En los sueños eres tan “lerdo” que crees que hay un comercio entre los vivos y los muertos. Eres tan “irracional” como para imaginar que algunas veces hablas con parientes que están muertos. Eres tan “poco realista” que te parece que visitas casas viejas, hace mucho tiempo derruidas, o que viajas en exóticas ciudades extranjeras que realmente nunca has visitado.
En los sueños eres tan “insano” que tú mismo no te sientes encerrado en un closet del tiempo y el espacio, pero sientes en cambio como si todo el infinito esperara tu señal.
Si eras tan conocedor y astuto cuando estabas despierto, entonces habrías puesto todas las religiones y las ciencias fuera del negocio, porque comprenderías la realidad más grande de tu psique. Sabrías en “donde está la acción.”
Los físicos tienen sus manos en el pomo de la puerta. Si ellos le prestaran más atención a sus sueños, sabrían que preguntas hacerse.
La psique es una “gestalt” de energía consciente en la que reside tu propia identidad, inviolada, y sin embargo siempre cambiante, a medida que realizas tus potenciales.
Tus parientes muertos sobreviven. Ellos con frecuencia se te aparecen en el estado del sueño. Usualmente interpretas sus visitas, sin embargo, en términos de tu propia estación de realidad. Los ves como ellos eran, confinados a su relación contigo, y usualmente no percibes o recuerdas otros aspectos de sus existencias que no tendrían sentido en términos de tus propias creencias.
Así, tales sueños son como dramas programados en los que vistes tales visitas con accesorios familiares. El mismo tipo de cosa ocurre frecuentemente cuando experimentas destellos de inspiración extraordinarios, o cuando percibes otra información no oficial. Rápidamente tratas de que tenga sentido tal material en términos usuales. Una experiencia fuera del cuerpo en otro nivel de realidad se convierte en una visita al cielo, por ejemplo, o la hasta ahora no reconocida voz de tu propia identidad mayor se convierte en la voz de Dios, o la de un hombre del espacio, o la de un profeta.
Tu experiencia del sueño, sin embargo, te da una guía que te ayudará a comprender la naturaleza de tu propia psique, y la más profunda realidad en la que tiene su existencia. Nuevamente: La Psique del sueño está despierta.
Ella se entiende con un tipo diferente de experiencia a aquella con la cual estás familiarizado físicamente, aunque esa experiencia es también parte de la psique. La vida diaria es un enfoque tomado por parte de aquella porción de la psique que llamas tú, y hay muchos otros de tales enfoques. La psique nunca es destruida. Ni tu individualidad única nunca es minimizada. Las experiencias de la psique cabalgan por encima de tus ideas del tiempo, sin embargo. Te parece que muy definitivamente llegas a la vida y mueres. En tu particular enfoque de conciencia, ningún argumento será suficiente para convencerte de otra manera, ya que por todas partes te es presentada la evidencia física de “los hechos.”
Puedes creer en una vida después de la muerte en uno u otro grado, o puedes estar o no convencido de la teoría general de la reencarnación. Pero ciertamente la mayoría de las personas están unidas en una aparentemente irrefutable creencia de que estás definitivamente vivo ahora, y no muerto. La gente muerta no lee libros. Por otra parte, la gente muerta usualmente tampoco escribe libros.
De una manera extraña te estoy diciendo que tu “vida” es sencillamente la única parte de tu existencia de la que actualmente estás consciente. En términos más amplios, estás vivo y muerto al mismo tiempo, incluso como yo lo estoy. Mi enfoque, sin embargo, es en una área que no percibes. Nuevamente: Las existencias son como notas ejecutadas en ciertas frecuencias. Tú estás sintonizado con una canción terrestre, siguiendo esta analogía, pero solamente estás siguiendo tu propia melodía, y usualmente no estás consciente de la mayor orquestación en la que también tomas parte.
Algunas veces en los sueños te sintonizas con un cuadro mayor, pero de nuevo, ciertas cosas parecen ser hechos, y contra estos así llamados hechos aun experiencias definidas pueden parecer absurdas o caóticas.
Anoche nuestro amigo Joseph tuvo una experiencia del sueño que lo intrigó, y sin embargo parecía sumamente distorsionada. Se encontró saludando a un gran número de personas. Creyó que eran miembros de la familia, aunque solo reconoció a algunos. Sus padres, que se sabía estaban muertos, estaban ahí. Un hermano y una cuñada, quienes están vivos, también estaban presentes. El hermano era definitivamente él mismo, y sin embargo con una apariencia algo cambiada, teniendo los rasgos de un oriental. La totalidad del sueño fue muy agradable y pareció ser como un regreso a casa.
Joseph se asombró, sin embargo, ante esta mezcla de vivos y muertos. Seria fácil pensar que el sueño previó la propia muerte de Joseph, y la de su hermano y cuñada. Tú sigues tus propias secuencias del tiempo, sin embargo. La psique no está tan limitada. Para ella, tu muerte ya ha ocurrido, desde tu punto de vista. Sin embargo, también es verdad que desde su punto de vista, tu nacimiento todavía no ha ocurrido. Tú tienes una más grande experiencia entonces de tu tiempo reconocido y de las estructuras de la existencia.
Allí, puedes encontrarte con parientes muertos hace tiempo, o con hijos que aun no han nacido. Allí, puedes encontrar otras partes de tu propia personalidad que pueden existir simultáneamente con la tuya.
En esa estructura, los llamados vivos y los llamados muertos se pueden mezclar libremente. En tales circunstancias estás literalmente llegando a enterarte de otras perspectivas de existencia. Estás tornando esquinas del ser y descubriendo profundidades multidimensionales de la psique.
Los artistas utilizan la perspectiva sobre una superficie plana para tratar de capturar allí los sentimientos y las experiencias de profundidad que son, en sí mismas, ajenas al lienzo plano, o al papel o al cartón. El artista puede evocar vívidamente la imagen de un camino desapareciendo, que parece ser ancho en el frente del cuadro, solo para volverse más y más pequeño hasta que parece desvanecerse en algún oculto punto distante. Ninguna persona física caminará por ese camino, sin embargo. Una hormiga caminando por un lienzo apenas correría a través de otra superficie plana y estaría sin enterarse de la invitante avenida y de los campos y montañas pintados.
Ahora bien, en el estado del sueño, en ocasiones llegas a enterarte repentinamente de una perspectiva mayor. Esta perspectiva no puede “funcionar” a tu nivel usual de conciencia, más de lo que la perspectiva del artista funcionará para la de la hormiga – aunque hay mucho que podrías aprender de la conciencia de la hormiga.
En los sueños eres tan “insano” que tú mismo no te sientes encerrado en un closet del tiempo y el espacio, pero sientes en cambio como si todo el infinito esperara tu señal.
Si eras tan conocedor y astuto cuando estabas despierto, entonces habrías puesto todas las religiones y las ciencias fuera del negocio, porque comprenderías la realidad más grande de tu psique. Sabrías en “donde está la acción.”
Los físicos tienen sus manos en el pomo de la puerta. Si ellos le prestaran más atención a sus sueños, sabrían que preguntas hacerse.
La psique es una “gestalt” de energía consciente en la que reside tu propia identidad, inviolada, y sin embargo siempre cambiante, a medida que realizas tus potenciales.
Tus parientes muertos sobreviven. Ellos con frecuencia se te aparecen en el estado del sueño. Usualmente interpretas sus visitas, sin embargo, en términos de tu propia estación de realidad. Los ves como ellos eran, confinados a su relación contigo, y usualmente no percibes o recuerdas otros aspectos de sus existencias que no tendrían sentido en términos de tus propias creencias.
Así, tales sueños son como dramas programados en los que vistes tales visitas con accesorios familiares. El mismo tipo de cosa ocurre frecuentemente cuando experimentas destellos de inspiración extraordinarios, o cuando percibes otra información no oficial. Rápidamente tratas de que tenga sentido tal material en términos usuales. Una experiencia fuera del cuerpo en otro nivel de realidad se convierte en una visita al cielo, por ejemplo, o la hasta ahora no reconocida voz de tu propia identidad mayor se convierte en la voz de Dios, o la de un hombre del espacio, o la de un profeta.
Tu experiencia del sueño, sin embargo, te da una guía que te ayudará a comprender la naturaleza de tu propia psique, y la más profunda realidad en la que tiene su existencia. Nuevamente: La Psique del sueño está despierta.
Ella se entiende con un tipo diferente de experiencia a aquella con la cual estás familiarizado físicamente, aunque esa experiencia es también parte de la psique. La vida diaria es un enfoque tomado por parte de aquella porción de la psique que llamas tú, y hay muchos otros de tales enfoques. La psique nunca es destruida. Ni tu individualidad única nunca es minimizada. Las experiencias de la psique cabalgan por encima de tus ideas del tiempo, sin embargo. Te parece que muy definitivamente llegas a la vida y mueres. En tu particular enfoque de conciencia, ningún argumento será suficiente para convencerte de otra manera, ya que por todas partes te es presentada la evidencia física de “los hechos.”
Puedes creer en una vida después de la muerte en uno u otro grado, o puedes estar o no convencido de la teoría general de la reencarnación. Pero ciertamente la mayoría de las personas están unidas en una aparentemente irrefutable creencia de que estás definitivamente vivo ahora, y no muerto. La gente muerta no lee libros. Por otra parte, la gente muerta usualmente tampoco escribe libros.
De una manera extraña te estoy diciendo que tu “vida” es sencillamente la única parte de tu existencia de la que actualmente estás consciente. En términos más amplios, estás vivo y muerto al mismo tiempo, incluso como yo lo estoy. Mi enfoque, sin embargo, es en una área que no percibes. Nuevamente: Las existencias son como notas ejecutadas en ciertas frecuencias. Tú estás sintonizado con una canción terrestre, siguiendo esta analogía, pero solamente estás siguiendo tu propia melodía, y usualmente no estás consciente de la mayor orquestación en la que también tomas parte.
Algunas veces en los sueños te sintonizas con un cuadro mayor, pero de nuevo, ciertas cosas parecen ser hechos, y contra estos así llamados hechos aun experiencias definidas pueden parecer absurdas o caóticas.
Anoche nuestro amigo Joseph tuvo una experiencia del sueño que lo intrigó, y sin embargo parecía sumamente distorsionada. Se encontró saludando a un gran número de personas. Creyó que eran miembros de la familia, aunque solo reconoció a algunos. Sus padres, que se sabía estaban muertos, estaban ahí. Un hermano y una cuñada, quienes están vivos, también estaban presentes. El hermano era definitivamente él mismo, y sin embargo con una apariencia algo cambiada, teniendo los rasgos de un oriental. La totalidad del sueño fue muy agradable y pareció ser como un regreso a casa.
Joseph se asombró, sin embargo, ante esta mezcla de vivos y muertos. Seria fácil pensar que el sueño previó la propia muerte de Joseph, y la de su hermano y cuñada. Tú sigues tus propias secuencias del tiempo, sin embargo. La psique no está tan limitada. Para ella, tu muerte ya ha ocurrido, desde tu punto de vista. Sin embargo, también es verdad que desde su punto de vista, tu nacimiento todavía no ha ocurrido. Tú tienes una más grande experiencia entonces de tu tiempo reconocido y de las estructuras de la existencia.
Allí, puedes encontrarte con parientes muertos hace tiempo, o con hijos que aun no han nacido. Allí, puedes encontrar otras partes de tu propia personalidad que pueden existir simultáneamente con la tuya.
En esa estructura, los llamados vivos y los llamados muertos se pueden mezclar libremente. En tales circunstancias estás literalmente llegando a enterarte de otras perspectivas de existencia. Estás tornando esquinas del ser y descubriendo profundidades multidimensionales de la psique.
Los artistas utilizan la perspectiva sobre una superficie plana para tratar de capturar allí los sentimientos y las experiencias de profundidad que son, en sí mismas, ajenas al lienzo plano, o al papel o al cartón. El artista puede evocar vívidamente la imagen de un camino desapareciendo, que parece ser ancho en el frente del cuadro, solo para volverse más y más pequeño hasta que parece desvanecerse en algún oculto punto distante. Ninguna persona física caminará por ese camino, sin embargo. Una hormiga caminando por un lienzo apenas correría a través de otra superficie plana y estaría sin enterarse de la invitante avenida y de los campos y montañas pintados.
Ahora bien, en el estado del sueño, en ocasiones llegas a enterarte repentinamente de una perspectiva mayor. Esta perspectiva no puede “funcionar” a tu nivel usual de conciencia, más de lo que la perspectiva del artista funcionará para la de la hormiga – aunque hay mucho que podrías aprender de la conciencia de la hormiga.
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