Debes recordar que principios y finales son realidades solamente dentro de tu propio sistema de vida tri-dimensional.
La energía de tu ser existe por fuera de tu sistema, sin embargo, e incide sobre él, en tus términos, volviéndose “viva” físicamente en ciertos puntos de tiempo y espacio. Tu propia más grande energía se sumerge adentro y afuera del continuun espacio-tiempo, tal como lo comprendes. A medida que lo hace, su experiencia se vuelve física. Dentro de ese sistema, ella deja una señal de vida. Cuando piensas en términos de reencarnación parece que una señal existe antes de la otra, pero el “cuadro” entero existe al tiempo, con todas sus señales de vida individuales.
Puesto que estas ramas o señales de vida provienen cada una de tu entidad, ellas están conectadas psicológicamente y en términos de patrones de energía electromagnéticos. Considera esta analogía: Dando por sentado que en realidad eres multidimensional, solamente puedes percibir una parte de tu experiencia al tiempo, por las características de tu calidad de criatura; el sistema tridimensional se especializa automáticamente en los efectos de antes y después.
Tú existes, digamos, en siete siglos diferentes al tiempo. Sin embargo, los patrones de experiencia normales de tu ser temporal impiden cualquier visión comprensible de todas esas vidas en términos de criatura.
De nuevo, lo que realmente sucede es que la energía de tu ser incide, digamos, en siete puntos de momento dentro del sistema tridimensional. En cada uno de estos puntos, lo que parece ser una vida aislada es experimentada. Apenas más allá de esas intersecciones, sin embargo, hay un reconocimiento más o menos unitario y general de totalidad que “cabalga” sobre ellas. Esto representa la entidad multidimensional que está a la vez separada, y sin embargo es parte de las señales de vida separadas. Puedes tener una existencia en el siglo diecisiete, por ejemplo. Para ti, parecería que esa vida fue una vida pasada, terminada. Puedes creer que tu existencia corriente, con todas sus habilidades y desafíos, es el resultado de esa vida pasada, y sin embargo las dos existen al tiempo. El siglo diecisiete no esta muerto. Tú sigues un patrón de historia de una sola línea, prosiguiendo ciertas acciones como realidad e identificándote con estas tan completamente que ellas son todo lo que percibes. Otras acciones probables están ocurriendo siempre, sin embargo, y son tan válidas como las que escogiste y en consecuencia experimentaste.
Tus seres reencarnacionales tienen tantas vidas probables como tú. Tus creencias y acciones en tu presente alteran “sus” experiencias, así como cada una de ellas, en sus presentes, cambian las tuyas. Si ves estos seres reencarnacionales como una entidad, entonces esto se vuelve bastante natural. El ser total es cambiado por todas sus comprensiones.
Cada parte de la entidad es única e independiente, y a través de sus propias creencias determina lo que aceptará en términos de influencia dentro de su situación de vida inmediata. El gran milagro, de hecho, es que cada conciencia, cualquiera que sea su grado, es ella misma y no otra, incluso mientras en los campos de interacción infinitos ella puede ser parte de otra – así como una ciudad es parte de un estado, o un individuo es parte de una familia.
En términos de personalidad, tal como la entiendes, el individuo escoge las habilidades que tendrá, y los desafíos de la vida. En el presente entonces cada persona tiene oportunidad ilimitada para aprovechar la energía de la entidad, y la comprensión y los poderes de todas sus partes.
Huelga decir que todo ser humano posee la habilidad latente demostrada por un gran artista o atleta, o estadista o filosofo. Dentro de la calidad de criatura hay rangos amplios de habilidades; estos pueden ser usados rara vez, pero están allí como ideales prácticos que pueden ser expresados dentro de ese sistema. De la misma manera, cada individuo posee las habilidades de su entidad en forma latente. Estas también sirven como ideales prácticos, pero en un tipo de contexto diferente, ya que tienes otros siglos con los cuales jugar y muchas existencias en lugar de una.
Con frecuencia sobresales en situaciones que se te escapan completamente a un nivel físico. Estos logros todavía operan a través del enfoque de tu presente, puesto que estás físicamente enterado solo de una línea de eventos probables, así que el significado de muchos eventos del sueño se te escapan. Sin embargo, en los sueños con frecuencia haces trabajo tan valido como cualquiera llevado a cabo en el día, y en el estado del sueño encuentras e interactúas con tus propios seres reencarnacionales.
Realmente, prefiero que pienses de ellos como seres simultáneos. En la condición del sueño hay un gran intercambio de información con estas otras partes de tus seres. Tu cerebro físico automáticamente convierte tal información en términos temporales, de tal manera que muchas de tus experiencias significativas del sueño recordadas son ya traducciones en el momento en que las recuerdas. De otra manera, ellas no tendrían sentido en absoluto para ti.
En muchos casos viajas fuera de la realidad tridimensional mientras sueñas, pero tus experiencias deben ser recordadas en términos físicos, o no tendrías recuerdo de ellas. Incluso tus sueños deben llegar a través de ese punto del presente - la intersección del espíritu con la carne. El sueño representa un canal abierto a través del cual el entorno material es trascendido. Hay cambios extraños en el cerebro, todavía sin descubrir, durante ciertos estados del sueño, una aceleración que muy literalmente propulsa la conciencia fuera de su usual continuum espacio-tiempo dentro de aquellas otras realidades de las cuales proviene.
Estos sirven como puntos de unidad, en donde los varios seres simultáneos se encuentran; y ciertos ritmos estacionales están involucrados aquí en términos físicos.
La energía de tu ser existe por fuera de tu sistema, sin embargo, e incide sobre él, en tus términos, volviéndose “viva” físicamente en ciertos puntos de tiempo y espacio. Tu propia más grande energía se sumerge adentro y afuera del continuun espacio-tiempo, tal como lo comprendes. A medida que lo hace, su experiencia se vuelve física. Dentro de ese sistema, ella deja una señal de vida. Cuando piensas en términos de reencarnación parece que una señal existe antes de la otra, pero el “cuadro” entero existe al tiempo, con todas sus señales de vida individuales.
Puesto que estas ramas o señales de vida provienen cada una de tu entidad, ellas están conectadas psicológicamente y en términos de patrones de energía electromagnéticos. Considera esta analogía: Dando por sentado que en realidad eres multidimensional, solamente puedes percibir una parte de tu experiencia al tiempo, por las características de tu calidad de criatura; el sistema tridimensional se especializa automáticamente en los efectos de antes y después.
Tú existes, digamos, en siete siglos diferentes al tiempo. Sin embargo, los patrones de experiencia normales de tu ser temporal impiden cualquier visión comprensible de todas esas vidas en términos de criatura.
De nuevo, lo que realmente sucede es que la energía de tu ser incide, digamos, en siete puntos de momento dentro del sistema tridimensional. En cada uno de estos puntos, lo que parece ser una vida aislada es experimentada. Apenas más allá de esas intersecciones, sin embargo, hay un reconocimiento más o menos unitario y general de totalidad que “cabalga” sobre ellas. Esto representa la entidad multidimensional que está a la vez separada, y sin embargo es parte de las señales de vida separadas. Puedes tener una existencia en el siglo diecisiete, por ejemplo. Para ti, parecería que esa vida fue una vida pasada, terminada. Puedes creer que tu existencia corriente, con todas sus habilidades y desafíos, es el resultado de esa vida pasada, y sin embargo las dos existen al tiempo. El siglo diecisiete no esta muerto. Tú sigues un patrón de historia de una sola línea, prosiguiendo ciertas acciones como realidad e identificándote con estas tan completamente que ellas son todo lo que percibes. Otras acciones probables están ocurriendo siempre, sin embargo, y son tan válidas como las que escogiste y en consecuencia experimentaste.
Tus seres reencarnacionales tienen tantas vidas probables como tú. Tus creencias y acciones en tu presente alteran “sus” experiencias, así como cada una de ellas, en sus presentes, cambian las tuyas. Si ves estos seres reencarnacionales como una entidad, entonces esto se vuelve bastante natural. El ser total es cambiado por todas sus comprensiones.
Cada parte de la entidad es única e independiente, y a través de sus propias creencias determina lo que aceptará en términos de influencia dentro de su situación de vida inmediata. El gran milagro, de hecho, es que cada conciencia, cualquiera que sea su grado, es ella misma y no otra, incluso mientras en los campos de interacción infinitos ella puede ser parte de otra – así como una ciudad es parte de un estado, o un individuo es parte de una familia.
En términos de personalidad, tal como la entiendes, el individuo escoge las habilidades que tendrá, y los desafíos de la vida. En el presente entonces cada persona tiene oportunidad ilimitada para aprovechar la energía de la entidad, y la comprensión y los poderes de todas sus partes.
Huelga decir que todo ser humano posee la habilidad latente demostrada por un gran artista o atleta, o estadista o filosofo. Dentro de la calidad de criatura hay rangos amplios de habilidades; estos pueden ser usados rara vez, pero están allí como ideales prácticos que pueden ser expresados dentro de ese sistema. De la misma manera, cada individuo posee las habilidades de su entidad en forma latente. Estas también sirven como ideales prácticos, pero en un tipo de contexto diferente, ya que tienes otros siglos con los cuales jugar y muchas existencias en lugar de una.
Con frecuencia sobresales en situaciones que se te escapan completamente a un nivel físico. Estos logros todavía operan a través del enfoque de tu presente, puesto que estás físicamente enterado solo de una línea de eventos probables, así que el significado de muchos eventos del sueño se te escapan. Sin embargo, en los sueños con frecuencia haces trabajo tan valido como cualquiera llevado a cabo en el día, y en el estado del sueño encuentras e interactúas con tus propios seres reencarnacionales.
Realmente, prefiero que pienses de ellos como seres simultáneos. En la condición del sueño hay un gran intercambio de información con estas otras partes de tus seres. Tu cerebro físico automáticamente convierte tal información en términos temporales, de tal manera que muchas de tus experiencias significativas del sueño recordadas son ya traducciones en el momento en que las recuerdas. De otra manera, ellas no tendrían sentido en absoluto para ti.
En muchos casos viajas fuera de la realidad tridimensional mientras sueñas, pero tus experiencias deben ser recordadas en términos físicos, o no tendrías recuerdo de ellas. Incluso tus sueños deben llegar a través de ese punto del presente - la intersección del espíritu con la carne. El sueño representa un canal abierto a través del cual el entorno material es trascendido. Hay cambios extraños en el cerebro, todavía sin descubrir, durante ciertos estados del sueño, una aceleración que muy literalmente propulsa la conciencia fuera de su usual continuum espacio-tiempo dentro de aquellas otras realidades de las cuales proviene.
Estos sirven como puntos de unidad, en donde los varios seres simultáneos se encuentran; y ciertos ritmos estacionales están involucrados aquí en términos físicos.