Los eventos están entonces organizados en diferentes modos. No solamente puedes experimentar dramas en los que estás íntimamente involucrado, como en la vida de vigilia, sino que tu rango de actividades se multiplica de tal manera que puedes visualizar los eventos “desde fuera” de tu contexto usual. Puedes mirar un drama por una parte, por ejemplo, y participar en él también.
Cuando estás tratando con la realidad normal de vigilia, estás operando a un nivel de los muchos que son nativos para tu psique. Cuando estás soñando, desde tu punto de vista, estás entrando en otros niveles de realidad que son igual de nativos para tu psique, pero usualmente aun estás experimentando esos eventos a través de tu “estación de vigilia” corriente. Los sueños que recuerdas son coloreados o alterados o incluso censurados hasta cierto grado. No hay una inherente necesidad psicológica o biológica para esto. Tus ideas y creencias, sin embargo, acerca de la naturaleza de la realidad, y la cordura, han resultado en tal cisma.
Regresemos a nuestros amigos, Ruburt y Joseph, mirando Star Trek, así como cada cual mira su propio programa favorito.
Ruburt y Joseph saben que Star Trek no es “real.” Los planetas pueden explotar en la pantalla de televisión, y Ruburt no riega ni una gota de café. Su acogedora sala de estar está muy a salvo de las catástrofes imaginarias que están ocurriendo apenas a unos pocos metros de su sofá. Sin embargo, en cierta forma, el programa refleja ciertas creencias de tu sociedad en general, y de esta manera es como un soñar despierto especializado – real pero no real. Por un momento, sin embargo, cambiemos el programa al show de policías-y-ladrones. A una mujer le disparan en la calle. Ahora este drama se vuelve “más real,” más inmediatamente probable, menos confortable. De esta manera, mirando un programa tal, tú mismo te puedes sentir ligeramente amenazado, y sin embargo, en gran medida, no te sientes preocupado.
Algunos de mis amigos pueden no mirar tales programas en absoluto, pero en cambio miran sagas sanas, o dramas religiosos. Un predicador puede estar con cara meritoria y mirada seria exaltando los meritos de la bondad y condenando las legiones del diablo – y para algunos de mis lectores el diablo, invisible, nunca apareciendo, puede sin embargo parecer bastante real.
Tú formas ciertos enfoques, entonces. Ignorarás alegremente ciertos peligros televisados como pura buena aventura, mientras otros pueden golpearte duro como “demasiado reales.” De esta manera, en tus experiencias de vigilia y del sueño harás el mismo tipo de distinciones. Serás tocado o no tocado por los eventos de vigilia o del sueño, de acuerdo al significado que pongas sobre ellos.
Si no te gusta un programa de televisión, puedes cambiar a otro con el mero golpecito de la mano. Si no te gusta tu propia experiencia física, puedes cambiarla a otra, a una estación más benéfica – pero solamente si reconoces el hecho de que tú eres el productor.
En el estado del sueño, muchas personas han aprendido a escapar de un mal sueño despertándose, o alterando el enfoque de la conciencia. Ruburt y Joseph no se sienten amenazados por Star Trek. El programa no los hace sentir menos seguros. Cuando estás en medio de una experiencia física aterradora, sin embargo, o atrapado en las angustias de una pesadilla, deseas saber cómo “cambiar la estación.”
Con frecuencia puedes dejarte llevar por un drama de televisión, de tal manera que por un momento olvidas que “no es real,” y en tu concentración en él puedes momentáneamente ignorar la realidad más grande alrededor de ti.
Algunas veces estás deliciosamente asustado por un programa de horror, por ejemplo. Te sientes compelido a ver como se resuelve y tu mismo te sientes incapaz de irte a la cama hasta cuando la horrenda situación se resuelva. Todo el tiempo sabes que la salvación esta cerca: Siempre puedes apagar el programa. Si alguien mirando un especial sangriento de medianoche repentinamente grita o vocifera o salta de la silla, cuan cómico parece esto porque la acción es apropiada, no para una situación “real”, sino dispuesta para un seudo drama. Los gritos y alaridos no tendrán en absoluto ningún efecto sobre los actores del programa, y no cambiará el programa ni una pizca. La acción apropiada seria cambiar la estación.
En este caso, el perceptor asustado sabe completamente bien que los terribles eventos en la pantalla no explotarán repentinamente en la sala. Cuando llegas a estar atrapado en eventos físicos aterradores, sin embargo, es igualmente tonto gritar, vociferar o patear el piso, porque no es ahí en donde está la acción. Nuevamente, solo tienes que cambiar tu estación. Sin embargo, con frecuencia llegas a estar tan absorto en tu situación de vida que no te das cuenta de lo inapropiada que es tu respuesta.
En este caso tú mismo eres el programador, y la verdadera acción no está en donde parece estar – en los eventos externos – sino en la psique, en donde estás escribiendo y desempeñando muchos de tales dramas.
Cuando estás tratando con la realidad normal de vigilia, estás operando a un nivel de los muchos que son nativos para tu psique. Cuando estás soñando, desde tu punto de vista, estás entrando en otros niveles de realidad que son igual de nativos para tu psique, pero usualmente aun estás experimentando esos eventos a través de tu “estación de vigilia” corriente. Los sueños que recuerdas son coloreados o alterados o incluso censurados hasta cierto grado. No hay una inherente necesidad psicológica o biológica para esto. Tus ideas y creencias, sin embargo, acerca de la naturaleza de la realidad, y la cordura, han resultado en tal cisma.
Regresemos a nuestros amigos, Ruburt y Joseph, mirando Star Trek, así como cada cual mira su propio programa favorito.
Ruburt y Joseph saben que Star Trek no es “real.” Los planetas pueden explotar en la pantalla de televisión, y Ruburt no riega ni una gota de café. Su acogedora sala de estar está muy a salvo de las catástrofes imaginarias que están ocurriendo apenas a unos pocos metros de su sofá. Sin embargo, en cierta forma, el programa refleja ciertas creencias de tu sociedad en general, y de esta manera es como un soñar despierto especializado – real pero no real. Por un momento, sin embargo, cambiemos el programa al show de policías-y-ladrones. A una mujer le disparan en la calle. Ahora este drama se vuelve “más real,” más inmediatamente probable, menos confortable. De esta manera, mirando un programa tal, tú mismo te puedes sentir ligeramente amenazado, y sin embargo, en gran medida, no te sientes preocupado.
Algunos de mis amigos pueden no mirar tales programas en absoluto, pero en cambio miran sagas sanas, o dramas religiosos. Un predicador puede estar con cara meritoria y mirada seria exaltando los meritos de la bondad y condenando las legiones del diablo – y para algunos de mis lectores el diablo, invisible, nunca apareciendo, puede sin embargo parecer bastante real.
Tú formas ciertos enfoques, entonces. Ignorarás alegremente ciertos peligros televisados como pura buena aventura, mientras otros pueden golpearte duro como “demasiado reales.” De esta manera, en tus experiencias de vigilia y del sueño harás el mismo tipo de distinciones. Serás tocado o no tocado por los eventos de vigilia o del sueño, de acuerdo al significado que pongas sobre ellos.
Si no te gusta un programa de televisión, puedes cambiar a otro con el mero golpecito de la mano. Si no te gusta tu propia experiencia física, puedes cambiarla a otra, a una estación más benéfica – pero solamente si reconoces el hecho de que tú eres el productor.
En el estado del sueño, muchas personas han aprendido a escapar de un mal sueño despertándose, o alterando el enfoque de la conciencia. Ruburt y Joseph no se sienten amenazados por Star Trek. El programa no los hace sentir menos seguros. Cuando estás en medio de una experiencia física aterradora, sin embargo, o atrapado en las angustias de una pesadilla, deseas saber cómo “cambiar la estación.”
Con frecuencia puedes dejarte llevar por un drama de televisión, de tal manera que por un momento olvidas que “no es real,” y en tu concentración en él puedes momentáneamente ignorar la realidad más grande alrededor de ti.
Algunas veces estás deliciosamente asustado por un programa de horror, por ejemplo. Te sientes compelido a ver como se resuelve y tu mismo te sientes incapaz de irte a la cama hasta cuando la horrenda situación se resuelva. Todo el tiempo sabes que la salvación esta cerca: Siempre puedes apagar el programa. Si alguien mirando un especial sangriento de medianoche repentinamente grita o vocifera o salta de la silla, cuan cómico parece esto porque la acción es apropiada, no para una situación “real”, sino dispuesta para un seudo drama. Los gritos y alaridos no tendrán en absoluto ningún efecto sobre los actores del programa, y no cambiará el programa ni una pizca. La acción apropiada seria cambiar la estación.
En este caso, el perceptor asustado sabe completamente bien que los terribles eventos en la pantalla no explotarán repentinamente en la sala. Cuando llegas a estar atrapado en eventos físicos aterradores, sin embargo, es igualmente tonto gritar, vociferar o patear el piso, porque no es ahí en donde está la acción. Nuevamente, solo tienes que cambiar tu estación. Sin embargo, con frecuencia llegas a estar tan absorto en tu situación de vida que no te das cuenta de lo inapropiada que es tu respuesta.
En este caso tú mismo eres el programador, y la verdadera acción no está en donde parece estar – en los eventos externos – sino en la psique, en donde estás escribiendo y desempeñando muchos de tales dramas.
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