. No puedes, sin embargo, insistir en que las leyes de tu más extensa existencia, a medida que las descubres, sustituyan las condiciones físicas de la vida conocida – porque entonces los hechos tampoco aplicarían. Esperarás vivir para siempre en el mismo cuerpo físico, o pensarás que puedes levitar con tu cuerpo a voluntad. Puedes en realidad levitar, pero no con tu cuerpo físico, hablando prácticamente y en términos operacionales. Aceptaste un cuerpo, y ese cuerpo morirá. Tiene limitaciones, pero éstas también sirven para resaltar ciertos tipos de experiencia. El cuerpo en el cual nuestro amigo Joseph vio a sus parientes no era físicamente operacional. Era bastante real, sin embargo, y a otro nivel de realidad era operacional, adecuado para su entorno.
Ahora bien, en muchas formas simplemente tienes un lapso de atención breve.
Los “hechos verdaderos” son que tú existes en esta vida y fuera de ella simultáneamente. Estás “entre vidas” y “en las vidas” a la vez. Las dimensiones de realidad más profundas son tales que tus pensamientos y acciones no solo afectan la vida que conoces, sino que también alcanzan todas aquellas otras existencias simultaneas. Lo que piensas ahora es percibido inconscientemente por algún hipotético ser del siglo catorce. La psique es abierta. Ningún sistema es cerrado, y los sistemas psicológicos menos que todo. Tu vida es una experiencia del sueño para otras partes de tu más grande realidad, la cual se enfoca en otra parte.
Sus experiencias también son parte de tu herencia del sueño.
Puedes preguntar que tan reales son esas otras existencias, pero si es así, debes preguntar en términos de quien. La existencia tiene una versión física. En esa estructura naces y mueres, y en una secuencia definida. La muerte es una realidad física. Es real, sin embargo, solo en términos físicos. Si aceptas esos términos como el solo criterio de realidad, seguramente entonces parece que la muerte es un final para tu conciencia.
Si, sin embargo, aprendes a conocerte a ti mismo mejor en la vida diaria, para llegar a estar más completamente consciente aun de tu vida terrenal, recibirás de hecho otra información que insinúa una realidad más profunda, con más de soporte, en la cual la existencia física reposa. Te encontrarás a ti mismo teniendo experiencias que no se ajustan a los hechos reconocidos. Estos se pueden sumar a un grupo de hechos alternativos, que señalan hacia otro tipo diferente de realidad, y dan evidencia de una existencia interior que toma precedencia sobre las asunciones físicas. Sin embargo, es necesario un cierto tipo de discreción y comprensión. Básicamente, la realidad interior es la fuente creadora de la realidad física. Sin embargo, hasta cierto punto, las normas físicas son también inviolables, a su nivel.
Puedes aprender a enriquecer bastamente tu propia experiencia. Teóricamente, puedes incluso llegar a estar enterado de otras existencias hasta algún grado. Puedes viajar en el estado del sueño dentro de niveles de realidad separados del tuyo. Puedes aprender a utilizar y a experimentar el tiempo de nuevas maneras. Puedes obtener conocimiento de otras partes de tu propio ser, y aprovechar los recursos de la psique. Puedes mejorar el mundo en el cual vives, y la calidad de la vida. Pero mientras eres físico, todavía experimentarás el nacimiento y la muerte, el amanecer y el anochecer, y la privacidad de los momentos, ya que ésta es la experiencia que has escogido.
Aun dentro de ese contexto, sin embargo, hay sorpresas y encantamientos esperando, si simplemente aprendes a expandir tu conciencia, explorando no solamente el estado del sueño, sino tu realidad de vigilia en formas más aventureras. Tu psique del sueño está despierta. Muchos de ustedes le han permitido a su conciencia normal de vigilia volverse borrosa – inactiva, hablando relativamente, así que solo estás medio enterado de la vida que tienes. Tú eres la expresión viva de tu psique, su manifestación humana. No obstante, ustedes mismos a menudo permiten volverse ciegos a los aspectos brillantes de su propia existencia.
En el sueño de Joseph, los rasgos de su hermano tenían un aspecto Oriental. Joseph sabía que su hermano vivía como él mismo, y también como un oriental, desconocido para Joseph en su vida presente. Si Joseph hubiera visto dos personas – una su hermano y otra un oriental – él no hubiera reconocido al extraño, y así en el sueño la apariencia conocida de su hermano predominaba, mientras la afiliación Oriental es meramente sugerida. En sus propias vidas ustedes utilizan tal taquigrafía psíquica, o utilizan símbolos en los cuales tratan de explicar las más grandes dimensiones de una realidad en términos de la conocida.
Nuevamente, las dimensiones de la psique deben ser experimentadas, en cualquier grado. Ellas no pueden ser definidas simplemente. En el siguiente capítulo sugeriré entonces algunos ejercicios que te permitirán una experiencia directa con partes de tu propia realidad que se te pueden haber escapado hasta ahora.
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