Todo lo que es evidente tridimensionalmente tiene una fuente interior, de la cual brota su apariencia. Algo de esto, de nuevo, es difícil de explicar – no porque no exista el vocabulario, sino porque el lenguaje de las palabras en serie automáticamente preempaca las ideas dentro de ciertos patrones, y evitar la preempacada puede ser una tarea. Trataremos de hacer lo mejor, sin embargo.
La célula, tal como la comprendes, no es más que la cara tridimensional de la célula. La idea de “Taquiones,” como se comprende corrientemente, es básicamente legitima, aunque sumamente distorsionada. Antes de que una célula como tal haga su aparición física hay “perturbaciones” en el punto en el que la célula misma se mostrará más tarde. Esas perturbaciones son el resultado de la desaceleración de efectos anteriores de actividad más- rápida-que-la-luz, y representa el surgimiento dentro de tu sistema de energía espacio-tiempo que entonces puede ser utilizada y formada efectivamente dentro del patrón celular.
El proceso mismo de desaceleración ayuda a “congelar” la actividad dentro de una forma. A la muerte de una célula, ocurre el proceso contrario – la muerte es el escape de esa energía de la forma de célula, es su liberación, la liberación misma activa ciertos estados de aceleración. Hay lo que podría llamarse un residuo, o deshechos de energía, “cubriendo” la célula, que permanece dentro de este sistema. Nada de esto puede determinarse desde adentro del sistema – es decir, la actividad inicial más-rápida-que-la-luz o la desaceleración posterior. Tal comportamiento más-rápido-que-la-luz, ayuda a formar la base para el universo físico. Esta característica es un atributo de las Unidades de Conciencia, las que ya han reducido la velocidad hasta cierto punto cuando forman las Unidades de Energía Electromagnética.
Mientras opera a través de las estructuras corporales, una conciencia tal como la tuya se enfoca en gran medida sobre la orientación tri-dimensional. En los estados fuera-del-cuerpo, sin embargo, la conciencia puede viajar más rápido que la luz – con frecuencia, de hecho, instantáneamente.
Esto ocurre frecuentemente en el estado del sueño, aunque tal desempeño se puede lograr en varios estados alterados de conciencia. En tales ocasiones, la conciencia simplemente se coloca ella misma en relación diferente con el tiempo y el espacio. El cuerpo físico no puede seguir, sin embargo.
Es alterando su propia relación con el universo físico que la conciencia puede comprender mejor sus propias propiedades, y visualizar desde otro punto de mira ese universo físico, en donde será visto en una luz diferente. Operando por fuera del cuerpo, la conciencia puede percibir mejor las propiedades de la materia. Ella no puede experimentar la materia, sin embargo, de la misma forma como lo puede hacer cuando está orientada físicamente.
Desde nuestro punto de vista ordinario la conciencia que viaja está fuera de enfoque, no está bloqueada dentro de las coordenadas físicas en la forma designada. El así llamado mundo interior al menos puede ser explorado teóricamente, sin embargo, precisamente de tal manera. La conciencia misma se “desbloquea” por un tiempo de sus coordenadas usuales. Cuando esto sucede, el viajero fuera-del-cuerpo no está solamente fuera de su forma corporal. La persona se sale fuera del contexto usual. Incluso si un individuo deja el cuerpo y se pasea alrededor del cuarto, no más que unos pocos pies lejos de donde el cuerpo está localizado, hay alteraciones – la relación de la conciencia con el cuarto es diferente. La relación del individuo con el espacio y el tiempo se ha alterado. El tiempo fuera del cuerpo es “tiempo libre” bajo tus estándares. No envejeces, por ejemplo, aunque este efecto varía de acuerdo con ciertos principios. Mencionaré estos más tarde.
Tal conciencia viajera puede viajar dentro de la realidad física: Mientras no está relacionándose con ese sistema de la manera usual, todavía puede estar aliada con él. Desde ese punto de vista, la materia misma parecerá diferente a lo que es ordinariamente. Por otra parte, una conciencia fuera-del-cuerpo puede también entrar en otras realidades sintonizadas físicamente: aquellas que están operando “a diferentes frecuencias de la tuya.” La básica naturaleza independiente de la conciencia permite tal desenredo. La conciencia del cuerpo mantiene su propio equilibrio, y actúa algo así como estación de mantenimiento.
Cualquier discusión de la realidad desconocida debe implicar necesariamente ciertas hipótesis usualmente descartadas acerca de las características de la conciencia misma. El mundo, tal como lo conoces, es el resultado de un grupo complicado de “códigos,” cada uno encerrado dentro cada uno de los otros, cada uno, en esos términos, dependiendo de los otros. Tu universo percibido precisamente en todas sus partes, entonces, es el resultado de patrones codificados, cada uno ajustándose perfectamente dentro del siguiente. Alteras uno de estos y hasta cierto punto sales de ese contexto. Cualquier evento de cualquier tipo que no se intersecte directamente, inmaculadamente, con tu continuum espacio-tiempo, no sucede, en tus términos, sino que se cae. Se vuelve probable en tu sistema, pero busca su propio “nivel,” y llega a realizarse al caer en su lugar en otra realidad cuya “secuencia codificada” se ajusta a la suya propia.
La célula, tal como la comprendes, no es más que la cara tridimensional de la célula. La idea de “Taquiones,” como se comprende corrientemente, es básicamente legitima, aunque sumamente distorsionada. Antes de que una célula como tal haga su aparición física hay “perturbaciones” en el punto en el que la célula misma se mostrará más tarde. Esas perturbaciones son el resultado de la desaceleración de efectos anteriores de actividad más- rápida-que-la-luz, y representa el surgimiento dentro de tu sistema de energía espacio-tiempo que entonces puede ser utilizada y formada efectivamente dentro del patrón celular.
El proceso mismo de desaceleración ayuda a “congelar” la actividad dentro de una forma. A la muerte de una célula, ocurre el proceso contrario – la muerte es el escape de esa energía de la forma de célula, es su liberación, la liberación misma activa ciertos estados de aceleración. Hay lo que podría llamarse un residuo, o deshechos de energía, “cubriendo” la célula, que permanece dentro de este sistema. Nada de esto puede determinarse desde adentro del sistema – es decir, la actividad inicial más-rápida-que-la-luz o la desaceleración posterior. Tal comportamiento más-rápido-que-la-luz, ayuda a formar la base para el universo físico. Esta característica es un atributo de las Unidades de Conciencia, las que ya han reducido la velocidad hasta cierto punto cuando forman las Unidades de Energía Electromagnética.
Mientras opera a través de las estructuras corporales, una conciencia tal como la tuya se enfoca en gran medida sobre la orientación tri-dimensional. En los estados fuera-del-cuerpo, sin embargo, la conciencia puede viajar más rápido que la luz – con frecuencia, de hecho, instantáneamente.
Esto ocurre frecuentemente en el estado del sueño, aunque tal desempeño se puede lograr en varios estados alterados de conciencia. En tales ocasiones, la conciencia simplemente se coloca ella misma en relación diferente con el tiempo y el espacio. El cuerpo físico no puede seguir, sin embargo.
Es alterando su propia relación con el universo físico que la conciencia puede comprender mejor sus propias propiedades, y visualizar desde otro punto de mira ese universo físico, en donde será visto en una luz diferente. Operando por fuera del cuerpo, la conciencia puede percibir mejor las propiedades de la materia. Ella no puede experimentar la materia, sin embargo, de la misma forma como lo puede hacer cuando está orientada físicamente.
Desde nuestro punto de vista ordinario la conciencia que viaja está fuera de enfoque, no está bloqueada dentro de las coordenadas físicas en la forma designada. El así llamado mundo interior al menos puede ser explorado teóricamente, sin embargo, precisamente de tal manera. La conciencia misma se “desbloquea” por un tiempo de sus coordenadas usuales. Cuando esto sucede, el viajero fuera-del-cuerpo no está solamente fuera de su forma corporal. La persona se sale fuera del contexto usual. Incluso si un individuo deja el cuerpo y se pasea alrededor del cuarto, no más que unos pocos pies lejos de donde el cuerpo está localizado, hay alteraciones – la relación de la conciencia con el cuarto es diferente. La relación del individuo con el espacio y el tiempo se ha alterado. El tiempo fuera del cuerpo es “tiempo libre” bajo tus estándares. No envejeces, por ejemplo, aunque este efecto varía de acuerdo con ciertos principios. Mencionaré estos más tarde.
Tal conciencia viajera puede viajar dentro de la realidad física: Mientras no está relacionándose con ese sistema de la manera usual, todavía puede estar aliada con él. Desde ese punto de vista, la materia misma parecerá diferente a lo que es ordinariamente. Por otra parte, una conciencia fuera-del-cuerpo puede también entrar en otras realidades sintonizadas físicamente: aquellas que están operando “a diferentes frecuencias de la tuya.” La básica naturaleza independiente de la conciencia permite tal desenredo. La conciencia del cuerpo mantiene su propio equilibrio, y actúa algo así como estación de mantenimiento.
Cualquier discusión de la realidad desconocida debe implicar necesariamente ciertas hipótesis usualmente descartadas acerca de las características de la conciencia misma. El mundo, tal como lo conoces, es el resultado de un grupo complicado de “códigos,” cada uno encerrado dentro cada uno de los otros, cada uno, en esos términos, dependiendo de los otros. Tu universo percibido precisamente en todas sus partes, entonces, es el resultado de patrones codificados, cada uno ajustándose perfectamente dentro del siguiente. Alteras uno de estos y hasta cierto punto sales de ese contexto. Cualquier evento de cualquier tipo que no se intersecte directamente, inmaculadamente, con tu continuum espacio-tiempo, no sucede, en tus términos, sino que se cae. Se vuelve probable en tu sistema, pero busca su propio “nivel,” y llega a realizarse al caer en su lugar en otra realidad cuya “secuencia codificada” se ajusta a la suya propia.
1 comentario:
Siento mucho lo que sientes al pensar ésto.Y...la inevitable pregunta del millón : sabiendo que el cálculo puede ser extremádamente preciso en materias tan abstractas,¿no deja ésto al desnudo todo el desinterés hacia la lógica humana en materia socio-política, científica o industrial y mercantil?
Gracias por tu voluntad a la hora de bajar escalones en el ego del pensamiento,creo que es lo óptimo en los tiempos por venir,el ser humano es bello y fuerte.
Un afectuoso abrazo.
Publicar un comentario