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viernes, 14 de enero de 2011

La Realidad Desconocida 21

Uno de los más simples ejercicios es difícilmente uno original, pero es de gran beneficio.

Elemento de Practica

Trata de experimentar toda tu información sensorial actual tan completamente como puedas. Esto entona la totalidad de tu organismo físico y psíquico, juntando todas tus percepciones de tal manera que tu conciencia se abre completamente. El cuerpo y la mente operan conjuntamente. Experimentas una inmediata sensación de poder, porque tus habilidades son dirigidas hacia la más completa de sus capacidades. En un momento físico, puedes actuar directamente en el momento, por así decirlo.
Siéntate con los ojos abiertos cómodamente, permitiendo que tu visión tome lo que sea que encuentre delante de ti. No te esfuerces. Por otra parte, explora la totalidad del campo de visión simultáneamente. Escucha todo. Identifica todos los sonidos si puedes, colocándolos mentalmente con los objetos a los que corresponden, incluso aunque los objetos puedan estar invisibles. Siéntate confortablemente, pero no hagas un gran intento de relajarte. En cambio, siente tu cuerpo de una manera vigilante – no en una forma soñolienta distante. Sé consciente de su presión contra la silla, por ejemplo, y de su temperatura y sus variaciones: Tus manos pueden estar cálidas y tus pies fríos, o tu estómago caliente y tu cabeza fría. Conscientemente, entonces, siente las sensaciones de tu cuerpo. ¿Hay algún sabor en tu boca? ¿Qué olores percibes?
Tómate tanto tiempo como quieras con este ejercicio. El te coloca en tu universo claramente. Este es un excelente ejercicio para utilizar antes de que empieces – o después de que termines - cualquier experimento que implique una alteración de la conciencia.
Ahora bien, junta todas esas sensaciones. Trata de estar consciente de todas ellas al tiempo, de tal manera que una le sume a la otra. Si tú mismo te encuentras más interesado en una percepción en particular, entonces haz el intento de traer las ignoradas al mismo enfoque claro. Permite que todas ellas juntas formen una brillante conciencia del momento.
Cuando estés utilizando este ejercicio, enseguida de algún experimento con alteración de la conciencia, entonces termínalo aquí y sigue con tus otros asuntos. Puedes también utilizarlo como un paso inicial que te ayudará a conseguir el sentimiento de tu propia movilidad interior. Para hacer esto, procede como se indica, y cuando tengas la percepción del momento tan clara como sea posible, entonces intencionadamente déjala ir.
Permite que la unidad desaparezca, hasta donde concierne a tus pensamientos conscientes. No conectes más los sonidos que escuchas con sus objetos correspondientes. Haz el intento de unificar la visión y la audición. Deja caer el paquete, por así decirlo, como un grupo unificado de percepciones. La previa claridad del momento habrá cambiado a otra cosa. Toma un sonido si quieres, digamos de un carro que pasa, y con los ojos cerrados sigue el sonido en tu mente. Mantiene tus ojos cerrados. Vuélvete consciente de cualesquiera que sean las percepciones que te llegan, pero esta vez no juzgues o evalúes. Entonces en un instante abre tus ojos, alerta tu cuerpo, y trata de reunir todas tus percepciones de nuevo tan brillantemente y tan claramente como sea posible.
Cuando tengas el mundo de sensaciones ante ti esta vez, permite que llegue a un clímax, por así decirlo, entonces de nuevo cierra tus ojos y permite que se aleje. No te enfoques. De hecho, desenfócate.
Cuando hayas hecho esto con la suficiente frecuencia, de tal manera que estés íntimamente consciente del contraste, tendrás un sentimiento subjetivo, un punto de conocimiento dentro de ti mismo, que te indicará claramente cómo se siente tu conciencia cuando está en su mejor punto de enfoque en la realidad física.
A medida que continúas con tu día, trata de vez en cuando de recapturar ese punto y traer toda la información hacia la más clara brillantez posible. Encontrarás que esta práctica, continuada, enriquecerá inmensamente tu experiencia normal. La encontrarás mucho más fácil de concentrar, de atender. Atender es poner atención y hacerse cargo. Así, este ejercicio te permitirá atender – enfocar tu conciencia en los asuntos a la mano tan claramente y tan vividamente como sea posible. El conocimiento subconsciente de tu propio punto del más fino enfoque también servirá como un punto de referencia para muchos otros ejercicios.

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