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jueves, 29 de mayo de 2008

La “Evolución” Incompleta

El cuadro total de la vida física, tal como la entendemos, debe ser experimentado desde nuestro propio punto de vista, pero su complejidad, su orden y magnificencia de estructura y diseño, debe entenderse como la composición de un buen ejemplo del número infinito de realidades, cada una construida con las propensiones y características de su propia naturaleza y la naturaleza de su propia conciencia.
En cierta forma, la palabra “inconsciente” no tiene sentido. Existen infinitas versiones de conciencias, por supuesto, con sus propios mundos, que están formando organizaciones con significado y propósito. Algunas de ellas se mezclan con la nuestra y la nuestra con ellas. La “estructura interna” es una de conciencia y las cuestiones más profundas solo pueden eventualmente ser abordadas aceptando la existencia de referencias internas.
La naturaleza del tiempo, las cuestiones concernientes al inicio y el fin del universo, no pueden abordarse con certeza estudiando las condiciones exteriores de la vida, ya que las referencias físicas mismas son apenas las manifestaciones de una actividad psicológica interna. Tenemos conocimiento del universo solo en la medida en que él afecta nuestra percepción. Lo que está por fuera de esa percepción, permanece desconocido para nosotros. Nos parece que el mundo empezó, o debió haber empezado en cierto punto en el pasado, pero eso es como suponer que una tajada del ponqué es el ponqué completo, que fue horneado en un horno y quizá consumido en una tarde.
Las referencias internas de la realidad involucran un tipo totalmente diferente de experiencia, con patrones organizacionales que se mezclan y fusionan en todos los puntos concebibles. Afinamos nuestra conciencia mientras dormimos como afinamos un piano, de tal manera que en la realidad de vigilia la conciencia percibe claramente las notas y valores adecuados para construir la experiencia física. Aquellos campos internos de referencia en los que hemos tenido nuestra existencia, están cambiando totalmente cuando les adicionamos nuestra experiencia, y nuestra propia identidad está asentada dentro de esas referencias antes del nacimiento, tal como lo entendemos.
Somos una versión consciente de nosotros mismos, creando conjuntamente con todos nuestros contemporáneos las realidades de los tiempos. El término “contemporáneos” se refiere a todas las especies. Leemos nuestra conciencia de cierta manera, pero es bastante posible leer la conciencia del mundo de otras maneras.
Los científicos no saben cuantas especies existen en la tierra y solo saben que son millones. Si lo leemos lateralmente, aun nos vamos a encontrar con un universo ordenado, pero un universo en el que la naturaleza de la identidad debería leerse de una manera completamente diferente, resaltando comunicaciones subjetivas adyacentes de tipo consciente, que forman otros tipos o patrones de subjetividad y continuidad psicológica. Estas dan como resultado la formación de “personalidades” o entidades que son conscientes de sus propias identidades, siguiendo diferentes caminos a los nuestros, mientras, a su manera, también contribuyen a la formación de nuestro universo, como nosotros lo hacemos.
La enumeración de las especies es sumamente caprichosa. Reconocemos como vivas solamente aquellas variedades de vida que encajan dentro de ciertos rangos de atención. Objetivizamos y diversificamos. Las líneas trazadas entre lo que es el ser y lo que no es el ser y entre un organismo y su entorno, son sumamente arbitrarias de nuestra parte. Hay patrones psicológicos que escapan completamente a nuestra atención, porque no siguen las convenciones que hemos establecido. Estos combinan lo que nosotros diversificamos, así que tenemos ocultos valores psicológicos o seres psicológicos que combinan las propiedades del entorno y las propiedades del ser en otras combinaciones distintas a las que conocemos.
Ellos parecen ser los espíritus de la naturaleza, tal como estamos más o menos obligados a interpretarlos desde nuestro punto de vista. Ellos, ciertamente, serian parientes psicológicos, pero con sus propios esquemas del tiempo, lenguajes y afiliaciones psicológicas. Ellos existen conjuntamente con los tipos de conciencia que reconocemos dentro de la estructura de la vida física. Cuando soñamos, a menudo llegamos a estar en contacto con estos primos de conciencia. No se trata, simplemente, de que ellos se comuniquen con nosotros, o nosotros con ellos, sino que en el sueño las propiedades convencionales que hemos aprendido se aflojan y se abandonan un poco. Vemos “las luces alrededor de la esquina”, por así decirlo. Vemos una especie de conciencia, una especie que debe permanecer inexplicada en cualquier explicación normal de la evolución. Esto es una indicación de las comunicaciones que existen en todos los niveles, protegiendo no solo las referencias genéticas para nuestra propia clase, sino las combinaciones de otras formas de organización que existen adyacentes a la nuestra, pero aun conectadas con ella. Frecuentemente leemos mal estas referencias y muchas de nuestras leyendas de espíritus buenos y malos, de monstruos, variedades extrañas y criaturas artificiales, aparecen en el folclore.
Alguna vez encontramos esas otras formaciones en una luz diferente, observando muchas similitudes entre su comportamiento y el nuestro, ciertas maneras características de percibir, al menos alguna experiencia que demandaba nuestra respuesta y reconocimiento.
Alguna vez fuimos más abiertos, en cierta forma, a los tipos de conciencia que admitíamos dentro de nuestro circulo de realidad. Alguna vez, en esos términos, no trazábamos las líneas tan finamente como lo hacemos ahora. En su lugar, incluimos estos “primos de conciencia” en nuestro medio, aceptando un tipo de camaradería para que, en cierto grado al menos, pudiéramos ver las diferentes versiones de humanidad que eran el resultado de un cambio de enfoque, una adyacente afiliación de energía humanizada con el entorno. Simplemente, sentimos que, en ciertos términos, teníamos otros hermanos y hermanas en el mundo, que eran como nosotros, pero no iguales a nosotros, que juntaban los contenidos del universo a su propia manera. Esta especie, por supuesto, no puede aparecer por parte alguna dentro de los dictados de la evolución, o ser percibidos como realidades, excepto bajo aquellas condiciones en las que relajamos nuestras convenciones usuales de percepción y comportamiento.
No obstante, esos encuentros ocurren entre nosotros frecuentemente en el estado del sueño, en alteraciones de nuestro enfoque usual y en nuestras artes, cuando somos menos arbitrarios en nuestras definiciones. Cuando empezamos a llevar nuestra propia realidad física hacia un enfoque más fuerte y claro, detuvimos completamente, y más bien arbitrariamente, esos otros elementos, con el propósito de enmarcar y definir más claramente los límites de nuestro ordenamiento físico. Ahora nos parece que tales personalidades no son perceptibles físicamente, pero alguna vez pudimos traerlas al rango de nuestra percepción.
Finalizamos nuestras clasificaciones en donde lo hicimos, prefiriendo ver al hombre como el rey de la inteligencia. Esto significa que trazamos la línea abruptamente en donde parece que ella debió ser trazada. Continuamos con esa compañía a otros niveles de actividad, niveles que todavía están abiertos y que deben ser tenidos en consideración cuandoquiera que abordemos cualquier discusión sobre el sueño y el mundo del sueño.

lunes, 26 de mayo de 2008

Aproximación a la Vida

Una mezcla curiosa de actividad impredecible y predecible opera también en el diseño genético, en el que los sistemas genéticos, en gran medida, son establecidos para lograr la retención de características especificas y, sin embargo, puedan demostrar también un comportamiento que parece genéticamente incorrecto y distorsionado; o para introducir alteraciones que pueden parecer parodias a la integridad genética.
Esas raras ocurrencias genéticas, como hemos intentado explicarlas, con frecuencia proporcionan una elasticidad y un ensanchamiento de las probabilidades que son las mas necesarias para el balance genético total. Las acciones en el sueño pueden ciertamente afectar, y a menudo afectan, las alteraciones genéticas, actuando como activadores de la acción celular. Existe un intercambio entre los aparentemente separados aspectos físicos y mentales de nuestras vidas en cada nivel de experiencia y a cada nivel dentro de los limites aparentes de la naturaleza.
Hay decisiones en las cuales cada individuo toma parte, que son hechas en campos de actividad que usualmente no nos damos cuenta que existen. El pueblo de una nación puede decidir, en cualquier momento dado, activar o experimentar un evento particular casi totalmente en el reino físico, o separar sus elementos de tal manera que la mitad sea experimentada físicamente, y la otra mitad en la realidad del sueño. Las transformaciones de energía ocurren constantemente, de tal manera que, por ejemplo, una probable tormenta física puede más bien aparecer como una tormenta económica. Puede aparecer como tormenta emocional para un gran número de personas. Puede aparecer como una serie de sueños aterradores. En cada punto de su existencia, tal evento puede entrar y salir rápidamente de tales manifestaciones, disipándose él mismo en gran medida. Una situación física adversa, tal como una enfermedad, puede convertirse en un “sueño aterrador”. Sin embargo, en tales casos se mantienen los estándares necesarios de integridad propia.
Las mismas alteraciones aplican, por supuesto, para los eventos afortunados, los que pueden experimentarse a través de una expresión física completa, o a través de una serie de manifestaciones que podrían involucrar también sucesos sociales o económicos, o la ocurrencia de condiciones climáticas espléndidas, la inserción de excelentes y casi perfectos días como los del verano. Lo predecible y lo impredecible sirven para formar los linderos de la experiencia física. Entre más abiertos estemos a estas ideas, mayor podrá ser el flujo de nuestra experiencia. Jamás aceptaríamos como un hecho una teoría que contradice nuestra propia experiencia. La experiencia del hombre incluye tipos de comportamiento para los que la ciencia no tiene respuestas. Eso está bien y es bueno. A la Ciencia no se le puede culpar por decir que sus métodos no conducen al estudio de esta o aquella área de experiencia, pero al menos se le puede criticar si rechaza como valido tal comportamiento, legitimo o real, o cuando pretende colocar tales eventos por fuera del reino de la realidad. A la Ciencia se le puede criticar justamente cuando intenta pretender que la experiencia del hombre está limitada a aquellos eventos que puede explicar. Es bastante posible que nuestro mundo predecible exista, no a pesar de, sino a causa de esas ocurrencias sorpresivas, impredecibles y no oficiales. Existe un tipo de orden espontáneo mayor, del cual nos dan indicaciones los aparentemente impredecibles elementos de nuestro mundo.
Tomando nota de los aparentes eventos impredecibles y cambiando nuestro enfoque, podemos ciertamente empezar a sentir los más grandes patrones de esa realidad. Esa realidad deja muchas huellas en nuestra propia experiencia. Por todas partes nos da indicios y señales de su propia realidad y de nuestra participación en los diversos campos de expresión a los que no se les ha dado un reconocimiento oficial.
Dentro de los patrones de la experiencia humana, está la evidencia de la más grande habilidad del hombre: Estar muy cerca de su propia comprensión intima, cada vez que recuerda un sueño precognitivo, una experiencia fuera del cuerpo. Cada vez que siente la intromisión o la infusión en su mente de conocimiento que proviene de fuentes distintas a las físicas. Este tipo de criatura no puede ser el títere de una ingeniería genética manufacturada accidentalmente en un universo que no tiene sentido.
Si el hombre presta más atención a su propio comportamiento subjetivo y a aquellos sentimientos de identificación con la naturaleza que surgen persistentemente, la mitad de los dictados de los evolucionistas y los creacionistas quedarían por fuera automáticamente, ya que parecerían sin sentido.
No se trata de resaltar una serie de métodos que nos permitirán incrementar nuestras habilidades psíquicas, o de recordar los sueños, o de ejecutar ejercicios gimnásticos fuera del cuerpo. Es más bien una cuestión o un asunto de alterar completamente nuestra aproximación a la vida, de tal manera que en lo sucesivo no bloqueemos esa espontánea actividad natural.

viernes, 23 de mayo de 2008

La Aproximación Mágica de los Sueños

En cierta forma, los sueños permiten una mezcla curiosa de procesos de aprendizaje y al mismo tiempo sirven para introducir desarrollos sorprendentes. Esto es, los sueños promueven la conservación del conocimiento y son una ayuda en el desarrollo de destrezas. Mantienen información disponible tejiéndola a través de las otras estructuras de nuestra experiencia.
Al mismo tiempo, los sueños tienen sus cualidades asombrosas, promoviendo la inserción de desarrollos inesperados, caso en el cual parecen tener que ver con la ruptura de los principios de conservación. En esta forma, ellos también reflejan nuestro comportamiento más externo, conservando lo que ya conocemos e introduciendo nuevos patrones, nuevas ordenes espontáneas, que a veces parecen ir en contra de los eventos de conservación. Ellos refuerzan el pasado, por ejemplo, cuando soñamos situaciones pasadas. También parecen socavar la integridad del pasado, cuando nos lo muestran en una luz que no es familiar, mezclándolo con matices del pasado y del futuro.
Muchas personas quisieran que hubiera muchos más métodos que nos ayudaran a estudiar los sueños y su naturaleza. De esta manera, los sueños también sugieren un orden espontáneo de la naturaleza a través de los siglos, que nos permite observar la especie en una luz más real. Para el caso, nuestras vidas dependen de las curiosas relaciones involucradas. No nos las arreglaríamos por un solo día si los principios de conservación y lo inesperado no existieran exactamente como lo hacen. Hay tanto que debemos aprender y recordar en la vida y tanto que debemos olvidar espontáneamente, que de otra manera la acción misma seria relativamente insignificante.
Ejecutamos muchas más acciones en el día de las que recordamos. No sabemos cuantas veces levantamos los brazos, pronunciamos una frase, pensamos un pensamiento. Con el tipo de conciencia que poseemos, un exceso de confianza en los principios de conservación podría concluir en una reducción de los procesos de la vida.
En la vida privada y en los llamados términos evolutivos, sin embargo, la vida necesita la intromisión de eventos sorpresivos, acciones imprevistas, saltos de comprensión o comportamiento, que no podrían provenir solamente de la acumulación de conocimiento, o de la simple conservación de energía, sino que parecen sugerir nuevos desarrollos totalmente diferentes.
Los sueños sirven a menudo como estructuras en las cuales aparecen súbitamente notables comprensiones íntimas, que posteriormente le permiten al hombre visualizar el mundo de una manera que antes no era predecible. Las actividades del mundo siempre incluyen la introducción de eventos sorpresivos. Esto es cierto en todos los niveles de la naturaleza, desde lo microscópico hasta lo microscópico. Como lo hemos expresado anteriormente, todos los sistemas son abiertos. Las teorías, tanto de los evolucionistas como de los creacionistas, sugieren y refuerzan poderosamente las creencias en la naturaleza consecutiva del tiempo y en un universo que se inicio de tal y tal manera, continuando con tal y tal final. Sin embargo, hay eventos horizontales que aparecen en la verdadera actividad de la naturaleza y hay puntos de entrada y puntos de salida horizontales en toda experiencia. Estos permiten la introducción de nueva energía no oficial y nuevos eventos sorpresivos.
Es sumamente difícil comprender estas actividades. Ellas pueden afectar, y en realidad afectan, el surgimiento y la caída de civilizaciones. Estamos acostumbrados a leer la naturaleza de una manera particular y a experimentar los eventos a niveles superficiales. Estamos equipados naturalmente para apreciar una combinación mucho más rica y, como lo hemos expresado, nosotros mismos estamos poseídos por la necesidad de explorar las ramificaciones subjetivas de nuestra existencia.
A medida que “los tiempos cambian”, nos cansamos de las viejas maneras. Aun nuestros sueños empiezan a alcanzar nuevas avenidas. Las relaciones entre el comportamiento natural conservador de la naturaleza y la necesidad de ella por la innovación son extendidas. Eventos notables empiezan a ocurrir cada vez más, tanto en la experiencia privada como en la colectiva, en el comportamiento físico y mental, en los eventos, en las estrellas y en el hombre.
Las personas quieren abandonar las viejas estructuras de creencias. Anhelan, a menudo sin reconocerlo, volver a tener el rememorado conocimiento de la niñez temprana, cuando parecía que por un tiempo experimentaban una dimensión de experiencia en la que lo inesperado se daba por sentado y cuando los “eventos mágicos” ocurrían bastante naturalmente. Empiezan a mirar la estructura de sus vidas de una manera diferente, que intenta evocar de la naturaleza y, de sus propias naturalezas, cierto gracioso abandono y cierta libertad ya casi olvidados. Empiezan a girar hacia una aproximación más natural y mágica de sus propias vidas. En esos tiempos, los elementos conservadores en la naturaleza y en la sociedad misma no parecían tan fuertes como antes. Los eventos sorpresivos que anteriormente estaban encubiertos o ignorados, parecían presentarse con mayor frecuencia y por todas partes un nuevo sentimiento de rapidez y aceleración alteraba gradualmente las expectativas de la gente en relación con los eventos de sus propias vidas y con el comportamiento que esperaban de otras personas. Estamos en tales tiempos ahora.
Las viejas y honorables explicaciones de pronto aparecen marchitas. Eventos notables e impredecibles parecen más posibles. El tipo de trabajo hecho en los sueños es cambiado en cierto grado. Los sueños se convierten en algo más activo, más intrusivo. El comportamiento predecible, aun de los elementos naturales, es más difícil de dar por sentado. El hombre empieza a sentir más y más en tales tiempos las inmensas dimensiones de comportamiento en las que reside esa apariencia de conservación.
Hay cambios considerables que ocurren bajo tales condiciones en la experiencia subjetiva del hombre. Los sentimientos del hombre sobre si mismo también cambian y poco a poco crece su confianza en lo impredecible. Esta más dispuesto a comprometerse con ello. La especie inicia su propia clase de migración psíquica. Empieza a sentir dentro de sí misma nuevas fronteras y posibilidades para la acción. Empieza a anhelar la exploración de tierras mentales y envía al exterior porciones de sí misma como mensajeros. Los mediums y psíquicos son esa clase de mensajeros.

martes, 20 de mayo de 2008

La Importancia de los Sueños

Los sueños ocurren en tantos niveles de realidad que es casi imposible describir su verdadero alcance. En primer lugar, ese alcance incluye niveles que desconocemos conscientemente. Los sueños sirven como sistemas de apoyo en las comunicaciones importantes entre distintos pueblos y naciones. Cuando la comunicación física entre estos grupos se interrumpe, los sueños proporcionan la continuidad en el flujo de información de una parte de la especie a la otra.
Existen sueños de variada importancia, algunos de ellos activados genéticamente, que sirven como chispas para iniciar patrones de comportamiento especiales, sueños que, literalmente, abarcan siglos en ese sentido, enrollados en forma latente en los mismos cromosomas. Ningún nivel de conciencia deja de tener algún tipo de participación en los estados del sueño. En este aspecto, aun los electrones sueñan. El estado del sueño tiene que ver con todos los eventos y realidades, tanto microscópicas como microscópicas, y no es simplemente una característica humana que aparece dentro de nuestro propio rango, o dentro de nuestra propia especie, si no que es una área de experiencia subjetiva que prevalece por todas partes dentro del universo.
Como lo hemos mencionado anteriormente, los animales sueñan, lo mismo que las plantas, los insectos y todas las formas de vida. Todas las construcciones moleculares exhiben cierto tipo de actividad introspectiva, como si el funcionamiento interno de algún computador gigante estuviera íntimamente en contacto, no solo con su propia programación y las probabilidades conectadas con él, sino con una profunda comprensión psicológica de las actividades del electrón y de las diversas partículas visibles e invisibles que forman su propia construcción física.
Estamos sujetos a tener muchas formaciones mayores de sueños que solo pueden llamarse sueños de grupo, eventos subjetivos en los cuales ocurren nuestros propios sueños y en los cuales nuestros sueños participan. Esperamos que todos los elementos del mundo físico, por más diversos que sean, se ajusten conjuntamente para formar cierta clase de permanencia y orden. No seria sorpresa que esta misma clase de “ajuste conjunto” incluya también la vida subjetiva, o que nuestros sueños personales sean también fragmentos en la inmensa realidad del sueño. Ellos son tan importantes en el funcionamiento de esa realidad, como lo son los electrones en nuestra realidad física, proporcionando sendas internas para la acumulación de sabiduría y placer.
Existen ciertos tipos de sueños en los que las diversas especies se comunican y en los que las energías del entorno y sus habitantes se mezclan. Estos sueños incluyen un tipo de extensión horizontal psicológica, la transformación de un tipo de sueño en otro, la transferencia de información de un sistema a otro, en los que los símbolos mismos llegan a tener vida.
Podemos tener la esperanza de evocar algunos sentimientos dentro de nosotros que sean recordatorios de nuestro comportamiento real en esos niveles ocultos de actividad del sueño, que han permanecido siempre pertinentes en el desarrollo de todas las especies con sus entornos, manteniendo las intenciones y los propósitos de unos, vivos dentro de los otros.
Ningún conocimiento genético se va de la tierra, o desaparece. Es retenido en forma latente dentro de una especie de sistema de copia de seguridad, de tal manera que, en términos de probabilidades, cada especie lleva dentro de sus propios patrones genéticos los planos y las especializaciones de cada una de las otras secuencias genéticas.
Esas secuencias siguen la búsqueda del desarrollo y logro de valores tan suavemente que pueden ser reactivadas cuando las condiciones sean afortunadas, ya que aun los animales no están preocupados solo por la supervivencia simple, como tampoco las plantas, sino con lo que podemos llamar “cualidades emocionales”, cualidades que buscan una total apreciación y una extensión creativa de aquellas condiciones de la conciencia que marcan cada una de las especies como tal y, sin embargo, las une con todas las otras.
En cierta forma, nuestros sueños operan o aparecen como electrones en otras realidades. Es decir, cambian su forma, su fuerza o dirección subjetiva y se convierten en parte del funcionamiento mecánico del universo. Lo mismo aplica a nuestros pensamientos. Ellos no se desperdician después de que los hemos pensado, ni son descartados. Tampoco se extinguen, sino que continúan para atender otras funciones en el universo, distintas de las que reconocemos actualmente.

sábado, 17 de mayo de 2008

Los Sueños de Grupo

El hombre exploró el mundo físico en el estado del sueño mucho antes de hacerlo físicamente. Estos sueños le dieron la certeza de que existían otras tierras distintas de las propias y lo estimuló a emprender aquellas expediciones físicas con las que la especie siempre se ha deleitado.
Mientras duerme, una persona puede aparecer súbitamente en territorio extraño, mirando el firmamento desde un punto de vista diferente, sin tener a la vista el río que le es familiar, situado al pie de una montaña, lugar en donde regularmente existía un terreno plano. Esa es una experiencia tan sorprendente, como seria encontrarnos en algún planeta distante. (Hagamos un paréntesis para decir que nosotros exploramos el espacio de la misma manera y, en algunas ocasiones, nuestros “visitantes del espacio exterior” son viajeros soñadores de otras dimensiones de realidad.)
Esta fue la manera como el hombre conoció la localización de los océanos sobre la faz de la tierra, o por lo menos la que le dio la certeza de que existían grandes cuerpos de agua, al mismo tiempo con las indicaciones de su localización y de la posición de las estrellas encima de su cabeza.
Los sueños también eran una ayuda en la navegación, ya que le permitían a los marineros saber cuando estaba cerca la tierra, antes de que la pudieran percibir físicamente. No hay actividad humana en la que los sueños, o un grupo de sueños, no hayan contribuido.
Los sueños eran de gran ayuda en la política humana, ya que por medio de ellos las intenciones de los lideres tribales eran conocidas por los otros lideres. Algunas personas dentro de la tribu se especializaban en este tipo de sueños, teniendo en cuenta que el contenido de los sueños era dirigido por las intenciones individuales, propósitos e intereses del soñador. En cierta forma, los sueños ayudaban a agudizar las tendencias individuales, mientras estas eran también orientadas hacia el desarrollo y logro de valores publico. Las personas que se interesaban principalmente en la vida de hierbas y plantas, también encontraban que los sueños nocturnos reflejaban las preocupaciones del día, de tal manera que esas excursiones de los sueños nocturnos podían encontrar al soñador examinando hierbas y plantas en un lugar distinto al nativo. El sueño podía proporcionar el conocimiento de la mejor manera de utilizar las hierbas con propósitos curativos. Las personas son imitadoras naturales, como algunos animales y aves, así que cuando los miembros de la tribu contaban sus sueños, no solo los contaban, sino que los actuaban con gran movilidad, imitando cuidadosamente los animales, la gente, o los elementos de la tierra que habían encontrado.
Los orígenes de los dramas empezaron de esa manera. Los lideres tribales eran generalmente escogidos solo después de una larga “investigación del sueño”, en la cual el nombre del nuevo líder aparecía una y otra vez en los sueños de la gente. Los lideres esperaban obtener consejo de sus propios sueños. Esta información era expresada, compartida, estudiada y examinada conjuntamente con todas las otras consideraciones físicas pertinentes, antes de que se tomaran las decisiones importantes.
Todavía continuamos con este tipo de actividad del sueño, aunque hemos cambiado la dirección de nuestra mente consciente. La mayor parte de esta actividad no llega a ser consciente porque no la deseamos. Sin embargo, en algunas áreas, por la aceleración de los viajes físicos, cierta clase de sueños se ha vuelto mucho más pertinentes. En nuestra sociedad las familias se han dividido, los padres y los hijos viven en regiones distintas, muy separados unos de otros, o en diferentes países, razón por la cual los sueños que nos conectan con parientes han surgido a la superficie. La gente ha hecho seguimiento de los cambios en ciudades o poblaciones natales que pueden no haber visitado en veinte años, excepto en el estado del sueño, cuando se familiarizan con las alteraciones que han ocurrido, visitan calles y casas amadas y se ven con antiguos condiscípulos.
Muy pocas personas hacen el intento de comprobar tal información en términos físicos. Existe una completa red global del sueño que pasa desapercibida, una organización espectacular en la que ocurren intercambios de información que nos dan la base para la formación de los eventos que reconocemos.
Si las familias pequeñas le hicieran seguimiento a sus propios sueños familiares, podrían descubrir correlaciones insospechadas y sentir la interrelación, subjetiva y objetiva, del drama en el que siempre están involucrados psicológicamente. Por ejemplo, tomemos nota de la clase de información que buscamos en los periódicos. Leemos solo la primera pagina e ignoramos los deportes? Solo leemos los deportes? Leemos la columna de chismes? Los obituarios? Buscamos historias de crímenes espeluznantes? Miramos los incidentes torcidos de la política? Las respuestas a estas preguntas nos mostraran el tipo de material que más frecuentemente buscamos. Hasta cierto grado, nos especializaremos en el mismo tipo de información cuando soñemos. Organizaremos el contenido de nuestra mente y la información disponible de acuerdo con nuestras intenciones y propósitos.
Los sueños de una persona, aunque propios, ocuparan una posición importante en los sueños de una determinada familia. De acuerdo con sus propios intereses, una persona podría buscar principalmente en los sueños advertencias de dificultades o problemas y por lo tanto seria el vigilante de los sueños de la familia, el que tiene las pesadillas por cuenta de los demás familiares. Esa persona tendrá un papel algo similar en el estado de vigilia como miembro de la familia.
En relación con los sueños en grupo, hay algunas personas que han servido como perros guardianes, mientras otras en el estado del sueño operan como sanadores, maestros, exploradores y demás. No hay papel, arte, oficio o habilidad que haya sido primero concebido por el individuo soñador, que más tarde no sea transferido a la actividad del mundo social.
En el estado del sueño, las necesidades y deseos de las familias, las comunidades y los países son bien conocidos. El estado del sueño sirve como una rica fuente para el conocimiento del mundo y por lo tanto es el responsable por el crecimiento de su tecnología. Lo anterior es sumamente importante porque el mundo tecnológico que esta ahí afuera fue alguna vez el mundo de los sueños. Los descubrimientos y los inventos que hicieron posible el mundo industrial estaban siempre latentes en la mente del hombre y representaban un resplandeciente paisaje interior de probabilidad que el hombre convirtió en realidad con el uso de los sueños y con la manipulación intuitiva y consciente de material que alguna vez estaba latente.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Fundamentos del Placer

Como lo hemos mencionado frecuentemente, tenemos participación, en mayor o menor medida, en todos los eventos y, a determinados niveles, estamos involucrados en la construcción de aquellos eventos globales que afectan el mundo, bien sean de naturaleza cultural o corrientes.
También hemos hablado de la importancia de los sueños en el contexto primitivo del hombre y de su importancia para nosotros como especie.
En esta oportunidad, vamos a hacer énfasis en los aspectos sociales de los sueños y ha señalar el hecho de que los sueños también nos muestran algunos de los procesos que están involucrados en la formación de los eventos físicos. Nos introducimos en un evento mucho antes de que este suceda físicamente y una buena parte de esta actividad previa tiene lugar en el estado del sueño.
Los sueños también son eventos sociales de un cierto tipo y el estado del sueño casi que puede considerarse como un foro público interno en el que cada hombre tiene algo que decir y en el cual cada opinión se toma en consideración, no importa lo impopular que sea. Si queremos llamar cualquier evento del sueño un evento privado, es necesario decir que ese evento privado fue en realidad nuestra contribución a un evento multifacético mayor, con muchos estratos, de tal manera que un nivel puede tratar con los intereses de un grupo al que pertenecemos, por ejemplo nuestra familia, o nuestra organización política o religiosa, tendiendo externamente hacia el reino del gobierno nacional o los asuntos mundiales. Así como nuestra vida consciente es vivida en el escenario de una comunidad, nuestros sueños tienen lugar en un contexto igual, de tal manera que mientras soñamos para nosotros mismos, en cierta medida, también soñamos para nuestra familia, para nuestra comunidad y para el mundo.
Soñar en grupo alguna vez se dio por sentado, como una característica humana natural en la tribu, por ejemplo, cuando se buscaban nuevos lugares para permanecer en tiempos de sequía. Varios miembros de la tribu tenían sueños en los que se consideraba el problema y cada miembro abordaba el problema que mejor se acomodaba a sus habilidades e intenciones personales. Los soñadores viajaban fuera del cuerpo en distintas direcciones para observar la extensión de las condiciones de sequía y para establecer la mejor dirección que la tribu debería tomar en cualquier migración que fuera necesaria. Sus sueños eran entonces compartidos por la tribu en la mañana, o en una reunión especial, en la que cada miembro exponía el sueño o los sueños que parecían estar involucrados. De la misma manera, otros soñadores consultaban con los soñadores de otras aldeas o tribus, ubicadas muchas veces a distancias considerables. Algunos de estos sueños eran extremadamente directos y otros estaban revestidos de simbolismos, de acuerdo con el estilo del soñador, pero, en todo caso, se entendía que el sueño tenia un significado público, como también uno privado. Todavía sucede lo mismo, aunque ahora los sueños son olvidados. Ahora miramos las noticias de la televisión en la mañana, las que nos proporcionan una especie de sueño manufacturado, que en cierto grado cumple tecnológicamente el mismo propósito. En lugar de enviar camarógrafos y periodistas a los más lejanos rincones de la tierra, el hombre primitivo enviaba aspectos de él mismo a recolectar las noticias para convertirlas en dramas del sueño. Muchas veces el material no necesitaba volverse consciente. Era activado inconscientemente, convirtiéndose directamente en acción. Ahora estos sueños actúan como sistemas de apoyo, surgiendo a la superficie cuando se necesitan. Su propósito era, y sigue siendo, incrementar el desarrollo y logro de valores de la especie y del individuo.
Los Psicólogos hablan con frecuencia de las necesidades del hombre. Aquí nos gustaría hablar más bien de los placeres del hombre, ya que una de las características distintivas del desarrollo y logro de valores es su efecto placentero. No se trata tanto de que el hombre, o la naturaleza, busquen la satisfacción de las necesidades, sino que de una manera exuberante busquen el placer y, por medio del placer, cada organismo encuentre y satisfaga también sus necesidades. La experiencia de la vida involucra mucho más que las solas necesidades, ya que por todas partes la vida esta poseída con el deseo por la calidad, una calidad que reconoce las características reafirmantes del placer mismo. En nuestros términos, existe un gran placer que se debe encontrar tanto en el trabajo como en el juego, en la excitación como en la calma, en el esfuerzo como en el reposo.
Uno de los principales propósitos del sueño es incrementar el placer del hombre, lo que significa incrementar la calidad de la vida misma. Los sueños son trabajo y juego mental combinados, y dramas creativos psíquicos y emocionales enriquecidos. Los sueños también nos involucran con la más productiva de las empresas, cuando empezamos a jugar con los eventos que se han tenido en cuenta para la realización física y cuando, a un nivel personal, “visualizamos” los eventos probables que se convertirán en realidad para nuestra familia, tribu, organización, comunidad y país.

domingo, 11 de mayo de 2008

Mecanismos Internos de Comunicación

Los Eventos Maestros son aquellos que afectan más significativamente nuestro sistema de realidad, aunque la acción original no haya sido física, sino que tuvo lugar en la dimensión interior. La mayoría de los eventos aparecen tanto en el tiempo como fuera de él, y su acción se distribuye entre un campo de expresión interior y uno exterior. Generalmente nos enteramos solo del núcleo exterior de los eventos y los procesos internos se nos escapan.
Sin embargo, esos procesos internos también nos dan muchas indicaciones sobre algunas habilidades naturales que hemos utilizado como especie “en el pasado”. Es entonces cuando esos procesos internos surgen en algunas ocasiones. Veamos un ejemplo.
En determinado momento, una persona se encuentra pensando vívidamente en una pareja amiga. La pareja amiga vive fuera de la ciudad, a una distancia que puede recorrerse en auto en unos 30 minutos. La persona estaba deseando que sus amigos vivieran mas cerca, cuando, súbitamente, siente el fuerte deseo de verlos. Se imagina a la pareja en su casa y se sorprende cuando surge la idea de que debería llamarlos e invitarlos a que la visiten en la tarde, aunque ya había decidido no tener invitados por el resto de la semana. A esta persona nunca le ha gustado hacer invitaciones para visitas inmediatas. Es entonces cuando se percata de que esos pensamientos eran muy extraños, intrusos, y totalmente fuera de contexto, en relación con los pensamientos que había tenido inmediatamente antes. En ese momento, se congratulaba porque no había hecho planes para el resto del día, que involucrara visitantes u otro tipo de actividad. Enseguida se olvido de todo el asunto. Sin embargo, quince minutos después, encuentra que aparecen de nuevo las mismas ideas, esta vez de manera más insistente, ideas que permanecieron en su mente por unos cinco minutos. La persona tomó nota de ellas y las olvidó una vez más. Esta vez, sin embargo, decidió no llamar a sus amigos y continuo con sus asuntos de rutina. Media hora después, la misma actividad mental retornó, lo que realmente la impresionó, y de nuevo la sacó de su mente. Un poco más tarde llegó el correo, en el que había una carta escrita en la mañana del día anterior, por los mismos amigos que habían estado tanto en su mente. En la carta le decían que iban a salir de viaje y, específicamente, le preguntaban si podían pasar a visitarla esa misma tarde. De la forma como la carta había sido escrita, parecía como si los amigos ya hubieran salido en su viaje esa mañana anterior y que pasarían a visitarla al regreso a su propia casa, mas tarde en la noche. Por supuesto que ya no había tiempo para contestar la carta. Los amigos estarían en camino, supuestamente, sin modo de llamarlos por teléfono. Esa misma tarde tuvo lugar la visita de la pareja amiga.
Seria bastante sencillo decir que las ideas, los pensamientos y los sentimientos anteriores sobre los amigos había sido mera coincidencia. La persona recordaba vividamente sus sentimientos en aquel momento y le parecía como si los amigos fueran a llegar y que en realidad los había invitado a hacerlo. Nos preguntaríamos entonces: La persona percibió la visita de manera precongnitiva? Percibió la información directamente de las mentes de sus amigos, o de la misma carta que ya había sido enviada?
La visita, los pensamientos y los sentimientos de la persona eran parte del mismo evento y su experiencia subjetiva le dio indicaciones de la manera como los procesos internos hacen que los eventos ocurran.
Lo que tenemos aquí es un tipo de “columna vertebral de la percepción”, un mecanismo interno de percepción, con su propio sintonizador psicológico preciso que, de una u otra manera, opera dentro del campo de nuestra intención. Es algo así como una sensación remota, o como un equipo de radar que opera en un campo de atención psicológico, de tal manera que estamos un poco conscientes de la existencia de ciertos eventos que nos conciernen, cuando esos eventos se encuentran en un rango más cercano de probabilidades con las que estamos conectados. En cierta forma, nos “metemos en el evento” a ese nivel. Lo aceptamos o lo rechazamos como una probabilidad. Hacemos ciertos ajustes, quizá alterando algunos detalles en particular, pero nos metemos en el evento y nos convertimos en parte de los procesos internos, afectando la forma, el tamaño o la naturaleza del evento, antes de que se convierta en una realidad física definitiva.
Durante siglos, esta ha sido la forma principal como el hombre se ha entendido con los eventos de su vida, su tribu, o su aldea. Los métodos modernos de comunicación son en realidad elaborados con base en nuestros sistemas internos de comunicación.

jueves, 8 de mayo de 2008

Propósitos de la Reencarnación

En el estado del sueño algunas personas pueden recibir evidencias frescas de otra vida, en las que se ven formando parte de un entorno lleno de pertenencias preciosas y seres amados, con una cercanía tan viva que se impresionan, dándose cuenta que las dimensiones de la existencia pueden continuar, tan completamente y con tal detalle y profundidad, al mismo tiempo que con sus propias vidas presentes. Parecen tener la impresión de que pueden pasar de una existencia a la otra, de la misma manera como caminarían de un cuarto al otro, sabiendo que a ciertos niveles de la psique esto es imposible y, por supuesto, que a otros niveles de la psique esas puertas psicológicas están abiertas.
Algunas personas tienen una especial dificultad con “la teoría de la reencarnación” porque, tal como se describe generalmente, parece que la gente las utiliza para culparla como la fuente de sus infortunios corrientes, o como excusa para un comportamiento personal, cuya naturaleza no pueden entender de otra manera. La realidad de la reencarnación sirve para generar actividad a través de la estructura del tiempo, tal como lo entendemos, para unificar las especies, para reforzar las estructuras del conocimiento, para transmitir información y, lo más importante quizás, para reforzar las relaciones que involucran el amor, la hermandad y la cooperación entre generaciones de hombres y mujeres, que de otra manera estarían bastante separados y apartados.
Por medio de estas relaciones, por ejemplo, se puede decir que los hombres de las cavernas y la gente del siglo XXII están unidos, cuando en términos estrictos del tiempo, la especie parecería estar bastante desconectada de sus antiguas y futuras contrapartes.
Por medio de este comportamiento, los propósitos e intenciones generales para el desarrollo y logro de valores de la especie se mantienen enfocados, para plantar en cualquiera que sea el espacio y el tiempo los requerimientos necesarios. El libre albedrío aun opera en todas estas aventuras.
Mientras parece que nuestro mundo contiene más y más información todo el tiempo, nuestra rama particular de la ciencia es relativamente estrecha, en el sentido de que acepta como validas solo ciertas áreas especificas de especulación. Las áreas que están por fuera de sus límites, se convierten en tabú, de tal manera que el reino de lo desconocido ya no es más el universo material, o los misterios del espacio, sino el universo interior y los misterios de la mente, en la medida en que se experimentan, o se sospecha que existen, por fuera de esas áreas oficiales. En ese grado, lo desconocido es más temido por la ciencia de lo que jamás lo fue por la religión.
La Religión se ha limitado con su propia interpretación del bien y el mal, pero no negó la existencia de otras versiones de conciencia, u otros tipos de actividad y vida psicológica. La reencarnación sugiere la extensión de una existencia personal más allá de un periodo del tiempo, independientemente de la forma corporal. Sugiere la traducción o trasmisión de inteligencia por medio de estructuras no físicas. La reencarnación implica un comportamiento psicológico, la memoria y el deseo como acción con propósito, sin la sustancia de algún mecanismo físico, afirmación que la ciencia en su estado actual de desarrollo no puede aceptar y para la cual no puede encontrar evidencias, ya que sus métodos, automáticamente, precluyen el tipo de experiencia que tales evidencias requieren.
La gente puede llegar a asustarse con cualquier tipo de experiencia de naturaleza personal que implique vida reencarnacional, ya que se va a encontrar con el tabú de la ciencia, o con las explicaciones distorsionadas de algunas religiones y cultos. La gente se protege de muchos impulsos bastante naturales, que por su propia cuenta podrían darle experiencias con sus propias existencias reencarnacionales. Por esta razón, se niegan el confort psicológico en épocas de estrés, que de otra manera recibirían.
Lo anterior no quiere decir que deban llegar a nuestra mente imágenes muy claras de otras existencias, sino que, de una u otra forma, recibiríamos apoyo, o un cambio en el estado de ánimo, cuando aquellos seres amados en otras vidas, de alguna manera, sienten nuestra necesidad y nos responden.
La naturaleza total de los eventos existe de una manera diferente a la que hemos supuesto. Solo unos pocos de ellos se presentan en la realidad que reconocemos, cuando en el trasfondo todos están conectados a una inmensa actividad psicológica.

lunes, 5 de mayo de 2008

Las "Capas" del Tiempo

Las capas del tiempo son versiones de eventos maestros, en la medida en que ellos ocurren de tal manera que una “cara” del evento total puede aparecer en un tiempo, otra en otro tiempo, y así sucesivamente. Las capas del tiempo son entonces versiones de determinados eventos. Estas capas del tiempo existen siempre. Ellas pueden activarse por ciertas asociaciones hechas en nuestro presente y por esto atraen hacia nuestro tiempo presente algunos vistazos, tanto del futuro como del pasado. El llamado tiempo presente es engrosado por una realización psicológica, a niveles profundos de la psique, de que todos los eventos están interrelacionados y que las experiencias reencarnacionales de un determinado individuo proporcionan una rica fuente de experiencias de la que cada persona se nutre, al menos inconscientemente.
Tal conocimiento, generalmente inconsciente, es de gran beneficio para la especie misma, así que, a ciertos niveles, el conocimiento de la especie no está aprisionado de una vez dentro de una generación dada, sino que fluye o circula dentro del más amplio esquema reencarnacional total. Las probabilidades tienen mucho que ver aquí, por supuesto, y es más fácil para los eventos particulares encajar dentro de una secuencia del tiempo en lugar de otra.
No se trata de sentir que estamos destinados a experimentar ciertos eventos, ya que ese no es el caso. Habrá “ramas” de eventos de nuestras vidas que pueden aparecer como “capas” en otras existencias reencarnacionales nuestras. Hay ciertos puntos en donde tales eventos están más cercanos a nosotros que otros, en los que asociaciones mentales, en un determinado tiempo, nos pueden poner en correspondencia con otros eventos de similar naturaleza en una encarnación futura o pasada. Es más realista decir que esos eventos similares son mas bien versiones del tiempo de un evento mayor. Como regla general, experimentamos solamente una versión del tiempo en una determinada acción. Es más fácil darnos cuenta de que un cumpleaños, o un aniversario, un símbolo o un objeto en particular, puede servir como una conexión asociativa, despertando dentro de nosotros recuerdos, o asuntos, o acciones, que pudieron haber ocurrido en otros tiempos bajo circunstancias similares.
En realidad, este tipo de comportamiento psicológico representa la columna vertebral de la organización social, en lo que se refiere a la especie, y son los recuerdos de relaciones reencarnacionales futuras y pasadas, ocultos pero ciertos, los que aglutinan la organización social, desde las pequeñas tribus, hasta los grandes gobiernos.
Hasta cierto punto, cada uno de nosotros ha estado o estará relacionado, el uno con el otro. En ese sentido, todos los eventos del tiempo van codo a codo. En cada momento de nuestras vidas estaremos codeándonos con un evento futuro o pasado.
En la cultura que conocemos, esta información permanece oculta para nosotros. Nuestros principales sistemas de creencias nos llevan a sentir que nuestra vida presente es singular, que no tiene el soporte del conocimiento de una experiencia anterior con la existencia y que está destinada a ser cortada, o terminada, sin futuro. En lugar de esto, llevamos siempre el conocimiento interior de innumerables futuros disponibles. Nuestra vida emocional, a ciertos niveles, es enriquecida por la realización inconsciente de que quienes nos aman, desde el pasado o desde el futuro, están conectados con nosotros por lazos especiales que contribuyen a nuestra herencia emocional y nos dan apoyo.
Como lo han supuesto muchas personas, especialmente en la ficción, las relaciones amorosas en realidad sobreviven el tiempo y nos colocan en una correspondencia especial. Aun si tuviéramos conocimiento de las existencias reencarnacionales, nuestro actual comportamiento psicológico no estaría amenazado, sino que mantendría su prominencia, ya que solo dentro de ciertas intersecciones del espacio y el tiempo pueden ocurrir las acciones físicas. La mayor o menor aceptación general de la teoría de la reencarnación alteraría automáticamente la aceptación de nuestro sistema social, contribuiría a enriquecer la experiencia y aportaría un sentimiento refrescante del futuro, ya que sentiríamos que nuestras vidas no son un callejón sin salida.
Las capas del tiempo nos presentan un esquema en el que tenemos libre albedrío y, sin embargo, cada evento que escogemos tendrá su propia versión del tiempo. Esas versiones del tiempo pueden ser totalmente diferentes la una de las otras, y mientras ciertamente iniciamos nuestra propia versión del tiempo, en términos de comprensión usual, no existe un lugar o un tiempo verdadero en el que se pueda decir que esa versión realmente se originó.
Estas versiones del tiempo sugieren una ocurrencia en el tiempo, por supuesto, y aun el evento puede dejar solo una huella fantasmal, por así decirlo, siendo difícilmente manifiesta, mientras en otra vida la versión del tiempo puede ser de una prominencia considerable y cuando en nuestra propia experiencia representa apenas un incidente trivial de una tarde ordinaria.
El núcleo interior de los eventos se mantiene unido precisamente por este tipo de actividad. Se nos ha dado una fuente infinita de eventos probables provenientes del pasado y del futuro, con los cuales formamos los eventos de nuestras vidas y de la sociedad. Es preciso recordar aquí que todo el tiempo existe simultáneamente.

viernes, 2 de mayo de 2008

El Cristianismo, un Evento Maestro

Los eventos maestros involucran “trabajo” o acción cuya fuerza principal existe fuera del tiempo, pero cuyos efectos se sienten dentro del tiempo. Estos efectos pueden aparecer súbitamente dentro del contexto del tiempo, en lugar de surgir lentamente dentro de esa estructura. Se trata de la clase de actividad fuera del tiempo que explica el origen de nuestro universo. Existen dimensiones de actividad que no aparecen dentro de la estructura del tiempo, y desarrollos que suceden bastante naturalmente, siguiendo diferentes leyes de desarrollo, distintas a aquellas que reconocemos. No se trata solamente de que versiones del tiempo altamente aceleradas puedan ocurrir a otros niveles de realidad, sino que existen dimensiones en las cuales esas versiones no son impedimentos al “flujo” natural de los eventos hacia la expresión.
Nuestra más cercana aproximación será la experiencia nuestra con el tiempo en el estado del sueño, o las ocasiones en las que problemas complicados son resueltos súbitamente en el sueño, o en otros estados de conciencia, de tal manera que las respuestas aparecen de bulto ante nosotros.
Existen “duraciones” que no tienen nada que ver con el tiempo, tal como lo entendemos: Movimientos psicológicos que manipulan el tiempo, pero están separados de el. Cualquier súbito surgimiento de un universo completo implicaría el desarrollo de una organización inimaginable y espectacular, que no solo apareció desde alguna parte, sino como la “versión física completa” de un esfuerzo interior altamente concentrado, como la manifestación física de una inspiración que entonces surge súbitamente a la realidad física. Esa clase de actividad, esa clase de “trabajo”, existe detrás de todas las estructuras, organizaciones y experiencias con las que estamos familiarizados.
El mundo de las ideas penetra por todas partes la realidad física, pero las ideas, aun cuando ellas estén inexpresadas, poseen sus propias organizaciones y correspondencias y sus propias esferas de movimiento y desarrollo. Los eventos maestros surgen de esa realidad de la idea, desde la cual se originan todas las ideas, uniéndolas por medio de la utilización de correspondencias naturales. Cada manifestación física que conocemos tiene su contraparte no física, en la cual siempre se acuna, de la cual procede y a la cual regresará.
El tiempo histórico no es más que una “especie del tiempo” que habita sobre la tierra. Hay muchas otras. El tiempo mismo surge de una idea que es eterna, de tal manera que, en esos términos, no hubo un punto en donde el tiempo empezó, aunque esa referencia se hace necesaria desde nuestro propio punto de vista.
Probablemente sea casi imposible para el hombre ver que él mismo forma la idea del contexto histórico por medio de sus propias asociaciones y enfoques. El uso especializado del llamado pensamiento racional lo ha inducido a reducir su reconocimiento neurológico de otro tipo de experiencias que ampliarían su visión. En los sueños hay una mayor libertad de acción, en este sentido. La conciencia llega a ser más familiar con su propio movimiento interior y aun con su propia clase de trabajo y acciones que lleva a cabo por fuera de sus prejuicios usuales en el estado de vigilia.
La historia de la creación, tal como ha sido manifestada en la Biblia, es la representación simbólica de un evento maestro, una leyenda que se convirtió en su propio evento, formando a su alrededor las artes, las culturas, las religiones y todas las disciplinas. Lo mismo puede aplicarse al Cristianismo, ya que no todos los aparentes eventos históricos conectados con el Cristo oficial ocurrieron en la realidad física. Ellos ocurrieron a otro nivel de realidad y fueron insertados en nuestra estructura del tiempo, tocando un actor aquí, un evento histórico allá, combinando y mezclando otros eventos del tiempo, hasta que las dos líneas de actividad estaban tan entrelazadas que no podríamos desenlazar una sin desenlazar la otra.
La historia sucedió en ciertas formas definidas a causa de la creencia en eventos que no ocurrieron en nuestro mundo real. La fuerza de esos eventos internos se esparció sobre el paisaje humano propulsando gentes y civilizaciones..
La historia de Cristo en un comienzo no fue tan singular y nítida como parece serlo ahora, ya que la figura oficial de Cristo finalmente establecida se asentó sobre infinitas versiones de un hombre-dios, con las que la psique del hombre ha estado hace mucho tiempo involucrada. El Cristo oficial fue la mezcla psíquica que llevaba dentro de su personaje psicológico los ecos de viejos y nuevos dioses, una figura apenas iniciada para ser completada en el tiempo, aunque originada por fuera del tiempo. Estos eventos maestros causan los eventos físicos, pero no surgen de ellos originalmente.
Pablo de Tarso tuvo su visión. Esa visión tuvo lugar en el mundo real. El hecho ocurrió, pero Pablo no vio, ni se comunico con una persona de herencia divina, enviada por su padre a la tierra, que vivió la vida del Cristo oficial y que fue crucificado. Pablo tuvo una visión en respuesta a las necesidades, deseos y dictados de su propia psique, tal como estaba conectada con el mundo de su tiempo, siguiendo los patrones de las historias acerca de Cristo que él había escuchado y que habían empezado a liberar dentro de él un gran anhelo que fue expresado en esa visión.
El Cristianismo por mucho siglos sirvió como una estructura organizacional creativa y maravillosa, que expresaba la inmensa complejidad de la realidad del alma. A su manera, el Cristianismo se las arreglo para encausar algunos de los atributos menos generosos del hombre hacia fines que eran menos reprensibles que en el pasado. Los eventos maestros, de esta naturaleza en particular, proporcionaron una interpretación completamente nueva de los eventos históricos. Su intensidad, poder y aparente naturaleza impulsora, existen precisamente porque sus orígenes no son físicos, sino que son sacados de las fuentes mas profundas de la psique.