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domingo, 30 de marzo de 2008

La Mente Racional y La Cognición Directa

Todas las habilidades especiales que hemos descrito en los niños y en personas clasificadas como mentalmente deficientes, se presentan porque no se han activado la totalidad de los poderes de la mente racional. En los niños que presentan esas condiciones, la mente racional aun no se ha desarrollado suficientemente en todos sus aspectos, de tal manera que en cierta área la cognición directa brilla con su resplandeciente capacidad.
La Cognición Directa es un sentido interno. En términos físicos, la podemos llamar sensación remota. Nuestro cuerpo físico y nuestra existencia física se basan en cierta clase de cognición directa y ella es responsable por el funcionamiento de la mente racional misma. Los científicos dicen que los animales operan por medio de un simple comportamiento instintivo, sin voluntad y volición. No es un logro para la araña hacer su red, ni para el ave hacer su nido, porque, según ese razonamiento, estas criaturas no pueden proceder de otra manera. La araña debe hacer su red. Si escoge no hacerla, no sobrevivirá. Sin embargo, con el mismo razonamiento, también podríamos agregar que el hombre tampoco puede darle crédito a su intelecto, puesto que debe pensar y no puede hacer otra cosa. Algunos científicos pesimistas podrían decir que tanto el hombre como el animal se rigen por sus instintos y que su pretensión de libre albedrío no es más que una ilusión.
La mente racional del hombre, con su fascinante capacidad para la lógica, la deducción y la observación, se apoya en la cognición directa que le da poder a sus pensamientos y que hace posible pensar. El hombre piensa porque sabe como pensar pensando, aunque los procesos verdaderos del pensamiento son enigmas para la mente racional.
En el sueño, la mente racional afloja su dominio sobre la percepción. Desde nuestro punto de vista, estamos enfrentados a demasiada información. La mente racional intenta coger lo que puede, mientras reacomoda sus habilidades para despertar, pero con su red de razonamiento sencillamente no puede coger todo el ensamblaje de información, el que es procesado a otros niveles de la psique. Los sueños también involucran un tipo de perspectiva psicológica, de la cual no tenemos un equivalente físico, razón por la cual es asunto muy difícil de discutir.
La mente racional es muy necesaria, efectiva y adecuada para la existencia física y para la utilización del libre albedrío, el que depende mucho de la percepción de acciones claramente identificables. En la gran estructura de la existencia, la mente racional es uno de los muchos métodos para organizar información.
Nuestro ser del sueño posee dimensiones psicológicas que se nos escapan y que sirven para conectar los sistemas genéticos y reencarnacionales. Debemos darnos cuenta de que el ser que conocemos es apenas una parte de nuestra identidad mayor; identidad que es históricamente realizada en otros tiempos distintos a los nuestros. También debemos entender que la actividad mental es de máxima potencia. Experimentamos nuestros sueños desde nuestra propia perspectiva, como regla general. Solo estamos tratando de presentar el cuadro de un tipo de ocurrencia del sueño, o un cuadro de la actividad del sueño, de la cual usualmente no nos enteramos.
Si estamos teniendo un sueño desde nuestra propia perspectiva, otro ser reencarnacional puede estar teniendo el mismo sueño desde su perspectiva, en la cual jugamos un papel menor. En nuestro sueño el ser reencarnacional puede aparecer como un personaje menor, en la periferia de nuestra atención. Si ese sueño incluye una idea, por ejemplo un invento, ese invento puede aparecer como un evento físico en ambos tiempos históricos, en un grado tal que la información pueda ser interpretada por los dos individuos viviendo en el tiempo.
La cultura a través de las eras fue propagada por algo mas que medios físicos. Las habilidades y los inventos no dependían de las migraciones humanas, sino que esas migraciones eran el resultado de información obtenida en los sueños, que le decían a las tribus de hombres en donde podían encontrar las mejores tierras para habitar.

jueves, 27 de marzo de 2008

La Mente Racional y el Estado del Sueño

La mente racional representa la actividad mental humana en un contexto de espacio y tiempo. La mente racional está involucrada en un método de ensayo y error. Establece hipótesis y su misma existencia obedece a la falta de un conocimiento disponible, conocimiento que busca descubrir. En el estado del sueño las características de la mente racional se alteran.
Desde el punto de vista del estado de vigilia, la mente racional puede parecer distorsionada en su actividad. Lo que realmente pasa es que en el estado del sueño se nos presenta un cierto tipo de conocimiento inmediato. Este conocimiento puede parecer fuera de contexto, en términos usuales. No esta organizado de acuerdo con las estructuras que las partes racionales de nuestra mente entienden. Hasta cierto punto, en los sueños encontramos gran cantidad de información que no podemos categorizar. Esa información puede no ajustarse a la porción del tiempo y el espacio que reconocemos. En realidad, hay muchos asuntos importantes relacionados con el estado del sueño que pueden involucrar una activación genética de cierto tipo: procesamiento de información por parte de las especies, la inserción o reinserción de elementos civilizadores, todos ellos relacionados también con los aspectos reencarnacionales del sueño.
No hemos tocado antes algunos de estos puntos, porque deseamos presentarlos en el contexto más amplio de los orígenes del hombre y su aparición histórica como especie. Queremos si enfatizar la importancia de los sueños, en la medida en que afectan y ayudan a formar el entorno cultural. Los sueños ayudan indicando los pasos que puede tomar el individuo, o un grupo de individuos, para beneficiarse y ayudan a clarificar las formas en que el libre albedrío puede orientarse ventajosamente.
La mente racional tiene sus propios usos y características. A la mente racional le parece que debe mirar al exterior en búsqueda de información, ya que opera en conexión con los sentidos físicos, los que le presentan solamente una cantidad limitada de información sobre el entorno, en un determinado tiempo. Los ojos físicos no pueden ver hoy el amanecer que vendrá en la mañana. Las piernas hoy no pueden caminar sobre la calle de mañana. Si la mente desea conocer lo que va a ocurrir mañana, o lo que esta ocurriendo ahora por fuera del dominio de los sentidos físicos, debe tratar, por medio de la razón, de deducir la información que desea, de la información disponible que tiene. Debe confiar en la observación para hacer sus deducciones. En cierta forma, debe dividir para conquistar. Debe tratar de deducir la naturaleza del todo, que no puede percibir, de las partes que están disponibles físicamente.
Los niños empiezan a contar, contando sus dedos. Más adelante, no tienen en cuenta los dedos, pero la idea de contar permanece. Han existido personas a través de la historia que ejecutan mentalmente hazañas matemáticas que parecen sorprendentes, casi siempre en cuestión de segundos. Algunos de ellos están en capacidad de superar a los computadores. Muchos de los casos en que estos logros se presentan corresponden a niños, demasiado jóvenes para haber aprendido los procedimientos matemáticos. A menudo tales hazañas son exhibidas por personas clasificadas como idiotas, o incapaces de razonamiento intelectual.
Cuando se trata de un niño, entre más vivo sea su uso de la mente racional, más oscuras serán sus habilidades matemáticas. Otras personas, niños o adultos, quienes podrían ser clasificados como mentalmente deficientes, pueden decir, o están en capacidad de decir, el día de la semana en que cae una determinada fecha, pasada o futura. También ha habido niños con altísimas habilidades musicales, con gran facilidad para los aspectos técnicos de la música, logros obtenidos antes de haber sido ayudados por cualquier tipo de educación avanzada.
En todos estos casos estamos tratando con el conocimiento directo. Estamos tratando con las percepciones naturales de la psique, al menos cuando hablamos en términos humanos. Estamos tratando con la cognición directa y natural, tal como existe antes y después de la experiencia del hombre con la mente racional.

lunes, 24 de marzo de 2008

Razonamiento, Libre Albedrío y Herencia Genética

Cualquier discusión sobre la herencia genética hace que surjan preguntas relacionadas con el libre albedrío y el determinismo y, hasta cierto punto, estos temas deben llevar a otras preguntas relacionadas con la naturaleza de la mente racional.
El razonamiento, tal como estamos familiarizados con él, es el resultado de procesos mentales y psíquicos funcionando en un contexto espacio-tiempo, de una manera particular. El razonamiento es el resultado de la falta de un conocimiento disponible. Tratamos de “razonar las cosas” porque la respuesta no la tenemos presente. Si ese fuera el caso, “sabríamos” y no tendríamos la necesidad de indagar.
La mente racional es un fenómeno único, físico y humano. Depende del pensamiento consciente y de los métodos para resolver problemas. Es un florecimiento natural humano y un desarrollo espectacular en su propia estructura de actividad.
Nuestra tecnología es uno de los resultados de la mente racional. Este racionamiento es necesario por la falta de un mayor e inmediato campo de conocimiento. Los pensamientos son actividad mental, escalada en términos del espacio y el tiempo, de tal manera que son como edificios mentales construidos en ciertas dimensiones solamente. Nuestros pensamientos nos hacen humanos.
Otras criaturas tienen su propio tipo de actividad mental. También tienen otro tipo de percepciones inmediatas de la realidad. Todas las especies están unidas por su participación en estados emocionales. No se trata solamente de que todas las especies de la vida tengan sentimientos, sino que todas participan en dimensiones de realidad emocional. Se ha dicho que solo los hombres tienen un sentimiento moral, que solo los hombres tienen libre albedrío, si es que este es del todo posible. La palabra “moral” tiene connotaciones infinitas, por supuesto. Pero los animales tienen su propia “moralidad”, sus propios códigos de honor, sus propios sentimientos impecables de balance con todas las otras criaturas.
Los animales tienen sus propias relaciones emocionales, sociedades complicadas y, en cierto sentido importante, también tienen sus artes y ciencias. Solo que esos “artes y ciencias” no están basados en el razonamiento, tal como lo entendemos.
Los animales también tienen una voluntad independiente. Aunque estamos haciendo énfasis en los animales, podemos decir que lo mismo aplica para todas las criaturas, grandes y pequeñas: insectos, aves, o gusanos. Aplica también a la vida de las plantas, a las células, los átomos, o los electrones. Todos poseen libre albedrío, en relación con las condiciones de su existencia.
Las condiciones de la existencia las determina, en gran medida, la estructura genética. El libre albedrío debe entonces funcionar de acuerdo con la integridad genética. La estructura genética hace posible los organismos físicos a través de los cuales se experimenta la vida y, en gran medida, esa estructura debe determinar el tipo de acción posible en el mundo y la manera, o las maneras, en que la voluntad puede expresarse efectivamente.
El castor no tiene la libertad de hacer una telaraña. En los seres humanos la estructura genética determina, en gran medida, las características físicas como la estatura, el color de los ojos, el color del cabello, el color de la piel y, por supuesto, el número de los dedos de las manos y los pies, y todos los otros atributos físicos específicos de la especie. Físicamente, y con sus solos atributos físicos, el hombre no puede utilizar su libre albedrío para volar como las aves, o ejecutar acciones físicas para las cuales el cuerpo humano no está equipado.
El cuerpo humano está equipado para ejecutar acciones mucho mejores, en una gran variedad de formas, mejor de lo que le damos crédito. Sin embargo, el hecho es que la estructura genética enfoca la voluntad. El aparato genético y los mensajes de los cromosomas contienen en realidad mucha más información de la que jamás será usada. La información genética puede juntarse en un numero infinito de formas.
La especie se cuida a sí misma, en el evento de cualquier posible circunstancia, de una manera tal que los mensajes genéticos llevan también un número infinito de formas para cambiar las combinaciones genéticas en caso de que sea necesario.
Los mensajes genéticos están codificados de tal manera que existe un intercambio constante entre esos mensajes y la experiencia presente de cada individuo dado. Esto quiere decir que ningún evento genético es inevitable.
Además de la estructura genética física, existe un banco de información psíquica interna que contiene la “historia pasada”, la historia reencarnacional del individuo. Ella proporciona una reserva general de características psíquicas, inclinaciones, habilidades y conocimientos, que forman parte de la herencia individual, de la misma manera como la estructura genética forma parte de la herencia física.

viernes, 21 de marzo de 2008

Los Virus como Protectores

Los Virus sirven para muchos propósitos. El cuerpo contiene todo tipo de virus, inclusive aquellos que se consideran mortales, pero estos, usualmente, no solo son inofensivos, o inactivos, sino benéficos para el balance general del cuerpo.
El cuerpo mantiene su vitalidad, no solo por medio de la agilidad y movilidad que percibimos, sino con una agilidad microscópica y con acciones dentro de microsegundos, que no percibimos. Existe tanto movimiento, estimulación y reacción en el entorno interior del cuerpo, como los que encuentra en el entorno exterior. De vez en cuando el cuerpo debe “limpiar sus sistemas”, recorrer su repertorio, elevar su temperatura y activar sus acciones hormonales más fuertemente. De esta manera mantiene claros sus sistemas de inmunidades que operan siempre. Hasta cierto punto, es la manera como el cuerpo distingue entre lo que es su propio ser y lo que no lo es.
En cierta forma, este sistema impide que el cuerpo derroche sus energías, preservando su integridad biológica. De otra manera, sería como si no supiéramos en donde empieza y donde termina nuestra casa y tratáramos de calentar todo el vecindario. Algunas indisposiciones “causadas por los virus” son aceptadas por el cuerpo como “disparadores bienvenidos” para limpiar el sistema. Esto es lo que ocurre con las indisposiciones que conocemos.
Aquellos virus que consideramos contagiosos, en realidad representan comunicaciones a nivel biológico. Se trata de manifestaciones biológicas, comunicaciones sociales, hechas biológicamente, y pueden ser de muchas clases.
Cuando una mofeta está asustada, expele un olor desagradable. Cuando una persona está asustada, reacciona más o menos de la misma manera y, en ciertas ocasiones, reacciona biológicamente a estímulos en el entorno que considera alarmantes. Expele un aluvión de “virus desagradables”, recolectados y movilizados desde su propio cuerpo, que son potencialmente dañinos. Estos virus se disparan biológicamente, se activan y son lanzados al entorno como protección para alejar al enemigo.
En cierta forma, es una especie de agresión biológica. Los virus también pueden representar tensiones que la persona involucrada esta tratando de aliviar. Es una especie de manifestación, utilizada de manera muy fuerte en tiempos de guerra, o de agitación social, cuando la gente se siente atemorizada.
Existen toda clase de reacciones biológicas entre los cuerpos, que pasan desapercibidas y, básicamente, todas son de naturaleza social. Tienen que ver con comunicaciones biológicas. En cierta forma, los virus son una forma de tratar o controlar el entorno. Son interacciones naturales. Puesto que vivimos en un mundo en el que la gente es en general saludable, con una salud suficiente que les permite aportar su trabajo, energía e ideas, la salud es un ingrediente dominante. Sin embargo, existen interacciones biológicas entre los cuerpos que son la base para la salud, y estos mecanismos incluyen interacciones de los virus y también los periodos de indisposición de que hablábamos antes y que no son comprendidos.
Todo esto tiene que ver con la intención del hombre y con su entendimiento. Las mismas relaciones, no solo existen entre los cuerpos humanos, sino también entre el hombre y los animales, las plantas y el entorno. Hacen parte de la infinita comunicación biológica que en general produce la vitalidad de la experiencia física.
Algunas “enfermedades” protegen contra otras enfermedades y el cuerpo es su propio y excelente regulador. Obviamente, esas habilidades operan mejor cuando confiamos en ellas. Los sistemas del cuerpo saben cuales enfermedades están en el aire, por así decir, y a menudo establecen contramedidas anticipadamente, produciendo lo que experimentamos como indisposiciones de uno u otro tipo, pero ellas son realmente manifestaciones de prevención contra otras condiciones.
El cuerpo es un sistema abierto. Tan sólido como nos parece, existen constantes reacciones químicas entre el cuerpo y el mundo, ajustes electromagnéticos, alteraciones de balance y cambios de relaciones. Se presentan alteraciones entre el cuerpo y sus relaciones con todos los otros eventos físicos, desde la posición de los planetas, la luna y el sol, hasta la posición del más pequeño grano de arena, el más microscópico microbio en el intestino de cualquier persona. Todos estos ajustes se hacen sin nuestro conocimiento consciente y, sin embargo, todos ellos encajan dentro de nuestros propósitos e intenciones generales.

martes, 18 de marzo de 2008

El Libre Albedrío

El surgimiento de la acción dentro de un esquema del tiempo es en realidad uno de los más importantes desarrollos relacionados con el inicio de nuestro mundo. La historia del Jardín del Edén, en su sentido más básico, se refiere a la súbita comprensión del hombre de que ahora debía actuar en el tiempo y que sus experiencias debían ser estructuradas neurológicamente. Esto resaltó la importancia de escoger entre una acción y otra e hizo de las decisiones actos muy importantes.
La relación con el tiempo es quizá la más importante dentro de la experiencia terrenal y la que más influencia tiene sobre todas las criaturas. En la experiencia, o la existencia fuera del tiempo, no hay necesidad de hacer cierto tipo de juicios y, teóricamente, se pueden seguir un infinito número de direcciones a la vez. La relación con el tiempo de la tierra lleva a experimentar un nuevo y brillante enfoque. Con la presión del tiempo ciertas actividades serian más importantes, más placenteras, o más desagradables que otras. En medio de la gran variedad de acciones posibles, el hombre se vio enfrentado a la necesidad de escoger, la que, en ese contexto, no había tenido antes.
En términos del tiempo, el hombre primitivo todavía tenía una mayor libertad de acción neurológica. Había pasos neurológicos alternativos que, en términos prácticos, estaban más disponibles entonces que ahora. Esos pasos todavía existen, pero se han convertido en algo así como señales fantasmales en el trasfondo de la actividad neurológica.
El libre albedrío opera en todas las unidades de conciencia, cualquiera que sea su grado, pero opera dentro de la estructura de ese grado. El hombre posee un libre albedrío que opera solamente dentro de ese grado particular, es decir, su libre albedrío esta enmarcado dentro de las estructuras del tiempo y el espacio.
El hombre tiene libre albedrío para tomar las decisiones que está en capacidad de tomar. Esto quiere decir que su estructura neurológica le da a su libre albedrío el contenido, el significado, el enfoque y el marco. Puede moverse, y solo puede escoger moverse, en términos físicos, en ciertas direcciones en el espacio y el tiempo. La relación con el tiempo le da a su libre albedrío el significado y el contexto con el cual operar. Estamos hablando de decisiones conscientes, tal como las concebimos.
Solo podemos tomar un número limitado de decisiones conscientes para no quedar inundados y atrapados en el dilema constante de tomar decisiones. El tiempo organiza las opciones disponibles para las decisiones que se deben tomar. El despertar que mencionamos anteriormente encontró al hombre surgiendo de su “condición del sueño” inicial y enfrentando la necesidad de acción en un mundo sujeto al espacio y el tiempo, un mundo en el que la escogencia de opciones era inevitable, un mundo en el que debía escoger entre acciones probables y, dentro de esa infinita variedad de acciones, escoger los eventos que debía realizar físicamente.
Esta sería una situación casi imposible si no fuera porque a la especie, a cada una de las especies, se le habían dado sus propias vías de expresión y actividad, razón por la cual era más fácil para ciertas especies proceder de determinada manera. Cada especie tiene sus propias características y propensiones que le ayudaran a definir la esfera de influencia con la que ejercitara su habilidad para escoger opciones.
Cada especie esta dotada, en virtud de las unidades de conciencia que la componen, con un cuadro general de la condición de cada una de las otras especies. Cada especie está caracterizada por sus impulsos básicos, de tal manera que es guiada hacia la escogencia de las opciones que mejor satisfacen sus potenciales para el desarrollo, mientras a la vez contribuye al bien general de la totalidad del mundo de la conciencia.
Las diferencias entre todas las especies son el resultado de este tipo de organización en la que están trazadas claramente las áreas de selección. Las áreas de libre actividad también están claramente especificadas.
Cada persona nace con su bagaje individual y único de características y habilidades, gustos y disgustos. Le sirven para organizar la acción individual en un mundo en el que están abiertas un numero infinito de rutas probables. Aquí los impulsos personales tienen el propósito de guiar a cada individuo hacia las avenidas de expresión y las actividades probables que mejor se acomoden a su desarrollo. Son ayudas para organizar la acción y para poner en movimiento más efectivamente su libre albedrío.

sábado, 15 de marzo de 2008

Las Redes de Percepción

El mundo que conocemos existe como tal porque nosotros mismos somos una porción viviente de una inmensa “red” de percepción. Cada célula emite y recibe mensajes. Todas las más grandes divisiones de la vida, mamíferos, peces, aves, etc., son una parte integral de esa red viviente. La imagen del mundo es el resultado no solo de mensajes transmitidos y recibidos, sino que también es el resultado de las relaciones entre esos mensajes. Todas las grandes clasificaciones de la vida estaban presentes “en el inicio del mundo.” De otro modo, habrían existido inmensos vacíos en esa red de percepción, que hace posible las mismas sensaciones de la vida física.
El universo físico está transpuesto sobre otra realidad, que debe ser su fuente. El mundo fue y es creado en dimensiones por fuera del tiempo y por fuera del espacio, tal como lo entendemos.
Otras realidades, tan legítimas, vitales y reales como la nuestra, coexisten con ella y, en términos de nuestra comprensión, “dentro del mismo espacio”. Sin embargo, en términos de nuestra experiencia, esos espacios y esas realidades deben aparecer totalmente separadas. Como no existen sistemas cerrados, básicamente, la red viviente de percepción, que causa un mundo o una realidad, también está conectada con todos los otros sistemas y hay un intercambio entre ellos.
Las redes de percepción que componen nuestro mundo nos dan la imagen del mundo, tal como lo experimentamos, porque nuestros sentidos físicos nos colocan en cierta posición dentro de la red. Por ejemplo, los animales que forman parte de nuestra experiencia, también están “sintonizados” con esa red a otro nivel. Las grandes clasificaciones de mamíferos, peces, aves, hombres, reptiles, plantas y demás, forman parte integral de un patrón de percepción mayor, y ese patrón ya tenía que estar completo, aun desde el principio de nuestro tiempo.
Nuestro sistema de comunicación tecnológica es una construcción consciente, una magnifica construcción, que está basada en nuestro conocimiento innato de la comunicación celular interior entre todas las especies. Sin embargo, no vamos a quitarle al intelecto su derecho a congratularse por esa tecnología.
Las grandes clasificaciones de la vida nos dan los patrones dentro de los cuales se forma la conciencia. Como esos patrones parecen relativamente estables, es fácil pasar por alto el hecho de que se llenan de nueva energía en cada momento. En su desarrollo físico, el hombre no pasó por los estados que siguió, supuestamente, la criatura hipotética que abandonó el agua por la tierra para convertirse en mamífero. No obstante, cada especie tiene escrito dentro de ella el conocimiento de su pasado.
Los aspectos reencarnacionales de la vida física sirven un propósito muy importante al ofrecer la estructura subjetiva interior que necesita cada especie. La reencarnación existe para todas las especies. Una vez que la conciencia ha escogido la clasificación mayor de sus existencias físicas, permanece dentro de esa estructura en sus existencias reencarnacionales. Los mamíferos regresan como mamíferos, pero la especie puede cambiar dentro de esa clasificación. Esto proporciona una gran fortaleza genética y la conciencia dentro de esas clasificaciones las ha escogido por sus propias propensiones y propósitos.
Los animales parecen tener un rango limitado de actividad física, en términos conscientes. Un animal no puede decidir leer un periódico. Los periódicos están fuera de su realidad. En términos prácticos, los animales tienen un rango mucho más amplio en ciertas otras áreas. Ellos están mucho más conscientes íntimamente de su entorno, de ellos mismos como separados de él, pero también como una parte de él. Su experiencia tiene que ver con relaciones de otro tipo.
Las redes de percepción no existen para siempre en nuestra dimensión del tiempo, ya que esa dimensión del tiempo no puede contener nada que esté fuera de él. Una vez que el mundo existe, queda impreso o estampado sobre la eternidad, de tal manera que existe en el tiempo y fuera de él, a la vez.
Cuando nos preguntamos cuando se inició el mundo, o que fue lo que pasó realmente, o si hubo un Jardín del Edén, nos estamos refiriendo al mundo tal como lo entendemos. Sin embargo, en esos términos, hubo tierras en el mismo espacio de la tierra que reconocemos y esas tierras empezaron de la misma manera indicada anteriormente.
Los patrones para los mundos continúan en nuestra dimensión del tiempo, aunque en esa dimensión del tiempo esos mundos deben desaparecer para continuar “su existencia fuera del tiempo.”
La historia del Jardín del Edén es una leyenda acerca del ultimo inicio de la tierra. Cada mundo esta construido de una manera tal que cada conciencia, cualquiera que sea su grado, juega un papel vital. Cada una de nuestras acciones, por más inconsecuente que sea, esta conectada, de una u otra manera, con cada una de las realidades y con cada uno de los mundos.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Las Creencias y la Vejez

Los llamados “milagros” son simplemente el resultado de la acción de la naturaleza sin impedimentos. En nuestro mundo, se nos ha presentado una imagen del cuerpo y de sus actividades, y esa imagen parece ser muy evidente. Parece expresarse por sí misma.
Lo que en realidad tenemos es una imagen del cuerpo del hombre que refleja sus creencias y es afectado por ellas. Por ejemplo, los médicos esperan que la visión empiece a fallar después de los 30 años y existen innumerables registros de pacientes que “prueban” que tal desintegración es un hecho biológico.
Nuestras creencias nos dicen que el cuerpo es, primordialmente, un mecanismo, una asombrosa máquina, pero una máquina sin propósito propio, sin intención, una planta de montaje sin sentido, compuesta por una variedad de partes que crecen juntas de cierta manera prevista.
La Ciencia dice que no hay voluntad, pero le asigna a la naturaleza la voluntad de sobrevivir, o le asigna un involuntario instinto de supervivencia. En esa forma, admite que la máquina del cuerpo “intenta” asegurar su propia supervivencia, pero es una supervivencia que no tiene sentido, mas allá de sí misma. Como supone que el cuerpo es una máquina, se espera que se deteriore después de tanto uso.
En esta imagen, la conciencia apenas juega una pequeña parte. Sin embargo, en la historia primitiva del hombre y por muchos siglos después del “despertar”, la gente vivía con muy buena salud por muchos más largos periodos de tiempo y, en casos especiales, vivía por varios siglos. Nadie les había dicho que esto era imposible. Sus sensaciones de asombro, curiosidad y creatividad, y las inmensas áreas de exploración mental y física, los mantuvieron vivos y fuertes. Por otra parte, los ancianos eran muy necesarios y eran respetados por la información que habían adquirido acerca del mundo. Se les necesitaba para que le enseñaran a las otras generaciones.
En aquellos tiempos la mayor edad tenia una posición de honor que conllevaba nuevas responsabilidades y nuevas actividades. Los sentidos no disminuían su efectividad y era biológicamente posible que se presentaran todo tipo de regeneraciones de esa naturaleza.
En aquellos tiempos primitivos, hombres y mujeres vivían hasta edades que nos asombrarían hoy. Muchos vivían varios cientos de años. Esto se debía a que su conocimiento se necesitaba desesperadamente, lo mismo que su experiencia. Se les veneraba. Ponían su conocimiento en canciones e historias que eran recordadas a través de los años. Su energía la utilizaban de manera diferente a la nuestra, ya que alternaban sus estados de vigilia y del sueño. Mientras dormían no envejecían tan rápidamente y los procesos corporales eran más lentos. Sin embargo, los procesos mentales en el sueño no eran lentos. Había una mayor comunicación en el estado del sueño, de tal manera que algunas lecciones se enseñaban durante el sueño y otras durante el estado de vigilia. Había un cuerpo de conocimiento cada vez más grande, para ser transmitido a medida que la existencia física continuaba.
En la sociedad actual, la mayor edad casi que se considera un estado deshonroso. Las creencias acerca del deshonor que representa la edad hacen que la gente tome la decisión de acabar con sus propias vidas, algunas veces de manera totalmente inconsciente. Cuando la especie necesita la experiencia acumulada de sus miembros más ancianos, esta situación se revierte y la gente vive muchos más años.
También en nuestra sociedad actual, algunas personas sienten que a los jóvenes se les mantiene por fuera de la corriente de la vida, se les niega un trabajo con propósito y se les prolonga su adolescencia innecesariamente. Como consecuencia de esto, alguna gente joven muere por las mismas razones. Creen que la juventud es de alguna manera deshonrosa. Son lisonjeados, acariciados y tratados como mascotas divertidas. Se les divierte con las ofertas de la tecnología, pero no se les permite utilizar su energía. Había muchas utilizaciones desafortunadas del viejo sistema de hacer que el hijo siguiera los pasos de su padre. Sin embargo, cuando al hijo en su juventud se le daba un trabajo significativo, se sentía parte de la corriente de la vida y sentía que se le necesitaba.
La llamada cultura juvenil, con todas sus aparentes exageraciones sobre la belleza de la juventud y sus logros, en realidad terminaba demeritando la juventud, ya que muy pocos podían estar a la altura de esa imagen. Con frecuencia jóvenes y viejos sienten que están por fuera de nuestra cultura. Ambos comparten la posibilidad de una vitalidad acelerada y creativa, una actividad que los viejos grandes artistas y los viejos grandes estadistas han escogido y utilizado para magnificar sus habilidades.
Llegará el tiempo en que las experiencias de la persona en el mundo se juntarán para formar un enfoque más claro, para proveer una nueva estructura psicológica, de la cual surgirán sus mayores capacidades para formar una nueva síntesis.

domingo, 9 de marzo de 2008

Creamos Nuevos Mundos

En el momento de su despertar, el hombre experimentó cierta sensación de separación con su cuerpo del sueño, con su propia realidad interior, con el mundo de sus sueños, pero estaba más consciente de su existencia subjetiva de lo que estamos nosotros ahora.
La naturaleza práctica de sus propios sueños también era más evidente, ya que sus sueños le enviaban visiones precisas de los lugares en donde la comida se podía encontrar. Por muchos siglos hubo migraciones humanas, del mismo tipo de las que vemos ahora en los gansos. Todos esos viajes seguían rutas recibidas como información en el estado del sueño.
El hombre empezó a identificarse más y más con su entorno exterior. Comenzó a considerar su ego interior casi como si fuera un extraño para él mismo y lo convirtió en su versión del alma. Pareció existir entonces una dualidad: un ser que actuaba en el universo físico y un alma o espíritu separado que actuaba en el mundo no material.
Este hombre primitivo consideraba la serpiente como la más sagrada, la más básica, la más secreta, la más sabia de todas las criaturas. En aquellas experiencias primitivas parecía que la serpiente era una parte viviente de la tierra, que surgía de sus entrañas, de la fuente oculta de todos los dioses de la tierra. El hombre observaba a las serpientes surgiendo de sus cuevas con admiración. La serpiente era a la vez un símbolo masculino y femenino. Parecía surgir de la matriz de la tierra y poseer la sabiduría secreta de la tierra. Pero también, en su forma extendida particularmente, era el símbolo del pene. Era también importante porque se desprendía de su piel, de la misma manera como el hombre sabia íntimamente que se desprendería de su cuerpo.
Todas las unidades de conciencia, cualquiera que sea su grado, tienen propósito e intención. Han sido dotadas con el deseo de la creatividad y con el deseo de aumentar la calidad de la existencia. Tienen la capacidad de responder a muchísimas señales. Existe una gran elasticidad para la acción y la movilidad, ya que en el hombre su experiencia consciente puede juntarse en casi un ilimitado numero de formas.
Los egos internos y externos no tienen una relación cementada, sino que se relacionan el uno con el otro de maneras casi infinitas, preservando la realidad de la experiencia física, pero con énfasis diferentes puestos sobre ella por áreas internas de la vida subjetiva. Aun los hechos escuetos de la historia son experimentados de una manera totalmente diferente, según el contenido simbólico en los que ellos están inmersos inevitablemente. La guerra, por ejemplo, la podemos experimentar como un desastre criminal, como un triunfo del salvajismo, o como una victoria sublime del espíritu humano sobre el mal.
A propósito de la guerra, podemos decir que el hombre no está dotado básicamente con “características guerreras.” El hombre no asesina de manera natural. De manera natural no busca destruir su propia vida, o la vida de los demás. No hay una batalla por la supervivencia, pero mientras proyectemos tal idea sobre la realidad natural, veremos de esa manera la naturaleza y nuestras propias experiencias con ella.
El hombre tiene un instinto y un deseo de vivir, y también tiene un instinto y un deseo de morir. Lo mismo se aplica a todas las otras criaturas. En su vida, cada hombre se ha embarcado en una aventura cooperativa con su propia especie y con las otras especies. Al morir, está actuando de manera cooperativa, retornando su sustancia física a la tierra. En términos físicos, el “propósito” del hombre es contribuir a enriquecer la calidad de la existencia en todas sus dimensiones. En términos espirituales, su “propósito” es comprender las cualidades del amor y la creatividad, comprender intelectual y psíquicamente las fuentes de su ser, y crear amorosamente otras dimensiones de realidad que en la actualidad desconoce. Al pensar, y con la calidad de sus pensamientos, con su movimiento, el hombre está experimentando con una realidad única y nueva, esta formando otros mundos subjetivos, que a su turno se convertirán en conciencias que florecerán desde la dimensión del sueño hasta formar otras dimensiones. El hombre está aprendiendo a crear nuevos mundos y para hacerlo ha tomado muchos retos.
Todos nosotros tenemos parientes físicos. Algunos de nosotros tenemos hijos físicos, pero “algún día” también seremos los “parientes mentales” de hijos del sueño que despertarán en un nuevo mundo, los miraremos por primera vez sintiéndose aislados, asustados y triunfantes, todo a la vez. Todos los mundos tienen un comienzo interior. Todos nuestros sueños en alguna parte despiertan y, cuando lo hacen, despiertan con su propio deseo de creatividad. Ellos han nacido con una nueva e inocente intención. Intención que estará en armonía con el universo, con Todo Lo Que Existe. Intención que tiene un ímpetu innato que disolverá todos los impedimentos. Es mucho más fácil para la naturaleza florecer que no hacerlo.

jueves, 6 de marzo de 2008

La Luz

Como lo hemos visto, existe un universo psicológico interno, del cual surge el nuestro. Ese universo interior es también la fuente de la Estructura 2. Es responsable por todos los efectos físicos y está detrás de todas las “leyes” físicas.
No se trata solamente de que este universo interior sea diferente al nuestro, sino que cualquier explicación práctica de su realidad requiere del nacimiento de una nueva física, y su desarrollo necesita, primero que todo, del nacimiento de una nueva filosofía. Como podemos ver, la física no esta en primer lugar.
No se trata de decir que estos desarrollos estén mas allá de la capacidad del hombre, sino que involucran manipulaciones imposibles de hacer, para todos los propósitos prácticos, desde el punto de vista presente del hombre. Teóricamente, el hombre se podría mover a un punto de vista mejor y más ventajoso en un instante, hablando en términos relativos, pero por ahora debemos utilizar analogías en gran medida. Estas analogías pueden conducir a un mejor punto de vista, de tal manera que ciertos saltos serán posibles, pero no serán saltos del intelecto, sino saltos de la voluntad y la intuición, fundidos y enfocados.
La luz que conocemos es, a su manera, un aporte de aquel otro universo interior. En nuestro mundo, la luz tiene ciertas propiedades y límites. Es percibida físicamente por los ojos y, en un grado mucho menor, por la misma piel. En nuestro mundo la luz proviene del sol. Siempre ha sido una fuente externa y en nuestro mundo la luz y la oscuridad aparecen como opuestos. La explicación no es fácil, en nuestros términos, pero digamos que la luz existe dentro de la oscuridad. La luz tiene más manifestaciones que su versión física, de tal manera que cuando no puede manifestarse físicamente, la luz está por todas partes. Esa luz es la fuente de nuestra versión física y de sus leyes físicas. Para decirlo de alguna manera, la luz misma forma la oscuridad. Cada unidad de conciencia, cualquiera que sea su grado, está compuesta de energía, y esa energía se manifiesta con un tipo de luz que no se percibe físicamente. Es una luz que es mucho más intensa que cualquier otra variedad física y es una luz de la que emergen todos los colores.
Los colores que conocemos representan una muy pequeña parte del espectro total de la luz, hablando en términos físicos, pero el espectro que reconocemos solamente representa una inconcebible pequeña parte del espectro total, espectro que existe por fuera de las leyes físicas.
Los llamados espacios vacíos, los que existen en nuestra habitación entre los objetos, o los aparentes espacios vacíos entre las estrellas, son representaciones físicas, pero erróneas, ya que todo el espacio esta lleno de las unidades de conciencia, vivas, con una luz de la que se encienden los propios fuegos de la vida.
Los sentidos físicos tienen que dejar por fuera estas percepciones. La luz a la que nos referimos esta por todas partes al tiempo, y es una luz con conocimiento.
En ciertas ocasiones, a veces cerca del momento de la muerte y con frecuencia en estados conscientes por fuera del cuerpo, el hombre está en capacidad de percibir este tipo de luz. Algunas personas, en experiencias por fuera del cuerpo, han visto colores más deslumbrantes que los colores físicos. Otras personas ven este tipo de colores en los sueños. Ellos son parte del espectro mayor de percepción de los sentidos internos. En el estado del sueño no se utilizan los sentidos físicos en absoluto. Los sentidos internos representan los verdaderos poderes de la percepción. Representan el “equipo” natural de la percepción no física.
Los sentidos internos operan básicamente juntos, de tal manera que sería bastante difícil separar uno de los otros. Funcionan con un ordenamiento espontáneo perfecto. En este universo psicológico es posible para algunas entidades “estar en todas partes al tiempo” y estar enteradas de todo al tiempo. Nuestro mundo esta compuesto por tales “entidades”, que son las unidades de conciencia que forman nuestro cuerpo. Los tipos de mentes conscientes de que disponemos no pueden tener este tipo de información.

lunes, 3 de marzo de 2008

El Jardín del Edén

El Jardín del Edén representa una versión distorsionada del despertar del hombre como criatura física. Llega a ser totalmente operacional en su cuerpo físico y, mientras está despierto, apenas puede sentir el cuerpo del sueño que anteriormente había sido tan real para él. Ahora encuentra su existencia dentro de un cuerpo que debe ser alimentado, vestido y protegido de los elementos, un cuerpo que está sujeto a la gravedad y a las leyes de la tierra. Debe usar sus músculos físicos para caminar de un lugar a otro. De pronto se ve a sí mismo, en un instante de comprensión, existiendo por primera vez separado de su entorno y separado de todas las otras criaturas de la tierra.
La sensación de separación, inicialmente, es casi estremecedora. Sin embargo, el hombre es la parte de la naturaleza que se ve a sí mismo con perspectiva. Es la parte de la naturaleza que se especializará en la utilización auto consciente de los conceptos. El hombre hará crecer la flor del intelecto, la flor que deberá tener sus profundas raíces enterradas con seguridad dentro de la tierra, la flor que enviará nuevas raíces psíquicas al exterior, no solo para sí misma, sino para el resto de la naturaleza, de la cual forma parte.
El hombre miró al exterior y se sintió súbitamente separado y asombrado por su soledad. Ahora necesitaba encontrar alimento, cuando antes su cuerpo del sueño no necesitaba alimentarse físicamente. Anteriormente, no había sido hombre ni mujer, tenía las características combinadas de los dos, pero ahora los cuerpos físicos también se especializaban en términos de sexualidad. El hombre tenía que procrear físicamente. Algunas leyendas antiguas hacen énfasis de manera muy clara en esta repentina división sexual. Por la época en que la leyenda Bíblica apareció, los eventos históricos y las creencias sociales se habían transformado en la versión de eventos conocida como Adán y Eva.
Por una parte, el hombre en realidad sintió que había caído desde un estado superior, porque recordaba la libertad anterior de la realidad del sueño, realidad en la que las otras criaturas permanecían inmersas, hasta cierto grado. Ya en ese momento la mente del hombre tenía todas las habilidades que ahora le asignamos: la gran capacidad para contrastar la imaginación y el intelecto, la inclinación a la objetividad y la subjetividad, la capacidad total para el desarrollo del lenguaje, una mente aguda, que era tan brillante en el hombre de las cavernas como lo es ahora en cualquier hombre de la calle moderna.
Si el hombre se sintió solitario y aislado, también se impresionó por la gran variedad del mundo y sus criaturas. Cada criatura distinta de sí mismo era un nuevo misterio. También estaba encantado con su propia realidad subjetiva, con el cuerpo en el que se encontraba, con las diferencias entre él mismo y otros como él y con las otras criaturas. Inmediatamente comenzó a explorar, categorizar, señalar y nombrar a todas las otras criaturas de la tierra, cuando llegaban a su atención.
En cierta forma, se trató de un gran juego cósmico y creativo que la conciencia jugó consigo misma, el que representó un nuevo tipo de entendimiento. Cada versión de Todo Lo Que Existe es única. Cada una tiene su propósito, aunque ese propósito no puede ser definido fácilmente por nosotros. Muchas personas se preguntan: ¿”Cuál es el propósito de mi vida?”. Que quiere decir: ¿Cuál es el significado de lo que hago?. El propósito de la vida, de cada vida, está en ser. Ser incluye ciertas acciones, pero los actos mismos son importantes solamente cuando surgen de la esencia de nuestra vida, que por ser está obligada a cumplir sus propósitos.
El cuerpo del sueño del hombre aun esta con él, pero el cuerpo físico ahora lo obscurece. El cuerpo del sueño no puede lastimarse, mientras el cuerpo físico sí. El hombre se dio cuenta rápidamente de esto cuando transformó su experiencia de un cuerpo al otro. En el cuerpo del sueño el hombre no temía a nada. El cuerpo del sueño no muere. Existe antes y después de la muerte física. En sus cuerpos del sueño, los hombres han observado el espectáculo de animales “matando” otros animales y viendo los cuerpos del sueño de esos animales surgir indemnes.
Los hombres vieron que la tierra simplemente cambiaba sus formas, pero que la identidad de cada unidad de conciencia sobrevivía, de tal manera que aunque vieron ese cuadro de la muerte, no la reconocieron como la muerte que ahora, para muchas personas, parece ser el fin inevitable.
Los hombres vieron que debía haber un intercambio de energía física para que el mundo continuara. Observaron el drama del “cazador” y su “presa”, en el que cada animal contribuía para que la forma física de la tierra pudiera continuar. Vieron que el conejo devorado por el lobo sobrevivía en su cuerpo del sueño, que ellos sabían era su forma verdadera. Cuando el hombre “despertó” en su cuerpo físico y se especializó en el uso de sus sentidos físicos, ya no pudo percibir la liberación del cuerpo del sueño del animal muerto, escapando y aun corriendo sobre el lomo de la montaña.
El hombre retuvo el recuerdo de su conocimiento anterior y por mucho tiempo pudo, de vez en cuando, recuperarlo. Poco a poco fue más consciente de sus sentidos físicos. Algunas de las cosas que percibía eran placenteras y otras no. Algunos estímulos se podían buscar y otros evitar. De esta manera, después de cierto tiempo, tradujo lo placentero y lo desagradable en las versiones burdas del bien y el mal.
Básicamente, lo que lo hacia sentir bien era bueno. Había sido dotado con fuertes y claros instintos que tenían el propósito de conducirlo hacia su mayor desarrollo propio, a su mayor realización, de tal manera que también ayudó a obtener los más altos potenciales de todas las otras especies de conciencias. Sus impulsos naturales tenían el propósito de darle directivas internas que pudieran guiarlo en la dirección precisa, de forma tal que buscara lo mejor para él mismo y para todos los demás.