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sábado, 29 de agosto de 2009

La Naturaleza de la Iluminación Espontánea y la Naturaleza de la Iluminación Forzada. El Alma en Vestidos Químicos 1

Un hombre joven, asistente de un médico famoso, había estado trabajando con drogas en una estructura terapéutica por algún tiempo. Antes de esto había recorrido la India, siguiendo finalmente a un gurú. Dejó al gurú para seguir al médico. Como muchos hombres jóvenes a través de todas las épocas, estaba en su camino individual, buscando la verdad, derrumbando todas las piedras, en un esfuerzo por encontrar aquellos métodos que le ayudarían a descubrir EL CAMINO.
La meditación le había traído alguna iluminación, pero el gurú le había dicho que lo debía seguir ciegamente en obediencia. El médico le ofreció una mayor libertad y la esperanza de que quizás químicamente las puertas de la verdad, al menos dentro de su propia alma, podían ser abiertas. De esa manera nuestro buscador regreso a su país y se convirtió en parte de una organización.
Vio al enfermo, al infeliz y al neurótico traídos a este nuevo templo de la verdad, en la que los químicos tomaban el lugar de la comunión del pan. Sintió que algún bien se había hecho, y sin embargo también temía que podía lograrse una innecesaria y peligrosa manipulación.
El mismo varias veces tomó drogas bajo condiciones controladas, primero pequeñas dosis y luego grandes dosis. Encontró algún material particularmente asustador. El médico sugirió que él mismo lo enfrentara tomando otra dosis masiva, y aceptó, aunque no lo quería hacer.
La experiencia fue tan demoledora que imploró por un antídoto, sabiendo que hacerlo estaba contra todas las normas. En todo caso el antídoto se le negó. Dijo que estaba contento de que fuera obligado a observar toda la experiencia, y sin embargo le surgieron serias dudas que finalmente lo condujeron a otras áreas distantes de tal terapia.
Muchos han escrito sobre “viajes malos”, especialmente los jóvenes, siempre grandes buscadores de la verdad, y muy tentados a mirar el químico LSD ahora como el último método de encontrarla. No estoy hablando de marihuana en absoluto, lo que es una cosa totalmente diferente y es un producto natural de la tierra. Estoy hablando acerca de un químico que es el resultado de tu conocimiento tecnológico.
Cuando estás bastante alegre y contento en tu vida diaria, puedes decir que estás en un estado de gracia. En aquellas ocasiones cuando te sientes uno con el universo, o cuando llegas a una experiencia excepcional en la que pareces ir mas allá de ti mismo, puedes decir que estás en un estado de iluminación, y éste tiene muchos grados y niveles. En cualquiera de estos estados tu salud física se beneficia, en términos generales, aunque puedan haber algunas creencias bloqueando esa dirección.
Estos estados naturales activan dentro de tus células memorias “pasadas” que tienen que ver con una alegre respuesta celular, producida por eventos particulares en tu vida, bien sea que te enteres de ellos o no.
Este tipo particular de memoria celular a su turno activa otras capas dentro de las células en diversos grados. Nuevamente aquí, cada átomo y cada molécula contienen dentro de sí la “memoria” de sus experiencias “previas”. De acuerdo con el estado de iluminación o gracia, esas memorias masivas pueden ser activadas de tal manera que no necesariamente involucran tu experiencia personal – aunque tu propio involucramiento y los eventos de tu vida pueden aparecer dentro de ellas en una estructura totalmente diferente de aquella con la que estás familiarizado.
Cualquier evento de tu vida está escrito en la memoria del universo, por ejemplo, tal como piensas de él. Así que en un estado de iluminación la memoria celular privada puede ser animada, y más allá de esto, llevada a un nivel más profundo de conocimiento, en el cual tu propio nacimiento y muerte pueden ser o pueden no ser explicados.
Naturalmente, por si solo, en varias ocasiones experimentaras espontáneamente tales estados de gracia o iluminación, aunque puedas no utilizar esos términos. Te sentirás en paz contigo mismo y con tu mundo, o te sobrepasarás a ti mismo, sintiéndote repentinamente parte de eventos y fenómenos usualmente no considerados tú mismo. Sin embargo, de una u otra manera, tales experiencias son naturales y son un parte de tu herencia.
Tu mente consciente es una parte de tu ser interior, y es siempre cambiante. En términos de la conciencia de la especie, es un desarrollo de gran significación. Ella saca fortaleza de tales fuentes de vitalidad y rejuvenecimiento. Ellas vienen naturalmente a la conciencia. Los psicólogos usualmente ven personas que ya están en dificultades. El hombre feliz no tiene necesidad de tales visitas. Se han hecho muy pocos estudios para descubrir porque el hombre feliz es feliz, y sin embargo sus respuestas serian sumamente pertinentes.
En una terapia que utiliza dosis masivas de LSD, tiene lugar una condición de locura forzada químicamente. Por locura, quiero decir una situación en la que la mente consciente es forzada a un estado de impotencia. Hay un asalto literal, hecho no solo sobre la psique, sino sobre la estructura organizacional que hace posible para ti existir racionalmente en el mundo que conoces. El ego, por supuesto, no puede ser aniquilado en la vida física. Muerto uno, otro surgirá, y deberá surgir, del ser interior que es su fuente.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Gracia Natural, Creatividad, Salud de Cuerpo y Mente y Nacimiento de la Conciencia 5

Un grupo de células forma un órgano. Un grupo de seres forma un alma. No te estoy diciendo que no tienes un alma que puedas llamar propia. Tú eres una parte de tu alma. Ella te pertenece y tú a ella. Tu resides dentro de su realidad, como una célula reside dentro de la realidad de un órgano. El órgano es temporal, en tus términos. El alma no lo es.
La célula es material, en tus términos. El ser no lo es. La entidad, o ser más grande, está compuesta de almas. Por lo que el cuerpo existe en el espacio y el tiempo, los órganos tienen propósitos específicos. Ellos ayudan a mantener el cuerpo vivo y deben permanecer en “el lugar”. La entidad tiene su existencia en dimensiones multitudinarias y sus almas tienen libertad para viajar dentro de limites que te parecerían infinitos. Así como la célula más pequeña dentro de tu cuerpo participa, en su grado, en tu experiencia diaria, así mismo el alma, en un grado inmensamente mayor, comparte los eventos de la entidad.
Tú posees dentro de ti mismo todos aquellos potenciales en los cuales la conciencia toma parte creativamente. La célula no necesita estar conscientemente enterada de ti con el fin de realizarse, aunque tus expectativas de salud en gran parte influencian su existencia, pero tu reconocimiento del alma y de la entidad puede ayudarte a dirigir energías desde estas otras dimensiones hacia tu vida diaria.
Estás en el proceso de expandir tu estructura psíquica, convirtiéndote en un participante consciente con el alma y convirtiéndote en lo que tu alma es. Así como las células se multiplican y crecen – dentro de su propia naturaleza y estructura física – así mismo los seres “evolucionan” en términos de satisfacción de valores.
Las almas son también estructuras psíquicas creativas, siempre cambiando y sin embargo reteniendo siempre la integridad individual, y todas dependientes la una de la otra. Las almas forman la vida de la entidad en esos términos. Sin embargo, la entidad es “más” de lo que es el alma.
Cuando estás enterado de la existencia de la entidad y del alma, puedes conscientemente aprovechar su más grande energía, comprensión y fortaleza.
Está disponible inherentemente, pero tus intenciones conscientes traen ciertos cambios en ti que automáticamente activan tales beneficios. Los resultados se sentirán hasta en la más pequeña célula dentro de tu cuerpo, y afectarán incluso los aparentemente más mundanos eventos de tu vida diaria.
Estás creciendo en conciencia; por consiguiente, utilizándola expandes sus capacidades. No es una cosa, sino un atributo y una característica. Es por eso por lo que tu comprensión y deseo son tan importantes. Los procesos iniciados están más allá de tu conocimiento normal. Ellos ocurren automáticamente con tu intento, si no los bloqueas con el miedo, la duda o con creencias encontradas.
Imagínate a ti mismo como una parte de un universo invisible, pero uno en el cual todas las estrellas y planetas están conscientes y llenos de energía indescriptible. Estás enterado de esto. Piensa de este universo como teniendo la forma de un cuerpo. Si lo deseas, visualiza su brillante perfil contra el cielo. Los soles y los planetas son tus células, cada una llena de energía y poder, pero esperando tu dirección.
Entonces observa esta imagen explotando dentro de tu propia conciencia, la que es increíblemente brillante. Date cuenta que es parte de una estructura multidimensional mucho más grande, esparcida en una dimensión aun más rica. Siente la entidad enviándote energía, así como le envías energía a tus células. Permite que ella llene tu ser y enseguida dirígela físicamente a cualquier lugar que escojas dentro de tu cuerpo.
Si en cambio hay un evento físico que deseas fuertemente, utiliza entonces esa energía para imaginar su ocurrencia real tan vividamente como puedas. Si sigues estas direcciones y comprendes el significado de ellas, encontrarás los resultados muy sorprendentes y efectivos. La energía puede dirigirse a cualquier parte del cuerpo, y si no bloqueas sus acciones por incredulidades, esa parte será curada. Recuerda, sin embargo: Si tienes la creencia de que eres una persona enfermiza, eso puede obstaculizarte. En ese caso, cambiar ese tipo de creencia en particular es tu primera preocupación. Uno de mis propósitos aquí es decirte que nadie ha nacido para ser una persona enfermiza, así que leyéndolo puedes ayudarte.
En tus términos, si crees que escogiste la enfermedad para compensar por una deficiencia en una vida pasada, te ayudará si te das cuenta que tú formas tu propia realidad ahora en tu presente, y por consiguiente puedes cambiarla.
Más adelante discutiré asuntos tales como los defectos de nacimiento. Aquí estamos hablando acerca de las condiciones que pueden ser corregidas físicamente, pero no del crecimiento de un brazo, si naciste sin uno, por ejemplo, o de la corrección de algunas carencias del cuerpo al nacer.
Tu cuerpo es el producto básico de tu creatividad en un nivel físico. De su integridad deben provenir todas las otras construcciones en tu vida. Tus más grandes empeños artísticos deben surgir del alma-en-la-carne. Te creas a ti mismo diariamente, cambiando tu forma de acuerdo con la riqueza incalculable de tus multitudinarias habilidades.
Así, de la resplandeciente riqueza psíquica del alma, surges con tu libre albedrío y tu deseo. Tú en cambio creas otras criaturas vivientes. También produces formas de arte - fluidas construcciones vivientes que no comprendes, en términos de sociedades y civilizaciones – y todas ellas fluyen por medio de tu alianza con la carne y la sangre.
Esta creatividad, la fuerza más poderosa dentro de toda realidad, abarca desde fuentes que aun no hemos discutido, hasta el más pequeño átomo y molécula. Tu salud es una extensión de tu creatividad. Así lo es tu relación con tu pareja, con tu jefe, y con los tipos de eventos con los que estás familiarizado de manera única.

domingo, 23 de agosto de 2009

Gracia Natural, Creatividad, Salud de Cuerpo y Mente y Nacimiento de la Conciencia 4

El “tú” que consideras tú mismo nunca es aniquilado. Tu conciencia no es apagada, ni es engullida, dichosamente inconsciente de sí misma, en algún nirvana. Eres tan parte de un nirvana ahora como nunca lo serás.
Hasta cierto punto, hemos discutido sobre tu cuerpo y su composición de células. Todas las células que construyen tu forma física obviamente existen a la vez. Imagina que tienes muchas vidas perdurando del mismo modo. En lugar de células, tienes seres. Te he dicho que cada célula tiene su propia memoria. La memoria del ser es por supuesto de una dimensión mucho más grande.
Piensa en el “tú” más grande – llámalo la entidad si quieres – como formando una estructura psíquica tan real como la estructura física, pero compuesta de muchos seres. Así como cada célula de tu cuerpo tiene su posición dentro del espacio y tiene limites corporales, así mismo cada ser dentro de la entidad está enterado de su propio tiempo y dimensión de actividad. El cuerpo es una estructura temporal. Las células, sin embargo, mientras son una parte de este cuerpo, no están enteradas de la dimensión total en la que tu conciencia reside. Ellas no perciben todos los elementos que están disponibles incluso en la experiencia tridimensional, y sin embargo tu conciencia actual – aparentemente mucho más sofisticada – físicamente se apoya en el conocimiento celular.
De esta manera la entidad, o estructura psíquica “mayor”, de la cual tú eres una parte, está más enterada que tú de una dimensión de actividad mucho más grande, y sin embargo, de la misma manera, su conciencia más sofisticada se apoya sobre la tuya, y la una es necesaria para la otra.
En la vida física hay un lapso mientras los mensajes saltan de las terminales nerviosas. En otros términos y en otros niveles, esto fue representado en aquel “momento de reflexión” que tuvo lugar a medida que la conciencia del hombre surgió de la de los animales. No estoy diciendo que el hombre surgió de los animales.
Todavía en otros términos y a niveles diferentes este lapso ocurre – este momento de reflexión se extiende él mismo – a medida que el ser salta entero de forma física, incluso como alguna vez la célula abandonó el cuerpo.
En este respecto, y para nuestra analogía solamente, piensa de la vida del ser como un mensaje saltando a través de las células nerviosas de una estructura tridimensional, tan real como tu cuerpo, y considéralo también como un “momento de reflexión” más grande por parte de tal personalidad de muchos lados.
Hago estas analogías porque son pertinentes, y sin embargo me doy cuenta que ellas pueden hacerte sentir pequeño, o temeroso por tu identidad. Tú eres más que un mensaje pasando a través de los enormes alcances de un superser. No estás perdido en el universo. Debemos utilizar palabras, pero estas analogías pueden, si se lo permites, evocar dentro de tu imaginación algunos sentimientos de tu más intima relación con toda otra realidad. Hasta cierto punto, el sentimiento de gracia es tu reconocimiento emocional de la necesidad, propósito y libertad, de la apreciación innata, de tu rectitud y tu lugar en la existencia.
Recuerda también, en tus términos, la gran diferencia que te separa como un ser de las células que te componen físicamente. Tu actual identidad contiene el conocimiento y la “memoria” de todas aquellas existencias simultaneas, así como las células a su manera retienen la memoria de todas aquellas estructuras físicas que han formado. Conscientemente, por tus conceptos del tiempo, interpretarás esas vidas simultaneas en términos reencarnacionales, una vida aparentemente antes de la otra.
Tus ideas conscientes, tus expectativas y creencias dirigen la salud y la actividad de las células. Las células no tienen libre albedrío, en tus términos. Tienen la capacidad innata de formar otras organizaciones, pero no cuando están afiliadas contigo. Para dejarte, ellas deben cambiar su forma. Hasta cierto grado, tú determinas su “buena salud” dentro de la estructura de su naturaleza. Ellas también ayudan a mantener tu salud. En términos de conciencia, la entidad, o tu yo más grande, sabe mucho más de lo que tú sabes, así como tú sabes más de lo que saben tus células.
Tú tienes libre albedrío, sin embargo, ya que mientras la estructura psíquica de la entidad puede compararse con el cuerpo, ella es parte de, y habita en, dimensiones mucho más grandes. Todo esto puede parecer que tiene poco que ver con tu realidad personal. Sin embargo, tu experiencia diaria está tan conectada con tu ser o entidad, como lo está con las células de tu forma física.
Hay una obvia relación íntima entre cada célula y otra célula. Hay constante intercambio y agrupación de conocimientos dentro de la propia milagrosa estructura del cuerpo. Tu idea de la realidad y su experiencia es muy diferente a aquella de cualquier célula, y sin embargo cada una está interconectada.

jueves, 20 de agosto de 2009

Gracia Natural, Creatividad, Salud de Cuerpo y Mente y Nacimiento de la Conciencia 3

Te parece que hay una extensión de tiempo entre las existencias reencarnacionales y que una sigue a la otra como un momento puede seguir a otro. Por lo que percibes una realidad de causa y efecto, tienes la hipótesis de una realidad en la que una vida afecta la próxima. Con tus teorías de culpa y castigo, con frecuencia imaginas que eres obstaculizado en esta existencia por culpas recolectadas en la última vida, o peor aun, por culpas acumuladas a través de los siglos.
Estas existencias múltiples, sin embargo, son simultaneas y abiertas. En tus términos, la mente consciente está desarrollándose hacia una realización de la parte que tiene que jugar en tal realidad multidimensional. Es suficiente que comprendas tu parte en esta existencia. Cuando comprendas plenamente que tú formas lo que piensas es tu realidad corriente, todo lo demás se aclarará.
Tus creencias, pensamientos y sentimientos son instantáneamente materializados físicamente. Su realidad terrenal ocurre simultáneamente con su inicio, pero en el mundo del tiempo parecen ocurrir lapsos. Así que digo que uno causa el otro, y utilizo esos términos para ayudarte a comprender, pero todos son a la vez. Así están ocurriendo tus vidas múltiples en el momento de la realización inmediata de tu ser en la extensión natural de sus multifacéticas habilidades.
“A la vez” no implica un estado terminado de perfección, ni una situación cósmica en la cual todas las cosas están hechas, ya que todas las cosas aun están sucediendo. Tú estás aun sucediendo, tanto los seres presentes como futuros; tu ser pasado todavía está experimentando lo que piensas que está hecho. Más aun, está experimentando eventos que no recuerdas, eventos que tu conciencia sintonizada linealmente no puede percibir en ese nivel.
Tu cuerpo tiene dentro de él la fortaleza milagrosa y la energía creativa con la que naciste. Muy probablemente tomarás esto como insinuando la posibilidad de un estado de juventud infinito. Si bien la juventud puede ser “prolongada” físicamente mucho más allá de su presente duración, eso no es lo que estoy diciendo.
Físicamente, tu cuerpo debe seguir la naturaleza dentro de la cual naciste, y en ese contexto el ciclo de juventud y vejez es sumamente importante. En algunas maneras, el ritmo de nacimiento y muerte es como el aliento que se aspira y expira. Siente tu respiración a medida que entra y sale. Tú no eres ella y sin embargo entra dentro de ti y te deja, y sin su continuo fluir no podrías existir físicamente. Precisamente así tus vidas entran y salen de ti. Y una parte de ti, mientras permite que ellas se vayan, las recuerda y conoce sus trayectorias.
Imagina a donde va tu respiración cuando deja tu cuerpo, como escapa quizás a través de una ventana abierta y como se vuelve parte del espacio afuera, en donde nunca la reconocerías; y cuando te ha dejado, ya no es más parte de lo que eres, puesto que ya eres diferente. De esta manera las vidas que has vivido no son tú, mientras que ellas son tuyas.
Cierra tus ojos. Piensa de tus respiraciones como vidas, y de ti como la identidad a través de la cual ellas han pasado y están pasando. Entonces sentirás tu estado de gracia, y todas las culpas artificiales serán sin sentido. Nada de esto niega la suprema y total integridad de tu individualidad, ya que tú también eres la entidad individual a través de la cual fluyen las vidas, y las vidas únicas que son expresadas a través de ti.
Ningún átomo de aire es como otro. Cada uno a su manera está enterado y es capaz de entrar en trasformaciones y organizaciones más grandes llenas de potencial infinito. A medida que tu respiración te deja y se convierte en parte del mundo, liberándose, así mismo tus vidas te dejan y continúan existiendo, en tus términos. No puedes limitar la personalidad que “fuiste” a un siglo en particular que está terminado y negarle otros desarrollos, porque aun ahora existe y tiene experiencia fresca. Así como tu momento de reflexión le dio nacimiento a tu conciencia, tal como la concibes, ya que realmente vienen juntos, así mismo otro fenómeno y otro tipo de reflexión pueden darle nacimiento al menos a algún tenue conocimiento consciente de las inmensas dimensiones de tu propia realidad.
El animal se mueve, digamos, a través del bosque. Tú te mueves a través de áreas psíquicas, psicológicas y mentales de la misma manera. Por medio de sus sentidos el animal obtiene mensajes de áreas distantes que no puede percibir directamente y de las cuales en gran medida no está enterado. Y así lo haces tú.

lunes, 17 de agosto de 2009

Gracia Natural, Creatividad, Salud de Cuerpo y Mente y Nacimiento de la Conciencia 2

La mente consciente es un fabricante de distinciones. Trae a la superficie del conocimiento gestalts totales de material previamente inconsciente y lo ensambla y organiza en forma siempre cambiante. Con un propósito determinado, una cantidad literalmente infinita de tal información puede ser clasificada inconscientemente, y entonces surgirán solamente los elementos deseados.
La mente consciente es infinitamente creativa. Esto aplica a todas las áreas del pensamiento de la mente consciente. También es la organizadora de la información física, de tal manera que la culpa natural se convierte en la base para todos los tipos de variaciones. Estas siguieron de cerca las religiones y agrupaciones sociales del hombre. Las últimas son también el resultado de la capacidad de la mente consciente para hacer uso, mezclar, combinar y reorganizar la percepción y la experiencia.
El hombre es innatamente bueno. Su mente consciente debe ser libre, con su propia voluntad. Puede, por lo tanto, considerarse a sí mismo malo. Él es quien establece esos estándares en su propia imagen.
La mente también está equipada para ver sus propias creencias, reflejarse en ellas y evaluar sus resultados, así que utilizando esta herramienta como estaba destinada a ser usada, automáticamente ayudaría al hombre a reconocer tanto sus creencias como sus efectos. Parte de esta permisividad tiene que ver con el hecho de que el hombre está para darse cuenta que él crea su propia realidad. El libre albedrío es una necesidad. La libertad que se le ha dado le permite materializar sus ideas, encontrarlas en la experiencia física y evaluar por él mismo su particular tipo de validez.
El animal no tiene tal necesidad. Se anida seguramente dentro de los confines de sus instintos, mientras explora otros aspectos de conocimiento con los que el hombre no está familiarizado íntimamente. No obstante, te son dadas la gracia natural y la culpa natural y ellas crecerán más plenamente hacia el conocimiento consciente. Si te puedes sentar tranquilamente y darte cuenta que las partes de tu cuerpo se están reemplazando ellas mismas constantemente, si vuelves tu mente consciente hacia la consideración de tal actividad, entonces puedes darte cuenta de tu propio estado de gracia. Si puedes sentir tus pensamientos reemplazándose ellos mismos continuamente, entonces puedes también sentir tu propia elegancia.
No puedes sentirte culpable y disfrutar de tal reconocimiento, sin embargo; no en un nivel consciente. Si encuentras que te estás reprendiendo a ti mismo por algo que hiciste ayer, o hace diez años, no estás siendo virtuoso. Muy probablemente estás involucrado con la culpa artificial. Aun si ocurrió una violación, la culpa natural no involucra castigo. Está indicada como una medida preventiva, como un recordatorio antes de un evento.
“No hagas esto de nuevo”, es solo el mensaje para después. Estoy poniendo estos conceptos dentro de tu esquema del tiempo porque, en tus términos, ellos nacieron de él. Sin embargo, el hecho es que todo el “tiempo” es simultaneo.
En un tiempo que es simultaneo, el castigo no tiene sentido. El castigo como un evento, y el evento por el que estás siendo castigado, existen a la vez; y puesto que no hay pasado, presente y futuro, podrías muy bien decir que el castigo vino primero.
He mencionado muy poco la reencarnación, pero permíteme afirmar que la teoría es una interpretación de la mente consciente en términos lineales. Por una parte, está altamente distorsionada. Por otra parte, es una interpretación creativa, en la medida en que la mente consciente juega con la realidad tal como la comprende. Sin embargo, en los términos utilizados allí, no hay karma que deba pagarse como castigo, a menos que creas que hay crímenes por los cuales debes pagar.
En términos más amplios, tampoco hay causa y efecto, aunque estos son asunciones básicas en tu realidad.
Utilizo estos conceptos porque te son familiares. En el mundo del tiempo ellos parecen como reales. Regresemos una vez más a aquel momento de reflexión, puesto que aquí aparecen primero causas y efectos. Tenuemente, en tus términos, esto puede rastrearse observando los animales que aun recorren la tierra, ya que cada uno, en su propio grado, mucho menos que el tuyo, muestra esa reflexión. En algunos, para todas las intenciones y propósitos, no existe en absoluto. Sin embargo, está ahí, latente.
Entre más grande sea tu “periodo” de reflexión, más grande es la cantidad de tiempo que parece pasar entre los eventos.

viernes, 14 de agosto de 2009

Gracia Natural, Creatividad, Salud de Cuerpo y Mente y Nacimiento de la Conciencia 1

Con los animales, hay diversos grados de división entre el ser que actúa y la acción involucrada. Con el nacimiento de la mente consciente en el hombre, sin embargo, el ser que actúa necesitaba una manera de juzgar sus acciones. Llegamos nuevamente a la importancia de ese periodo de reflexión en el cual el ser, con la utilización de la memoria, vislumbra en el presente su propia experiencia pasada y proyecta sus resultados en el futuro.
El estado de gracia es una condición en la cual el crecimiento es fácil, es una aquiescencia trasparente y alegre, que es el campo requerido por toda existencia. Tu propio cuerpo crece naturalmente y fácilmente desde el momento del nacimiento, no experimentando resistencia, sino dando por sentado su despliegue milagroso; utilizando todo de sí mismo, con una gran despreocupación, amable y creativamente agresiva.
Tú naciste en un estado de gracia, por consiguiente. Es imposible para ti dejarlo. Morirás en un estado de gracia, bien sea que se digan o no palabras en tu favor, o si se derrama o no sobre tu cabeza agua o aceite. Compartes esta bendición con los animales y con todas las otras cosas vivientes. No te puedes “caer” de la gracia, ni se te puede quitar.
Puedes ignorarla. Puedes sostener creencias que te ciegan a su existencia. Todavía estarás en estado de gracia, pero incapaz de percibir tu propia calidad de único y tu integridad; y también estarás ciego a otros atributos con los que estás automáticamente dotado.
El amor percibe la gracia en otro. Como la culpa natural, el estado de gracia es inconsciente en los animales. Está protegido. Ellos lo dan por sentado, no sabiendo lo que es, o lo que ellos hacen, y sin embargo habla a través de todos sus movimientos y está en la antigua sabiduría de sus maneras. Ellos no tienen memoria consciente, pero la memoria instintiva de las células y los órganos los sostienen. Todo esto aplica en grados, de acuerdo con la especie, y cuando hablo de memoria consciente, estoy utilizando palabras que te son familiares. Quiero decir una memoria que puede mirar atrás a través de sí misma en cualquier momento.
En algunos animales, por ejemplo, el surgimiento de tal memoria consciente es evidente, y sin embargo es altamente limitada y especializada. Un perro puede recordar cuando vio a su amo por ultima vez, pero sin estar en capacidad de convocar la memoria y operar sin el tipo de asociaciones mentales que tú utilizas. Sus conexiones serán de una naturaleza más biológica y no le proporcionarán la libertad que tus propias condiciones mentales te permiten.
El perro no recuerda el alegre reconocimiento de su propio estado de gracia que viene del pasado, ni prevé una repetición en el futuro. Con la gran libertad proporcionada por la mente consciente, sin embargo, el hombre pudo desviarse de la gran alegría interior del ser, olvidarla, no creer en ella, o utilizar su libre albedrío para negar su existencia.
La espléndida aceptación biológica de la vida pudo no ser impulsada o forzada sobre su conciencia emergente, así que para ser efectivo, eficiente y para emerger en el nuevo enfoque de conocimiento, la gracia tenia que expandirse desde la vida del tejido hacia aquella de los sentimientos, pensamientos y procesos mentales. La gracia se convirtió entonces en la criada de la culpa natural.
El hombre llegó a enterarse de su estado de gracia cuando vivió dentro de las dimensiones de su conciencia, a medida que se volvió hacia su nuevo mundo de libertad. Cuando el hombre no violó, se enteró de su propia gracia. Cuando violó, cayo de nuevo en el conocimiento celular, como en los animales, pero se sintió conscientemente cortado y negado a ella.
La simplicidad de la culpa natural no conduce a lo que tu concibes como conciencia, y sin embargo la conciencia también depende de aquel momento de reflexión que en gran medida te coloca aparte de los animales. La conciencia, tal como la concibes, es causada por un dilema y una incomprensión de las condiciones establecidas sobre tu existencia física. La conciencia surgió con el surgimiento de la culpa artificial.
La culpa artificial es todavía altamente creativa a su manera, es una ramificación hecha a imagen del hombre, a medida que su mente consciente comenzó a considerar y a basarse en la inocente culpa natural, que originalmente no implicaba castigo.

martes, 11 de agosto de 2009

La Salud y los Pensamientos Buenos y Malos 5

La colección de culpas artificiales no reconocidas, acumuladas a través de los siglos, ha conducido a tal acumulación de energía reprimida que su liberación ha resultado en acción violenta. De este modo el odio de una generación de adultos, cuyos padres murieron en una guerra, ayudan a generar la próxima.
Tú no violarás. Nuevamente, el mandato tenía que ser lo suficientemente flexible para cubrir cualquier situación en la cual la especie consciente podía llegar a estar involucrada. El instinto de los animales y sus situaciones naturales mantenían sus números en limites; y con una cortesía inconsciente y desconocida le hacían campo a todos los otros.
Tú no violarás, en contra de la naturaleza, de la vida, o de la tierra. En tus términos, tu calidad de criatura, mientras se esfuerza por la supervivencia y anhela la vida, mientras es abundante y ruidosa, no es glotona inherentemente. Sigue el orden inconsciente que está dentro de ella, así como hay un orden definido, una relación y un límite para el número de cromosomas. Una célula que se vuelve omnívora puede destruir la vida del cuerpo.
Tú no violarás. Así el principio aplica a la vida y a la muerte.
Difícilmente hay algo misterioso en la idea de que la vida puede matar. En un nivel biológico, toda muerte está escondida en la vida, y toda vida en la muerte.
Los virus están vivos, como lo mencionamos en otra conexión, y pueden ser benéficos o perjudiciales, de acuerdo con otros equilibrios en el cuerpo. En las células cancerosas el principio de crecimiento se descontrola. En calidad de criatura, cada especie tiene su lugar, y si una se multiplica fuera de su propio orden, toda la vida y el cuerpo de la tierra misma llega a estar en peligro.
En esos términos, la superpoblación es una violación. En los casos de la guerra y la superpoblación, la especie ha ignorado su culpa natural. Cuando un hombre mata a otro, sin importar sus otras creencias, cierta parte de su mente consciente siempre está enterada de la violación involucrada, aunque la pueda justificar.
Cuando las mujeres dan a luz en un mundo superpoblado, ellas también saben, con una parte de sus mentes conscientes, que está involucrada una violación. Cuando tu especie ve que está destruyendo otra especie y desbaratando el equilibrio natural, está enterada conscientemente de su violación. Cuando esa culpa natural no es enfrentada, hay otros mecanismos que se deben emplear. Nuevamente, a riesgo de repetirme: Muchos de tus problemas resultan del hecho de que no aceptas la responsabilidad de tu propia conciencia. Ella está para evaluar la realidad, que está formada inconscientemente en réplica directa a tus pensamientos y expectativas.
Cuando no aceptas este conocimiento consciente, sino que lo rechazas, no estás utilizando una de las “herramientas” más delicadas jamás creadas por tu especie, y estás en gran medida negando tu derecho al nacimiento y a tu herencia.
Cuando esto sucede, la especie por omisión debe volver a caer en los vestigios de los viejos instintos, que no estaban equipados para operar en conjunción con una mente racional consciente, y no comprendes tu experiencia. Eso hace de tu “momento de reflexión” una impertinente negación del impulso. Así el hombre pierde la utilización plena del instinto gracioso y regulado de los animales, e incluso niega la discriminación consciente y emocional que se le había dado.
Los mensajes enviados como resultado son tan altamente contradictorios que estás atrapado en una posición en donde el verdadero instinto no puede reinar, ni la razón puede prevalecer. En cambio resulta una versión distorsionada del instinto, a la par con un uso ilegitimo de la sensación, a medida que la especie trata desesperadamente de regular su rumbo.
Actualmente tienes una condición en la cual la superpoblación está compensada por las guerras, y si no lo está por las guerras, por las enfermedades. Sin embargo, ¿Quiénes deben morir? Los jóvenes que serian los padres de los niños. Una comprensión de la naturaleza de la integridad de la culpa natural te salvaría de tal predicamento.
Los “demonios”, tus proyecciones, entonces son colocados sobre un enemigo nacional, o sobre el líder de otra raza. Algunas veces masas totales de población proyectarán sobre otros grandes grupos las imágenes de sus propias frustraciones no enfrentadas. Como en el caso mencionado de Augusto, puedes encontrar el héroe y el villano, separados y diversificados. Así como un hombre puede dividirse, así mismo lo puede hacer una nación y un mundo. Así lo puede hacer la especie. Así, por lo tanto, se puede dividir una familia, y un miembro siempre aparece como un héroe y otro como un villano o demonio.
Puedes tener dos hijos, uno de ellos, en términos generales, se comporta como Augusto Uno, y el otro actúa como Augusto Dos. Por lo que uno parece tan complaciente y dócil y el otro tan violento e indisciplinado, puedes no ver jamás las conexiones entre sus comportamientos, pensando que son tan obviamente diferentes. Sin embargo, si ser “bueno”, cortés y complaciente no es el estado de un hijo normal, tampoco lo es la incesante actividad violenta. En tales casos lo que usualmente tienes es una situación en la que un hijo está representando por toda la familia un comportamiento agresivo no enfrentado. Tales patrones de actividad no reconciliados también significan que el amor no está siendo libremente expresado.
El amor es extrovertido, como lo es la agresión. No puedes inhibir el uno sin afectar similarmente a la otra, de tal manera que bajo tales condiciones el amoroso hijo dócil está proyectando y expresando el amor restringido por la totalidad de la familia. Tanto el villano como el héroe estarán en problemas, sin embargo, ya que cada uno está negando otros aspectos legítimos de su experiencia.
Lo mismo aplica entonces para las naciones. La culpa natural es un mecanismo creativo, que está para servir como un estímulo consciente en la solución de problemas que, en tus términos, otros animales no tuvieron jamás. Aprovechándolo, saltaste todavía mas allá a través de fronteras desconocidas y te abriste paso a través de dimensiones de conocimiento que estaban siempre latentes desde el nacimiento de la mente consciente.
La culpa natural es una guía sabia que trae consigo no solo integridad biológica, sino que activa dentro de la conciencia aspectos de actividad que de otra manera debían permanecer cerrados.

sábado, 8 de agosto de 2009

La Salud y los Pensamientos Buenos y Malos 4

La culpa natural es la manifestación en la especie del sentimiento corporal inconsciente de justicia e integridad de los animales. Significa: No matarás más de lo que es necesario para el sustento físico. No tiene nada que ver con adulterio o sexo. Contiene asuntos innatos que aplican a seres humanos, que no tienen ningún significado para otros animales en la estructura de su experiencia. Hablando estrictamente, la traducción del lenguaje biológico a tu propio lenguaje está dado en esta sesión; pero la más fina discriminación dice así: No violarás.
Los animales no necesitan tal mensaje, por supuesto, ni puede ser traducido literalmente, ya que tu conciencia es flexible y tenía que dejarse un margen para tu propia interpretación.
Una mentira rotunda puede ser o puede no ser una violación. Un acto sexual puede ser o puede no ser una violación. Una expedición científica puede ser o puede no ser una violación. No ir a misa el domingo, no es una violación. Tener pensamientos normalmente agresivos, no es una violación. Ejercer violencia a tu cuerpo, o al cuerpo de otra persona, es una violación. Ejercer violencia al espíritu de otra persona, es una violación, pero nuevamente aquí, por lo que eres un ser consciente, las interpretaciones son tuyas. Jurar no es una violación. Si crees que lo es, entonces en tu mente se convierte en una violación.
Matar a otro ser humano es una violación. Matar, mientras estás protegiendo tu propio cuerpo de la muerte a manos de otra persona por un contacto inmediato, es una violación. Bien sea que cualquier justificación parezca evidente o no, la violación existe.
Por lo que crees que la auto defensa es la única manera de contrarrestar tal situación, dirás entonces, “Si soy atacado por otra persona, me estás diciendo que no puedo contrarrestar agresivamente su obvia intención de destruirme?”
No, en absoluto. Puedes contrarrestar tal ataque de varias maneras que no involucran matar. No estarías en tal situación hipotética, para empezar, a menos que tus propios pensamientos violentos, enfrentados o no enfrentados, te hayan atraído a ella. Pero una vez que es un hecho, y de acuerdo con las circunstancias, se pueden utilizar muchos métodos. Por lo que consideras la agresión sinónima de violencia, no puedes comprender que comandos agresivos, enérgicos, activos, mentales, o hablados, por la paz, podían salvar tu vida en tal caso, y sin embargo podrían hacerlo.
Usualmente hay una variedad de acciones físicas, que no involucran matar, que serian suficientes. Mientras creas que la violencia debe enfrentarse con la violencia, la cortejas a ella y a sus consecuencias. En términos individuales, tu propio cuerpo y mente se convierten en el campo de batalla, como lo hace el cuerpo físico de la tierra en términos masivos. Tu forma material esta viva gracias a la agresión natural, a la acción equilibrada, enérgica y dirigida, que es la portadora de la creatividad.
Si te cortas un dedo, él sangra. Al hacerlo, la sangre limpia cualquier veneno que haya podido entrar. El sangrado es benéfico y el cuerpo sabe cuando detenerlo. Si el sangrado continúa, estaría mal, o seria perjudicial, en tus términos, pero el cuerpo no pensaría que la sangre era mala porque continuaba su curso de acción. El cuerpo no intentaría detener toda la sangre, considerándola mala. Haría en cambio los ajustes que fueran necesarios para detener el sangrado naturalmente.
Cuando consideras malos los pensamientos agresivos, utilizando esta analogía, ni siquiera empezarías a permitir que el sistema mismo se limpie. En cambio, encerrarías los “venenos” adentro.
Así como ocurre una acumulación en la carne, la misma cosa podría ocurrir en tu experiencia mental. Físicamente, podrías terminar en una condición muy grave. Mental y emocionalmente tal restricción de las fuerzas naturales pueden resultar en estructuras de ideas “enfermizas”, que están aisladas de otros conceptos más saludables.
La culpa natural también está altamente conectada con la memoria, y surgió a la par con la excursión de la humanidad en la experiencia del pasado, del presente y del futuro. La culpa natural se entendía como una medida preventiva. Ella necesitaba la existencia de un sistema de memoria sofisticado, en el que nuevas situaciones y experiencias se podían juzgar contra las recordadas, y se podían hacer evaluaciones en un momento de reflexión intermedio.
Las actuaciones previas que habían hecho surgir los sentimientos de culpa natural serian evitados en el futuro. Por los rumbos multitudinarios abiertos a la especie, no solamente no aplicaba más la naturaleza altamente especifica de muchos tipos de instintos animales, sino que debía mantenerse un balance curioso. Las opciones conscientes que se abrían, a medida que el mundo mental del hombre se agrandaba, hacía imposible permitir la libertad suficiente, y aun el control necesario, a un solo nivel biológico.
De esta manera se necesitaban controles, para que la mente consciente, negada la plena utilización de los tabúes innatos de los animales, no se dejara llevar de ella misma. La culpa, la culpa natural, depende entonces de la memoria.
No lleva con ella ninguna conexión con el castigo, tal como lo concibes. Una vez más, se entendía como medida preventiva. Cualquier violación en contra de la naturaleza traería un sentimiento de culpa, de tal manera que cuando se encontrara una situación igual en el futuro, el hombre, en un momento de reflexión, no repetiría la misma acción.
He utilizado la frase “momento de reflexión” varias veces porque es otro atributo peculiar de la mente consciente y, nuevamente en tus términos, es en gran medida negado al resto de las criaturas. Sin la pausa en la que el hombre puede recordar el pasado en el presente y prever un futuro, la culpa natural no tendría ningún sentido. El hombre no estaría en capacidad de recordar las actuaciones pasadas, juzgarlas frente a la situación actual, o imaginar el sentimiento de culpa futuro que podría resultar.
Hasta ese grado, la culpa natural proyectaba al hombre hacia el futuro. Este es por supuesto un proceso de aprendizaje, natural dentro del sistema del tiempo que la especie adoptó. Desafortunadamente, la culpa artificial toma los mismos atributos utilizando la memoria y la proyección. Las guerras se perpetúan por si mismas porque combinan las culpa natural y la innatural, conformadas y reforzadas por la memoria. Matar conscientemente, más allá de las necesidades del sustento, es una violación.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Salud y los Pensamientos Buenos y Malos 3

A ciertos niveles, tanto el gato como el ratón comprenden la naturaleza de la energía vital que comparten y en esos términos no están celosos de su propia individualidad. Esto no quiere decir que no lucharán por vivir, sino que ellos tienen incorporada una sensación inconsciente de unidad con la naturaleza, en la que ellos saben que no estarán perdidos o inmersos.
El hombre, siguiendo su propio camino, escogió salirse de esa estructura a un nivel consciente. El nacimiento de la compasión tomó entonces el lugar del conocimiento innato de los animales; la compasión biológica se convirtió en realización emocional.
El cazador, más o menos liberado de la cortesía animal, estaría forzado a identificarse emocionalmente con su presa. Matar es morir. El balance de la vida los sostiene a todos. El cazador debe aprender a un nivel consciente lo que siempre supo todo el tiempo. Este es el significado intrínsico y único real de la culpa y es su estructura natural. Estás para preservar la vida conscientemente, así como los animales la preservan inconscientemente.
Ahora bien, las interpretaciones y los usos que se le han dado a esta culpa tan natural son horribles.
La culpa es el otro lado de la compasión. Su propósito original fue capacitarte para tener empatía en un nivel consciente contigo mismo y con otras criaturas, de tal manera que pudieras controlar conscientemente lo que previamente era manejado en un nivel biológico únicamente. La culpa en ese aspecto tiene por consiguiente una fuerte base natural, y cuando ella se pervierte, se utiliza mal, o es incomprendida, tiene la gran energía aterradora de cualquier fenómeno básico desbocado.
Si piensas que eres culpable porque lees uno u otro tipo de libro, o si tienes ciertos pensamientos, entonces corres algunos riesgos. Si crees que algo es erróneo, entonces en tu experiencia lo será y lo consideraras negativo. De esta manera recogerás una culpa “no natural”, una culpa que no mereces, pero que aceptas, y así creas.
Usualmente no formarás una creación de lo que no estás orgulloso. Si crees firmemente en la mala salud, puedes utilizar esta energía reprimida para atacar un órgano físico – la vesícula biliar puede llegar a estar “mal”. De acuerdo con tu propio sistema de creencias, puedes confiar en la integridad de tu cuerpo y en cambio proyectar esta culpa sobre otras personas, sobre un enemigo personal, o una raza en particular, un credo, o un color.
Si tienes inclinaciones religiosas y fundamentalistas en tus creencias, puedes culpar al diablo de hacer que te comportes de tal o cual manera. Así como el cuerpo crea anticuerpos para regularse a sí mismo, de la misma manera establecerás “anticuerpos” mentales y emocionales y ciertos pensamientos que son “buenos” para protegerte de las fantasías o las ideas que consideras malas.
Si los instintos incorporados se dejan solos, el cuerpo es auto regulador, básicamente. El cuerpo no mata todas las células rojas de la sangre, si hay demasiadas en un determinado momento. Tiene un mejor sentido. Pero si le temes a los pensamientos negativos, con frecuencia intentas negar toda agresividad normal y al primer asomo de ella traes tus anticuerpos mentales preparados para la acción. Al hacerlo así, tratas de repudiar la validez de tu propia experiencia. Si no sientes tu realidad individual, nunca podrás darte cuenta que tú la formas, y así puedes cambiarla. Es esta negación de la experiencia, y los bloqueos de energía involucrados, los que construyen la acumulación de innecesaria culpa “no natural”. El cuerpo mismo no puede comprender estos mensajes bloqueados, y clama por expresar su propio conocimiento corporal del momento, tal como lo experimenta. Mentalmente gritas en tales situaciones que no sientes lo que sientes.
Por un periodo de tiempo la mente consciente, por su posición, puede invalidar los mensajes del cuerpo. Sin embargo, la acumulación sostenida de energía buscará salida. El más pequeño, el más inocente símbolo del material reprimido puede entonces producir un comportamiento de tu parte que parece fuera de toda proporción al estimulo.
En diez ocasiones justificadas puedes haber sentido querer decirle a alguien que no te moleste, pero te abstuviste, no queriendo herir sus sentimientos; temeroso de que serias rudo, aunque la ocasión era una en la que tu observación podía ser bien comprendida y tomada calmadamente. Por lo que no aceptas tus sentimientos, y mucho menos expresarlos, en la próxima ocasión podrías explotar aparentemente sin razón, e iniciar una discusión espectacular completamente injustificada.
En este caso la otra persona no tiene ni idea de por que reaccionaste de tal manera y está profundamente herida. Y tu culpa crece. El problema es que las ideas de correcto e incorrecto están íntimamente involucradas con tu química, y no puedes separar de tu cuerpo los valores morales.
Cuando crees que eres bueno, tu cuerpo funciona bien. Estoy seguro de que muchas personas dirán, “ Trato de ser bueno constantemente, y sin embargo estoy en medio de una salud miserable, ¿cómo puede ser?”. Si examinas tus propias creencias, la respuesta será evidente: Tratas de ser tan bueno precisamente porque crees que eres malo y sin merito.
Los demonios de todo tipo son el resultado de tus creencias. Ellos nacen de la creencia en la culpa “innatural”. Puedes personificarlos. Puedes inclusive encontrarlos en tu experiencia, pero si es así, ellos todavía son el producto de tu creatividad inconmensurable, aunque formados por tu culpa y tu creencia en ella.
Si te despojas de los conceptos distorsionados de la culpa innatural y aceptas en cambio la acertada sabiduría antigua de la culpa natural, no habría guerras. No se matarían unos a otros insensatamente. Comprenderías la integridad viviente de cada órgano de tu cuerpo y no tendrías la necesidad de atacar alguno de ellos.
Obviamente esto no significa que no llegaría el tiempo de la muerte del cuerpo. Significa que las estaciones del cuerpo serian comprendidas como siguiendo aquellas de la mente, siempre cambiantes y fluyendo, con condiciones llegando y saliendo, pero manteniendo siempre la espléndida unidad dentro de la forma del cuerpo. No tendrías enfermedades crónicas. Hablando en líneas generales, idealmente, el cuerpo se iría debilitando gradualmente, mostrando una mucho mayor resistencia de la que muestra ahora.
Hay otras muchas condiciones que tienen que ver con tus creencias conscientes. Puedes pensar que es mejor morir rápidamente de un ataque al corazón, por ejemplo. Los propósitos individuales no son los mismos, de tal manera que manejarás tus experiencias corporales en una gran variedad de formas.
Hablando generalmente, estás aquí para expandir tu conciencia, para aprender las maneras de la creatividad, tal como es dirigida por medio del pensamiento consciente. La mente consciente puede cambiar sus creencias y de esta manera, en gran medida, puede alterar la experiencia corporal. Puedes cambiar tu experiencia.

domingo, 2 de agosto de 2009

La Salud y los Pensamientos Buenos y Malos 2

Cada individuo tiene una definición ligeramente diferente de las emociones “negativas”. Una persona puede encontrar deliciosos los pensamientos sexualmente estimulantes y considerarlos el tipo de diversión más agradable. Otra persona puede considerarlos impuros, malos, no saludables, o desventajosos.

Algunos individuos pueden con facilidad y exhuberancia imaginarse a sí mismos en una pelea a puñetazos, en una reyerta, derrotando implacablemente al “diablo” en un adversario. Los mismos pensamientos pueden llenar de intenso terror y graves sentimientos de culpa a otro hombre. Este mismo hombre, sin embargo, quien a propósito no entretendría fantasías de tal naturaleza bajo condiciones normales, puede, en tiempos de guerra, imaginarse a sí mismo matando al enemigo con los más grandes sentimientos de santa alegría y justicia.

Lo que usualmente se olvida es la naturaleza real de la agresividad, la que en su sentido más verdadero significa simplemente acción vigorosa. Esto no implica necesariamente fuerza física, sino más bien el poder de la energía dirigida a la acción material.

El nacimiento es quizá la acción más vigorosa, en tus términos, de la que eres capaz en tu sistema de realidad. De la misma manera, el crecimiento de una idea dentro de la realización temporal, es el resultado de la agresión creativa. Es imposible tratar de borrar la verdadera agresividad. Hacerlo así eliminaría la vida, tal como la conoces.

Cualquier intento de debilitar el flujo de la verdadera agresión se convierte en una seudo agresión distorsionada, desigual y explosiva, que es la causa de las guerras, de las neurosis individuales, y de la gran mayoría de tus problemas en todas las áreas.

La agresividad normal fluye con fuertes patrones de energía, dando la fuerza motriz a todos tus pensamientos, bien sea que los consideres positivos o negativos, buenos o malos. El mismo empuje de la oleada creativa los lleva todos adelante. Cuando consideras como bueno un pensamiento, usualmente no lo cuestionas. Le permites su vida y lo sigues. Si usualmente miras un pensamiento como malo, o por debajo de tu nivel, o si te avergüenzas de él, entonces tratas de negarlo, suspendes su movimiento y lo detienes. Tú no puedes restringir la energía, aunque puedes pensar que sí puedes. Simplemente lo recoges, después de lo cual crece buscando su realización.

Esto te llevaría a decir, “Supongamos que siento el deseo de matar a mi jefe, o de poner veneno en el té de mi esposo; o aun peor, de colgar a mis cinco hijos en las cuerdas de la ropa, en lugar de las toallas. ¿Me estas diciendo que simplemente debo continuar?”

Simpatizo con tu difícil situación. El hecho es que antes de ser “asaltado” por lo que parecen ser ideas aterradoras no naturales, ya has bloqueado una infinita variedad de ideas mucho menos drásticas, cualquiera de las cuales podrías haber expresado muy segura y naturalmente en la vida diaria. Tu problema entonces no es como tratar con la agresividad normal, sino como manejarla cuando ha permanecido inexpresada, ignorada y negada por un periodo tan largo de tiempo. Mas adelante veremos los métodos para ese fin. Aquí simplemente deseo señalar la diferencia entre una saludable agresividad natural y el surgimiento de una explosiva y distorsionada agresión reprimida.

Tendrás que descubrir por ti mismo aquellas áreas en las que reprimes fuertemente tus pensamientos, ya que muchos bloqueos de energía se encontrarán allí. Todo esto lo cubriremos más adelante.

Por ahora, consideremos esta energía bloqueada. Conscientemente, la mayoría de las personas ya le tienen miedo. No la reprimen porque la consideran buena. Cuando utilizo la palabra “reprimida” no quiero decir olvidada, o relegada al inconsciente, o más allá del alcance. Puedes pretender que tal material está oculto, pero está muy dentro de tu conocimiento consciente. Solo tienes que buscarlo y organizar lo que encuentres.

Es muy posible “ver” tal información, y no verla al mismo tiempo, simplemente porque no reúnes toda la información. Nadie puede hacer que hagas eso, por supuesto. Para hacerlo, debes tener una sensación de coraje y aventura, y decirte a ti mismo que te niegas a ser intimidado por ideas que después de todo te pertenecen, pero que no son tú.

Ahora bien, con frecuencia se dice que el hombre cree en demonios porque cree en dioses. El hecho es que el hombre empezó a creer en demonios cuando empezó a sentir el sentimiento de culpa. La culpa misma surgió con el nacimiento de la compasión.

Los animales tienen un sentimiento de justicia que no comprendes, e incorporado en ese sentimiento inocente de integridad hay una compasión biológica, entendida en los más profundos niveles celulares.

En tus términos, el hombre es un animal, surgiendo de sí mismo, desarrollando por sí mismo ciertas capacidades animales al máximo; no formando nuevas especializaciones físicas del cuerpo por más tiempo, pero creando de sus necesidades, de sus deseos y de su bendita agresividad natural, estructuras internas que tienen que ver con los valores, el espacio y el tiempo. En diversos grados, este mismo ímpetu está en todas las criaturas.

Esta tarea significa que el hombre debe romper los auto reguladores, precisos, seguros e incluso limitantes aspectos del instinto. El nacimiento de una mente consciente, tal como la concibes, significa que la especie tomó sobre sí misma el libre albedrío. Los procedimientos que habían sido hermosamente suficientes, debían ahora ser reemplazados. Se convirtieron en sugestiones, en lugar de normas.

La compasión “surgió” de la estructura biológica a la realidad emocional. La “nueva” conciencia aceptó su surgimiento triunfal – la libertad –, se enfrentó a la responsabilidad por la acción en un nivel consciente, y al nacimiento de la culpa.

Cuando un gato juguetonamente mata un ratón y se lo come, no es maldad. El no padece la culpa. En niveles biológicos los dos animales comprenden. La conciencia del ratón, bajo el conocimiento innato de un dolor inminente, deja su cuerpo. El gato utiliza la carne fresca. El ratón mismo ha sido cazador y presa, y los dos comprenden los términos en maneras muy difíciles de explicar.