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jueves, 30 de julio de 2009

La Salud y los Pensamientos Buenos y Malos 1

Tus creencias acerca de lo que es deseable y lo que no lo es, lo que es bueno y lo que es malo, no pueden separarse de la condición de tu cuerpo. Tus propias ideas de los valores te pueden ayudar a lograr una buena salud, o causar enfermedad; pueden traer a tu experiencia el éxito o el fracaso, la alegría o la tristeza. Sin embargo, interpretarás esta última afirmación de acuerdo con tu propio sistema de valores. Tendrás ideas definidas acerca de lo que significa el éxito o el fracaso, o acerca de lo que es el bien, o lo que es mal.
Tu propio sistema de valores se construye entonces sobre tus creencias acerca de la realidad, y esas creencias forman tu experiencia. Supongamos que crees que para ser “bueno” debes tratar de ser perfecto. Se te ha dicho, o has leído, que el espíritu es perfecto, y por lo tanto piensas que tu deber era reproducir ese espíritu perfecto en la carne lo mejor que podías. Para este fin, tratas de negar todos los pensamientos y emociones imperfectos. Tus propios pensamientos “negativos” te escandalizan. Puedes creer también lo que te he dicho – que tus pensamientos crean tu realidad – así que puedes llegar a asustarte más ante expresiones mentales o reales de naturaleza agresiva. Puedes estar tan preocupado por lastimar a alguien más, que difícilmente te atreves a moverte. Tratar de ser perfecto todo el tiempo puede ser mucho más que una molestia: puede ser desastroso, como consecuencia de tu malentendido.
La palabra “perfecto” tiene muchas trampas. En primer lugar, presupone algo completo y hecho, algo más allá del cambio, y así más allá del movimiento, de futuro desarrollo, o de la creatividad.
El espíritu siempre está en un estado de llegar a ser, siempre es cambiante, flexible y, en tus términos, sin final, como era y como es sin un punto de inicio. Para que el espíritu cumpla con los requerimientos de la perfección tendría que estar en un estado de terminación, más allá del cual ninguna realización y creatividad es posible.
Tus pensamientos son. Los puedes aprobar o desaprobar, en la forma que piensas de una tormenta, por ejemplo. Si los dejas solos, tus pensamientos son tan variados, magníficos, triviales, terroríficos, o gloriosos, como un huracán, una flor, una inundación, una rana, una gota de lluvia, o como la niebla. Tus pensamientos son perfectamente ellos mismos. Si los dejas solos, ellos vienen y van.
Tú, con tu mente consciente, estás para discriminar entre esos pensamientos, cuales deseas formar dentro de tu sistema de creencias, pero al hacerlo no estás para pretender ceguera. Puedes desear a veces que un día lluvioso fuese un día soleado, pero no te paras en la ventana y niegas que está lloviendo, o que el aire está frío y el firmamento está oscuro.
Aceptar la lluvia como una realidad presente no significa que debas creer que todos los días son tormentosos, y hacer de ese obvio malentendido una parte de tus creencias acerca de la realidad. Así que no tienes que pretender que un pensamiento “oscuro” no existe. No tienes que tomar como un hecho que todos tus pensamientos serian turbios, y tratar de ocultarlos.
Algunas personas le tienen miedo a las serpientes, inclusive a las de variedad más inofensiva, y son ciegas a su belleza y su lugar en el universo. Algunas otras tienen miedo de ciertos pensamientos, y de esta manera se olvidan de su belleza y de su lugar en la vida mental.
Puesto que tienes todo tipo de pensamientos, hay razones para tenerlos, así como tienes todos los tipos de geografía. Dentro de tu realidad es tan absurdo negar la existencia de ciertos pensamientos, como lo seria pretender que los desiertos no existen. Seguir un curso como ese seria negar las dimensiones de la experiencia y disminuir tu realidad. Esto no quiere decir que tengas que coleccionar lo que piensas son pensamientos negativos, más de lo que significa pasar un mes en un desierto, si ellos no te gustan. Quiere decir que dentro de la naturaleza, tal como la comprendes, nada es insignificante, o pretender que está fuera de la existencia.

lunes, 27 de julio de 2009

La Carne Viviente 3

El cuerpo es tan sensible al pensamiento consciente que tiene su propio sistema innato de auto preservación y su propia imagen directriz de realización.
Digamos que a la edad de 4 años te heriste seriamente. Un accidente ocurrió a las tres de la tarde. Tu madre estaba asando un pavo. Imagina que te quemaste una mano seriamente. Aunque todo el tejido de esa mano ha sido completamente reemplazado cuando ya tienes 27 años, por ejemplo, la identidad dentro de cada una de esas células actuales recuerda esa lesión.
Hay otros innumerables eventos que te ocurrieron en tardes diferentes a la misma hora, tanto antes como después de ese evento. Las células en tu mano contienen dentro de ellas mismas recuerdos que a tu mente consciente le deslumbraría contemplar. No obstante, recuerda que las células en tu mano de veintisiete años no son, en forma física, las mismas células que experimentaron cualquiera de aquellos eventos. Sin embargo, en algún subterráneo de la sensación, evidencias de estímulos y reacciones ocultos experimentados durante esas innumerables tardes del “pasado” todavía existen. Algunos de esos recuerdos serán reproducidos ciertamente, para afectar lo que tu concibes como tus experiencias corrientes a los veintisiete años. Tus pensamientos y hábitos conscientes regulan cuales de ellos se entremezclarán en el remolino del presente.
Conscientemente das las señales para la reacción. No lo contrario. Los eventos pasados no se entrometen de esta manera, a menos que sean atraídos por las expectativas y pensamientos conscientes que existen dentro de tu mente. Esos recuerdos inconscientes serán activados de acuerdo con tus creencias corrientes. Te repondrás y te renovarás a medida que tus pensamientos motiven sensaciones corporales y eventos físicos agradables, o estarás deprimido cuando traigas a tu conocimiento ocurrencias corporales desagradables del pasado.
Por supuesto que a veces ellas pueden ser altamente benéficas. Una realización consciente de peligro, por ejemplo, recordará toda la información que tiene que ver con situaciones similares, de tal manera que el cuerpo pueda entenderse con ella de inmediato, utilizando el inmenso depósito de su memoria viviente. Sin embargo, los pensamientos desagradables permanentes ponen el cuerpo en un estado de agitación que no es “realista”, y en cambio lo obligan a reactivar esos viejos patrones.
La carne viviente está bastante enterada de ciertos hechos que se te escapan a un nivel consciente. Ella sabe que muere y renace constantemente, y sin embargo ella misma se mantiene. Utilizo los términos “muere” y “renace” porque tú haces que tengan sentido, pero no lo tienen para el cuerpo. El cuerpo, mientras es siempre él mismo, viene y va. No se siente menos o disminuido cuando una célula muere, ya que siempre está en el proceso de formar uno nuevo.
Por un momento piensa de tu cuerpo como una gran célula en el momento de su ser. Tú, el ser mayor, tienes muchos cuerpos, cada uno convirtiéndose en otro, a medida que uno muere y renace. Sin embargo, Tú mantienes tu identidad y tu memoria, incluso como lo hace la célula más pequeña en tu cuerpo actual.
Esta es solamente una analogía, pero explicará el concepto del cuerpo sobre sí mismo; ya que como un todo, sabe que “muere”, como ahora lo hacen sus partes, pero también está enterado de su “futura” transformación. Dentro de esta estructura, protege y mantiene su propia estabilidad y supervivencia.
A un nivel de tu ser, hay un campo común en donde la conciencia del cuerpo se mezcla con la conciencia más alta, de la cual surge tu propia identidad. Este es el campo de tu ser en donde el alma y la carne se encuentran, tanto en el tiempo, como fuera de él.
Ahora bien, por lo que eres consciente de ser, formas tu realidad física por medio de tu pensamiento consciente. Sé muy bien que me estoy repitiendo una y otra vez cuando hago esta afirmación, pero necesitas que se te recuerde que no estás a merced de eventos inconscientes. Tienes detrás de ti la sabiduría innata del cuerpo y ella siempre tratará de corregir tus errores.
Estas sugestiones aparecerán en formas innumerables, algunas bastante físicas, para tu manera de pensar, y algunas otras a través de otros medios. El cuerpo puede, por si mismo, anhelar ciertos alimentos, por ejemplo, o aire fresco, o ejercicio. Estos son ejemplos simples. Mas adelante seré mas especifico.
Puedes tener sueños urgiéndote a moverte en tal o cual dirección, o indicando áreas en las que deben hacerse correcciones. Con frecuencia tales sueños producen cambios en el comportamiento, bien sea que los recuerdes o no en la mañana. Puedes pedir sueños que te den la dirección apropiada, y los recibirás. Si pides los sueños, por una parte, y por la otra no crees en la naturaleza terapéutica de los sueños, este tipo de actividad hará corto circuito. En tal caso, no estás siendo honesto con los contenidos de tu mente consciente. En cambio, estarás diciendo, “Tendré un sueño que me ayude, y sin embargo no creo que pueda tener tal sueño”.
En todos los casos en los que estás preocupado por tu salud, hay una opción de las direcciones a seguir. La carne viviente es tuya. Ella es la materialización de tu alma, y por medio del cuerpo el alma te proporcionará las respuestas que requieres. En el próximo capitulo empezaré a discutir aquellos métodos que pueden ser utilizados para refrescar y curar el cuerpo, y los que te ayudarán a despertar dentro de la forma física aquellos recuerdos y experiencias que sean más ventajosos para ti. Para mejores resultados, debes recordar que las ideas son tan vivas como lo son las células dentro de tu mano.

viernes, 24 de julio de 2009

La Carne Viviente 2

Como lo mencionamos, los pensamientos son tan naturales como cualquier parte del cuerpo. Ellos son tan parte de la naturaleza como lo son los sentimientos, pero si estableces una división arbitraria – considerando mentales los pensamientos, como distintos de lo físico – entonces tu cuerpo puede ofrecer una reflexión más cierta de tu ser que la de tus pensamientos.
En el funcionamiento espontáneo de tu cuerpo ves la fácil movilidad del alma, el “ir con lo que soy”, lo que es una indicación de la libertad interior del alma, e incluso de la sensación innata de dirección. Todas las partes de la realidad del cuerpo son versiones en la carne de la realidad del alma, incluso como todos los segmentos del universo exterior reflejan uno interior. Este ultimo es tan vivo, natural y cambiante como el mundo exterior. Los fenómenos físicos son solamente una parte de lo que es la naturaleza, y todas las realidades son naturales.
En tus términos, las probabilidades son extensiones y variaciones del principio de crecimiento que es bastante obvio en tu realidad diaria. Tal crecimiento es una manifestación natural, floreciendo dentro de tu particular área de realidad, observable a tus sentidos. Además, existen otras manifestaciones totalmente naturales de ese principio. Algunas solo pueden ser visualizadas en forma distorsionada, como resultado de otras condiciones “naturales” que no puedes percibir. Las probabilidades te involucran con un crecimiento y desarrollo psicológico ricos, presentes pero no observables en tu “tierra hogareña”. Cualquier tipo de existencia ocurre dentro del contexto de la naturaleza, y la naturaleza incluye el alma. Tu definición de la naturaleza simplemente ha sido demasiado limitante.
Es natural vivir después de la muerte, y natural regresar el cuerpo a la tierra y enseguida formar otro. Es natural que tus pensamientos sean tan rápidos, sensibles y vivos como los virus. Es natural para ti tener seres probables, como también tener existencias reencarnacionales.
Cuando consideras las ideas como mentales y apartadas de la naturaleza, entonces te sientes separado de la naturaleza misma. Cuando imaginas una vida después de la muerte como innatural o supernatural, entonces te sientes divorciado, cortado y desconcertado. Debes tratar de entender que hay diferentes tipos de naturaleza dentro de la Naturaleza. Tu vida física – tu naturaleza humana –, en tus términos, depende del tiempo, cuando tú no. Debes darte cuenta que “no ser”, en esa connotación, es tan natural como ser físico. Tu existencia antes y después de la muerte es un fenómeno tan normal como tu vida presente.
Como sabes, los átomos que componen tus células, así como las células mismas, constantemente mueren y son reemplazados. El material de los órganos internos cambia, y sin embargo ellos siempre retienen su forma. Su identidad está intacta.
Así tu propia identidad está segura en medio de todos estos nacimientos y muertes, de los cuales tu ser consciente no está enterado. La memoria de todas sus experiencias se conserva. Cada célula recuerda su pasado, aunque todas sus partes han sido y están siendo reemplazadas continuamente.
Así como tus células tienen su propia memoria, así mismo la mente consciente tiene un tipo de memoria más abierto. Tus pensamientos conscientes actúan como activadores, poniendo en activación ambos tipos de memoria. Dentro de tu ser físico queda indeleblemente escrito cada evento, alegre, expansivo, traumático, o trágico, “pasado”. En tus términos, éste es tu material de trabajo, la memoria de tu ser físico desde el momento de su concepción en forma corporal. Hay en tu memoria las más complejas organizaciones y estructuras asociativas, las cuales existen tanto en las profundidades de la estructura celular, como en los más elevados alcances de tu actividad consciente.
Anteriormente comparé tus pensamientos con los virus. Piensa de ellos ahora como células electromagnéticas vivientes, diferenciándose de las células físicas de tu cuerpo solo en la naturaleza de sus materializaciones. Tus pensamientos dirigen el total funcionamiento de las células de tu cuerpo, aunque no sabes conscientemente como operan esas células. Esa función es inconsciente.
Cada célula física es a su manera un cerebro en miniatura, con memoria de todas sus experiencias personales y de su relación con otras células, y con el cuerpo como un todo. En tus términos, esto significa que cada célula opera con una imagen innata de la historia total del cuerpo – del pasado, del presente y del futuro.
Ahora bien, esta imagen es siempre cambiante y móvil. Una alteración en solo una célula es observada instantáneamente por la conciencia del cuerpo (la combinación de las conciencias de las células), y el efecto futuro es percibido. Esta información es utilizada conjuntamente con toda la otra información proveniente del cuerpo, y entonces se hace una predicción.
Esta predicción del cuerpo es entonces evaluada, en más niveles de los que me es posible explicar. Brevemente, la imagen es “mostrada” en la arena invisible en donde se encuentran la carne y el espíritu. Esta arena no es un lugar, por supuesto, sino un estado interior del gestalt de la conciencia. Este estado se produce por medio de ciertas interacciones que ocurren profundamente dentro del cuerpo. Se forman estructuras magnéticas. Ellas son creadas a un nivel físico, por medio de ciertas activaciones de los nervios en las que se saltan los patrones normales, por así decirlo, y se forman las imágenes. Los nervios y las estructuras celulares en sus extremidades toman imágenes. Todas ellas son reunidas y utilizadas para formar la imagen más grande de la condición del cuerpo.
Estas no son imágenes tal como las concibes, sino información altamente codificada, impresa electromagneticamente, que no aparecería como imágenes para el ojo físico. En todo caso, ellas no pueden ser percibidas sino por el cuerpo. Sin embargo, este procedimiento es muy superior a cualquiera que conozcas, en el que el cuerpo realmente toma imágenes precognitivas de su condición futura – como si la situación del cuerpo en ese tiempo fuera proyectada dentro del futuro.
La imagen profética es entonces comparada contra dos modelos. Primero es comprobada contra el estándar de salud ideal del cuerpo en su caso individual – su más grande realización propia. Enseguida es comprobada contra la imagen del cuerpo que le es enviada por el ser consciente. Las correlaciones se hacen instantáneamente. En una estructura organizacional que ciertamente seria envidiada por la más avanzada inquietud tecnológica, las comunicaciones brotan de aquí para allá con gran rapidez. El cuerpo hace los cambios que sean necesarios con el fin de alinear las dos imágenes con la condición corporal actual.

martes, 21 de julio de 2009

La Carne Viviente 1

Con frecuencia algunos individuos se desbordan, olvidando que las ideas tienen su propia vitalidad. Tales personas hacen divisiones en donde básicamente no hay ninguna. Consideran las ideas como propiedades totalmente mentales, separadas de su concepto del cuerpo. Piensan que las ideas residen en sus cabezas. ¿Quién, por ejemplo, imagina que una idea está viva en su codo, o en su rodilla, o en su pie?
Generalmente las personas creen que las ideas tienen poco que ver con la carne viviente. La carne parece física y las ideas no. Aquellos inclinados al amor del intelecto, con frecuencia hacen una separación innecesaria entre el mundo de los conceptos y aquel de la carne.
Mientras es cierto que el cuerpo es la materialización viviente de una idea, también es cierto que estas ideas forman un cuerpo activo, sensible y vivo. El cuerpo no solo es una herramienta para ser utilizada. No es solo un vehículo para el espíritu. Es el espíritu en la carne. Tú le impones tus ideas y en gran medida afectas su salud y bienestar por medio de tus creencias conscientes. Sin embargo, el cuerpo está compuesto de átomos y moléculas vivientes y sensibles. Los átomos y moléculas tienen su propia conciencia viva en la materia y su impulso para existir y ser dentro de la estructura de su propia naturaleza. Ellos componen las células, y éstas se combinan para formar los órganos. Los órganos poseen la conciencia combinada de cada una de las células dentro de ellos, y a su manera los órganos sienten su propia identidad.
Ellos tienen un propósito - aquella función que ellos proporcionan dentro del organismo como un todo. Esta cooperación de las conciencias continúa, de tal manera que tienes una conciencia del cuerpo que es vital, que se esfuerza por mantener su propio equilibrio y salud.
La materia del cuerpo no debería considerarse como un resultado metafísico, sino como un gestalt viviente de carne sensible. Tu cuerpo está compuesto de otras entidades vivas, en otras palabras. Aunque tú organizas este material viviente, él tiene su propio derecho a la realización y a la existencia. Tú no eres un alma encerrada en arcilla inerte.
La “casa de arcilla” no se deteriora inmediatamente cuando la dejas. Ella se desintegra a su propio ritmo. Ya no va a estar organizada por tu propio dominio. La vida de sus átomos, moléculas y células es traducida a otras formas vivientes naturales. Tu percepción es solamente aquella de la que estás enterado. Aun los átomos y moléculas tienen su propia visión sutil y aprecian su entorno a su propia manera. El mismo poder que mueve tu mente forma tu cuerpo.
No hay ninguna diferencia entre la energía que forma tus ideas y la energía que hace crecer una flor, o la que cura tu dedo si se quema. El alma no existe separada de la naturaleza. Ella no es introducida dentro de la naturaleza. La naturaleza es el alma en la carne, en cualquiera de sus materializaciones. La carne es tan espiritual como el alma, y el alma es tan natural como la carne. En tus términos, el cuerpo es el alma viviente. Ahora bien, el alma puede vivir, y lo hace, en muchas formas – algunas físicas y algunas no físicas, pero mientras eres material, el cuerpo es el alma viviente. El cuerpo constantemente se cura a sí mismo, lo que significa que el alma en la carne se cura a sí misma. Con frecuencia el cuerpo está más cerca del alma de lo que la mente está, porque él crece automáticamente como lo hace una flor, confiando en su naturaleza.
La existencia física es valiosa por muchas razones, siendo una de ellas que la carne es tan sensible al pensamiento y a la vez tan resistente. Hay directrices incorporadas de tal manera que la misma conciencia del cuerpo, mientras refleja a veces tus imágenes negativas, también automáticamente luchará contra ellas.
Debes recordar que siempre habitas en una estructura natural, lo que significa que tus pensamientos mismos son tan naturales como los mechones de tu cabello. En lo que te puede parecer una analogía extraña, compararé tus pensamientos con los virus, ya que ellos están vivos, están siempre presentes, son sensibles y poseen su propio tipo de movilidad. Hablando físicamente al menos, los pensamientos son propulsados químicamente y viajan a través del cuerpo universal como los virus viajan a través de tu forma temporal.
Los pensamientos interactúan con el cuerpo y se convierten en una parte de él, como lo hacen los virus. Algunos virus tienen un gran valor terapéutico. El cuerpo físico a menudo baja sus barreras a ellos, sabiendo que contrarrestarán ciertos otros que no son benéficos en el momento.
Los llamados virus nocivos siempre están presentes en el cuerpo. Rara vez eres vulnerable a solo un pequeño porcentaje, aunque llevas dentro de ti rastros de los más mortales de ellos todo el tiempo. Los virus mismos experimentan transformaciones totalmente insospechadas por los médicos. Si un virus desaparece y se encuentra otro, nunca se sospecha que el primero puede haberse cambiado al segundo; y sin embargo, por ciertas alteraciones de carácter muy natural, ese es el caso.
Así que los virus pueden ser benéficos o mortales, de acuerdo a las condiciones, el estado y las condiciones del cuerpo en un determinado tiempo. Es sabido que una enfermedad con frecuencia puede curar otra; algunas veces, por sí solo, un individuo irá de una enfermedad grave a una serie de enfermedades menos severas, que aparentemente no están relacionadas con el problema original.
Ahora bien, en el contexto del usual saber occidental, y con la introducción de las drogas modernas, estás en algo así como un dilema. El cuerpo sabe como manejar las drogas “naturales” que provienen directamente de la tierra, bien sean molidas o hervidas, picadas o al vapor. Una gran variedad de drogas “manufacturadas” no le son familiares a la estructura innata del cuerpo, lo cual puede conducir a fuertes mecanismos de defensa. Estos con frecuencia son orientados directamente contra la droga, en lugar de la enfermedad misma. Tal situación significa que debes utilizar otra droga para contrarrestar la que se dio anteriormente.
No estoy sugiriendo que no visites a los médicos, o que no tomes drogas de esa naturaleza, mientras creas en la estructura de la disciplina médica que el mundo occidental ha desarrollado. Tu cuerpo ha sido condicionado a ella a través de la utilización de tales medicamentos desde el nacimiento. Hay muchas víctimas, pero este es todavía un sistema que has escogido, y tus ideas todavía forman tu realidad. Nadie muere, que no haya tomado la decisión de hacerlo, y ninguna enfermedad es aceptada ciegamente. Puesto de la manera más simple, tus pensamientos pueden ser considerados como virus invisibles, como portadores, como chispas iniciando reacciones, no solo dentro del cuerpo, sino dentro de la totalidad del sistema físico, tal como lo conoces.
Tus pensamientos son tan naturales como las células dentro de tu cuerpo, e igual de reales. Ellos interactúan uno con otro, como lo hacen los virus. Mientras estás en esta realidad, no hay divisiones entre lo mental, lo espiritual y lo físico. Si piensas que la hay, entonces no entiendes suficientemente la espiritualidad de la carne, o la realidad física de tus pensamientos.

sábado, 18 de julio de 2009

El Cuerpo de tus Creencias 4

No hay una estructura real adecuada en tu sociedad en la que personas como Augusto puedan ser tratadas con alguna efectividad.
Un analista podría considerar a Augusto como esquizofrénico y etiquetarlo claramente, pero tales términos no tienen sentido, básicamente. Si el analista, en un periodo de tiempo, pudiera convencer a Augusto de que su condición actual es el resultado de algún evento inhibido especifico en el pasado, y si el analista fuese un hombre intuitivo y comprensivo, Augusto podría cambiar sus creencias lo suficientemente para que se produzca algún tipo de “curación”. Él recordaría convenientemente tal evento y mostraría las emociones esperadas a medida que las reexperimenta. Desafortunadamente en su estado actual, impotente como estaría sin Augusto Dos, él podría también simplemente llamar a su “alter ego” para demostrarle al buen doctor que él no es alguien con quien se juega.
Enseguida estaría el asunto de ayudarle a Augusto a enfrentar las implicaciones del comportamiento de su otro ser, de tal manera que él pudiera aceptarlo como una parte de su identidad total.
Cuando Augusto Dos estaba en control del cuerpo, la composición química variaba considerablemente. Indicaba diferencias significativas en relación con el estado hormonal usual de Augusto. Los cambios químicos eran causados por la transición que operaba en las creencias, y no lo contrario.
Si se hubiera hecho una alteración química en Augusto Dos, él habría regresado a la personalidad de Augusto Uno, pero el cambio seria artificial, no permanente, y posiblemente muy peligroso.
Las tendencias químicamente inhibidas serian encubiertas hasta cierto grado por la medicación. El problema permanecería, y es bastante posible que pudiera dar como resultado abiertas tendencias suicidas; o más insidiosas inclinaciones suicidas ocultas, en las que órganos vitales serian atacados.
Algunas veces tales casos son manejados dentro de otra estructura, en la que Augusto seria considerado como poseído por una entidad “malvada” independiente, cada vez que Augusto Dos se hacia cargo. De nuevo aquí, si Augusto de alguna manera cambiase sus creencias, es posible que aun dentro de esa estructura se podría efectuar algún tipo de curación. Sin embargo, al mismo tiempo, los peligros y dificultades harían relativamente imposible tal tipo de curación.
Si un practicante que creyera que Augusto estaba poseído, convenciera a Augusto del “hecho”, sus creencias conjuntas podrían funcionar posiblemente por un tiempo. Convencer a Augusto de que estaba bajo el dominio de una entidad malvada, seria el primer paso. El paso dos, desembarazarse del intruso, seria lo siguiente. El problema está en que funcionando dentro de esa estructura, la estructura del ser se debilita aun más, ya que las características normalmente reprimidas de Augusto Dos son negadas para siempre. Augusto debe ser entonces siempre “bueno”, y sin embargo siempre se sentiría vulnerable a otra invasión del mal. Podrían ser posibles entonces los mismos resultados mencionados anteriormente: tendencias suicidas crecientes, u otro comportamiento auto destructivo.
Afortunadamente la mente y el cuerpo humanos son mucho más flexibles, duraderos y creativos de lo que se le da crédito. Muchos casos como el de Augusto nunca llegan a saberse. Los individuos involucrados se curan a sí mismos. Algunas veces esto se hace cuando estas personas eligen pasar por una experiencia traumática. A menudo una parte de la personalidad planeará esto muy deliberadamente, mientras las otras partes cierran sus ojos. Estos eventos pueden parecer desastres, o casi desastres, y sin embargo pueden movilizar suficientemente a la personalidad por el bien de la supervivencia. En un momento de muy alta y critica tensión, la personalidad puede unirse de nuevo.
Estos episodios críticos unificadores usualmente no involucran largas enfermedades, aunque podrían involucrarlas, sino más bien eventos tales como fuertes accidentes. La dificultad puede exteriorizarse como un miembro roto, por ejemplo, en lugar de un ser roto, y a medida que el cuerpo se recupera, tiene lugar la necesaria asimilación de la creencia.
Hay varias clases y etapas en tales casos. Cada individuo es único. Algunas veces la estructura incluye otro método de curación, en el que partes en conflicto de cada lado de la personalidad se separan para formar una estructura psicológica más clara que pueda comunicarse con las otras dos, actuar como arbitro, y reconciliar las creencias opuestas sostenidas por cada una.
Esto se hace muchas veces sin que la personalidad principal se dé cuenta de lo que realmente está pasando. En ocasiones, se utiliza la escritura automática, o la tabla Ouija. Los dos son métodos para destapar creencias invisibles conscientes, aquellas que son aceptadas por ti conscientemente en cualquier momento dado, e ignoradas deliberadamente en otro momento dado.
Cuando a las personas que utilizan tales métodos se les dice que su escritura llega por medio de un demonio, o del diablo, o de un espíritu maligno, esas creencias invisibles son empujadas mucho mas lejos. Cualquier búsqueda dentro de la mente se vuelve terrorífica y peligrosa, puesto que ella puede conducir a una “invasión” adicional.
Ahora bien, tal invasión usualmente es la aparición repentina de creencias inaceptables previas, muy conscientes pero invisibles, escondidas lejos. Entonces aparecen repentinamente como extrañas. En la mayoría de los casos el concepto de la posesión lo hace tanto más inquietante. Mucho más fácil de enfrentar es la idea de que la responsabilidad por tales ideas debe ser de otra entidad, o de otro ser. En todos los casos de esta naturaleza que involucran episodios del tipo de Augusto, el problema es uno de creencias no asimiladas. En lugar de tales comportamientos comparativamente drásticos, tales creencias pueden expresarse por medio de varias partes del cuerpo. Desafortunadamente, un sistema de medicina que en gran medida se entiende con síntomas, solamente estimula al paciente a proyectar tales creencias sobre nuevos órganos, por ejemplo, después de haber sacrificado otros en operaciones.
Las soluciones residen en la mente consciente – no puedo enfatizar esto mucho mas fuertemente – y en aquellas creencias que aceptas acerca de la naturaleza de la realidad y, específicamente, acerca de la naturaleza de tu ser.
Mientras el trabajo más básico debe hacerlo el individuo, la ayuda siempre esta disponible desde una variedad de fuentes, tanto internas como externas. Interpretarás y utilizarás literalmente casi toda la información que te llega como útil, y ella será sumamente efectiva, a menos que tus creencias te lleven a pensar, quizá, que todo el mundo está en contra tuya, o que la ayuda no está a tu alcance, o que no la mereces. Otras ideas como esas también pueden cerrarte a la ayuda, por supuesto, pero instintivamente la buscarás y la utilizarás cuando sea posible.

miércoles, 15 de julio de 2009

El Cuerpo de tus Creencias 3

No hay nada malo en la naturaleza de Augusto Dos. En círculos espiritualistas ciertamente seria interpretado como un espíritu o guía malvado. Su naturaleza es protectora. Las ideas y creencias básicas que han sido personificadas dentro de su ser, las que se convirtieron en su ser, fueron formadas para proteger a Augusto Uno de las ideas destructivas que se le dieron en su niñez y para combatir las creencias en la impotencia y la futilidad. Hasta ese grado, fueron agregadas a las ideas originales, pero todavía a una edad temprana; así fue como del concepto del niño de un ser poderoso que Augusto Dos surgió.
Entre más grandes sean los sentimientos de debilidad, más grandes son los sentimientos compensatorios de poder y fortaleza, pero sin ningún intento de reconciliación consciente.
La madre de Augusto solamente notó que su hijo parecía muy cambiante. Augusto Dos no se presentó obviamente como “otra personalidad” hasta después del matrimonio de Augusto, cuando los requerimientos de su calidad de padre y las exigencias de ganarse la vida le fueron impuestos. El no pudo hacerles frente.
Su creencia en la falta de mérito le impidió utilizar sus habilidades, o incluso proseguir un curso de acción efectiva, con alguna persistencia. Fue entonces cuando Augusto Dos empezó él mismo a hacerse valer y a imponerse sobre la esposa de Augusto. A su propia manera, Augusto Dos le probaría a ella que estaba casado con un hombre muy inusual y poderoso, un parangón de virilidad y fortaleza; sin embargo, para hacerlo, Augusto Uno debía aparecer como Augusto Dos para ella. Esto continuó por algún tiempo. Augusto Uno desarrollaría primero un terrible dolor de cabeza, y enseguida su extraterrestre del espacio exterior llegaría: el macho dominante que Augusto Uno no era.
Sin embargo, aquí la “decepción” trajo ciertas dificultades. No solamente Augusto Dos era más promiscuo sexualmente, sino que por contraste Augusto Uno parecía muy descolorido realmente. Se pretendía originalmente que Augusto Dos ayudara a Augusto Uno. Es cierto que las condiciones exóticas se desbordaron, esparciendo cierto glamour sobre Augusto Uno cuando Augusto Dos salía por un tiempo, pero el contraste era demasiado evidente, demasiado al descubierto. Augusto Uno, todavía la personalidad primaria, se asustó aun más. Sabía que gradualmente Augusto Dos estaba haciendo que no fuera ya necesario su propósito, exponiéndolo, y tenia que irse.
En realidad, una vez que Augusto Dos obviamente “se hizo cargo” del cuerpo de Augusto Uno, todo estaba al descubierto en la familia. La esposa empezó a tomar nota de lo que se había hecho o dicho. Cuando estos eventos le fueron repetidos más tarde a Augusto Uno, las mentiras y el engaño eran evidentes. Así era de infantil la naturaleza de la “personalidad”; no obstante, Augusto Dos pretendía ser un sabio, proveniente de una galaxia que superaba de lejos a la Tierra en cada categoría de empeño. Y aquí está él haciendo predicciones que nunca sucedieron, y alardeando y mintiendo como un comediante experto.
Las creencias cuya energía generaron esta “auto imagen alternativa” aparecieron en pleno día, representando sus resultados naturales en la realidad física. Augusto Uno, ahora en la edad adulta, fue obligado a percibir la naturaleza de estas creencias en algún grado, pero todavía no las había examinado.
Augusto Dos no se ha hecho cargo ahora por dos meses y medio. Augusto está en un dilema, ya que todavía tiene intacta la creencia en su propia impotencia, y las creencias contradictorias de omnipotencia ahora no están siendo expresadas a través de Augusto Dos. Sin embargo, ellas debían expresarse ahora. Augusto Uno, a quien ahora llamaremos simplemente Augusto, en un momento se presentó con su gigantesca beligerancia, diciendo que podía aniquilar a quienquiera que lo lastimara. En el momento siguiente, surgiría la súplica por ayuda y el amor de su esposa e hijo. En una frase, Augusto haría una afirmación, y diez minutos más tarde dejaría en claro con otra observación que el primer hecho no había sido cierto.
Aquí la polaridad entre Augusto Uno y Augusto Dos se había disuelto, de tal manera que los sistemas opuestos de creencias operaban uno al lado del otro. Todavía Augusto no examinaría sus propias palabras, sus propios pensamientos, o no vería las contradicciones tan obvias para otros.
La naturaleza e importancia de la creencia aparecieron muy elocuentemente. Las dos “personalidades” ya no estaban separadas sino que se estaban juntando.
Augusto decía, “Mi amigo mató a un vecino mío que estaba contra mí produciéndole neumonía. Él me cuida”. Otro vecino tiene úlceras y Augusto dice que después de que lo tocó las úlceras parecían haberse curado. Así que dijo, “Me gustaría saber que tanta de esta habilidad me pertenece”. Y mirando hacia otra parte dijo, “”Quizá no necesito a mi amigo para protegerme, después de todo”. Ahora bien, esto fue definitivamente para bien, en el sentido de que Augusto estaba empezando a sentir que quizás él no era impotente. Sin embargo, su propia personalidad queda para manejar las características desagradables de Augusto Dos, quien no está por más tiempo personificado.
Se queda con las preguntas: “Si soy así de poderoso, como es que soy tan débil, y ni siquiera puedo sostener a mi familia? Si soy tan grande, porque no puedo utilizar efectivamente mi energía?
El cuerpo de Augusto está una vez más bajo la influencia de creencias acerca de sí mismo que son altamente contradictorias. Antes era físicamente poderoso como Augusto Dos, y débil cuando era Augusto Uno. Ahora como Augusto, es alternativamente fuerte y débil y las tensiones del cuerpo son evidentes. Como Augusto Dos, podía permanecer levantado noche y día y ejecutar tareas físicas muy difíciles para el ser humano normal, ya que funcionaba bajo la idea indivisible de poder y fortaleza.
Ha tenido cierto coraje para permitir que Augusto Dos desaparezca. Por lo que la división clara entre las creencias ya no existe mas, él parecerá aun más difícil para su esposa, puesto que las características de Augusto Dos ahora se deslizan dentro de sus propias características. Por ejemplo, mentía cuando antes solamente Augusto Dos mentía.
Tenemos entonces aquí un caso en el que creencias directamente opuestas dominaban la mente consciente en varios momentos, cada una operando el cuerpo a su propia manera. Físicamente, el cuerpo tiene la misma capacidad de fortaleza, sin importar cual grupo de ideas eran las dominantes. Sin embargo, hablando en términos prácticos, Augusto Uno era incapaz de ejecutar las hazañas de Augusto Dos.
Augusto Dos una vez saltó iracundo desde una ventana de un segundo piso sin lastimarse, una hazaña muy inusual. Augusto, sin embargo, está tan exhausto, que difícilmente puede ir a través de un día normal. Tenemos una situación en la que un individuo, a través de sus creencias, pone su poder y energía literalmente a su lado. Podía utilizarlos solamente cuando cambiaba totalmente sus creencias.
Solo porque las características infantiles de Augusto Dos parecían tan patentes, era que tenia que prescindirse de Augusto Dos. La esposa de Augusto hizo la diferencia, ya que era obvio que ella no tenia la misma opinión de este “amigo” que su esposo tenia. Sus creencias se convirtieron en el nuevo fundamento, en el punto de cambio que permitió a Augusto visualizar esta auto imagen alternativa con alguna objetividad.

domingo, 12 de julio de 2009

El Cuerpo de Tus Creencias 2

Augusto fue criado creyendo que el ser interior era peligroso, que los individuos reaccionaban por conflictos internos sobre los cuales tenían poco control consciente. Él creía que la personalidad individual era relativamente impotente para comprenderse a sí misma y que permanecía precariamente sola e indefensa, con un abismo del mal por debajo y con un inaccesible, frío, justo, pero no compasivo Bien por encima.
Se sentía desconcertado en un mundo de opuestos. Las creencias conflictivas eran aceptadas sin crítica. La mente consciente siempre intentará que sus creencias tengan sentido y las formará en patrones y secuencias. Usualmente organizará las ideas de una manera tan racional como sea posible, y prescindirá de aquellas que parecen contradecir su sistema general de creencias.
A Augusto se le había enseñado a temer sus propios pensamientos, a evitar el auto examen. Las creencias, o las ideas que lo atemorizaban, no eran enfrentadas, sino que inicialmente eran empujadas a las esquinas de su mente consciente, en donde permanecían relativamente inofensivas al principio.
A medida que el tiempo pasaba, el número de creencias sin examinar y creencias aterradoras se empezaron a acumular. Las ideas y las creencias se alimentan a sí mismas. Incorporado dentro de ellas hay un ímpetu hacia el crecimiento, el desarrollo y la satisfacción. Con el correr de los años se construyeron con fuerza dos sistemas opuestos de creencias compitiendo por la atención de Augusto. Él creía que era totalmente impotente como individuo, que a pesar de sus esfuerzos no llegaba a nada y que pasaba desapercibido. Se sentía completamente desamado. No se sentía merecedor del amor. Al mismo tiempo permitía que su mente consciente divagara, y para compensar se veía a sí mismo como todopoderoso, desdeñoso de sus compañeros seres humanos, y en capacidad de ejercer gran venganza sobre ellos por su incomprensión de él. En esta línea de creencias, estaba en capacidad de hacer cualquier cosa, desde curar las enfermedades de la humanidad, si así lo escogía, hasta impedirle tal conocimiento al mundo para castigarla.
Ahora bien, todas estas ideas eran bastante conscientes, pero mantenía cada grupo separadamente. La mente consciente trata de obtener integridad y unidad generales, alineando sus creencias en algún tipo de sistema consistente. Cuando por un lapso de tiempo se tienen creencias opuestas que se contradicen directamente la una a la otra, y se hace muy poco intento de reconciliarlas, se inicia entonces una “batalla” dentro de la mente consciente misma.
Puesto que son las creencias de la mente consciente las que regulan los movimientos involuntarios del cuerpo y la totalidad del sistema físico, obviamente las creencias contradictorias establecen reacciones y desequilibrios físicos adversos. Antes de que las creencias opuestas de Augusto se alinearan ellas mismas en campos separados, por así decirlo, el cuerpo estaba en una agitación continua. Constantemente se le enviaban mensajes contradictorios al sistema muscular y al corazón. El sistema hormonal vacilaba. Aun su temperatura física variaba más bien drásticamente.
Por lo que las ideas parecidas se atraen, electromagneticamente y emocionalmente, la mente consciente se encuentra a sí misma con dos sistemas de creencias completamente contradictorios, y con dos imágenes propias. Para proteger la integridad de la estructura física, la mente consciente de Augusto se dividió claramente. Ya no se mezclaron más los mensajes minuto a minuto al cuerpo.
La parte de Augusto que se sintió poderosa y extraña se personificó. Cuando Augusto se sentía amenazado, la mente consciente cambiaba, aceptando como procedimiento operativo el sistema de creencias en el que Augusto mismo se veía a sí mismo como todopoderoso y seguro, pero extraño. Por consiguiente, esta parte de sus creencias, y esta imagen propia en particular, se hizo cargo de su mente consciente y se convirtio en lo que aquí llamaré Augusto Dos. Cuando Augusto Dos asumía el liderazgo, el cuerpo físico mismo no era solo fuerte y poderoso, sino capaz de hazañas físicas que de lejos superaban aquellas de Augusto Uno.
Augusto Dos cree que su cuerpo es casi invencible, y siguiendo esta creencia el cuerpo se comporta mucho mejor. Augusto Dos cree que él es un extraterrestre. En este caso la racionalización es – ya que debe haber alguna – que él es un ser de otro planeta, en realidad de otra galaxia. Su propósito en este caso es bastante claro y simple: Él está para ayudarle a Augusto Uno, para utilizar su poder en beneficio de éste, premiando a sus amigos y aterrorizando a sus enemigos. Augusto Uno cree muy profundamente que necesita este tipo de ayuda.
Ahora bien, esta es una división de la mente consciente. Ella no se origina dentro del ser interior. Cuando Augusto Dos se hace cargo, él está muy consciente. Simplemente visualiza la realidad física a través de un sistema de creencias directo. Los mensajes enviados al cuerpo no son contradictorios en lo más mínimo. El cuerpo está bajo excelente control.
El estado de ánimo de Augusto Uno era por supuesto el resultado directo de las ideas que estaba teniendo. Era esta incesante oscilación, desde altos estados de exaltación y poder a los más bajos estados de impotencia y depresión, los que el cuerpo no podía tolerar, como consecuencia de las inmensas alteraciones implicadas. Por los periodos de tiempo más grandes Augusto Uno predomina, ya que sus ideas de inutilidad fueron adoptadas antes; y aun peor, son solo reforzadas por el contraste entre él y Augusto Dos. Augusto Dos llega algunas veces por periodos de una semana a la vez.
Augusto Dos hace todas las cosas y dice todas las cosas que a Augusto Uno le agradaría profundamente hacer y decir, con solo ciertas salvaguardias. Sin embargo, Augusto Uno no está literalmente inconsciente durante este tiempo, sino muy enterado de las actividades y logros “experimentados por otro”. Nuevamente aquí, es un juego de esconder y buscar, en el que la llamada mente consciente es relativamente inocente.
Por consiguiente, Augusto Dos puede despotricar y delirar, mentir y engañar, afirmarse a sí mismo, demostrar su desprecio por sus compañeros, y absolver a Augusto Uno de cualquier responsabilidad.

jueves, 9 de julio de 2009

El Cuerpo de Tus Creencias 1

Muy literalmente, vives en el cuerpo de tus creencias. Percibes a través del cuerpo de tus creencias. Tus creencias pueden incrementar tu visión o disminuirla. Ellas pueden incrementar o disminuir tu audición, o cualquier función sensorial.
Por ejemplo, si crees que después de cierto tiempo en la vida la audición disminuirá lentamente, así será. Empezarás a utilizar la facultad cada vez menos, transfiriendo inconscientemente tu atención a otros sentidos para compensar, y confiarás cada vez menos en tus oídos, hasta que las funciones mismas se atrofian.
Las funciones, en este aspecto en particular, son hábitos. Simplemente olvidas como oír apropiadamente, siguiendo tu creencia. Todas las minúsculas manipulaciones necesarias para oír son reprimidas inconscientemente. El deterioro físico real sigue de hecho. El deterioro, sin embargo, ocurre primero, no después.
El mismo tipo de desarrollo puede ocurrir casi en cualquier categoría física. Usualmente, más de una creencia está involucrada. Paralelamente a la creencia de que la visión fallará, puedes tener la antes mencionada creencia de que la audición se debilitará, y estas dos ideas pueden ser reforzadas por la creencia de que la edad automáticamente te hará menos persona, convirtiéndote en un individuo que no puede relacionarse más en el patrón diario del entorno. Como ves, la creencia funcionaría para asegurar la materialización de ese estado.
Por otra parte, puedes creer que la sabiduría crece con la edad, que la comprensión de sí mismo trae una paz de la mente no conocida antes, que una mente aguda está realmente mucho más capacitada para evaluar el entorno, y que los sentidos físicos son mucho más apreciativos de todos los estímulos. De esta manera, esas condiciones se encontrarán físicamente en tu experiencia. El aparato físico mismo, siguiendo tus creencias, continuará saludable.
Debes comprender que tus ideas y pensamientos no existen como fantasmas, o como sombras sin sustancia. Son realidades electromagnéticas. Afectan tu ser físico y son automáticamente traducidas por tu sistema nervioso en la materia de tu carne, y en tu experiencia.
Tu mente consciente está para evaluar y valorar la realidad física, y para ayudarte a trazar tu curso en el universo corporal del que formas parte actualmente. Otras partes de tu ser confían en ti para hacer esto. Toda la energía a disposición del ser interior es entonces concentrada para producir los resultados demandados por la mente consciente.
Tu poder de acción efectivo sigue las líneas de tus creencias. Creer en tu propia debilidad, es negarte a ti mismo el poder de la acción. Aceptar sin crítica todas las creencias que te llegan, es abrirte a una descarga de información conflictiva, en el mejor de los casos, en la cual los lineamientos claros para la acción y el poder se tornan borrosos. Se le envían entonces al ser interior demandas y evaluaciones contradictorias, y el ser interior, por varios métodos, tratará de decirte que algo anda mal. Las creencias de naturaleza similar se atraen las unas a las otras, ya que estás obligado a buscar consistencias en tu comportamiento y experiencia.
Debes aprender a entenderte con tus propias creencias directamente, o estarás obligado a entenderte con ellas indirectamente, reaccionando a ellas, casi sin saberlo, en tu experiencia física. Cuando protestas contra un entorno desfavorable, o una situación o condición desfavorable, básicamente, no estás actuando independientemente, sino reaccionando casi ciegamente. Estás reaccionando a eventos que parecen sucederte, y siempre en respuesta a una situación.
Para actuar de una manera independiente, debes empezar a iniciar la acción que quieres que ocurra físicamente creándola en tu propio ser.
Esto se hace combinando creencia, emoción e imaginación, y formándolas en un cuadro mental de los resultados físicos deseados. Por supuesto que el resultado deseado aun no es físico, o no necesitarías crearlo, así que no hace bien decir que tu experiencia física parece contradecir lo que estás tratando de hacer.
Por lo que las ideas y creencias tienen esta realidad electromagnética, la constante interacción entre estas creencias fuertemente contradictorias puede causar grandes bloqueos de poder, impidiendo el flujo de la energía interior hacia el exterior. A veces puede ocurrir una polarización. Las creencias no asimiladas y las ideas no examinadas, puede parecer que adoptan su propia vida. Ellas pueden dominar efectivamente ciertas áreas de actividad.
Vamos a ver un ejemplo que demuestra la naturaleza y poder de las creencias. Se trata de un ejemplo vivo de los efectos de creencias en conflicto no examinadas, de una feroz y dolorosa personificación de lo que puede ocurrir cuando un individuo le permite a su mente consciente negar sus responsabilidades, cuando un individuo se vuelve temeroso de su propia conciencia.
Tenemos un hombre joven cuyas creencias estaban vivas mientras estaba relativamente impotente. No había hecho ningún esfuerzo por reconciliar creencias directamente opuestas, hasta que la personalidad misma literalmente se polarizó.
Nos enfrentamos a lo que podría llamarse un ejemplo clásico de personalidad secundaria. Lo estoy discutiendo aquí porque ilustra muy hermosamente la naturaleza y poder de las creencias y los conflictos que pueden surgir cuando un individuo no acepta la responsabilidad por sus propios pensamientos. Este no es un caso usual, pero, hasta cierto punto, tal división ocurre físicamente, o mentalmente, cuando los contenidos de la mente consciente no son examinados.
Desde el principio el individuo se erizó con beligerancia y hostilidad. Habiendo pedido ayuda, se odió a sí mismo por la debilidad que creía había causado tal necesidad. Con el seño fruncido y con gran vehemencia, proyectaba toda la energía a su disposición para demostrar que no seria intimidado y que si alguien estaba al dominio de la situación seria precisamente él. Habló de otra personalidad mucho más poderosa que él, aunque, según dijo, él podía obligar a seguir sus órdenes a un grupo de ciento cincuenta personas. Sin embargo, la otra personalidad era originaria de otra galaxia y venia como amigo a ayudarlo y protegerlo. Vamos a llamar a este hombre Augusto.

lunes, 6 de julio de 2009

La Creación Constante del Cuerpo Físico 8

En la existencia física estás utilizando tu cuerpo como un medio para el aprendizaje y la expresión. Tú eres único. Muchas personas, por sus propias razones, persiguen cursos que no involucran incluso un desarrollo de habilidades, un cuadro general equilibrado, por ejemplo, sino que eligen expresar y experimentar con ciertas cualidades, con la exclusión de otras. Tal curso, en la realidad física, no te presentaría nada parecido a un cuadro de perfección equilibrado.
Más adelante discutiremos otros tipos de existencia en los que también estás involucrado; y estos, hacia cierto grado, colorean tus intenciones y propósitos en la vida física, tal como la comprendes.
Si todas tus creencias, no solo las “afortunadas”, no fueran materializadas, nunca comprenderías completamente, en un nivel físico, que tus ideas crean la realidad. Si solamente tus creencias “positivas” fueran materializadas, nunca comprenderías claramente el poder de tu pensamiento, ya que no experimentarías completamente sus resultados físicos.
La mente consciente existe antes de la vida material y después de ella. En la existencia corporal ella está entrelazada con el cerebro, y durante la vida física tus percepciones terrenales – tu enfoque preciso y constante dentro de tu sistema de espacio y tiempo en particular – dependen de esa alianza sutil.
Antes de tu nacimiento físico, formas un concepto mental del cuerpo que tendrás. Esta imagen es impresa en la materia de esta manera: Tu mismo te sintonizas dentro de una dimensión de realidad altamente especifica. Formas una estructura física que tendrá existencia dentro de esa área intensamente concentrada, que tendrá validez y actualidad – que llegará a la vida dentro de esas “frecuencias”.
Es aquí en donde ocurre la aparente división en el ser, ya que en la vida física la mente consciente debe estar conectada con el cerebro y, en términos de tiempo, ese órgano mismo debe crecer y desarrollarse. De esta manera, toda tu conciencia no puede estar físicamente consciente. La parte que debe “esperar” por el desarrollo del cerebro, es la parte que en la vida llamas “la mente consciente”.
Las otras partes pueden llamarse el ser interior. Ahora bien, todo este ser interior puede no llegar a expresarse incluso con su conexión al cerebro, puesto que el cerebro debe filtrar la percepción a través del aparato físico.
El cerebro, y sus conexiones corporales, debe entenderse con los lapsos de tiempo que implica siempre la percepción sensorial. El funcionamiento interior del cuerpo, para ser consciente, tendría que entenderse con las secuencias de tiempo que presentaría la conciencia sintonizada físicamente, con deducciones y cálculos “matemáticos” demasiado numerosos para ella manejarlos. Por ejemplo, tendría que guardar vestigios conscientes de todos los músculos, nervios, órganos, células, moléculas y átomos, mientras manipula el cuerpo en el espacio y el tiempo.
Por consiguiente, ocurre una aparente división, en la que la parte invisible de la mente consciente está conectada con el cerebro físico, y una parte de ella está libre de esa conexión. Esa última parte forma lo que concibes como el sistema involuntario del cuerpo.
De nuevo, es importante que te des cuenta que la reacción no física inicial a los estímulos es la que desencadena todas las reacciones físicas. Hay una comunicación e interrelación constante entre las áreas de la conciencia que están conectadas con el cerebro y aquellas otras que no lo están. Los propósitos “más profundos” de la conciencia involucrada “circulan”, algunas veces surgiendo en el conocimiento que está unido al cerebro. La información proveniente de esas fuentes profundas del ser, al alcanzar las áreas conectadas con el cerebro, se interpretarán de acuerdo con las creencias de ese segmento del ser más físicamente enfocado.
Hasta cierto grado, esa información interior estará coloreada por las creencias corrientes de aquella parte del ser que confronta el mundo físico más directamente. Esas creencias, sin embargo, son examinadas constantemente por el ser interior.

viernes, 3 de julio de 2009

La Creación Constante del Cuerpo Físico 7

El cuerpo físicamente vivo, y sus actividades y condiciones, son dirigidos por medio de las creencias de la mente consciente. El cuerpo, según se explicó en este capítulo, también tiene contrapartes “invisibles” compuestas de propiedades electromagnéticas de sonido interior y cualidades de luz.
Estas estructuras invisibles preceden el surgimiento del cuerpo físico. También existen después de la muerte del cuerpo. Mientras la condición del cuerpo en la vida es dirigida por la mente consciente, la idea, o patrón mental para el cuerpo, existe antes de la conexión de la mente consciente con el cerebro físico.
Los genes y cromosomas no solo ocurre que tienen dentro de ellos la información codificada definida y precisa que se necesitará. La información es impresa en ellos desde adentro. La identidad existe antes que la forma. Puedes decir que la identidad, existiendo en otra dimensión completamente, planta la semilla en el medio de la realidad física, de la que surgirá su propia existencia material.
Por consiguiente, el ser interior forma primero la estructura “invisible” del cuerpo, que “más tarde” surgirá en la carne. En el evento de esta siembra mental, la mente consciente, en tus términos, obviamente no está conectada con el cerebro, el que aun no ha sido formado en la carne. La idea del cuerpo es sostenida y hecha física por la mente consciente.
Entonces la conciencia no depende de la percepción física, aunque este atributo si requiere un conocimiento inmerso dentro de la forma material. Mientras la conciencia física es filtrada a través del aparato corporal, usualmente no estás enterado de tipos no corporales por ese proceso. La estructura general, las propiedades y las características del cuerpo existen por lo tanto antes de su formación. En términos sencillos, escoges de antemano el tipo de cuerpo que habitarás e imprimirás. Te puede parecer que no tienes ningún control consciente sobre la condición de tu cuerpo en la vida, tal como la conoces, y mucho menos antes de tu nacimiento. Se te ha enseñado que hay poca conexión entre tu pensamiento y las actividades de tu cuerpo.
Un hombre que cree tener problemas cardiacos, finalmente los tendrá, porque su propia ansiedad afectará el funcionamiento de su sistema “involuntario”, hasta que su corazón es perjudicado definitivamente, si la creencia sigue sin examinar. La mente consciente dirige los llamados sistemas involuntarios del cuerpo, y no lo contrario. Ninguna idea se desliza insidiosamente sin tu conocimiento para afectar tu sistema involuntario, a menos que esté de acuerdo con tus propias creencias conscientes. Además, no estarás enfermo si piensas que estás bien. Sin embargo, puede haber otras ideas que te hacen creer en la necesidad de una salud pobre.
No estás enterado de cómo el cuerpo ejecuta sus muchas funciones involuntarias. La mente consciente no podría manejar toda la información, pero esas funciones reflejan perfectamente las ideas y creencias que conscientemente sostienes.
Como también lo mencioné, la mente consciente, básicamente, no está separada del ser interior, o de aquellas profundas fuentes internas de conocimiento disponibles para ella. La mente consciente no es ningún evento, para el caso; ella representa varias porciones del ser interior que “salen a la superficie” en un momento determinado.
Dentro de la estructura básica del cuerpo, escogida antes del nacimiento físico, el individuo tiene plena libertad para crear una forma funcional perfectamente saludable. La forma es, sin embargo, un espejo de las creencias, y materializará exactamente en la carne aquellas ideas sostenidas por la mente consciente.
Esa es una de las funciones primordiales del cuerpo. Un cuerpo enfermo está ejecutando esa función, a su propia manera, tan bien como un cuerpo saludable. Es tu sistema de retroalimentación más íntimo, cambiando con tu pensamiento y experiencia, el que te da en la carne la contraparte física de tu pensamiento. Así que es inútil enojarse ante un síntoma, o ridiculizar el cuerpo por su condición, cuando se está presentando con la réplica corporal de tu propio pensamiento, como se pretendía que lo hiciera.
Tu entorno y tu experiencia en el mundo físico también te proporcionan el mismo tipo de retroalimentación. Es igualmente inútil reñir con tu entorno o con tu experiencia en él, como lo es ridiculizar tu cuerpo por las mismas razones.
Cuando se presentan ideas como éstas, a menudo parece que los resultados ideales sean la perfección, en tus términos, - “el cielo en la tierra” – un estado en el que todo el mundo seria saludable, rico y sabio.