Por lo que el punto de poder y acción está en tu presente, tal como lo comprendes, así cada día es como el tipo de ventana que puede proporcionar muchas visiones a través de sus diferentes cristales.
La ventana de cada día puede abrirse o cerrarse, pero está enmarcada por tu experiencia psicológica corriente. Incluso cuando está cerrada, la luz brilla a través de ella, iluminando tu vida diaria. En forma miniatura cada día contiene, a su propia manera, indicios de todas tus propias existencias simultaneas. El ser presente no existe en aislamiento.
Dentro de un periodo dado de veinticuatro horas, rastros y aspectos de todas tus otras experiencias aparecen a su propia manera. Cada persona contiene aspectos de sus otras identidades dentro de sus seres corrientes – algunos muy obvios quizás y otros apenas perceptibles. Las habilidades en las que una vida se concentró pueden ser reconocidas como propias ahora, por ejemplo, pero no utilizadas fuertemente.
Los vagos anhelos hacia ciertos logros pueden ser indicios de que las características necesarias están inherentes, pero sin adiestrar, en el ser que conoces. A su propia manera, el periodo de veinticuatro horas representa toda una vida y muchas vidas en una. En él, simbólicamente, tienes “la muerte”, a medida que tu conciencia sintonizada físicamente llega al final de la cantidad de estimulo que ella puede manejar confortablemente sin descanso. Así, en tu muerte física normal, llegas al punto en el que tu conciencia sintonizada terrenalmente ya no puede manejar información adicional sin un “descanso más largo”, y organizarla en un todo creativo y significativo – en términos de tiempo.
Cada día por consiguiente es una encarnación, por así decirlo, pero no solo simbólicamente – ya que a través de la intersección del alma con la carne, cada ser refleja diariamente sus seres “reencarnacionales” o simultáneos.
Lo mismo aplica en lo que podrías concebir como un nivel más práctico, en el que cada día tiene dentro de sí las respuestas a problemas corrientes. Si estás consciente de un problema (desafió) en particular, por lo tanto, puedes estar seguro de que su solución está tan ahí contigo, como lo está el problema. La solución es simplemente la otra cara del problema, sobre la cual puedes no estar concentrándote. Habrá incluso claros indicios en cuanto a las direcciones apropiadas que debes tomar – éstas ya estarán dentro de tu experiencia, pero sin ser reconocidas, porque te estás concentrando en el problema.
Esto aplica a cualquier tipo de dilema.
Aunque eres un individuo, y con libre albedrío, también eres parte de otro tú. Simplemente no te identificas ahora con tu ser más grande. Tienes tus propias características únicas. Tu ser más grande también posee su propia originalidad, y sin embargo habrá lo que puedes concebir como una semejanza familiar, así que en general tú y tu otro ser con frecuencia escogen los mismos tipos de desafíos, aunque en formas disímiles.
A sus propias maneras, otras partes de tu ser multidimensional están involucradas en experiencias, algo similares a las tuyas, aunque en el exterior la situación puede ser completamente diferente. Su progreso yace latente dentro de la ventana del punto del momento – siendo el punto del momento tu intersección corriente con la realidad que conoces.
Las aventuras de tus seres simultáneos, de nuevo, aparecen como rastros en tu propia conciencia, como ideas, como soñar despierto, o como imágenes desconectadas, o algunas veces incluso como intuiciones repentinas. Ellas se pueden utilizar, se pueden alargar, para ayudarte a comprender los problemas corrientes.
Ahora bien, esto no quiere decir que tendrás necesariamente una avalancha de información, un instantáneo reconocimiento intuitivo de vidas “pasadas”, o experimentar la intrusión de tal información. Quiere decir que en tu propia vida tal información aparece automáticamente en formas íntimas, pero se expresa dentro del marco de tus propias comprensiones, incluso pasando sin ser obstruidas a través de tus pensamientos conscientes.
Muchos artistas sin saberlo pintan retratos de sus seres simultáneos. Muchas madres se encuentran ellas mismas sintiéndose a veces más jóvenes que sus descendientes, o a punto de llamar a algunos de sus hijos con nombres diferentes. Los impulsos para ensayar actividades que no has ensayado antes pueden ser en realidad mensajes de otras partes de tu propio ser.
Simplemente no existe el tiempo tal como lo concibes, solo un presente en el que todas las cosas ocurren. Hay milagros de información condensada dentro de las células mismas que los científicos no pueden percibir, ya que existen por fuera del alcance de los instrumentos físicos. A su propia manera, la comprensión celular incluye un extenso reconocimiento de las probabilidades, en tus términos, y funciona con manipulaciones destellantes en las que las probabilidades se confrontan y se responden – y por consiguiente se alteran.
La mente consciente sintonizada físicamente en tu ahora no puede manejar esas probabilidades sorprendentes mientras mantiene un sentido de identidad, y sin embargo hay rastros conscientes dentro de tus pensamientos diarios que son las representaciones psicológicas de tal conocimiento.
Con frecuencia no confías en tu imaginación, considerando que ella se entiende con fenómenos que no se pueden llamar realidad. Por consiguiente, formas artificialmente una situación en la que se deben hacer trazos generales. Si eres demasiado imaginativo, por ejemplo, puedes no estar en capacidad de entenderte adecuadamente con la vida física. Sin embargo, esto aplica solamente en el medio cultural en el que operas actualmente. Originalmente, y en tus términos de tiempo, fue precisamente la imaginación la que a su manera te separó de las otras criaturas, capacitándote para formar realidades en tu mente que podrías exteriorizar “más tarde”.
Por lo que ahora desconfías tanto de la imaginación, no comprendes los grandes indicios que ella te da, tanto en términos de solución de problemas como de expresión creativa. Muchos recuerdos reencarnacionales bastante válidos llegan como imaginaciones, pero no confías en ellos. Un buen porcentaje de tus problemas puede ser resuelto más bien fácilmente con la utilización de tu imaginación.
La ventana de cada día puede abrirse o cerrarse, pero está enmarcada por tu experiencia psicológica corriente. Incluso cuando está cerrada, la luz brilla a través de ella, iluminando tu vida diaria. En forma miniatura cada día contiene, a su propia manera, indicios de todas tus propias existencias simultaneas. El ser presente no existe en aislamiento.
Dentro de un periodo dado de veinticuatro horas, rastros y aspectos de todas tus otras experiencias aparecen a su propia manera. Cada persona contiene aspectos de sus otras identidades dentro de sus seres corrientes – algunos muy obvios quizás y otros apenas perceptibles. Las habilidades en las que una vida se concentró pueden ser reconocidas como propias ahora, por ejemplo, pero no utilizadas fuertemente.
Los vagos anhelos hacia ciertos logros pueden ser indicios de que las características necesarias están inherentes, pero sin adiestrar, en el ser que conoces. A su propia manera, el periodo de veinticuatro horas representa toda una vida y muchas vidas en una. En él, simbólicamente, tienes “la muerte”, a medida que tu conciencia sintonizada físicamente llega al final de la cantidad de estimulo que ella puede manejar confortablemente sin descanso. Así, en tu muerte física normal, llegas al punto en el que tu conciencia sintonizada terrenalmente ya no puede manejar información adicional sin un “descanso más largo”, y organizarla en un todo creativo y significativo – en términos de tiempo.
Cada día por consiguiente es una encarnación, por así decirlo, pero no solo simbólicamente – ya que a través de la intersección del alma con la carne, cada ser refleja diariamente sus seres “reencarnacionales” o simultáneos.
Lo mismo aplica en lo que podrías concebir como un nivel más práctico, en el que cada día tiene dentro de sí las respuestas a problemas corrientes. Si estás consciente de un problema (desafió) en particular, por lo tanto, puedes estar seguro de que su solución está tan ahí contigo, como lo está el problema. La solución es simplemente la otra cara del problema, sobre la cual puedes no estar concentrándote. Habrá incluso claros indicios en cuanto a las direcciones apropiadas que debes tomar – éstas ya estarán dentro de tu experiencia, pero sin ser reconocidas, porque te estás concentrando en el problema.
Esto aplica a cualquier tipo de dilema.
Aunque eres un individuo, y con libre albedrío, también eres parte de otro tú. Simplemente no te identificas ahora con tu ser más grande. Tienes tus propias características únicas. Tu ser más grande también posee su propia originalidad, y sin embargo habrá lo que puedes concebir como una semejanza familiar, así que en general tú y tu otro ser con frecuencia escogen los mismos tipos de desafíos, aunque en formas disímiles.
A sus propias maneras, otras partes de tu ser multidimensional están involucradas en experiencias, algo similares a las tuyas, aunque en el exterior la situación puede ser completamente diferente. Su progreso yace latente dentro de la ventana del punto del momento – siendo el punto del momento tu intersección corriente con la realidad que conoces.
Las aventuras de tus seres simultáneos, de nuevo, aparecen como rastros en tu propia conciencia, como ideas, como soñar despierto, o como imágenes desconectadas, o algunas veces incluso como intuiciones repentinas. Ellas se pueden utilizar, se pueden alargar, para ayudarte a comprender los problemas corrientes.
Ahora bien, esto no quiere decir que tendrás necesariamente una avalancha de información, un instantáneo reconocimiento intuitivo de vidas “pasadas”, o experimentar la intrusión de tal información. Quiere decir que en tu propia vida tal información aparece automáticamente en formas íntimas, pero se expresa dentro del marco de tus propias comprensiones, incluso pasando sin ser obstruidas a través de tus pensamientos conscientes.
Muchos artistas sin saberlo pintan retratos de sus seres simultáneos. Muchas madres se encuentran ellas mismas sintiéndose a veces más jóvenes que sus descendientes, o a punto de llamar a algunos de sus hijos con nombres diferentes. Los impulsos para ensayar actividades que no has ensayado antes pueden ser en realidad mensajes de otras partes de tu propio ser.
Simplemente no existe el tiempo tal como lo concibes, solo un presente en el que todas las cosas ocurren. Hay milagros de información condensada dentro de las células mismas que los científicos no pueden percibir, ya que existen por fuera del alcance de los instrumentos físicos. A su propia manera, la comprensión celular incluye un extenso reconocimiento de las probabilidades, en tus términos, y funciona con manipulaciones destellantes en las que las probabilidades se confrontan y se responden – y por consiguiente se alteran.
La mente consciente sintonizada físicamente en tu ahora no puede manejar esas probabilidades sorprendentes mientras mantiene un sentido de identidad, y sin embargo hay rastros conscientes dentro de tus pensamientos diarios que son las representaciones psicológicas de tal conocimiento.
Con frecuencia no confías en tu imaginación, considerando que ella se entiende con fenómenos que no se pueden llamar realidad. Por consiguiente, formas artificialmente una situación en la que se deben hacer trazos generales. Si eres demasiado imaginativo, por ejemplo, puedes no estar en capacidad de entenderte adecuadamente con la vida física. Sin embargo, esto aplica solamente en el medio cultural en el que operas actualmente. Originalmente, y en tus términos de tiempo, fue precisamente la imaginación la que a su manera te separó de las otras criaturas, capacitándote para formar realidades en tu mente que podrías exteriorizar “más tarde”.
Por lo que ahora desconfías tanto de la imaginación, no comprendes los grandes indicios que ella te da, tanto en términos de solución de problemas como de expresión creativa. Muchos recuerdos reencarnacionales bastante válidos llegan como imaginaciones, pero no confías en ellos. Un buen porcentaje de tus problemas puede ser resuelto más bien fácilmente con la utilización de tu imaginación.
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